LA RATIFICACIÓN DEL PACTO, Y LA
GLORIA DEL SEÑOR:
ÉXODO 24:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Moisés
estaba a punto de recibir de Dios el modelo divino para el tabernáculo y el
sacerdocio. Siempre que Dios nos llama a realizar un trabajo, nos da los planes
y espera que sigamos su voluntad. El ministerio
no se logra al tratar nosotros de inventar maneras de servir a Dios, sino al
buscar su voluntad y obedecerlo (Is. 8:20).
I.
Confirmación Del Pacto[1] (Éxodo 24:1–8):
Antes
de que Moisés y los líderes de la nación pudieran ascender al monte para
encontrarse con Dios, el pueblo tenía que entrar en una relación de pacto con
Dios. Moisés le dijo al pueblo la Palabra de Dios y ellos acordaron obedecerla.
¡Qué poco
comprendían sus corazones!
Debían haber
dicho: «Con la ayuda del Señor, obedeceremos su ley». A las
pocas semanas la nación estaría adorando un ídolo y violando cada ley que
habían acordado obedecer:
· El pacto se confirmó con sacrificios y
el rociamiento de sangre sobre el Libro de la Ley y sobre el pueblo que acordó
obedecerlo.
· Las doce piedras
del altar representaban las doce tribus de
Israel, indicando que cada tribu se comprometía a obedecer la voz de Dios:
Ø La sangre sobre
el altar hablaba del perdón de pecado
otorgado por la gracia de Dios,
Ø En tanto que la sangre
rociada sobre el pueblo los comprometía a
una vida de obediencia:
· Los creyentes de hoy han sido rociados con la sangre de Cristo en un
sentido espiritual, y
· Están comprometidos a obedecer su voluntad (1 P. 1:2).
II. Ven Al Señor (Éxodo 24:9–18):
Setenta y cinco
hombres subieron al monte: Moisés, Josué, Aarón y sus dos hijos
Nadab y Abiú, y setenta ancianos del pueblo. Contemplaron la gloria de Dios en
el monte, y comieron y bebieron en su presencia. Usted pensaría que el versículo 11 debería decir: «Vieron
a Dios y cayeron sobre sus rostros en temor».
Pero
lo que dice es que vieron a Dios y «comieron y bebieron». Debido a la sangre sobre
el altar, pudieron tener comunión con Dios y los unos con los otros. Debemos comer y
beber para la gloria de Dios (1 Cor. 10:31), y
vivir cada día en su presencia aunque no podamos estar en el monte.
Dios
ordenó a Moisés que subiera más para darle las instrucciones para construir el
tabernáculo y establecer el ministerio sacerdotal. Dejó a Aarón y a Hur con los
ancianos y llevó a Josué consigo al entrar en la nube. Mencionando primero en
Éxodo 17:9, Josué a la larga llegó a ser el sucesor de Moisés.
No
sabemos quién era Hur, pero él, con Aarón, ayudó a Moisés a orar por el éxito
de Josué en la batalla contra los amalecitas (Éx. 17:8–16). Aarón debe haber descendido
del monte, porque le hallamos en el capítulo
32 ayudando al pueblo a hacer el becerro de oro. Cuando abandonamos nuestro
lugar de ministerio, no sólo pecamos, sino que podemos conducir a otros a
pecar.
Véase Juan 21.
En
los días del AT., Dios a menudo revelaba su gloria en una nube (19:9, 16). Condujo a la nación con una
columna de nube y fuego (Éx. 13:21–22). «Dios es fuego consumidor» (Dt. 4:24; Heb. 12:29).
Moisés no se atrevió a acercarse a Dios sino hasta que Él lo llamó, pero cuando
lo hizo, Moisés obedeció.
Es
posible creer en Dios y ser parte de su pacto y sin embargo no estar cerca de
Él:
Ø La nación estaba ante el
monte;
Ø los setenta ancianos con
Aarón, Hur, Nadab y Abiú estaban más arriba;
Ø Moisés subió aún más con su ayudante
Josué; y
Ø entonces Moisés dejó a
Josué detrás al entrar en la nube a la presencia del Señor.
Ø Bajo la ley, Dios determinaba cuánto
podía acercársele el pueblo.
Pero
bajo la gracia somos nosotros los que determinamos cuán cerca queremos estar de
Dios. Dios nos invita a tener comunión con Él. Los ancianos
adoraban a Dios «de lejos» (v. 1), pero hoy se nos invita a «acercarnos»
(Heb. 10:22; Stg. 4:8). Qué privilegio
es tener comunión con Dios y qué tragedia es que demasiado a menudo fallamos al
no pasar tiempo en su presencia.
A
Nadab y Abiú se les dio el privilegio de ver la gloria de Dios, y sin embargo
años más tarde con presunción desobedecieron a Dios y murieron (Lv. 10:1–5). Es posible acercarse a Dios y con todo
alejarse y pecar.
Cuán
importante es que nuestra adoración personal al Señor resulte en un corazón
limpio y en un espíritu recto (Salmo 51:10), porque grandes privilegios traen consigo
responsabilidades aún mayores.
___________
Notas:
[1]
berît = (בְּרִית,
H1285), «pacto; alianza;
convenio; acuerdo; confederación». Lo más probable es que este nombre se
derive de la raíz acádica que significa «encadenar, poner grillos»; tiene paralelos en
hitita, egipcio, asirio y arameo. Berît se encuentra más de 280 veces en todas
las secciones del Antiguo Testamento. El primer caso del vocablo está en
Génesis 6:18: «Pero
estableceré mi pacto contigo [Noé]. Entraréis
en el arca tú, tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo».
«Alianza» es la traducción preferida de
berît por la rv: «Haced, pues, ahora alianza con nosotros» (Jos.9:6);
sobre todo en el caso de acuerdos políticos internos de Israel (2 Sam.3:12-13; 3:21;
5:3) o entre naciones (1 R.15:19). En estos casos las revisiones subsiguientes
(rvr, rva, nrv) usan «alianza» o «pacto». En Jueces 2:2 se traduce: «Con tal que
nosotros no hagais» «pacto» con los moradores de esta tierra», («alianza»
rva). El mandamiento también le fue dado a Israel en Ex.23:32; 34:12-16; y
en Deut.7:2-6. (VINE).
Clase Para
Domingo.
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