PENTECOSTÉS: NACIMIENTO DE LA IGLESIA:
HECHOS 2:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
El día
de Pentecostés tenía lugar cincuenta días después de la Fiesta de las
Primicias. (La palabra «pentecostés[1]» significa «cincuentavo»).
Esta fiesta se describe en Levítico 23:15–21. Así como la Pascua es un cuadro
de la muerte de Cristo (1 Cor. 5:7) y las Primicias uno de su resurrección (1
Cor. 15:20–23), Pentecostés es un cuadro de la venida del Espíritu Santo (1 Cor.
12:13).
Las
hogazas de panes con levadura se presentaban ese día, un cuadro de la Iglesia
compuesta de judíos y gentiles. (En 1 Cor. 10:17 la Iglesia se describe como un
pan).
La levadura en el pan habla del pecado
que todavía hay en la Iglesia. Hay
dos referencias al bautismo del Espíritu en Hechos: sobre
los judíos en Hechos 2, y sobre los gentiles en Hechos 10. Los dos
panes presentados en Pentecostés eran sombra anticipada de estos
acontecimientos.
I.
Los Milagros (Hechos 2:1–13):
Los
creyentes estaban esperando y orando conforme Cristo les había ordenado (Lc.
24:49), y en el tiempo apropiado el Espíritu descendió. Cuando lo hizo, los
bautizó en un cuerpo espiritual en Cristo (véanse
Hch. 1:4–5; 1 Cor. 12:13), y les llenó con poder para testificar (Hch. 2:4). El sonido de un viento
recio nos recuerda a Juan 3:8 y de la profecía de Ezequiel sobre los huesos
secos (Ez. 37).
Las
lenguas de fuego simbolizaban el poder divino que hablaría por Dios. No
confunda estas lenguas de fuego con el bautismo de fuego al que hace alusión Mateo
3:11. El bautismo de fuego que se menciona allí se refiere al tiempo de la
tribulación de Israel. Puesto que todo creyente es bautizado por el Espíritu (1
Cor. 12:13), no es correcto orar por un bautismo del Espíritu Santo y fuego. Los
creyentes hablaron en lenguas.
No
predicaron en lenguas, sino que más bien alabaron a Dios en idiomas que no
sabían naturalmente (véase Hch. 2:11).
Es evidente que estaban en el aposento alto cuando descendió el Espíritu (2:2), pero deben haber salido a los
atrios del templo donde se reunió una gran multitud. El propósito del don de lenguas fue
impresionar a los judíos con el milagro que se estaba realizando.
En 10:46 los gentiles
hablaron en lenguas como prueba a los apóstoles de que habían recibido el
Espíritu; y en 19:6 los efesios
seguidores de Juan el Bautista hablaron en lenguas por la misma razón.
II.
El Mensaje (Hechos 2:14–41):
A. Introducción (vv. 14–21).
Pedro
respondió primero a la acusación de que los hombres estaban borrachos. Ningún
judío comería o bebería nada antes de las nueve de la mañana en el sabat o en
un día de fiesta, y era entonces la hora tercera del día, o sea las nueve de la
mañana.
Nótese: que
en todo este sermón Pedro se dirige sólo a los judíos (vv. 14, 22, 29,
36):
· Pentecostés era una fiesta
judía, y
· no había gentiles
participando.
En este
sermón Pedro se dirigió a la nación judía y le demostró que su Mesías se había
levantado de los muertos.
En los versículos 16–21 Pedro hizo referencia
a Joel 2:28–32 (lea
ese pasaje con todo cuidado). No dijo que esto era un cumplimiento
de la profecía, porque las palabras de Joel no se van a cumplir sino hasta el
fin de la tribulación, cuando Cristo vuelva a la tierra.
Pedro sí dijo que este era el mismo
Espíritu del que se habla en Joel:
Ø Los versículos 17 y 18 se cumplieron en Pentecostés,
Ø no así los versículos 19–21, y no se cumplirán sino hasta el fin de los tiempos.
Ø Entre los versículos 18 y 19 se desarrolla la era de la Iglesia.
B. La Explicación (vv. 22–36).
Pedro ahora demuestra a los judíos que
Jesucristo estaba vivo. Usó cinco argumentos muy convincentes:
(1) La
persona y vida de Cristo exigían que Él se levantara de los muertos (vv.
22–24). Véase Juan 10:17–18. ¡El que resucitó a
otros no podía quedarse muerto!
(2) El Salmo 16:8–11 predecía la resurrección
(vv. 25–31).
(3) Los apóstoles mismos eran testigos y habían
visto al Cristo resucitado (v. 32).
(4) La venida del Espíritu es prueba de que
Jesús vive (v. 33).
(5) El Salmo 110:1 prometía su resurrección (vv.
33–35). Tenga presente que Pedro no está predicando el evangelio de la cruz
como nosotros lo hacemos hoy en día.
Estaba
acusando a Israel de un gran crimen (v.
23), y le advertía que había rechazado y crucificado a su Mesías (v. 36). Pedro estaba dándole a Israel
una oportunidad más de recibir a Cristo. Habían matado a Juan el Bautista y a
Jesús, pero ahora Dios les daba otra oportunidad.
La
resurrección de Cristo fue la «señal de Jonás» prometida, que demostraba que
Él era el Mesías (Mt. 12:38–40).
C. La Aplicación (vv. 37–40).
Los hombres quedaron culpables y le
pidieron consejo a Pedro. Este les dijo que se arrepintieran, que
creyeran y que se bautizaran; así se identificarían con Jesús como el Cristo.
Este es el mismo mensaje que predicaron Juan el Bautista (Mr. 1:4) y Jesús (Mt.
4:17).
Hacer
que el bautismo sea esencial para la salvación y para recibir el Espíritu es
negar la experiencia de los gentiles en Hechos
10:44–48, que es el modelo de Dios para hoy.
(Véanse las notas introductorias a Hechos).
Los
judíos en Hechos 2 recibieron el Espíritu cuando se arrepintieron y bautizaron;
los samaritanos en Hechos 8 recibieron el Espíritu mediante la imposición de
manos de los apóstoles; pero los creyentes de hoy reciben el Espíritu cuando
creen, como sucedió con los gentiles en Hechos 10. No hay salvación en las
aguas del bautismo, porque la salvación es por la fe en Jesús.
Pedro
afirmó que la promesa del Espíritu no era sólo para los judíos presentes en
Jerusalén, sino también para los esparcidos por todo el mundo (v. 39; véase Dn. 9:7). Este versículo
no puede referirse a los gentiles, porque estos no recibieron ninguna promesa
(Ef. 2:11, 12).
III.
La Multitud (Hechos 2:42–47):
Nótese: que los creyentes permanecieron en el
templo y dieron su testimonio y adoración. El Espíritu les dio unidad de
corazón y de mente, y añadía creyentes cada día a la Iglesia.
Estos versículos son una hermosa
descripción de lo que será la vida durante la edad del reino.
Aun
cuando la Iglesia (como nosotros la
conocemos) existía entonces sólo en la mente de Dios, su plena revelación
no fue efectiva sino hasta más tarde por Pablo. Hechos 2 es un mensaje para el
pueblo judío, de modo que no lea en estos versículos verdades que sólo se
revelaron posteriormente.
La
iglesia de hoy no se reúne en el templo judío, ni se le pide que practique el
comunismo. La oferta del reino estaba aún abierta y continuará estándolo hasta
los sucesos de Hechos 7, cuando los
líderes de la nación resistieron al Espíritu una vez más y mataron a Esteban.
___________
Nota:
[1] G4005
πεντηκοστή = pentekosté:
femenino del ordinal de G4004;
quincuagésima (G2250 implicación) de la Pascua, i.e. el festival de «Pentecostés»:-
Pentecostés.
(Strong).
Clases Para Los Días Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia:
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