QUEJA POR FALTA DE AGUA, Y
DELEGACIÓN:
ÉXODO 17–18:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Cuando
Israel siguió la dirección del Señor, experimentó pruebas que le ayudaron a
comprenderse mejor y a ver más plenamente el poder y la gracia de Dios. Hay
tres de tales experiencias en estos capítulos.
I. Agua De La Roca[1] (Éxodo 17:1–7):
La
congregación había tenido sed antes (15:22)
y Dios había suplido sus necesidades, pero como la gente de hoy, se olvidaron
de la misericordia de Dios. Después de todo, si estaban en el lugar a donde
Dios los dirigía, era su responsabilidad cuidar de ellos.
El
pueblo criticó
a Moisés y murmuró[2] contra Dios, pecado
contra el cual se nos advierte en 1 Corintios 10:1–12. En realidad estaban «tentando al
Señor» con su actitud, porque estaban diciendo que Dios no los
cuidaba y que no los ayudaría. Con sus repetidas quejas sometían a prueba su
paciencia.
Moisés ilustra
lo que los cristianos que confían hacen en la hora de la prueba: acuden al Señor y le piden dirección (Stg. 1:5). El Señor le
instruyó que tomara su vara y golpeara la roca y saldría agua.
Esta
roca es Cristo (1 Cor. 10:4) y el golpe a la roca habla de la muerte de Cristo
en la cruz, donde Él sintió la vara de la maldición de la ley. (Fue la misma vara, como recordará, que se
convirtió en serpiente, Éx. 4:2–3 y que ayudó a traer las plagas sobre Egipto).
El Orden Aquí Es Maravilloso:
· en el capítulo 16 tenemos
el maná que ilustra la venida de Cristo a la tierra;
· en el
capítulo 17 tenemos la roca golpeada, que muestra su muerte en la cruz.
· El agua es un símbolo del
Espíritu Santo, quien fue dado después de que Cristo fue glorificado (Jn. 7:37–39).
Léase Números 20:1–13 para ver una segunda experiencia con la roca. Dios le
ordenó a Moisés que le hablara a la roca, pero por decisión propia, la golpeó.
Entonces, debido a este pecado, no se le permitió entrar en Canaán.
Al golpear de
nuevo la roca, Moisés arruinó el
tipo: Cristo
puede morir una sola vez. Véanse Romanos 6:9–10 y Hebreos 9:26–28. El Espíritu fue
dado una sola vez, pero el creyente puede
recibir plenitud adicional al
pedírsela a Dios.
Primera
de Corintios 10:4 dice que los de Israel «bebían de la roca espiritual que los seguía».
La interpretación de algunos es que la roca viajaba con los judíos por el
desierto, pero esta explicación es improbable:
· La palabra «ellos»
no se halla en el texto griego original;
· la frase dice que bebieron del agua de la roca y que esto
ocurrió después que se les dio el maná
(comp. 1 Cor. 10:3 con Éx. 16).
II. Guerra Con El Enemigo (Éxodo 17:8–16):
El
nuevo cristiano algunas veces se sorprende de que la vida cristiana sea de
batallas tanto como de bendiciones. Hasta este momento Israel no había tenido
que pelear; el Señor había peleado por él (13:17).
Pero ahora el
Señor decidió luchar a través de ellos para vencer al enemigo:
Ø Los amalecitas eran
descendientes de Esaú (Gn.
36:12, 16) y pueden ilustrar la oposición de la
carne (Gn. 25:29–34).
Ø Israel fue librado del
mundo (Egipto) de una vez por todas al cruzar el Mar Rojo, pero el
pueblo de Dios siempre batallará contra la carne hasta que Cristo vuelva.
Nótese: que los
amalecitas no aparecieron sino hasta que se dio el agua; porque cuando el
Espíritu Santo viene a morar, la carne empieza a oponérsele (Gál.
5:17ss).
Deuteronomio
25:17–19 nos dice que los amalecitas asestaron un «ataque
artero» por la retaguardia. Como cristianos, siempre debemos «vigilar y orar».
¿Cómo venció
Israel al enemigo? ¡Tenían un intercesor en la montaña y un comandante en el
valle!
El papel de Moisés en la montaña ilustra la obra intercesora de Cristo y Josué
con su espada ilustra al Espíritu de Dios usando la Palabra de Dios contra el
enemigo (Heb. 4:12; Ef. 6:17–18).
Por
supuesto, Moisés es un cuadro imperfecto de Cristo y su obra intercesora,
puesto que nuestro Señor jamás se cansa ni necesita ayuda (Heb. 4:16; 9:24).
Pablo
dice que los creyentes pueden «cooperar con la oración» (2 Cor. 1:11), que fue lo
que Aarón y Hur hicieron. Moisés tenía
en su mano la vara de Dios, la cual habla del
maravilloso poder de Dios:
· Moisés había derrotado a
todo enemigo en Egipto,
· así como Cristo ha vencido
al mundo en poderosa victoria.
Es
importante que el pueblo de Dios coopere con Dios para ganar la victoria sobre
la carne. Romanos 6 nos dice que nos consideremos muertos al pecado, nos
sometamos y por fe hagamos morir las obras del cuerpo. Moisés solo en la
montaña no podía ganar la batalla, ni tampoco Josué solo en el campo de batalla: la victoria requería de ambos.
¡Qué
maravilloso es que tenemos al Hijo de Dios intercediendo por nosotros
(Rom. 8:34), el Espíritu de Dios que mora en
nosotros es por nosotros (Rom. 8:26), más la
Palabra inspirada de Dios en nuestros corazones!
Nótese: que
Josué no destruyó por completo a los amalecitas; los «deshizo» (v. 13). La carne nunca será destruida o «erradicada» de nuestra vida;
Cristo nos dará nuevos cuerpos cuando regrese (Filp. 3:21).
En 1 Samuel 15 vemos que el
pecado de Saúl fue negarse a destruir en su totalidad a los amalecitas; ¡y 2 Samuel 1:6–10 nos informa que fue uno
de los amalecitas que Saúl dejó con vida quien le mató! «No proveáis para los deseos de la carne» (Rom.
13:14).
Jehová-nisi quiere decir: «Jehová es mi estandarte». No
tenemos nuestra victoria mediante nuestros esfuerzos, sino sólo a través de
Jesús (Jn. 16:33; 1 Jn. 2:13–14; 5:4–5).
III.
Sabiduría Del Mundo (Éxodo 18):
Los eruditos
bíblicos no concuerdan en la interpretación de este capítulo: si el consejo de Jetro[3] a
Moisés fue del Señor o de la carne:
· Algunos señalan a Números 11, donde
Dios tomó de su Espíritu y distribuyó el poder entre los setenta oficiales,
sugiriendo que Moisés tenía todo el poder que necesitaba para realizar el
trabajo.
· Dios le dijo a Moisés, allá en
los capítulos 3–4, que sólo Él supliría la gracia para hacer el trabajo.
· En el versículo 11 Jetro
llamó a Jehová «más grande que todos los
dioses», pero esto es una declaración muy
distante de una confesión definitiva de fe en el verdadero Dios. Todavía más,
en el versículo 27 vemos a Jetro rehusando
quedarse con Israel y regresando a su pueblo.
Sin
duda nuestro Dios es un Dios de orden y no hay nada de malo con la
organización. En el NT., los apóstoles añadieron a los diáconos para ayudarles
cuando las cargas del ministerio llegaron a ser demasiadas (Hch. 6).
El
pueblo de Dios puede aprender de los de afuera (Lc. 16:8), pero debemos
examinarlo todo por la Palabra de Dios (Is. 8:20). Nos preguntamos si esta «sabiduría
mundana» de Jetro agradó a Dios, porque el mismo Jetro no estaba
seguro (véase v. 23).
Estaba
dispuesto a regocijarse en todo lo que el Señor hizo (vv. 9–10), pero no estaba
dispuesto a creer que Dios podía ayudar a Moisés con las cargas cotidianas de
la vida.
Moisés
adoptó el esquema de Jetro y el pueblo estuvo de acuerdo (Dt. 1:9–18), pero no
se nos asegura de que Dios aprobó el nuevo arreglo. Es más, la actitud de Dios
en Números 11 muestra lo contrario.
Los
creyentes enfrentan ataques abiertos y obvios de la carne, como con Amalec (17:8–16);
pero también de ideas sutiles de la carne, como con Jetro. Es cierto que Moisés
podía haber hecho cualquier trabajo que Dios le llamó a hacer, porque «los
mandamientos de Dios son su capacitación».
¡Qué fácil es
que nos compadezcamos de nosotros mismos, que sintamos que nadie más se
preocupa y que Dios nos ha dado una carga demasiado grande!
Léase
Isaías 40:31 para ver la solución de Dios a este problema.
___________
Nota:
[1] H6697 צוּר =
tsur: o צֻר tsur; de H6696; propiamente acantilado (o roca
escarpada, como comprimida); generalmente roca o canto rodado; figurativamente
refugio; también borde (como precipicio):-
afilados, Dios (poderoso), filo, fortaleza, fuerte, fuerza, pedernal, peña, peñasco,
piedra, refugio, Roca, roca. Véase también H1049.
[2] H3885
לוּן = lun: o לִין lin; raíz primaria; detenerse (usualmente para pasar la noche);
por implicación quedarse permanentemente; de aquí, (en sentido malo) ser
obstinado (específicamente en palabras, quejarse):- alojar, dejar, detener, -se, dormir, durar,
habitar, hospedar, -se, morar, murmurar, pasar, pasar la noche, permanecer,
permitir, posar, quedar, -se, recaer, reposar, reposo, retener, vivir.
(Strong).
[3] H3503 יִתְרוֹ
= Yitró: de H3499 con con el sufijo pronominal; su excelencia;
Jetro, suegro de Moisés:- Jetro. Compárese con H3500.
(Strong).
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