lunes, 27 de agosto de 2018

DE MILETO A CESÁREA: (1) HECHOS 21:


DE MILETO A CESAREA: (1)
HECHOS 21:

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

I.       El Viaje a Jerusalén (Hechos 21:1–6):
Trace este viaje en su mapa. «Avistar» en el versículo 3 significa que tenían a Chipre a la vista. Pablo y sus compañeros se quedaron en Tiro mientras descargaban la nave y esto les permitió tener compañerismo con los creyentes allí. De nuevo el Espíritu le advierte a Pablo del problema en Jerusalén.
Parece que Dios no quería que Pablo fuera allí, pero de todas maneras intervino en los planes de Pablo para Su gloria. ¡Qué hermosa escena tenemos en el versículo 5, al reunirse la «familia de la iglesia» en la playa para un tiempo de oración! Qué triste ver a los niños en la iglesia mientras sus padres se quedan en casa, o los esposos adorando mientras las esposas y los hijos están en algún otro lugar. Compare este versículo con 20:36–38.

El grupo se quedó un día en Tolemaida y luego fueron a la casa de Felipe en Cesarea:
·      Felipe comenzó como diácono (6:5),
·      llegó a ser evangelista (8:4ss), y
·  ahora se había establecido en Cesarea con su familia, indudablemente muy ocupado ganando almas.
Sus cuatro hijas solteras tenían el don de profecía (véase 2:17). Dios da dones espirituales a las mujeres y sus ministerios son importantes en la iglesia, pero no deben tomar el liderazgo espiritual sobre los hombres (véanse 1 Cor. 11:5; 14:33–40; 1 Tim. 2:9–15).
Cuando Dios tuvo un mensaje para darle a Pablo, usó el ministerio de Agabo y no el de ninguna de las hijas de Felipe. Este mismo profeta fue el que predijo la hambruna (Hch. 11:27–30).
De una manera dramática Agabo le advirtió a Pablo que no fuera a Jerusalén. Pero Pablo estaba «ligado en espíritu» (20:22) y dispuesto a que lo ataran y sacrificaran por Cristo. «¡Estoy listo!», fue sin duda el lema de Pablo.
Listo para predicar el evangelio en todas partes (Rom. 1:15); para morir por Cristo en cualquier momento (Hch. 21:13); para ser ofrecido y encontrarse con el Señor (2 Tim. 4:6). «Preparativos» en el versículo 15 se refiere al equipaje.

II.     El Compromiso Con Los Judíos (Hechos 21:17–26):
Es fácil dar por sentado que todo lo que los apóstoles hicieron estaba bien, aun cuando nos damos cuenta de que tenían pasiones como nosotros. En tanto que es cierto que las cartas de Pablo son inspiradas por Dios y se debe confiar en ellas, sus acciones no siempre fueron de acuerdo a la voluntad de Dios.
Ya hemos cuestionado su sabiduría respecto a su viaje a Jerusalén (si bien su corazón y motivo eran correctos); ahora parece evidente, después de llegar allí, que cometió otra equivocación.
Pablo se reunió con Jacobo y los ancianos, e informó las bendiciones de Dios entre los gentiles. Pablo glorificó a Dios por: «las cosas que Dios había hecho» (v. 19). Pero Jacobo, como hemos visto, era el líder de la iglesia de Jerusalén y con toda seguridad interesado en guardar las tradiciones judías en la vida de la iglesia.

Nótese: en el versículo 20 que había miles de creyentes judíos que todavía practicaban los mandamientos mosaicos.

Esto debe haber sido más fácil en Jerusalén que en ninguna otra parte, puesto que el templo con todas sus ceremonias estaba a mano. Tenemos aquí una confusión entre la ley y la gracia, el reino y la Iglesia, una confusión que todavía subsiste.
Jacobo y los ancianos pensaron que Pablo debería probarles a estos judíos celosos que en realidad no estaba enseñando en contra de la Ley de Moisés. Era un mal compromiso, pero Pablo cayó en él.
Ya había escrito las cartas a los Romanos y a los Gálatas, que probaban que nadie se puede salvar o santificar por guardar la ley, y mostraban que el cristiano es libre de la Ley de Moisés. Ahora negaba toda esa verdad inspirada, con una «componenda religiosa» destinada a transar un compromiso con los judíos.
Pablo fue junto a cuatro hombres que tenían la obligación de cumplir sus votos y ofrecer los sacrificios, toda esta ceremonia duraba siete días (v. 27). Es evidente que se trataba de un voto nazareo, puesto que incluía el raparse la cabeza (Núm. 11; véanse las propias acciones de Pablo en Hch. 18:18). ¿Dio resultados la artimaña? ¡No! ¡Lo que obtuvo Pablo fue su arresto! Sucedió exactamente lo que Dios le fue advirtiendo en cada ciudad.
Si Pablo hizo o no lo correcto, no nos toca a nosotros decirlo con confianza. Esto sabemos: Dios usó todo el episodio para poner a Pablo en manos de los romanos y no de los judíos, porque estaba más seguro con los romanos. Dios usó a los romanos para proteger a Pablo y llevarle a Roma, donde Dios tenía un trabajo especial para que hiciera.

III.    El Arresto En El Templo (Hechos 21:27–40):
Algunos de los judíos del extranjero que conocían a Pablo le habían visto acompañado de Trófimo, un gentil efesio; y cuando vieron a Pablo en el templo, dieron por sentado que había llevado a su amigo gentil al área prohibida. Era falso, pero Satanás es un mentiroso y padre de mentiras.
Precisamente lo que Jacobo estaba tratando de impedir ocurrió de todos modos. La fe es confiar en Dios sin artimañas y el creyente que anda por fe no tiene que recurrir a planes y ardides para influir o complacer a otros.
A Pablo lo hubieran llevado fuera de la ciudad y apedreado, si no hubiera sido porque el capitán de la guardia del templo corrió a la escena y lo rescató. Entonces se cumplió la profecía que tanto le anunciaron: Ataron a Pablo con dos cadenas (v. 33; también v. 11).

 Nótese: la confusión de la multitud judía, no muy diferente a la gentil en Éfeso (19:32). Satanás es el autor de confusión.

El guardia pensó que Pablo era un notorio egipcio que anteriormente había causado problemas, pero Pablo usó de nuevo su ciudadanía romana para protegerse. Dios ha instituido el gobierno para nuestra protección (Rom. 13), y es correcto usar la ley para el avance del evangelio.
De pie en las gradas Pablo hizo señal a la multitud; y cuando le oyeron hablar en hebreo, se calmaron. Aunque no queremos ser culpables de juzgar al gran apóstol, debemos admitir que tal parece que cometió dos errores:
v fue a Jerusalén a pesar de que se le advirtió lo que ocurriría y se comprometió con los líderes de la iglesia a ayudar a los hombres en sus sacrificios en el templo.

Una Equivocación Fue Práctica, La Otra Doctrinal:
·  Entendemos, por supuesto, que el corazón de Pablo estaba tan lleno de amor y preocupación por sus hermanos en la carne, que hubiera pagado cualquier precio con tal de darles el evangelio;
·    pero desde el mismo principio Dios le advirtió que no testificará en Jerusalén (22:17–21).

Antioquía y Éfeso eran los grandes centros de la Iglesia, no Jerusalén:
·      La mezcla de la ley, y
·      la gracia en las iglesias ha dado lugar a:
Ø un falso evangelio de salvación, y
Ø obras.

La epístola de Pablo a los Romanos fue la que hace siglos cambió a Martín Lutero y rompió las cadenas de la superstición, y la explicación sobre Gálatas de Lutero fue la que, a su vez, trajo libertad donde hubo esclavitud:
Ø A través de la historia ha habido grupos fieles a la verdad de la Palabra de Dios y han rendido sus vidas por Cristo.
·      Ojalá nunca mezclemos la ley y la gracia;
·      ojalá nunca comprometamos la verdad del evangelio.



Clases Para Los Días Miércoles:


Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia:

No hay comentarios.:

Publicar un comentario