Diez
Razones Por Las Cuales El Rechazo Es Algo Bueno:
(Colosenses
3:12)
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de
entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de
paciencia”.
(Colosenses 3:12)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Algunos
de nosotros aceptamos la identidad de rechazado, provocando que el rechazo se
convierta en nuestra reacción y respuesta por defecto hacia otros. No podemos
evitar que ocurra el rechazo, pero podemos negarnos a dejar que este nos
paralice.
El rechazo es un
león agazapado acechando su presa, esperando para hundir su mandíbula en el
indefenso. Es un ataque que nos deja mutilado s
y heridos. Caminamos por la vida a través de la aprobación, y con temor a ser
vulnerables.
Demandamos aceptación y luego nos negamos
a extenderla. El rechazo se
convierte en una respuesta por defecto que damos una y otra vez. Hay verdadero
rechazo y rechazo percibido. Creemos que hemos sido rechazados así que
rechazamos a otros.
Otros nos rechazan, así que nos rechazamos
a nosotros mismos. El rechazo causa
rabia, angustia y una tendencia a pensar lo peor sobre las personas. Algunos de
nosotros aceptamos la identidad de rechazado, provocando que el rechazo se
convierta en nuestra reacción y respuesta por defecto hacia otros.
No podemos evitar que ocurra el
rechazo, pero podemos negarnos a dejar que este nos paralice. Cuando presentamos nuestro rechazo a
Dios y dejamos que el maneje las emociones y el dolor que este conlleva, es
probable que encontremos algo bueno en él. Redimir el rechazo es una de las
formas en las que Dios nos hace crecer y sacar belleza de las cenizas. Acá hay 10
razones que muestran cómo Dios puede redimir tu rechazo.
1. Aprendemos Que Nuestro Valor Yace En La
Opinión De Dios:
Cuando medimos
nuestro valor según la aprobación de los demás, nos volvemos adictos a
valorarnos basados en lo que los demás piensan de nosotros.
Este juego de
adivinaciones nos envuelve y enreda en sus nudos. Nuestro valor yace en la
opinión que Dios tiene de nosotros, y Él nos llama amados y elegidos.
Sin embargo, es
difícil recordar esto cuando Dios parece tan lejano y nos encontramos rodeados
de personas que parecen tener todo lo que nos falta. Mientras buscamos a Dios
por su aprobación, desarrollamos la inmunidad a la necesidad de aprobación por
parte de los hombres.
El rechazo pica, pero no determina tu valor.
(Colosenses 3:12).
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de
entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de
paciencia”.
Como escogidos
de Dios, que ya han sido revestidos de una “nueva persona”, los colosenses deben vestirse con
virtudes que demuestren que son diferentes:
· Como
escogidos de Dios, santos y amados son títulos especiales usados para Israel como posesión
exclusiva de Dios en: el AT. (por ejemplo Isaías 43:20; 65:9), y
·
de Cristo en el NT. “el escogido”, Lucas 23:35;
·
“el Santo”, Marcos 1:24; Lucas 4:34;
·
“mi Hijo amado en quien tengo complacencia”, Mateo 3:17.
Su uso aquí denota la similitud de los cristianos
con Cristo. Jesús es el escogido. ¡Qué notable privilegio es éste, que seamos
nombrados en la misma forma que Cristo! Este es un
motivo fuerte para una conducta semejante a la de Cristo.
Las cinco virtudes con las que los creyentes
han de vestirse se ven como características de Dios o de Cristo (por ejemplo
Salmo 25:6; Jeremías 33:11; Mateo 9:36; 2 Corintios 1:3) y muestran cómo ellos,
como elegidos de Dios, deberían comportarse en el trato con otros,
especialmente con sus hermanos en Cristo.
Tres de ellas:
Ø
benignidad,
Ø
mansedumbre, y
Ø
paciencia, están incluidas como fruto del Espíritu en Gálatas
5:22.
2.
Aprendemos Cómo Manejar Las
Emociones:
El deseo de
alejar el rechazo no lo hace menos notorio. El rechazo ocurre, tan a menudo que
nos sentimos heridos, adoloridos y de algún modo creemos que esos sentimientos
no deberían ser reconocidos.
Los sentimientos
son un don de Dios para ayudarnos a experimentar todo lo que la vida tiene para
ofrecer.
Cuando negamos
nuestras lágrimas y dolor también nos negamos a nosotros mismos la plenitud de
la alegría, el amor y las risas.
El rechazo nos
da una oportunidad de tener estos sentimientos y de alimentarlos luego con la
palabra de Dios. Nos consolamos mientras recordamos y le recordamos a nuestros
corazones lo que Dios nos dice sobre nosotros. (Salmos 62:8).
“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad
delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio”. Selah[1].
La única
esperanza, De ÉL es mi Esperanza. Las palabras de los vv.1 y 2 están
ligeramente alteradas para formar una introducción a esta estrofa. El escritor
se llama a sí mismo a un sereno recuerdo de la clave de su paz.
De nuevo es
solamente Dios en quien espera ÉL, y en quien él confía. Es esta quietud de
humildad resignación añade Esperanza o expectación a la certeza de la
Salvación.
3.
Desarrollamos Compasión Por Otros:
El rechazo es
una de estas constantes en la vida. La respuesta natural al rechazo es el
endurecimiento de nuestros corazones y ajuste de nuestra armadura.
Pero el rechazo
puede enseñarnos a ser compasivos si lo dejamos. No todos vamos a llevarnos
bien o a querernos. Las personalidades chocan. Los puntos de vista colisionan.
Raramente
encontrarás un lugar en el que todos se sientan aceptados y en aprobación, nos
recordaremos los unos a los otros nuestras debilidades y en esos momentos
tendremos una elección.
Podemos extender
o alejar el regalo de la compasión hacia ellos. Cuando experimentamos rechazo,
recordamos lo que se siente sentirse no querido y, como resultado, nos recuerda
a tratar a otros con compasión. (Romanos 12:10).
“Amaos[2] los unos a los otros con
amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”.
Podemos Honrar a Los Demás De Dos Maneras.
Ø
Una
encierra motivos ocultos. Honramos a
nuestros jefes a fin de que después nos recompensen, a nuestros empleados para
que trabajen más, a los ricos para que contribuyan a nuestra causa, a los
poderosos para que utilicen su poder a nuestro favor y no en nuestra contra.
Ø
La
otra manera de Dios encierra amor. Como
cristianos, honramos a las personas porque fueron creadas a la imagen de Dios,
porque son nuestros hermanos en Cristo, porque estamos agradecidos por la forma
en que contribuyen a la edificación del cuerpo de Cristo.
¿Le parece demasiado
difícil para su naturaleza competitiva la manera en que Dios honra a los demás?
¿Por qué no intentar
superarnos mutuamente en cuanto a honrar a los demás?
¡Ponga a otros en primer
lugar!
4.
Re-direccionamos Nuestra Ambición:
Escondido en
nuestros corazones permanece el deseo de un ascenso propio, aplausos y
celebración. Somos propensos al egoísmo.
Hay un pedazo en
nuestros corazones que quiere reconocimiento por nuestra asombrosa idea o acto
de buena fe. Con cada rechazo al que nos enfrentamos, otra pieza de ambición
egoísta es negada hasta que nos importe más nuestro ascenso por parte de Dios
que el nuestro.
El rechazo nos
enseña a mermar para que Él pueda engrandecernos, y nuestra ambición egoísta
sea reemplazada con una ambición santa.
La ambición que
asciende la gloria de Dios a través de cualquier medio que él elija, es una
ambición que el rechazo refino. (Santiago 3:16).
“Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y
toda obra perversa”.
Envidia—el vocablo griego usualmente
significa “celo”;
“emulación”, en Romanos 13:13. “El envidioso
está en su propia luz. Piensa que su vela no puede alumbrar en la presencia del
sol de otro. El apunta directamente al hombre, oblicuamente a Dios, quien hace
que los hombres difieran”:
Ø
Contención—rivalidad.
ØPerturbación—confusión, lit., anarquía tumultuosa: tanto en la sociedad (“conmociones”,
Lucas 21:9, “tumultos”, 2 Corintios 6:5),
Ø
Como en la mente
individual: en contraste con la “apacible” compostura de la
verdadera “sabiduría” (3:17). Jacobo no honra tales efectos de la sabiduría terrena con
el nombre de “frutos”, como en el caso siguiente del v. 18; comp. Gálatas
5:19-22: “Obras de la carne… frutos del Espíritu”.
5.
Tenemos Un Entendimiento Más
Profundo Acerca Del Amor De Dios:
El rechazo puede aumentar nuestro entendimiento del
amor:
¿Sabes cuánto eres amado?
¿Amado de verdad?
¿Lo entiendes solo de
forma intelectual?
¿Ha estado tu
corazón herido tantas veces que el amor no puede penetrar?
Nuestras
experiencias con el amor humano sesgaron nuestra percepción del amor de Dios.
Cada vez que eliges el amor sacian te de Dios en la cara del rechazo, Dios
comienza a trabajar al redimir el rechazo de tu corazón.
Si puedes
separar tu miedo al rechazo del rechazo verdadero, comienzas a recibir el amor
profundo de Dios en el receso de tu corazón (Romanos 8:38-39).
“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida,
ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,…
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Para cualquier
cristiano desalentado este poderoso pasaje ofrece hoy las seguridades del amor
de Cristo, presente en cada momento de la vida del creyente.
¿Existen motivos mayores
de descontento que los citados por Pablo? Si no, entonces
nunca nos separaremos del amor de Cristo en esta vida. Aun en medio de las
dificultades seremos más que vencedores (v.
37).
6.
Nos Identificamos Más Con Cristo:
·
Jesús
sufrió del rechazo de Sus seguidores,
·
discípulos,
·
gente,
y
·
Sus
enemigos.
Ø
El rechazo entró y salió de su vida,
Ø
más,
Él no dejó que eso definiera su ministerio en la tierra.
Jesús permaneció enfocado en los asuntos de su
padre. Él
sanó, amó, y libero personas mientras experimentó el rechazo. Servir a Cristo
no siempre nos va a traer aprobación.
Puede traernos
oscuridad, dolor y rechazo, pero aun así podemos vivir una vida de propósito y
saber que Dios usará este rechazo para refinarlos mientras le servimos. Sufrir
del rechazo nos hace ser más como Cristo. (2 corintios 1:5).
“Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones
de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación”.
Como palabras
gemelas en la experiencia cristiana son “la aflicción” y “la consolación” (v. 5). “Las aflicciones de Cristo” (v. 5a) son las que el
Apóstol experimentaba en su servicio al Señor. Para Pablo el sufrir es una parte
íntegra de la vida cristiana (ver Rom.8:17).
Cabe aquí la pregunta: ¿Cómo
entenderemos la aflicción y cuál debe ser nuestra actitud ante ella? “Aflicciones” es la traducción a la palabra griega pathema G3804 que
da la idea de algo físico que apremia al hombre. Un erudito del griego cuenta
sobre el uso de una tortura antigua que consistía en poner pesas sobre el pecho
del acusado.
Si el preso no
confesaba, se le aumentaban las pesas, procedimiento que eventualmente conducía
a la muerte. Esto es una ilustración vívida de lo que es la aflicción, en un
sentido metafórico, representa lo que presiona o agobia el espíritu humano.
Y, ¿cómo pues
enfrentaremos la aflicción? Lo haremos con paciencia y con
persistencia. La idea de persistencia sugiere la respuesta que le hemos de dar
a la aflicción (comp. 6:4-6). Hay dos
modelos para la paciencia o persistencia:
·
Uno es
la persona que tiene el poder de vengarse pero no lo hace (comp. 6:6), y
· el
otro es la persona que no teniendo otra salida aguanta (comp. 6:4), mostrándose
paciente en vez de impaciente.
En los dos
casos, la persona sale triunfante de la aflicción y, por haber ejercitado la
persistencia, es más fuerte.
El resultado es
como el de un atleta que después de haber entrenado fuertemente, está más
preparado para ganar y recibir el premio. La otra palabra es “consolación”
y conlleva la idea de ánimo, valor o disposición.
Como dice
Barclay en su comentario: “Pablo estaba bien seguro de que Dios nunca le enviaba una
visión al hombre sin el poder para interpretarla, que nunca le enviaba una
tarea sin la fuerza para realizarla”.
7.
Practicamos Luchar Con La Adoración:
Cuando buscamos
a Dios en adoración en vez de revolcándose en nuestro rechazo, le quitamos
ventaja al enemigo. El rechazo es personal. Es un ataque hacia la persona que
Dios nos ha hecho para ser.
Somos conductos
de su reflejo a un mundo perdido y moribundo, así que cuando el rechazo nos
roba la expresión individual de Dios dentro de nosotros, nos sentimos dolidos.
La adoración es
un arma útil cuando somos atacados, porque enfoca nuestro corazón al guerrero
que lucha por nosotros. Permanecemos firmes y alabamos Su nombre y Lo vemos
luchar en nuestra representación. El rechazo es usado por el enemigo de nuestra
alma, pero podemos contraatacar mediante la adoración a Dios. (Salmos 8:1-2).
La
Gloria De Dios y La Honra Del Hombre:
“¡Oh Jehová, Señor
nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos;… De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la
fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo”.
La
gloria de Dios, vv. 1, 2
Señor
nuestro (es lit. “señores nuestros”; es un
plural de majestad como también es elohim H430). El
mismo Dios que dirige nuestra vida es señor en toda la tierra y aun sobre todo
el universo. ¡Qué grande desafío es reconocerlo
como señor y dueño de nuestra vida!
El
salmista usa contrastes; del señorío sobre todo el universo vuelve a la
alabanza de los niños. Dios usa a los débiles para confundir a los enemigos que
se creen poderosos. La alabanza (v. 2) lit. Es “fortaleza”
o “poder”. La LXX
tiene “alabanza” y
así es citado en Mateo 21:16 por Jesús. La
paráfrasis de la LXX capta la intención del pasaje. El poder de Dios contra los
poderes malignos se manifiesta en la alabanza y Dios usa la alabanza para
derrotar aquellos poderes.
Al enemigo y al vengativo (v. 2) puede ser visto
como una endíadis (el uso de dos palabras en conjunto para expresar un
concepto): así es “el
enemigo vengativo”.
8. Mantenemos Nuestro Enfoque En Dios:
El temor del hombre es una trampa. Entrampa y
amputa, y siempre nos toma por sorpresa porque las trampas están escondidas. El
rechazo resalta la evidencia de que el temor aún permanece en nuestros
corazones.
Cuando el
rechazo perfora nuestro corazón, obtenemos una oportunidad de sacar más raíces
de la hierba del miedo del hombre. Raíces cascarrabias que van más allá de la
superficie del suelo, yo he sacado varios pies de raíces de mi cama siguiéndola
hacia el otro lado de la cama.
El rechazo
aparece en nuestras vidas y luego mientras lidiamos con él, seguimos la ruta
hacia la inseguridad o problemas de identidad, los cuales están arraigados a
menudo en el temor de los hombres.
El rechazo puede
impedirnos que nos enfoquemos en la aprobación constante de Dios en vez de
hacerlo en la aprobación cambiante de los hombres. (Proverbios 29:25).
“El temor del hombre pondrá
lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado”.
El v. 25 muestra
un temor insano que eleva las expectativas de los hombres al nivel de imitar o
cumplir. Tal admiración o reverencia al hombre no es apropiada. Al contrario,
el verdadero temor reverencial se concentra en la confianza en Jehová (ver 1:7;
9:10; 15:33; 2 Corintios 10:5).
Hay temores no
apropiados (ver 3:25; 14:16; 15:16; 28:1) que vienen del pecado y sus
consecuencias o una reverencia insana hacia la opinión del hombre.
9.
Escogemos Un Corazón Agradecido En
Vez De Un Corazón Descontento:
El descontento
con nuestros dones individuales crea la inhabilidad de estar agradecido por
alguien que tiene un don similar.
Quizás sus dones
sobrepasan los nuestros, o es que estamos buscando una promoción, o quizás otra
oradora es escogida para el evento de mujeres.
En vez de estar
descontenta, agradece a Dios por las habilidades que tenemos. Agradécele porque
te haya dado buenos dones y habilidades, porque tengamos otro nuevo día para
usarlas y confía en ser escogido en el tiempo de Dios.
A veces nuestro
descontento con quien somos y lo que somos nos puede cegar a las oportunidades
que Dios nos está dando ahora mismo. El rechazo puede convertir un corazón
descontento en uno agradecido. (Santiago 1:17).
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto,
del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”.
Dádiva… don—Vocablos distintos:
(1) el acto de dar, o el
don en la iniciación:
(2) la cosa dada,
el don hecho perfecto, cumplido. Como la dádiva está parangonada con el “pecado” en su iniciación, así el “don perfecto” se contrasta con “el
pecado… cumplido”, que engendra muerte (2 Pedro 1:3).
De lo alto—(ver el 3:15). Padre de las
luces—El Creador de las luces del cielo (ver Job 38:28; Génesis 4:20-21;
Heb.12:9). Esto concuerda con la referencia a los cambios en la luz de los
cuerpos celestiales, referidos al final del versículo.
También, el Padre de las luces espirituales en el
reino de gracia y de gloria. Estas se tipificaban por las luces
sobrenaturales en la coraza del sumo sacerdote, el Urim.
Por cuanto “Dios es luz, y
en él no hay tinieblas algunas” (1 Jn.1:5), él no puede en manera
alguna, ser el autor del pecado (v. 13), el cual es tinieblas (Jn.3:19).
Mudanza ni sombra de variación—Malq.3:6).
Ningunas de las variaciones que sufren las “luces” físicas, ni de las que pueden sufrir las
espirituales, se aplican a Dios. “Sombra de variación”, como la sombra arrojada por
un astro sobre otro, al salir de su revolución, por ejemplo, cuando la luna es
eclipsada por la sombra de la tierra, y el sol por el cuerpo de la luna.
Bengel llega
aquí a un punto culminante: “no hay variación ni sombra (sugestión) de alteración”: denotando:
·
lo primero un cambio de comprensión;
·
lo segundo, de la voluntad.
10.
Experimentamos La Gracia De Dios a
Través Del Evangelio:
El rechazo es
tan antiguo como el tiempo. La Biblia está llena de cuentas de rechazo, pero la
más épica de todas comenzó con nosotros en nuestro viaje para redimir el
rechazo.
Génesis 3 nos
cuenta la historia de cuando las personas que Dios amo y creo para estar en una
relación lo rechazaron.
Y, aun así, en Su dolor debido al rechazo Él creó un
plan para la redención. Sin ese primer rechazo el plan para que el resto de
la humanidad pudiera experimentar la gracia maravillosa de Dios no habría sido
necesario.
Nuestras
historias personales de rechazo nos dan una oportunidad de compartir el mensaje
del evangelio cuando extendemos gracia y perdón a esos que nos hieren. (Génesis
3:15).
“Y
pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”.
Satanás es
nuestro enemigo, él hará todo lo posible para hacer que sigamos su camino de
maldad y muerte.
La frase "Tú le
herirás en el calcañar" se refiere a los intentos constantes de
Satanás de derrotar a Cristo durante su vida en la tierra.
"Esta te herirá en
la cabeza", anuncia la derrota de Satanás cuando Cristo se
levantó de la muerte. Un golpe al talón no es mortal, pero uno asestado en la
cabeza sí.
Ya Dios estaba
revelando su plan para derrotar a Satanás y ofrecer salvación al mundo por
medio de su Hijo
Jesucristo.
Concluyó:
Dios es capaz de redimir el rechazo en
tu vida. Él entiende el
dolor que sientes y Él te ofrece una forma de usarlo para cambiarte en vez de
permitir que eso te defina. El rechazo no tiene que ser algo a lo que acudas o
algo que creas, sin embargo, al estar en las manos de un Dios de gracia, puede
convertirse en un don de incontables perlas.
El rechazo puede ser un catalizador
para el cambio en tu vida. Buenos cambios. El tipo de cambios que Dios trae
para que puedas ser parte de Su propósito al hacer que el mundo entero lo
conozca.
___________
Nota
y Bibliografía:
[1] Selah (aparece en 71
ocasiones en Los Salmos y tres veces en Habacuc) que probablemente
era un signo musical que indicaba un interludio o cambio de acompañamiento
musical.
[2] G5387 φιλόστοργος = filóstorgos: de G5384
y στοργή = storgé (amor a los familiares de uno,
específicamente padres o hijos); que ama a los padres, i.e. afectuoso hacia los
otros cristiana:- amar. (Strong).
-
Luz Mundial Hoy. Lunes Julio 30,
2018.
-
e-Sword-the. LEDD.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 08//08//2018.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario