martes, 26 de junio de 2018
EL PLAN DE DIOS EN LA HISTORIA HUMANA (II) (Gn.15:6; Hechos 16:31)
EL PLAN DE DIOS EN LA HISTORIA HUMANA: (II)
(Gn.15:6; Hechos 16:31)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Muy pronto se hicieron evidentes los
resultados de estas acciones de los apóstoles. Hechos 6:7 nos dice que "crecía la
palabra del Señor". Creció porque los apóstoles supieron
establecer un límite.
Si hubieran permitido que este tipo de
servicio los distrajera del estudio y la enseñanza de la Palabra, la Palabra
del Señor no hubiera seguido extendiéndose, porque habrían estado haciendo lo
incorrecto.
Los
otros creyentes en la Iglesia de Jerusalén merecen también un reconocimiento: estaban dispuestos a hacer todo lo posible para facilitar
que los apóstoles estudiaran y enseñaran.
La Palabra creció, y como los apóstoles
siguieron enseñando la iglesia continuó edificándose, "el número de los discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe".
Esto sí fue un impacto histórico.
4. La Iglesia y Sus Prioridades:
La iglesia local no se puede dar el lujo
de distraerse de sus prioridades espirituales (Jn. 21:15-18; 1 P. 5:1-4; Ef.
4:11-16).
La
primera prioridad de la iglesia siempre debe ser:
· enseñar la Palabra,
· pero es importante también que cada
persona en la iglesia encuentre su lugar para servir.
Sabemos por Mateo 25:15 y Marcos 13:34
que Dios nos ha dado a cada uno una obra que realizar y las
provisiones que necesitamos para hacerla.
Si Dios tiene un plan para cada vida,
entonces el llamado que El hace a cada creyente es personal e íntimo. No hay
dos miembros del cuerpo de Cristo que tengan la misma posición, por eso, no hay
razón para que la ambición y la competencia causen disturbios en la iglesia local.
Dado que Dios tiene un lugar para cada creyente, cada creyente debe estar
involucrado en Su obra.
Aunque
todos deben estar involucrados, no todos optan por estarlo. Tienen la
libertad de elegir. Siempre es un error usar tretas, coerción o presión para
lograr que la gente trabaje en la iglesia. Cuando, por oír y aplicar la
Palabra, los creyentes se sienten motivados a servir, encontrarán el lugar que
les corresponde.
Cada iglesia local es un equipo con una
misión que recibe de la autoridad de Dios. La doble misión:
· evangelismo, y
· edificación.
Debe tener prioridad.
La iglesia sufre cuando pierde la visión de lo que debe ser su
prioridad.
Cuando la iglesia permanece enfocada en Cristo, ésta tiene inmensas
posibilidades de glorificar a Dios en esta vida y en la eternidad.
La Iglesia:
1. Formación. La Iglesia fue
anunciada por el Señor Jesucristo en Mateo
16:13-18, pero no fue formada sino hasta la venida
del Espíritu Santo, El Espíritu Santo es el poder que hace posible la formación
de la Iglesia (Jn. 7:37-39; Jn. 14-16; Hch. 1:8, 19:1-7).
2. Naturaleza. La Iglesia
es un organismo espiritual, no una organización física, ni humana. El primer
capítulo de Efesios es una de las explicaciones más claras y concisas en la
Biblia sobre lo que es la Iglesia. En el instante de la salvación, cada creyente
es bautizado
por el Espíritu Santo formando una unión con Cristo. El bautismo de agua es
una figura física de este acontecimiento espiritual que ha sucedido (1
Cor. 12:13). Es por esto que la Iglesia es un
organismo espiritual, no una organización humana. Los que nunca han creído en
Jesucristo no son parte de la Iglesia aunque pueden ser miembros de una iglesia
local Los que han creído en Jesucristo son parte de la iglesia, asistan o no a
una iglesia local. La iglesia local es la asamblea geográfica de los santos.
Aunque el cuerpo de Cristo está compuesto de todos los creyentes, todos los
creyentes no pueden estar en el mismo lugar al mismo tiempo. Por lo tanto, los
creyentes se reúnen en iglesias locales con los propósitos explicados en
pasajes como Hebreos 10:25 y 13:7-17 y Efesios 4:11-16.
3. Función. La doble misión de la Iglesia es:
Ø evangelismo, y
Ø edificación (Mateo 28:19, 20).
En el momento de la salvación, por el poder del Espíritu
Santo, cada creyente recibe un don espiritual singular con el propósito de
cumplir el plan de Dios (1 Cor.
12:4-31). Aunque hay diferentes dones [Nadie es más santo que otro santo,
solo Dios es tres veces Santo], no existe la superioridad,
ni la inferioridad en la Iglesia. A todos los creyentes les son dadas todas las
bendiciones espirituales y tienen iguales oportunidades y provisiones para
alcanzar la grandeza espiritual.
4. Necesidad. Sin algún
compromiso con la iglesia local, ningún creyente puede alcanzar a grandeza en
el cuerpo de Cristo para el cual fue diseñado por Dios. La iglesia local es el
campo de entrenamiento, el aula del avance espiritual y no hay grandeza
espiritual sin avance espiritual. La iglesia local es el lugar donde la Palabra
de Dios es enseñada y no hay grandeza espiritual aparte de la comprensión y
aplicación de la Palabra de Dios. La iglesia local es el lugar de preparación
para servir, y no hay grandeza espiritual sin el servicio. Por lo tanto si no
hay iglesia local, no hay grandeza. Hebreos 10:25-31 habla del pecado de separarse de la iglesia local y
muestra la actitud de Dios hacia los creyentes que no tienen tiempo para
participar en la iglesia local.
Para poder apreciar plenamente la
función de la iglesia en la tierra, necesitamos comprender el destino para el
cual la iglesia está siendo formada por Dios.
El primer capítulo de Efesios es un
catálogo de las increíbles riquezas que cada persona recibe el instante que
cree en el Señor Jesucristo. En los dos últimos versículos del capítulo, Pablo
presenta a la Iglesia, el cuerpo de Cristo de la siguiente manera:
“Y sometió
[Dios el Padre] todas
las cosas bajo sus [del Señor Jesucristo]
pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”.
(Ef. l: 22, 23)
Pablo pasa de una descripción de lo que
Dios hizo en el cuerpo humano del Señor Jesucristo sobre la tierra a lo que
quiere hacer en el cuerpo espiritual de Cristo sobre la tierra. Lo que Dios
logró en un cuerpo humano, el de nuestro Señor Jesucristo, quiere seguir
logrando por medio de un cuerpo espiritual, la Iglesia.
“Pero Dios, que
es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros
muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois
salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo
nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostraren los
siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con
nosotros en Cristo Jesús”. (Ef. 2:4-7)
La palabra "para" en el versículo 7
presenta el propósito hacia el cual Pablo ha ido avanzando a lo largo de
Efesios 1. Dios nos ha dado todas las bendiciones espirituales en los lugares
celestiales en Cristo, la suma total de la riqueza de Su gracia ha sido puesta
a nuestra disposición.
No nos dio estas riquezas para que
desperdiciáramos nuestra vida, ni para que vivamos confundidos y frustrados,
sin propósito, sin destino, sin sentido de valor.
La razón por la cual nos levantó y nos
hizo sentar con Cristo, por la cual puso a nuestra disposición la autoridad y
el dominio de Jesucristo, se relaciona con
"los siglos venideros".
Al
usar esta frase, Pablo extiende su mirada a través del tiempo y la eternidad,
tan adelante en el futuro como nos es posible proyectarnos: de ahora a un millón de años, un billón de años, o un
trillón de años.
En todas las eras por venir, desde el
instante de nuestra salvación, Dios quiere mostrar algo. La palabra endeiknumai significa "exhibir, o traer
a la luz". Incluye la idea de dar pruebas, de mostrar sin lugar
a duda alguna. ¿Qué quiere mostrar? "Las abundantes riquezas de Su gracia en Su bondad para con
nosotros en Cristo Jesús".
Ayuda
Hermenéutica:
apodeiknumi = (ἀποδείκνυμι, G584),
lit:
señalar, exhibir (apo = adelante,
afuera; deiknumi = mostrar), se usa una vez en el sentido de probar por
demostración, y por ello de causar aprobación. El Señor Jesús fue «varón aprobado
por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales» (Hech.2:22).
Véanse EXHIBIR, HACER(SE), PASAR, PROBAR. (VINE)
V.9:
R481 Note el doble acusativo que aparece con ἀπέδειξεν (un predicado
acusativo): Dios nos ha exhibido como los apóstoles, como los postreros.
R788 Los nombres ἀγγέλοις y ἀνθρώποις, que aparecen sin
artículo, particularizan a τῷ κόσμῳ: al mundo, tanto a los ángeles como a
los hombres.
La
palabra griega que significa bondad es charis,
gracia.
Ayuda
Hermenéutica:
G5485 χάρις = járis: de G5463; gracia
(como gratificante), de manera o acción (abstractamente o concretamente;
literalmente, figurativamente o espiritual; específicamente la influencia
divina sobre el corazón, y su reflejo en la vida; incluído gratitud):- merecer
aprobación, aprobar, congraciarte, donativo, favor, gozo, gracia, gratitud,
mérito. (Strong).
Dios en todas las edades por venir,
habría de manifestar las sobreabundantes riquezas de Su gracia con la cual nos
favoreció en Cristo Jesús.
¿Cómo Nos Favoreció?
· Dándonos bendiciones espirituales.
· Dándonos un destino eterno.
· Dándonos vida eterna y la oportunidad
de tener una grandeza eterna aún mayor de la que pudiéramos jamás soñar.
Si aprovechamos la gracia que Dios nos
ofrece, tendremos grandeza toda la eternidad. El reino angelical entero a
través de las edades por venir se asombrará y maravillará de la Iglesia.
Dios ha derramado Su gracia en esta era
en una forma y a un grado mayor que en el pasado y que en el futuro. Ni aun la
eternidad puede agotar la exhibición de las riquezas de Su gracia que ahora nos
son ofrecidas en esta era cuando podemos apropiarnos de ellas por fe.
“nos dice que la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que
no se ve”. Hebreos
11:1:
La fe nos capacita, viviendo bajo las limitaciones
del tiempo, a extendernos hacia adelante para asir la verdad eterna. La certeza
que Pablo, en Efesios 2, quiere que entendamos es que la Iglesia habrá de ser
un objeto de exhibición de Dios por toda la eternidad.
La Iglesia un día reinará con Cristo (2
Tim. 2:12) y compartirá la gloria de Cristo (Rom. 8:17).
Si
comprendemos el destino de la Iglesia y si comprendemos que somos parte de la
Iglesia por fe en Cristo Jesús, entonces hemos de comprender esto: los creyentes en Cristo contamos con la provisión, protección
y el poder necesario para ser de mucho más impacto de lo que podemos imaginar.
Siete Figuras de
Cristo y la Iglesia:
En el Nuevo Testamento
encontramos siete figuras de Cristo y la iglesia que ilustran la intimidad de
la relación entre Cristo y los creyentes en la Era de la Iglesia. Cada figura
da énfasis a la verdad de que la comunión con Jesucristo es lo único que puede
satisfacer nuestra alma. Cada figura también recalca la unidad orgánica de la Iglesia
y da énfasis a la verdad de que los creyentes de la Era de la iglesia están
irrevocablemente unidos los unos a los otros:
1. El pastor y las ovejas: esta
figura muestra la total impotencia de todos los creyentes y la medida del
tierno amor del Señor (Jn.10:2-16, 21:15-17). Cristo
es el pastor que provee vida, libertad y sustento a las ovejas. Como el Buen
Pastor, el Señor crucificado dio su vida por sus ovejas (Jn. 10:11). Como el Gran Pastor, el Cristo resucitado sustenta y
suple a los creyentes toda buena dádiva en el plan de Dios (Heb. 13:20,
21). Como el Príncipe de los Pastores, el Señor que
regresa es la fuente de bendiciones eternas y recompensas eternas para los que
le siguen (1 P. 5:4).
2. La Vid y los pámpanos: esta figura muestra la suficiencia absoluta
de Jesucristo y la producción en nuestra vida que viene de la comunión con El (Jn.
15:1-7). Jesucristo
da frutos por medio de los pámpanos que se alimentan de Él. Toda la vida fluye
a través de la vid; el pámpano no puede hacer nada por sí mismo. Los frutos
cristianos dependen de nuestra permanencia, en la fe, de nuestra recepción,
nunca en nuestro esfuerzo humano. Sólo en Cristo podemos dar fruto.
3. La principal piedra de ángulo y las piedras de un
edificio: esta figura muestra el templo invisible, espiritual que está construyendo
Jesucristo (1 P. 2:5-9). Israel tenía un templo, la Iglesia es un templo,
"edificados para morada de Dios en el Espíritu"
(Ef. 2:22). La piedra de ángulo alinea y une a todo el edificio. Los creyentes se
relacionan entre sí como piedras, edificados sobre un fundamento (1 Cor.
3:11). Se
requieren muchas piedras para hacer un edificio y todas dependen de las demás.
Las piedras solas no pueden hacer nada a menos que se dejen moldear por el
constructor (Mt. 16:18).
4. El Sumo Sacerdote y los sacerdotes del templo: esta figura muestra la relación de servicio que Cristo
comparte con los creyentes (1 P. 2:9; Ap. 1:5, 6). La función de los sacerdotes en el Antiguo Testamento era
presentar al pueblo ante Dios. Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote (Heb.5-8).
Es un sacerdote para siempre (Salm. 110:4). Y como también es Rey, nosotros somos miembros de un
sacerdocio real. Como sacerdotes hemos de ofrecer culto y sacrificio de
alabanza, intercesión y sacrificio de nosotros mismos a Dios (Rom. 12:1;
Heb. 13:15).
5. La Cabeza y el cuerpo: esta
figura se usa con más frecuencia para describir a Cristo y a la Iglesia,
Muestra la unidad de los creyentes y la autoridad de Cristo (Rom.
12:15). En el cuerpo humano, cada miembro tiene una
función específica e individual. Cada miembro, aunque diferente, es necesario.
Todos los miembros reciben sus órdenes del cerebro pero todos, por su naturaleza
sirven a las otras partes y existen exclusivamente para la función de la
totalidad del cuerpo. La Iglesia es un cuerpo, el cuerpo de Cristo. Cada
creyente es colocado "en Cristo"
en el momento de su salvación (1 Cor. 12:13) y a todos
se les exhorta a vivir como si fueran uno (Ef. 4).
6. El Postrer Adán y la nueva creación: esta figura muestra al Cristo resucitado como el Señor de
una nueva raza, una nueva especie en la creación (1 Cor. 15:45-50). El primer Adán trajo pecado y muerte; el postrer Adán
trajo justicia y vida. Por el nacimiento espiritual, los creyentes se han
convertido en parte de la nueva creación, pero las glorias de esta nueva
relación esperan en el cielo cuando todos los creyentes serán liberados de su naturaleza
pecadora, se convertirán en ciudadanos del cielo y tendrán cuerpos como el
cuerpo resucitado de Cristo (Gál. 5:17; Jn. 14:2, 3; 1 Cor. 15: 20-57;
Rom. 8:23).
7. El Esposo y la esposa: esta es quizá la descripción más
íntima de la relación entre Cristo y Su Iglesia (Ef. 5:22, 23). Muestran no sólo
la autoridad sobre Su Iglesia y Su protección, sino también la ternura, el
amor, la unidad, y la intimidad que para siempre existirá entre Cristo y la
Iglesia. La Iglesia no es todavía la novia de Cristo, pero lo será en el
futuro. Cristo la tomará para sí en el Rapto y ésta reinará con El (2
Tim. 2:12), compartiendo Su gloria (Ef. 1:20, 21; Rom. 8:17).
Concluimos:
Del mismo modo, la Iglesia debe ser un
lugar donde todos trabajan juntos en AMOR [agape, agapon] para la gloria de Dios y
el bien común, cada uno florezca al vivir en un entorno seguro y supla las
necesidades del otro (1 Corintios 14:26).
Como las plantes bien cuidadas, las
personas que crecen en un medio saludable tienen un aroma agradable que atrae a
otros hacia Dios, ya que exhiben la belleza del AMOR [agape] DIVINO. La Iglesia
no es PERFECTA,
pero es, sin duda, un anticipo del cielo.
LOS
CORAZONES PERFUMADOS CON EL AMOR DE CRISTO EXHIBEN SU BELLEZA.
___________
Nota y Bibliografía:
[1] ekklesía = (ἐκκλησία, G1577), (de ek = fuera de, y klesis =,
llamamiento. de kaleo = llamar). Se usaba entre los griegos de un cuerpo de
ciudadanos reunido para considerar asuntos de estado (Hech.19:39). En la lxx se
usa para designar a la congregación de Israel, convocada para cualquier
propósito determinado, o una reunión considerada como representativa de la
nación toda. En Hech.7:38 se usa de Israel; en 19:32,41, de una turba
amotinada. Tiene dos aplicaciones a compañías de cristianos:
(a) de toda la
compañía de los redimidos a través de la era presente, la compañía de la que
Cristo dijo: «edificaré
mi iglesia» (Mt.16:18), y que es descrita adicionalmente como «la iglesia, la
cual es su cuerpo» (Ef.1:22; Ef.5:22),
(b) en número
singular (por ejem., Mt.18:17), a una compañía formada por creyentes profesos
(por ejem., Hech.20:28; 1 Cor.1:2; Gal.1:13; 1 Ts.1:1; 1 Tim.3:5), y en plural,
refiriéndose a las iglesias en un distrito.
Hay una aparente
excepción en Hech.9:31 , donde, en tanto que la rvr vierte «iglesias», el singular en el
original (correctamente vertido por la vm) parece sin embargo señalar a un
distrito; pero la referencia es claramente a la iglesia tal como estaba en
Jerusalén, de donde había justo sido dispersada (Hech.8:1). También, en
Rom.16:23, que Gayo fuera «hospedador… de toda la iglesia» sugiere que la
asamblea en Corinto se reunía generalmente en su casa, donde también Pablo
moraba. Véanse CONCURRENCIA, IGLESIA. (VINE).
[2] oikodomeo =
(οἰκοδομέω,
G3618), edificar una casa
(véase A):
(a) significa generalmente edificar, tanto
si se usa literalmente como figuradamente. El participio con el artículo
(equivalente a un nombre), se traduce: «edificador» (Mt.21:42; Mr.12:10;
Lc.20:17; Hech.4:11, donde los mss. más acreditados tienen oikodomos; 1 P.2:7);
(b) se usa
metafóricamente, en el sentido de edificar, de promover el crecimiento
espiritual y el desarrollo del carácter de los creyentes, por enseñanza o por
ejemplo, sugiriendo tal progreso espiritual como el resultado de la paciente
labor. Se dice:
(1) de su efecto sobre
las iglesias locales (Hech.9:31; 1 Cor.14:4);
(2) de la acción
individual de los creyentes, mutuamente (1 Cor.8:1; 10:23; 14:17; 1 Ts.5:11);
(3) de un individuo
con respecto a sí mismo (1 Cor.14:4). En 1 Cor.8:10, donde se traduce «será
estimulada», el apóstol usa esta palabra con una patética ironía, de la acción
de un hermano al «edificar» a su hermano que tiene una
conciencia débil, forzándole a comprometer sus escrúpulos. Véanse FUNDAR,
REEDIFICAR, SOBREEDIFICAR. (VINE).
Nota: El participio oikodomos, con el artículo, se traduce como «edificador» (Mateo 21:42;
Hech.4:12; 1 P.2:7).
- Biblia de Estudio RYRIE.
- e-Sword-the.
LEDD.
- Gene Cunningham. Las Bases de la Fe.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 24//06//2018.
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