lunes, 25 de junio de 2018

¿Derrota Y Victoria? (1 Jn. 5:4)


¿Derrota Y Victoria?
(1 Jn. 5:4)

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”.
(1 Jn. 5:4). 
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Todos los años, el 18 de Junio, se recuerda la gran Batalla de Waterloo en lo  que ahora es Bélgica. Ese día, en 1815, el ejército francés de Napoleón fue vencido por la fuerza multinacional comandada por el duque de Wellington.
Desde entonces, Waterloo se asocia muchas veces con la idea de sufrir una derrota a manos de alguien más fuerte o de un problema demasiado difícil.
En la vida espiritual, algunos sienten que el fracaso es inevitable, y que es solo cuestión de tiempo hasta que cada uno enfrenta su Waterloo”. Sin embargo, Juan refutó esta visión pesimista al escribir a los seguidores de Jesús:

·      Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria[1] que ha vencido al mundo, nuestra fe”. (1 Jn. 5:4). 

El pensamiento del amor lleva al de la relación con Dios y eso, a su vez, a la victoria. El amor y la fe están envueltos, por así decirlo, en un mismo manto (comp. 4:16), y el creyente vence al mundo.

I.     Amor Hacia Los Hermanos. 1 Juan 5:1-3:


V.1.  La Razón Por La Que Nuestro “Hermano” (4:21).
Es merecedor de tal amor, a saber, porque es nacido (engendrado) de Dios; de modo que si deseamos demostrar nuestro amor a Dios, debemos demostrarlo al representante visible de Dios.
Todo aquel que
Ø Él no podría ser nuestroJesús” (Dios-Salvador), a menos que fuera el Cristo”;
Ø porque no podría revelar el camino de la salvación, a menos que fuera profeta;
Ø no podría obrar aquella salvación, a menos que fuera sacerdote;
Ø no podría conferir aquella salvación, a menos que fuera rey:
·      No podría ser profeta,
·      sacerdote, y
·      rey,
·      a menos que fuera el Cristo. [Pearson, sobre el credo].

Nacidoengendrado, en ambos casos aquí. Cristo es el unigénito Hijo por la generación; nosotros llegamos a ser hijos de Dios por la regeneración y la adopción. Que ama… engendrado—con sinceridad, no con mera profesión (4:20).
Que es nacido—es decir, a sus hermanos” (4:21).

V.2. En esto.
—Como nuestro amor o los hermanos es la señal y prueba de nuestro amor a Dios, así (Juan dice aquí) que nuestro amor a Dios (probado por “guardar nosotros sus mandamientos”) es el fundamento, la única base verdadera, del amor a los hermanos, conocemos—Juan significa aquí, no las normas externas del genuino amor fraternal, sino las normas internas de él, la conciencia del amor a Dios manifestada en guardar de corazón sus mandamientos.
Cuando tenemos este amor a Dios interna y externamente confirmado, podemos saber de seguro que amamos en verdad a los hijos de Dios. El amor al hermano es precedente, según el orden natural (Nota, 4:20); el amor a Dios lo es según el orden de la gracia (5:2). En un tiempo el primero es conocido más inmediatamente; en otro tiempo este segundo, según que esté la mente ocupada con las relaciones humanas o con lo que concierne el honor divino”.
Juan demuestra lo que es el verdadero amor, a saber: el amor que se refiere a Dios como su primer objeto. Como antes Juan subrayaba el efecto, así ahora puntualiza la causa. Porque desea que el amor mutuo sea cultivado entre nosotros de tal modo que Dios ocupe siempre el primer lugar.

V.3. éste es.
—El amor de Dios consiste en esto.
No son penosos—como muchos piensan. Es el camino del transgresorel que es duro. Lo que los hace no penosos a los regenerados es la fe que vence al mundo(5:4); en la proporción en que la fe es fuerte, así queda vencido lo penoso de los mandamientos de Dios a la rebelde carne.
La razón por qué los creyentes sienten cualquier grado de cansancio en los mandamientos de Dios, es que no se dan cuenta cabal por medio de la fe, de los privilegios de su vida espiritual.

II.   Victoria Sobre El Mundo. 1 Juan 5:4-5:


V.4. Porque—(Nota. 5:3.).
La razón por qué sus mandamientos no son penosos”. Aunque cay conflicto en guardarlos, el resultado para todo el cuerpo de los regenerados es la victoria sobre toda influencia opositora:
·  entre tanto hay un gozo actual para cada creyente en guardarlos, que los hace no penosos”.
Todo aquello—El neutro expresa el todo universal, el agregado de los regenerados, mirados como un cuerpo colectivo, Juan 3:6; 6:37; 6:39, donde observa Bengel, en los discursos de Jesús, lo que el Padre le ha dado, se llama todo lo que”, en el singular del neutro; todos los que vienen al Hijo se denominan en el plural del masculino.
El Padre ha dado, como si fuera, todo el conjunto al Hijo, para que todos los que él ha dado sean un todo: aquel todo universal que el Hijo desenvuelve individualmente en la ejecución del plan divino.
Vence—habitualmente.
Al mundo—todo lo que se opone al cumplimiento de los mandamientos de Dios, o que nos aparta de Dios, en este mundo, inclusive nuestra corrupta carne, donde actúan los requiebros y amenazas del mundo, inclusive Satanás, el príncipe de este mundo.
Victoria que vence—El aoristo griego, participio, que hace contemplar el hecho consumado de una vez, la victoria ya ganada (Juan 2:13; 4:4).

V.5. ¿QuiénConfirmando, con una pregunta triunfante que desafía toda contradicción, como hecho innegable (Jn.5:4), que la victoria que vence al mundo es la fe.
Porque es por la fe (creyendo) que somos hechos uno con Jesús el Hijo de Dios, de modo que participamos de su victoria sobre el mundo y tenemos a uno que mora en nosotros más poderoso que el que está en el mundo (Jn.4:4).
Buscad por todo el mundo, y mostradme a uno siquiera que pueda afirmar con verdad que vence al mundo, que no sea un cristiano y uno dotado de la fe”.

III.  Verificación De Las Credenciales De Cristo. 1 Juan 5:6-12:

V.6. Este—el antes nombrado (Jn.5:5).
Que vino por agua y sangre.
·   por agua, cuando fue inaugurado su ministerio por el bautismo en el Jordán, y recibió el testimonio del Padre tocante a su Mesianidad y a su filiación divina.
Comp. 2 Sam.5:5: “Cree que Jesús es el Hijo de Dios”, con Jn.1:33-34, el Espíritu que reposa sobre él… le vi, y he dado testimonio que éste es el Hijo de Dios: y
5:8, abajo, Son tres los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre”. Correspondiente a esto es el bautismo de agua y del Espíritu que él ha instituido como sello permanente y medio de incorporación iniciadora con él.
·   Y sangre—El vino por la sangre de su cruz (“por”, como en Heb.9:12, “por su propia sangre, entró una sola vez en el santuario”): hecho visto y tan solemnemente atestiguado por Juan aquí.
Estos dos hechos pasados en la vida del Señor son este testimonio permanente para nosotros, por virtud de la permanente aplicación a nosotros de su poder purificador y vicario”.

NOTA: 1 Juan 5:6: mediante agua y sangre. El agua se refiere a la inauguración del ministerio terrenal de Cristo al ser bautizado por Juan (Mr.1:9-11); la sangre se refiere a la clausura de su vida terrenal al ser  crucificado. Jesús demostró que era el Cristo (el Mesías) en su bautismo y al derramar su alma hasta la muerte. No mediante agua solamente. Esto contradice la enseñanza de Cerinto, quién decía que el Cristo Divino se fue de Jesús antes de su crucificación. [Biblia de Estudio RYRIE].

Jesucristo—no la mera mención, sino una solemne aseveración de la persona y Mesianidad del Señor. No por—Griego: “no EN el agua solamente, sino EN el agua y EN (así dicen los manuscritos más antiguos) la sangre.

Como “por” significa “por medio de”, el medio por el cual vino:
Ø Así “en”, el elemento en que vino.
El artículo denota que el agua y la sangre eran los símbolos sagrados y bien conocidos.

Juan el Bautista vino bautizando sólo con agua, y por tanto no fue el Mesías:
·      Jesús vino primero para llevar a cabo él mismo el doble bautismo de agua y sangre, y
·  luego bautizarnos en la purificación del Espíritu, de la que el agua es el sello sacramental, y en su sangre propiciatoria, la eficacia de la cual, una vez por todas derramada, es perpetua en la Iglesia; y
·      por lo tanto es el Mesías.
Fue su sangre derramada la que primero dio al bautismo de agua su significado espiritual. Somos bautizados en (dentro de) su muerte; el gran punto de unión entre nosotros y él, y por medio de él, entre nosotros y Dios.

Y el Espíritu—el Espíritu Santo es un testigo adicional (comp. 5:7), además del agua y la sangre, de la filiación y Mesianidad de Jesús.
El Espíritu atestiguó estas verdades en el bautismo de Jesús descendiendo sobre él, y dándole el poder al través de su ministerio de hablar y hacer lo que ningún hombre antes ni después habló ni hizo; y es el Espíritu que da testimonio de Cristo, ahora permanentemente en la Iglesia:
Ø tanto en las Escrituras inspiradas del Nuevo Testamento, como en el corazón de los creyentes, y en la recepción espiritual del bautismo y de la cena del Señor.

V.7. tres—se requerían dos o tres testigos por la ley, para constituir testimonio adecuado.
Los únicos manuscritos griegos que sostienen en alguna forma las palabras, son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo:
Ø Y estos tres son uno, y
Ø tres son los que dan testimonio en la tierra”,

son el Montfortianus de Dublín, copiado evidentemente de la moderna Vulgata Latina; el Ravianus, copiado del Poligloto Complutense; un manuscrito de Nápoles que lleva dichas palabras en el margen añadidas por mano reciente: el Ottobonianus, 298, del siglo 15, el griego del cual es una mera traducción del latín acompañante.

Todas las antiguas versiones las omiten. Los manuscritos más antiguos de la Vulgata las omiten:
·      el más antiguo de la Vulgata que las tiene es el Wizanburgense, 99, del siglo ocho.
Un escolio citado por Matthaei enseña que las palabras no se originaron por fraude; porque en todos los manuscritos griegos,tres son los que dan testimonio”, como notó el escoliasta, la palabra treses masculina, porque las tres cosas (Espíritu, agua y sangre) son SIMBOLOS DE LA TRINIDAD.

A esto se refirió también Cipriano, 196, Del Padre, Hijo y Espíritu Santo, está escrito: Y estos tres son uno (una unidad)”.
Debe haber alguna verdad mística que se expresa en el uso de tres en masculino, aunque los antecedentes, Espíritu, agua y sangre, son neutros. Que la TRINIDAD fue la verdad implícita es inferencia natural: la tríade especificada, señala a otra Trinidad Superior; como es claro por el 5:9, “el testimonio de Dios es mayor”, que se refiere a la Trinidad aludida en el Espíritu, agua y sangre.
Fue escrito primero, pues como comentario marginal para completar el sentido del texto, y allá a fines del siglo octavo fue introducido en el texto de la Vulgata Latina. El testimonio, sin embargo, pudo ser dado a los hombres sólo en la tierra, no en el cielo. El comentario, pues, que insertóen el cielo”.
Fue impropio. Es en la tierra donde el contexto evidentemente requiere que el testimonio de los tres, el Espíritu, el agua, y la sangre, sea dada:
Ø Exponiendo místicamente a los divinos testigos trinos,
Ø el Padre,
Ø el Espíritu, y
Ø el Hijo.
Luecke nota como evidencia interna en contra de estas palabras, el que Juan nunca usa el Padre yel Verbocomo correlativos, sino que, como otros escritores del Nuevo Testamento, asocia el Hijo conel Padre, y siempre refiere el Verbo a Dioscomo su correlativo, no al Padre.
Vigilius, al fin del siglo cinco, es el primero en citar las palabras disputadas como del texto; pero ningún manuscrito griego anterior al siglo quince aún existente las tiene. El término Trinidad ocurre por primera vez en el siglo tres en Tertuliano, adversus Praxean, 3.

V.8. concuerdan en uno.
—“propenden a un solo resultado”; su concordante testimonio de la filiación y Mesianidad de Jesús que dan por la gracia sacramental en el agua del bautismo, recibido por el penitente creyente, por la eficacia expiatoria de su sangre, y por el testimonio interno de su Espíritu (5:10): lo que corresponde al testimonio que fue dado de la filiación y Mesianidad de Jesús por su bautismo, su crucifixión, y las manifestaciones en él del Espíritu Santo (Nota, 5:6).
Fue por su venida por agua” (eso es, su bautismo en el Jordán) que Jesús tomó solemne posesión de su oficio, y fue revelado como el Mesías; esto debe haber sido especialmente importante en la estimación de Juan, quien fue llevado a Cristo por el testimonio del Bautista.
Por el bautismo recibido entonces por Cristo, por el derramamiento redentor de su sangre y por lo que el Espíritu de Dios, cuyo testimonio es infalible, ha efectuado y sigue efectuando, por él, el Espíritu, el agua y la sangre, se unen, como el testimonio triple, para verificar su divina Mesianidad.

V.9. Si recibimos.
—Aceptamos en verdad (y justamente) el testimonio de hombres veraces, falibles como son; con mucha mejor razón debemos aceptar el testimonio infalible de Dios (el Padre). “El testimonio del Padre es, como si fuera, la base del testimonio de la Palabra y del Espíritu Santo; así como el testimonio del Espíritu, es, como si fuera, la base del testimonio del agua y de la sangre”. [Bengel].
Porqueeste principio se aplica en el presente caso.
Éste es, etc.—Los manuscritos más antiguos dicen: “Este es el testimonio de Dios: que él ha dado testimonio de su Hijo”. Lo que es el testimonio lo hallamos en el 5:1, Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y en el 5:10, 11.

V.10. tiene el testimonio en sí mismo—de Dios, mediante su Espíritu (5:8).
El Espíritu de Dios mora en él, y testifica que Jesús es el Señor, el Cristo, y el Hijo de Dios”. (5:1, 5). El testimonio del Espíritu en el creyente mismo de su propia adopción no está expresado aquí, pero se sigue como consecuencia de creer el testimonio que Dios da de la divina filiación de Jesús. Que no cree—no da crédito a su testimonio.
Le ha hecho mentiroso—una consecuencia que muchos virtual, o hasta confesadamente, no creen, que bien podrá alarmarlos por tan terrible blasfemia y presunción (1:10).
No ha creído—negarse a dar crédito, a poner confianza en (griego, eis), el testimonio de Dios envuelve la negación de creer en (depositar la confianza en) Jesucristo, el objeto del testimonio de Dios.
Esta es la clase superior de fe; porque el objeto tiene la mayor credibilidad por estar basada en el testimonio de Dios”. [Pearson sobre Credo]. “La autoridad en que confiamos es divina; la doctrina que seguimos es divina”. [Leo].

V.11. nos ha dadoAoristo griego,dio una vez por todas. No sólo la prometió. Esta vida está en su Hijo—esencialmente (Jn.1:4; 11:25; 14:6); corporalmente (Col.2:9); operativamente (2 Tim.1:10). Es en el segundo Adán, el Hijo de Dios, donde esta vida nos está asegurada, la que, si dependiera de nosotros, la perderíamos, como el primer Adán.

V.12. al Hijo tiene la vida.
—Bengel observa: El versículo tiene dos proposiciones:
·     en la primera se menciona al Hijo sin añadirde Dios”, porque los creyentes conocen al Hijo;
·    en la segunda, se agrega el distintivode Dios”, para que los incrédulos sepan así cuán grave cosa es no tenerle:
Ø En la primera, “tiene” lleva el énfasis;
Ø en la segunda, vida.
Tener al Hijo es poder decir como la esposa, Soy de mi Amado, y mi Amado es mío”. La fe es el medio por el cual los regenerados TIENEN a Cristo como posesión presente, y teniéndole a él, tienen la vida en su germen y realidad ahora, y tendrán la vida en su manifestación de pleno desarrollo en el futuro. La Vida Eterna Es Aquí:
(1) inicial, y una garantía de lo que ha de seguir; en el estado intermedio,
(2) parcial, que pertenece sólo a una parte, si bien la parte más noble, del hombre, el alma separada del cuerpo; en la resurrección y después,
(3) perfeccional.
Esta vida no es sólo natural, consistente en la unión del alma y el cuerpo (como la de los réprobos en la pena eterna, que debiera llamarse más bien muerte eterna, no vida), sino también espiritual, la unión del alma con Dios, y bendecida en grado supremo para siempre (pues la vida es otro término por felicidad).  

IV.  Seguridad De La Vida Eterna. 1 Juan 5:13:


V.13. Estas cosas—Esta Epístola.
Hacia el fin de su Evangelio (Jn.20:30-31), Juan escribió de manera similar, declarando el propósito que tenía de escribir.
En 1:4 indica el objeto de escribir esta Epístola, para que vuestro gozo sea cumplido”. “Saber que tenemos vida eternaes manera segura degozarnos en Dios”.

Los manuscritos más antiguos dicen: “Estas cosas os he escrito (omitiendo: “los que creéis en el nombre del Hijo de Dios”) para que sepáis que tenéis vida eterna (5:11), “a vosotros (digo) que creéis (no para que creáis) en el nombre del Hijo de Dios”. El sentido de nuestra versión sería para que sigáis creyendo en el nombre…”.

Concluye:

En su primera carta, Juan entreteje el tema de la victoria espiritual, y nos anima a no amar lo que este mundo ofrece, que pronto se desvanecerá (2:15-17).
En cambio, tenemos que amar y agradecer a Dios, “Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna. (1 Jn. 2:25).
Sin duda, la vida tiene sus altibajos, y algunas batallas parecen terminar en derrota, pero la victoria es nuestra en Cristo, si confiamos en su Poder.

ATRAVESAR LOS PROBLEMAS CON EL SEÑOR ES LA MANERA DE RESOLVERLOS


_________
Nota y Bibliografía:
[1] G3529 νίκη = níke: aparentemente palabra primaria; conquista (abstractamente), i.e. (figurativamente) el medio del triunfo:- victoria. (Strong).
-e-Sword-the. LEDD.
-La Biblia de Estudió RYRIE.
-El Pan Diario 2018.
-Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 18//06//2018.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario