ESTUDIO
13
GÉNESIS
8 – 9:29: ACTITUD DE UNA FAMILIA RESCATADA:
Lectura bíblica: Génesis 8:15 -
9:29.
Texto Áureo: Génesis 8:20-21.
Objetivo: Los alumnos analizarán la actitud de Noé
al salir de arca para buscar un modelo de vida dentro de pacto de Dios y
tomarán sus decisiones personales.
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
INTRODUCCIÓN:
Hemos
estado con Noé antes del diluvio y durante del diluvio; ahora lo vamos a ver
después del diluvio.
Lo maravilloso
es que hubo un "después" del diluvio.
La humanidad,
pecadora empedernida, mereció, en su totalidad, la condenación y el castigo. La
muerte es la justa sentencia al pecador. Dios había dicho, desde el principio,
que la desobediencia trae la muerte. No había ningún ser humano que no mereciera
la sentencia de muerte. Todos justamente merecieron perecer en el diluvio.
Dios había hecho
una promesa, un nuevo pacto, y en este pacto daría al mundo la victoria sobre
el pecado y la muerte. Los hombres escogieron no vivir por esta promesa;
prefirieron seguir sus propios caminos, aunque éstos les condujeran hacia la muerte.
Dios, sin embargo, se acuerda de su pacto y no deja al rebelde ser humano
anular la promesa.
Manda el
diluvio, pero hizo provisión para el cumplimiento de la promesa. (Dios, al mandar a Noé a que construyera el arca, ya
estaba en camino hacia la Navidad). Y esta provisión de Dios hace posible
y real el hecho de que haya un "después" del diluvio.
DESPUÉS DEL
DILUVIO:
Noé sabía que su
salvación se debía al pacto, la promesa que Dios había dado a la humanidad. La relación
que él llevaba con Dios era la relación del pacto; por eso su primer acto,
después de salir del arca, fue la de edificar un altar y ofrecer holocausto sobre
él. La vida del pacto es una vida reglamentada.
Noé sabía esto
desde antes. Ahora lo pone en práctica. Toma de los animales "limpios"
y las aves "limpias", o sea, animales que Noé sabía que eran
aceptables a Dios para sacrificio, y los ofrece en holocausto.
La idea de
holocausto, consumido por fuego (holos = todo + causto
= quemado), era la de un pago por el pecado. Los otros sacrificios tenían
el sentido de alabanza, rendir culto o de celebración, pero el holocausto no;
este sacrificio simbolizaba la satisfacción por el pecado. Es significativo que
éste es el sacrificio que Noé ofreció a Dios. El significado resalta más si
recordamos que todo esto fue escrito primeramente para el pueblo, de Israel en
el desierto, cuando se inició formalmente en Israel todo el sistema de
sacrificios.
olah = (עוילָה, H5930), «sacrificio entero,
holocausto». Este vocablo tiene cognados en arameo tardío y bíblico.
Aparece unas 280 veces durante todos los períodos del hebreo de la Biblia y
como tal es la especie de sacrificio más citado en el Antiguo Testamento. Se
denominaba «sacrificio
entero» (1 Sam.7:9) porque se quemaba totalmente, menos la sangre.
En
la primera vez que aparece, olah identifica un tipo de «ofrenda»
presentada a Dios: «Y edificó Noé un
altar a Jehová y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció
holocausto en el altar» (Gn.8:20). El segundo matiz aparece en Lv.1:4,
donde se refiere al propio sacrificio:
«Y pondrá su
mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya».
(VINE).
Noé da expresión
a su fe en la doctrina de redención vicaria con este acto. Muestra el contenido
de su fe.
La Biblia nos
enseña por medio de una imagen antropomórfica, hablando de Dios como si fuese
un hombre. La reacción de Dios al sacrificio fue gratamente favorable;
reaccionó como nosotros al percibir el olor de una buena comida, un buen asado o
unos tacos al pastor. El texto bíblico nos da una representación pictórica del
placer de Dios por el acto de Noé. Dios tiene placer en la confesión de pecado
y la fe en el sacrificio de su pueblo.
UN PACTO*
UNIVERSAL:
En las palabras
que siguen (8:22-23) Jehová da su promesa a toda la naturaleza. Algunos
teólogos llaman estas palabras "el
pacto con la naturaleza".
Nota: berît = (בְּרִית, H1285), «pacto; alianza;
convenio; acuerdo; confederación». Lo más probable es que este
nombre se derive de la raíz acádica que significa «encadenar, poner grillos»;
tiene paralelos en hitita, egipcio, asirio y arameo. Berît se encuentra más de 280
veces en todas las secciones del Antiguo Testamento. El primer caso del vocablo
está en Gn.6:18: «Pero estableceré mi pacto contigo [Noé]. Entraréis en el arca tú, tus hijos, tu mujer y las mujeres de
tus hijos contigo». «Alianza» es la
traducción preferida de berît por la rv: «Haced, pues, ahora alianza con nosotros»
(Jos.9:6); sobre todo en el caso de acuerdos políticos internos de Israel (2
Sam.3:12-13; 2 Sam.3:21; 5:3) o entre naciones (1 R.15:19). En estos casos las
revisiones subsiguientes (rvr, rva, nrv) usan «alianza» o «pacto». En Jueces 2:2 se traduce: «Con tal que nosotros no hagáis «pacto» con los moradores de
esta tierra», («alianza» rva). El
mandamiento también le fue dado a Israel en Ex.23:32; 34:12-16; y en Deut.7:2-6.
Es Más Bien Un Pacto Que Dios Hace Consigo Mismo.
El texto bíblico
dice que Dios dijo estas palabras "en su corazón". No fue una comunicación con
Noé, sino con su autodeterminación revelada a nosotros por medio de Moisés. Este
es el contexto del pacto de gracia, el ambiente en que Dios va a realizar sus propósitos.
El concepto básico es que las cosas serán como son. Dios repite las palabras
del pacto, ya en voz alta, con Noé (9:8-11), como un compromiso con la
humanidad.
En sus palabras
con Noé Dios hace resaltar el hecho de que el ser humano está en una situación privilegiada.
La naturaleza misma, los animales tendrán un instinto de respeto hacia él. Y el
ser humano puede usar todo, plantas y animales, para comida. Solamente no puede
comer la carne con su sangre. La sangre del hombre es especialmente sagrada porque
éste es la imagen de Dios, haciéndonos notar que la imagen de Dios persiste aun
después del pecado y da especial valor al ser humano.
A este pacto Dios puso una señal
singular: el arco iris. Dice Dios que el arco iris es para él
mismo, a fin de que se acuerde para siempre de su pacto. El texto bíblico no
quiere decirnos que el arco no existiera antes; podemos suponer que la
refracción de la luz del sol en sus elementos cuando pasaba por una gota de agua
era un fenómeno de la luz y del agua desde la creación, pero ahora llega a ser señal
de la fidelidad de Dios a su pacto con la naturaleza.
Como el arco
iris siempre pasa en las condiciones precisas, como fenómeno natural, es una
señal adecuada para simbolizar el pacto con todo de que las cosas siempre serán
como son, o sea, la luz sigue siendo luz, y el agua. La naturaleza de las cosas
es constante, garantizada por Dios.
LA PERSISTENCIA
DEL PECADO:
No hemos de
suponer que Noé fue el inventor de la embriaguez, ni el primero para
experimentarla. Es casi seguro que en sus muchos años de vivir en el mundo
corrupto, antes del diluvio, fue testigo de muchos casos. No fue un inocente
sorprendido con el poder del alcohol; más bien fue pecaminosamente descuidado y
cayó en la tentación. Lo importante aquí no es sólo que cayó en el pecado sino
que fue ocasión de que otro pecara.
Resalta en el
texto bíblico el comportamiento de los hijos de Noé. El reportaje de la
embriaguez de Noé está en función de hacernos notar las consecuencias. Hay
temas subyacentes en el relato que son ocasión de mucha especulación, pero debemos
notar que Noé pronunció la maldición a Canaán, el hijo del culpable, padre de
los cananitas que desarrollaron ritos de fertilidad, con sus excesos y
perversiones sexuales, y que fueron una tentación especial para Israel más tarde.
Lo que debemos notar es que el pecado persiste, sigue en la raza humana.
CUESTIONARIO:
1. ¿Qué significa
la palabra holocausto?
2. ¿Hizo Dios pacto
con la naturaleza o conmigo mismo?
3. ¿Perdió el
hombre la imagen de Dios después del diluvio?
4. ¿Cuál es la
señal del pacto después de diluvio?
5. ¿Qué consecuencias
trajo la embriaguez de Noé para su familia?
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