¿Qué Significa Que Dios Es:
Santo, Santo, Santo?
“Y el uno al otro daba
voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su
gloria”. Is. 6:3.
“Y los cuatro seres
vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de
ojos; y no cesaban día y noche de decir:
Santo, santo, santo es el Señor Dios
Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir”. Ap. 4:8.
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
v Pregunta: "¿Qué significa que
Dios es santo, santo, santo?".
v Respuesta: La frase “santo, santo,
santo” aparece
dos veces en la Biblia, una en el Antiguo Testamento (Isaías 6:3[1])
y una en el Nuevo (Apocalipsis 4:8[2]). Ambas veces la frase es hablada o
cantada por criaturas celestiales, y en ambas ocasiones ocurre en la visión de
un hombre que fue transportado hasta el trono de Dios:
· Primero, el profeta Isaías,
y
· Después, el apóstol Juan.
Antes de abordar
las tres repeticiones de la santidad de Dios, es importante entender lo que
significa exactamente la santidad de Dios.
La santidad de
Dios es el más difícil de explicar de todos los atributos de Dios, en parte
porque es uno de sus atributos esenciales que no es compartido por el hombre.
Nosotros somos creados a la imagen de
Dios y compartimos muchos de Sus atributos, en una escala mucho menor, desde
luego – amor,
misericordia, fidelidad, etc. Pero algunos de los atributos de Dios nunca serán
compartidos por seres creados:
· Omnipresencia,
· Omnisciencia,
· Omnipotencia, y
· Santidad.
La Santidad de Dios es lo que lo separa a Él de todos los
demás seres, lo que hace que Él esté separado y sea distinto de todo lo demás.
La Santidad de
Dios es más que sólo Su perfección o pureza sin pecado; es la
esencia de Su “alteridad”
- Su
trascendencia. La santidad de Dios personifica el misterio de Su
majestuosidad y nos hace mirarlo con asombro, mientras comenzamos a comprender
sólo un poco de Su majestad.
1. Isaías Fue Testigo Presencial De La
Santidad De Dios En Su Visión Descrita En Isaías 6.
Aunque Isaías era un profeta de Dios
y un hombre justo, su reacción ante la visión de la santidad de Dios fue
sentirse consciente de su propia maldad y la desesperación por su propia vida
(Isaías 6:5).
“Entonces
dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo
hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios
inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos”. V.5.
NOTA: Is.6:5-8: Viendo al Señor y
escuchando la alabanza de los ángeles, Isaías se dio cuenta de que era impuro
ante Dios, sin ninguna esperanza para poder alcanzar el nivel de santidad de
Él. Sin embargo, cuando el carbón encendido tocó sus labios, le dijeron que sus
pecados eran pecados. No fue el carbón lo que lo limpió, sino Dios.
En respuesta, Isaías se
sometió por entero a su servicio. No importaba cuán difícil sería su tarea,
dijo: "Heme
aquí, envíame a mí". Fue necesario el
doloroso proceso de limpieza antes de que Isaías pudiera cumplir la tarea para
la que Dios lo llamaba. Antes de aceptar el llamado de Dios para hablar de Él a
los que nos rodean, debemos estar limpios, como Isaías, confesar nuestros pecados
y someternos al control de Dios. Quizás resulte doloroso que Dios nos
purifique, pero es necesario a fin de poder representar verdaderamente a Dios,
el cual es puro y santo.
NOTA: Is.6:4,
5 ¡Ay de mí! Después de haber
proferido seis ayes en el capítulo 5, el profeta agrega un séptimo, esta vez
sobre él mismo como representante de aquella nación voluntariosa. Naturalmente,
ellos tienen labios inmundos,
incapaces de expresarse de otra manera que no sea la inapropiada.
Aún los ángeles en la presencia de Dios,
aquellos que clamaban “Santo, santo, santo, JEHOVÁ de los ejércitos”, cubrían sus rostros y pies
con cuatro de sus seis alas. El cubrir su rostro y sus pies sin duda denota la
reverencia y asombro inspirado por la inmediata presencia de Dios (Éxodo
3:4-5).
Ayuda
Hermenéutica:
Apocalipsis 4:8:
M66 Ἀνά tiene un sentido distributivo: seis alas cada uno (comp. T266).
BD493(1)
Note la repetición de la palabra ἅγιος para dar énfasis.
NOTA Isaías 6:2: Serafines: Seres angélicos
representados como alados:
v Cubrían sus rostros: Como señal de respeto ante la gloria de Dios.
v Cubrían sus pies: O cuerpo, por
modestia.
v Volaban: Obedeciendo al
instante.
Serafines = seraphim, el plural de seraph; Strong #8314: Un ser angelical flamígero, fiero, con la habilidad de moverse
suave y velozmente; también se refiere a una criatura del desierto,
probablemente una serpiente, de color flamígero, y sumamente ágil. La raíz del
verbo es seraph,
que significa «encender
o quemar». Por ello, los seraphim podrían ser ángeles de un color o
apariencia flamígera, similar a una llama en su movimiento o transparencia.
Sólo en Is.6:2; 6:6 la palabra se traduce «serafines»; el resto de las referencias (Num.21:6;
21:8; Deut.8:15; Is.14:29; 30:6).
Serafines, ÁNGELES. El ministerio de los serafines se
relaciona estrechamente con el trono y las alabanzas a Dios. Estos están
constantemente glorificando a Dios, exaltando su naturaleza y atributos, y
aparentemente supervisan el culto celestial. Puede que los serafines sean los
ángeles a los que se refiere el Salmo 148:2, aunque no se les identifica
específicamente como tales.
Aunque
los querubines están al lado y alrededor del trono divino (Salmo 99:1; Ap.4:6),
los serafines, con sus seis alas, revolotean sobre el trono, mientras
ministran. (Heb.1:14; Gn.3:24).
Los serafines estaban cubiertos, como si trataran de
ocultarse lo más posible, en reconocimiento de su indignidad ante la presencia
del Santo. Y si los puros y santos serafines exhiben tal reverencia en la
presencia de Jehová:
· ¡Con cuán profundo respeto
deberíamos nosotros como criaturas contaminadas y pecaminosas, intentar
acercarnos a Él!
La reverencia mostrada a Dios por los ángeles
debe recordarnos nuestro propio atrevimiento, cuando llegamos de forma
apresurada, irreverente e imprudente ante Su presencia, como lo hacemos a
menudo, porque no entendemos lo que es Su Santidad.
2. La Visión De Juan Del Trono De Dios En
Apocalipsis 4, Fue Similar a La De Isaías.
Nuevamente, estaban los seres vivientes
alrededor del trono diciendo incesantemente, “Santo, santo, santo, es el Señor Dios Todopoderoso”, (Apocalipsis
4:8) en reverencia y admiración ante el Santo. Juan prosigue describiendo que
estas criaturas dan gloria y honor y reverencia a Dios continuamente alrededor
de Su trono.
Es interesante:
v Que la reacción de Juan ante la visión
de Dios en Su trono,
v Es diferente a la de Isaías.
No hay un registro de Juan cayendo en el
terror y la conciencia de su propio estado pecaminoso, tal vez porque Juan ya
se había encontrado con el Cristo Resucitado al inicio de su visión
(Apocalipsis 1:1).
NOTA: Ap.1:1-3: El libro de Apocalipsis revela acontecimientos
futuros, pero no hay el sombrío pesimismo que pudiéramos esperar. Es admirable
el drama de estos acontecimientos que se dan a conocer, pero no hay nada que temer si se está en el lado vencedor. Cuando considere el futuro, camine con seguridad porque
Cristo, el vencedor, va con usted.
“Cuando le
vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome:
No temas; yo soy el primero [grie., alfa – heb., alef] y el
último [grie., omega – heb., Tau” (Apocalipsis 1:17).
Cristo había colocado Su mano sobre Juan
y le había dicho que no tuviera temor. De la misma forma, nosotros
podemos aproximarnos al trono de gracia si tenemos la mano de Cristo sobre
nosotros en la forma de Su Justificación, cambiada por nuestro pecado en
la cruz (2 Corintios 5:21).
3. Pero ¿por qué la repetición de tres veces “santo, santo, santo”, (llamada
trisagio[3])?
La repetición de un nombre o una
expresión tres veces era muy común entre los judíos. En Jeremías 7:4, los
judíos son representados por el profeta mientras dice: “Templo de Jehová” tres veces,
expresando su intensa confianza en su propia adoración, aun cuando era
hipócrita y corrupta.
“No fiéis en palabras de mentira, diciendo:
Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es
este”.
Jeremías 22:29; Ezequiel 21:27; 1 Samuel 18:23
y 2 Samuel 18:33 contienen expresiones de intensidad similares repetidas tres
veces.
Por tanto, cuando los ángeles alrededor
del trono llaman o gritan uno al otro, “Santo, santo, santo”, ellos están expresando
con fuerza y
pasión la
verdad de la suprema santidad de Dios, esa característica esencial que expresa
Su asombrosa y majestuosa naturaleza.
4. La Igualdad Del Hijo: Ayer, Hoy y Siempre:
Adicionalmente, el trisagio expresa:
v La naturaleza trina de Dios,
v Las tres Personas de la Divinidad,
v Cada una igual en santidad y majestad.
Jesucristo es el Santo que no “vería corrupción”
en la tumba, sino que resucitaría para ser exaltado a la diestra de Dios
(Hechos 2:26; 13:33-35).
Jesús es el “Santo y Justo” (Hechos 3:14) cuya
muerte en la cruz nos permite estar confiados ante el trono nuestro Dios santo.
La tercera Persona de la Trinidad – el Espíritu
Santo – por Su nombre mismo denota la importancia de santidad en la
esencia de la Divinidad.
Concluyó:
Finalmente, las dos visiones de los
ángeles alrededor del trono clamando, “Santo, santo, santo”, indican claramente que Dios
es el mismo en ambos Testamentos.
· Con frecuencia pensamos en el Dios del
Antiguo Testamento como un Dios de IRA, y
· El Dios del Nuevo Testamento como un
Dios de
AMOR.
Pero Isaías y Juan presentan un cuadro
unificado de nuestro santo, majestuoso, y asombroso Dios, que no
cambia (Malaquías 3:6), que es el mismo ayer, hoy y siempre
(Hebreos 13:8), y “en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago
1:17).
La
Santidad De Dios Es Eterna, Así Como Él Es Eterno.
___________
Nota y
Bibliografía:
[1] qadôsh = (קָדוישׁ, H6918), «santo».
Las lenguas semíticas tienen dos formas originales de la raíz que son
distintas. Una significa «puro» y «consagrado» como en el acádico qadistu y el hebreo
qadesh
(«santo»).
La palabra describe algo o alguien. La otra quiere decir «santidad» como una circunstancia o
como un abstracto, de la misma manera que en arábigo al-qaddus («lo más santo o puro»). En hebreo
el verbo qadash
y la palabra qadesh combinan ambos elementos: descriptivo y estático. La
comprensión tradicional de «separado» es solo un significado derivado y no el
principal.
Qadôsh es importante
en el Pentateuco, en los escritos poéticos y proféticos, y se encuentra poco en
la literatura histórica. El primero de 116 casos se encuentra en Ex.19:6 (rva): «Y vosotros me
seréis un reino de sacerdotes y una nación santa».
[2] jagios = (ἅγιος, G40), relacionado
con A, Nº 1 y 2, que se derivan de la misma raíz que jagnos (que se encuentra en jazo
= venerar),
fundamentalmente significa separado (entre los griegos, dedicado a los dioses),
y por ello, en la Escritura, en su sentido moral y espiritual, separado del
pecado y por lo tanto consagrado a Dios, sagrado:
(a) Es predicado de Dios (como
el absolutamente Santo, en su pureza, majestad y gloria): del Padre (por
ejem., Lc.1:49; Jn.17:11; 1 P.1:15-16; Ap.4:8; 6:10); del Hijo (por ejem.,
Lc.1:35; Hech.3:14; 4:27; 4:30; 1 Jn.2:20); del Espíritu (por ejem., Mt.1:18 y
frecuentemente en todos los Evangelios, Hechos, Romanos, 1 y 2 Corintios,
Efesios, 1 Tesalonicenses; también en 2 Tim.1:14; Tit.3:5; 1 P.1:12; 2 P.1:21;
Jud.1:20).
(b)
Se utiliza de personas y cosas (véase más abajo) en tanto que estén dedicadas a
Dios.
Ciertamente, la cualidad, como atributo de Dios, es frecuentemente presentada
de una manera que involucra demandas divinas sobre la conducta de los
creyentes. Estos reciben el nombre de jagioi = santos, esto es, «santificados». Se emplea como
nombre en singular en Filp. 4:21, donde se utiliza pas, «todos»,
con él. En plural, se utiliza de creyentes, designa a todos los tales, y no se
aplica a personas ya muertas que se hubieran caracterizado por actos
excepcionales de santidad. Véase especialmente 2 Ts.1:10, donde a «sus santos»
también se les describe como «todos los que creyeron», esto es, todo el número
de los redimidos.
Así, esta
santidad no es un logro, sino un estado al que Dios en gracia llama a los
hombres; pero los creyentes son llamados a santificarse (en consecuencia a su llamamiento, 2
Tim.1:9), purificándose de toda
contaminación, abandonando el pecado, viviendo una vida santa (1 P.1:15; 2
P.3:11), y experimentando comunión con Dios en su santidad. Así, a los santos
se les señala de manera figurada como «un templo santo» (1 Cor.3:17, una iglesia local;
Ef.2:21, la iglesia en su totalidad, comp. 5:27); un «sacerdocio santo» (1 P.2:5); una «nación santa»
(1 P.2:9).
[3] trisagio. (Del b. lat.
trisagĭum, y este del gr. bizant. τρισάγιον,
de τρίς
= tres veces,
y ἅγιος
= santo). m. Himno en honor de la Santísima Trinidad, en el
cual se repite tres veces la palabra santo. Microsoft® Encarta®
2009.
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 15-10-2019.
IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA “EL SHADDAI”. Puyango-Ciudadela
de Noé. Los Cardos Mz.E-Lt.18. III
Etapa. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
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