domingo, 27 de octubre de 2019

LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE ES EXPLICADA: EL EVANGELIO DE PABLO: (1) GÁLATAS 3:1-4:31.


LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE ES EXPLICADA: EL EVANGELIO DE PABLO: (1)
GÁLATAS 3:1-4:31.
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Los capítulos 3–4 son doctrinales, porque en ellos Pablo explica la relación entre la ley y la gracia.
Tres palabras que se repiten con frecuencia son:
Ø Fe (catorce veces),
Ø Ley (diecinueve veces), y
Ø Promesa (once veces).
Pablo presenta seis argumentos, tres en cada capítulo, procurando probar que la salvación es por gracia, por medio de la fe, y aparte de las obras de la ley.

I.       El Argumento Personal. (Gál. 3:1–5):
Pablo empieza con la experiencia personal de los gálatas con Cristo, porque esta es una de las mejores evidencias de cómo obra Dios. Pablo había predicado a Cristo crucificado, no la obediencia a la ley; ellos creyeron este mensaje y eso cambió sus vidas.
Habían recibido al Espíritu (la evidencia de la salvación, Rom. 8:9) por el oír con fe[1] y al creer a la Palabra de Dios (Ef. 1:13, 14), no por obedecer alguna ley. Sin duda, el evangelio que Pablo predicaba, el evangelio que cambió su vida y la de ellos, era el verdadero mensaje. ¡Regresar a la ley después de todo lo que el Espíritu había hecho por ellos era actuar como necios!
Habían sufrido voluntariamente por su fe. Los ministros en la iglesia de Galacia mediante los dones del Espíritu estaban haciendo cosas maravillosas, obras que no serían posibles por medio de la ley. Todo en su experiencia personal apuntaba hacia un hecho: la salvación es por gracia, no por la ley.
Los cristianos de hoy necesitan la verdad del versículo 3, porque muchos piensan que el mismo Espíritu que les salvó no puede guardarlos o ayudarles a vivir por Cristo. Tienen la idea de que la salvación es por gracia por medio de la fe, pero que la vida cristiana depende de sus fuerzas. ¡Qué equivocación! Romanos 7 enseña con claridad que los creyentes no pueden hacer nada por sí mismos para agradar a Dios; Romanos 8 enseña que el Espíritu continúa la obra de gracia y cumple las exigencias de la ley en nosotros.

II.      El Argumento Escriturario. (Gál. 3:6–14):
Por «escriturario» no sugerimos que los otros argumentos de Pablo no sean fieles a la Palabra, sino más bien que en esta sección se apela con fuerza al AT. Es más, tal vez quiera verificar cuidadosamente cada una de estas referencias bíblicas.

A. Los Versículos 6–7 Citan Génesis 15:6.
Los judaizantes apuntaban a Abraham, el «padre de los judíos», como su ejemplo, y Pablo hace lo mismo. ¿Cómo fue salvo Abraham? ¡Por fe! Y todos los que confían en Cristo son hijos de Abraham, el padre de los creyentes. Véase en Romanos 4.1–8 una ampliación de este argumento.

B. Los Versículos 8–9 Citan Génesis 12:3.
Dios prometió bendecir a los gentiles a través de Abraham, lo que quiere decir que judíos y gentiles son salvos exactamente de la misma manera. Desde luego, el «evangelio» que Abraham creyó no fue el pleno evangelio de la gracia de Dios que predicamos hoy; incluso los apóstoles no comprendieron a plenitud el significado de la muerte de Cristo sino hasta que se les explicó.
El evangelio que Abraham creyó fue las buenas nuevas de que Dios le bendeciría y le haría una nación poderosa. Abraham creyó a la promesa y esta fe le fue contada por justicia.

C. El Versículo 10 Cita a Deuteronomio 27:26.
«¿Ustedes quieren salvarse por las obras de la ley[2]? ¡Pero la ley no salva, maldice!».

D. El Versículo 11 Cita a Habacuc 2:4.
Ya hemos encontrado este versículo antes: «El justo por la fe vivirá» (Rom. 1:17; Heb. 10:38). Este pequeño versículo de Habacuc es tan rico que Dios escribió tres comentarios de él en el NT.

E. El Versículo 12 Cita a Levítico 18:5.
¡Hay una vasta diferencia entre «hacer» y «creer»! Nadie jamás fue salvo por la ley, porque nadie nunca puede obedecer completamente la ley.

F. Los Versículos 13–14 Citan Deuteronomio 21:23.
La ley nos pone bajo maldición, pero Cristo murió para quitar la maldición. Murió en un madero (la cruz, 1 P. 2:24) y cumplió la palabra dada en Deuteronomio. Debido a que ha llevado nuestra maldición sobre sí mismo somos libres para vivir en Él.
La bendición que Dios prometió a Abraham está ahora al alcance de los gentiles por la fe. Lea otra vez estas seis citas y vea cómo prueban conclusivamente que aun la ley del AT., enseñaba que la salvación es por gracia, por medio de la fe.

III.    El Argumento Lógico (Gál. 3:15–29):
Por supuesto, todos los argumentos de Pablo son lógicos. Pero el argumento particular aquí depende del razonamiento, al comparar la ley con un contrato humano. «Cuando dos personas hacen un contrato, es ilegal que una tercera intervenga y lo cambie o lo cancele». Ahora bien, Dios hizo un contrato (pacto) con Abraham cuatrocientos años antes de que fuera dada la ley. La Ley de Moisés jamás podría cancelar la promesa original de Dios a Abraham.
Dios lo prometió igualmente a la simiente de Abraham y el versículo 16 indica que esta Simiente es Cristo. La Ley Mosaica no fue una nueva manera de salvación que cancelaba las promesas de Dios a Abraham; esto no sería lógico. La promesa[3] y la fe van juntas, pero no la promesa y la ley. «Pero, ¿por qué Dios les dio la ley?», argüiría sus oponentes. Pablo les da tres respuestas:

A. La Ley Fue Temporal y Sólo Para Israel (vv. 19–20).
Romanos 2:14 y Hechos 15:24 dejan en claro que Dios nunca dio la ley a los gentiles. La ley moral ya estaba escrita en los corazones de los gentiles (Rom. 2:15). Pero la ley ceremonial (incluyendo las leyes del día de reposo) nunca fue dada a los gentiles.
La ley fue «añadida» y no era un sustituto en lugar de las promesas Abrahamico. Una vez que la Simiente (Cristo) vino, la ley fue reemplazada. «¡Pero la ley fue promulgada con tanta gloria, replicarán los judaizantes. «¿Cómo puedes decir que era sólo temporal?».
Pablo está listo con una respuesta:
·  La ley fue dada por mediadores angélicos, pero Dios le habló personalmente a Abraham.
·      Dios es uno, y el cumplimiento de su promesa a Abraham depende únicamente de Él.

B. La Ley Nos Convenció De Pecado, Pero Nunca Nos Salvó Del Pecado (vv. 21–22).
Si hubiera una ley que salvará a los pecadores, Dios hubiera librado a su Hijo y usado la ley en lugar de la cruz:
Ø La ley no es contraria a las promesas de Dios; al revelar el pecado, la ley obliga al pecador a confiar en las promesas de Dios.
Ø La ley nos muestra la necesidad de la gracia; la gracia nos capacita para agradar a Dios mediante la fe.
Ø La ley coloca a todos bajo pecado, lo que significa que todos podemos ser salvos por gracia. Si Dios permitiera que aunque sea un solo pecador se salvara por la ley, nadie se salvaría por la gracia. Todos debemos ser salvos de la misma manera.

C. La Ley Preparó El Camino Para Cristo (vv. 23–29).
«Antes que viniera la fe que ahora conocemos la ley dejaba a todos los hombres con la boca cerrada, revelando su necesidad de un Salvador». Como L.E. Maxwell lo dice:
§  «¡Se nos empuja a Cristo!».
§  La ley fue el «ayo» (tutor) para los judíos en su infancia nacional.
El tutor, tanto romano como griego, solía cuidar y enseñar a los niños menores hasta que alcanzaban la edad legal de adultos, después de lo cual los hijos quedaban bajo su propia responsabilidad. La ley mantuvo a los judíos «en línea», por así decirlo, hasta que Cristo vino y la revelación completa del evangelio fue dada a judíos y gentiles

Clase Para El Miércoles:

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.
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Notas:
[1] G4102 πίστις = pístis: de G3982; persuasión, i.e. credibilidad; moralmente convicción (de verdad religión, o la veracidad de Dios o de un maestro religioso), específicamente confianza en Cristo para salvación; abstractamente constancia en tal profesión; por extensión, el sistema de verdad religiosa (evangelio) en sí mismo:- fe, fidelidad, fiel, gracia.
[2] G3551 νόμος = nómos: de un primario νέμω = némo, (repartir, específicamente comida o forraje a los animales); ley (mediante la idea de uso prescriptivo), generalmente (regulación), específicamente (de Moisés [incierto el volumen]; también el evangelio), o figurativamente (un principio):- pleito, ley.
[3] G1860 ἐπανγελία = epangelía: de G1861; anuncio (por información, asentimiento, promesa; específicamente seguridad divina de algo bueno):- mensaje, promesa, prometer. (Strong).








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