Parte I:
EL ORIGEN DE LA DEMONOLOGÍA
BÍBLICA: (II)
“Y los demonios le
rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos”.
(Mateo 8:31)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
La
pregunta sobre el surgimiento de la demonología ha recibido las respuestas más
confusas y contradictorias, y toda la investigación, como la del origen y
crecimiento de la religión en general, de la cual forma parte intrínseca e
inseparable, ha sido vejada con un alto grado de incertidumbre y especulación.
Sin embargo, esto no es raro al considerar los pres pociones injustificadas que
hacen muchos historiadores de religión siguiendo la tendencia de la crítica.
Por
ejemplo Oesterley e Robinson1), suponiendo que la “religión de
los antecesores de Israel”, en la era nómada premosaica, “incluido un
número de deidades” se ven imposibilitados para justificar tan
violenta suposición, y son llevados a la confesión que, de los varios objetos
de adoración necesarios para tal politeísmo “no escuchamos nada, salvo que
incluyamos los teraphim que Raquel le robó a su padre”. Dándose cuenta de su
suposición tan falsa, ellos agregan:
“Estamos así
forzados a hacer conjeturas y debemos confiar en aquellas evidencias como las
que pueden ser suministradas por la religión comparada y la filología”.2)
Pero este es un procedimiento sumamente peligroso. La filología[1] indudablemente es útil e indispensable en innumerables casos, pero nunca puede ser usada legítimamente como simple sustituto de hechos para apoyar una teoría. La religión comparada es una de las más recientes de todas las ciencias, y como consecuencia, el conocimiento de lo que manifiesta, está muy lejos de ser definitivo.
Se sacan
las conclusiones más contradictorias de ella como si fuesen evidencias, y como
en el caso de las nuevas ciencias en el pasado, no pocos la han usado como
refugio desde el cual atacan las verdades de la revelación, y como último
recurso, para sostener teorías dudosas. Sólo podría proporcionar evidencia
adecuada si el origen de la religión hebrea fuera idéntico al de otras
religiones semitas.
Esto es lo
que Oesterley y Robinson suponen en el caso:
“Los hebreos
eran semitas, y su religión, en su origen, no difería de la de los semitas en
general”. 3)
Sin embargo, el problema
permanece. ¿Comenzó la religión hebrea como un monoteísmo puro con Abraham,
en divina separación de la degeneración universal, o fue desarrollándose
gradualmente hacia el monoteísmo desde
un primitivo animismo y formas aún más burdas pasando por el politeísmo?
La
revelación divina debe ser preferida a las especulaciones de los hombres, no
importando cuán sutiles o ingeniosas sean. De acuerdo con su testimonio, la
religión de los semitas comenzó como monoteísmo con Sem, hijo de Noé (Gn. 9:1, 27)
y degeneró en politeísmo durante el tiempo de Abraham (Gn. 12:1-3)
Quien fue
sacado del politeísmo para ser testigo, junto con sus descendientes, del
verdadero y único Dios.
La
suposición de Oesterley y Robinson de que la religión hebrea no difería en su
origen de la de los semitas en general, es entonces inexacta y una débil
premisa sobre la cual construir cualquier teoría elaborada de los principios y
desarrollo de la religión hebrea, como
ellos hacen.
Lejos de
ser idéntica con la creencia general semítica en su origen, la religión hebrea
era una purificación monoteísta de la corrupción del politeísmo semítico
general, que a su vez, representa una continua e ininterrumpida degeneración de
un monoteísmo semítico original común.
Lo
esencial del tema del principio de la religión semítica en general sobre el
problema del origen de la demonología aparece en la expresión de George W.
Gilmore: “Todo el origen religioso del cual brota la
religión hebrea está lleno de demonismo”. 4)
Ø ¿Cómo se puede
explicar esta creencia en los demonios entre los antiguos semitas y sus
vecinos, tan extendida y profundamente arraigada?
Ø ¿Era un rasgo
concomitante de un monoteísmo original?
Ø ¿O fue el
resultado del desarrollo del monoteísmo hacia el politeísmo contemporáneo?
Ø ¿O tiene su explicación como una rama o
vástago del politeísmo?
Ø ¿O es, quizás, una evolución del animismo primitivo?
I.
ALGUNOS PUNTOS DE VISTA ERRONEOS:
En puntos
tan importantes y significativos como éste, se dan respuestas que están en
conflicto y se ofrecen varias teorías divergentes, en desacuerdo unas con otras
y opuestas a la revelación divina.
Estas explicaciones no son sino intentos naturalistas para analizar fenómenos que están en el terreno de lo sobrenatural; y es por eso que no se puede llegar a la verdad:
1.1.
EL PUNTO DE VISTA HUMANISTA:
Esta teoría,
que es un avivamiento de un antiguo concepto griego ensalzaría el origen de los
demonios con el nacimiento de los dioses. La religión se originó en el miedo a
los fantasmas o aparecidos.
Los dioses no son sino espíritus de los hombres que partieron, a quienes los hombres adoran principalmente por miedo. Originalmente, cuando los dioses eran sólo hombres sobrenaturales, el término “demonio” (daimon*) era usado como sinónimo de “dios” (theós).
Ayuda Hermenéutica:
*Demonio: daimon = (δαίμων G1142) demonio. Significaba entre los griegos paganos una deidad inferior, tanto si era buena como mala. En el NT., denota un espíritu malo. Se usa en Mt. 8:31: Los hay que derivarían este vocablo de una raíz da–, significando distribuir. Es más probable que provenga de una raíz similar da–, que significa conocer, y de ahí significaría uno que conoce. (VINE).
Más tarde,
cuando los dioses ocuparon una posición más exaltada, se pensó que los demonios
eran seres intermedios, los mensajeros de los dioses para los hombres. Luego,
se pensó que ellos no eran solamente buenos, sino que había malos, conforme los
hombres comenzaron a diferenciar más exactamente entre el bien y el mal en sus
pensamientos sobre lo sobrenatural. Indudablemente, el contacto con las
religiones paganas del Este, que abundaban con multitudes de demonios de
maldad, acentuó la diferencia.
Estos malos
demonios incluían los espíritus de los hombres malvados, y se tenía como
autores del mal, no solamente físico, sino también moral.
Es
suficiente señalar que esta explicación no solamente choca con la verdad
revelada, sino también con los hechos de la historia secular. La mayoría de las
tribus, desde los tiempos más antiguos, claramente distinguía entre aquellas
deidades que habían sido una vez hombres, y los dioses propiamente dichos, que
nunca fueron hombres, y en consecuencia, nunca murieron.
Esta teoría no tiene valor como una exposición del origen de la demonología, pero sí como un comentario a la evolución de los términos daimon = (δαίμων G1142) y daimonion* = (δαιμόνιον G1140) como se usaron posteriormente en la Septuaginta (Biblia de los LXX) y el Nuevo Testamento.
Ayuda Hermenéutica:
*G1140 δαιμόνιον = daimónion: neutro de un derivado de G1142; ser demoníaco; por extensión deidad:- endemoniado, demonio, dios. (Strong).
1.2.
EL PUNTO DE VISTA ANIMISTA:
Esta es la
hipótesis evolucionaría de W.W.G.
Baudissin 5) y otros, de acuerdo a la cual, el
desarrollo del demonismo encuentra su fuente original en un animismo primitivo,
y a través del politeísmo llega al monoteísmo.
El hombre primitivo, con rudas ideas religiosas sin desarrollar, consideraba a la naturaleza que o rodeaban como viviente, e imaginaba los procesos naturales como debidos a la operación de voluntades vivientes. Buscando instintivamente las causas, imaginó que cada objeto de la naturaleza tenía una personalidad como la suya 6).
Así, se
encontró en una “sociedad cósmica de agentes sobrehumanos. Algunos de los cuales
contribuían a su bienestar, mientras que otros, a su mal” 7).
Estaba confrontado con temibles e incontrolables fuerzas naturales que tenían
tremenda destrucción.
Suponía que los huracanes, los diluvios, los terremotos e incendios eran coléricos personalidades cuya ira, debían tratar de calmar o apaciguar los hombres. Así se originó el demonismo popular pagano.
Luego, se supone que el
hombre pasó de un estado animista al politeísmo. Los
espíritus vagamente concebidos, en una primera época, avanzan hasta la posición
de deidades, dignificados con nombre,
con características fijas, funciones, organizados en un panteón y adorados a
través de las imágenes8).
Quizá
algunos siguieron siendo considerados como personalidades naturales menos
definidas, como reminiscencia de la era animista y retuvieron el carácter de
demonios, mientras otros, más poderosos y temibles, con una personalidad viril,
recibieron la posición completa de deidades.
La demonología bíblica es considerada como un escalón más alto en el proceso revolucionario. El monoteísmo, reaccionando contra el politeísmo contemporáneo, es extrañamente considerado como solvente dando lugar al paganismo al reducir sus deidades a las dimensiones de demonios. De acuerdo con las necesidades del monoteísmo, a los demonios se les niega la dignidad y prerrogativas de la deidad, pero no toda su realidad objetiva. 9)
Las objeciones para esta plausible e ingeniosa teoría, son,
sin embargo, tan serias que llegan a ser fatales para su sostenimiento:
1)
Primero: Está en contraposición con la verdad de la revelación
divina, que representa la fe religiosa y la práctica como sujeto a degradación
y no a un mejoramiento progresivo (Rom.1:21-23).
2)
Segundo: Contradice el
testimonio de la religión comparada, que también señala un descenso más bien
que un ascenso en la tendencia de la fe étnica. Este principio es
frecuentemente llevado tan lejos, que, como Lucrecio encontró en Grecia y Roma,
la religión llegó a set una maldición en vez de una bendición.
El profesor Renouf anota el mismo fenómeno
en el antigua Egipto, donde las más sublimes porciones de la religión egipcia
son demostrablemente las más antiguas, y “el último
período… era por gran diferencia el más grosero y corrupto” 10). El hinduismo moderno representa un deterioró de un concepto religioso
más alto en os Vedas. En Sud África, Australia y otros lugares, todavía
persisten en las tradiciones de la existencia de un Creador de todas las cosas
pero su adoración ha sido hecha a un lado a favor de a deidades inferiores y malignas.
Podemos decir lo mismo de la antigua Babilonia y Asiria. Una declinación
similar se ha manifestado más de una vez en el antiguo Israel y en la Iglesia
cristiana, haciendo imperativos los avivamientos periódicos y el retorno a la
verdad.
3)
Tercero: La conexión
genética entre el animismo y el politeísmo está muy lejos de estar clara. La
naturaleza religiosa exacta del primero es aetamente problemático y pertenece a
la categoría de filosofía primitiva más bien que a religión. Sayce11) y Rogers12) han
demostrado que los dos fenómenos
religiosos coexistieron sin combinación o asimilación por largos períodos de la
historia, sugiriendo una diferente raison
d’etre, nacimiento y desarrollo. La construcción de una teoría en tan
dudosa conexión es un procedimiento muy precario.
4)
Cuarto
Lugar:
El hacer del
politeísmo la fuente de la demonología bíblica es realmente un paso atrevido,
en contradicción con el elevado espíritu del Antiguo Testamento que demuestra
cuán escasa y cuán poca importancia
tenía el paganismo sobre su pensamiento. La
interpretación.
De las deidades paganas como demonios no prueban de ninguna manera que el politeísmo es la fuente de la demonología bíblica. Indicaría, más bien, que la categoría de demonios ya era bien conocida para el pensamiento hebreo, y que la idolatría pagana era interpretada como iniciada y excitada por la actividad y engaño demoniacos.
1.3.
EL PUNTO DE VISTA ASTRAL:
Esta
teoría estimaría a los demonios bajo la suposición de que la religión comenzó
con la adoración de los cuerpos celestiales, a los que a mente religiosa
primitiva adscribía personalidad. A os más importantes de estos cuerpos, tales
como el Sol, la Luna y os planetas, se les asignó la posición de deidades completas.
Los
cuerpos menos importantes, tales como las innumerables estrellas fijas,
recibieron la posición de deidades menores
(demonios).
No se sabe cuándo fueron reconocidos los planetas como diferentes de las
estrellas fijas pero la adoración planetaria y la adivinación prevalecieron en
periodo muy primitivo en el valle del Éufrates.
Por ejemplo, la hipótesis
astral, teoriza así sobre el tema de la luz y las tinieblas:
·
La luz es la
creación de los dioses buenos;
· Las tinieblas son consideradas, no tanto como creación de los dioses, sino más bien como el ambiente propicio para monstruos y malos espíritus, que se consideran incapaces de perpetrar sus actos de maldad fuera de la oscuridad. De los malos espíritus que aman la noche, se pensaba que siete espíritus especiales, apoyados por ciertos grandes dioses, eran responsables por el oscurecimiento de la Luna por eclipse o tormenta y hasta por la desaparición del disco lunar al final del mes. 13)
Al
respecto de esta teoría, principalmente producto del profesor H. Winckler de
Alemania, y entusiastamente adoptada por el Dr. Alfred Jeremias, puede
concluirse que, aparte de estar completamente en contra de la verdad revelada,
le falta corroboración histórica.
La evidencia de las antiguas inscripciones no la apoyan; así que sus protagonistas se basan profundamente en una era puramente imaginaria, donde falta la evidencia en pro o en contra ex hipothesi. Además, no tiene apoyo científico astronómico.
II.
EL PUNTO DE VISTA BIBLICO:
Al
estudiar el origen del mal sobrenatural, la revelación divina está en agudo
contraste con las teorías
naturalistas[2], pues
va mucho más allá que ellas hasta las fuentes originales y las realidades
finales. Expande los horizontes.
Va más
allá de la creación del hombre y la introducción del pecado en la raza humana,
más allá aún de la creación de los ángeles y a entrada del pecado en el
universo moral a la insondable eternidad cuando sólo Dios existía en sublime
majestad.
Es la
única que nos conduce a una altura suficientemente elevada para darnos un
concepto y una perspectiva lo bastante amplias para ver y comprender el origen
y la naturaleza del mal en el mundo.
El pecado mismo comenzó en el cielo con “Lucero, hijo de la mañana”, el más alto y exaltado de los seres celestiales, que se convirtió en Satán al dirigir una revuelta celestial que se expandió entre miríadas de seres celestiales (Is.14:12-20):
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones… Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;… sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo… Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo… Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos;… que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?... Todos los reyes de las naciones, todos ellos yacen con honra cada uno en su morada;… pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago abominable, como vestido de muertos pasados a espada, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto hollado… No serás contado con ellos en la sepultura; porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada para siempre la descendencia de los malignos”.
Ayuda Hermenéutica:
Lucero: H1966 הֵילֵל = jeilél: de H1984 (en sentido de brillantez); lucero de la mañana: - lucero. (Strong).
V. 12: ¡Oh Lucero, hijo de la mañana! Lit., el que resplandece, evidentemente es una referencia a Satanás, debido a la descripción similar hecha por Cristo (Lc.10:18) y porque las expresiones de Is. 14:13-14 estarían fuera de lugar en labios de cualquier otro ser excepto Satanás (Comp. 1 Tim.3:6), debilitabas a las naciones. Comp. Ap.20:3.
Vv. 13-14: El
pecado de Satanás es descrito por medio de cinco frases que subrayan la primera
persona singular:
(1)
Subiré
a cielo.
Satanás desea ocupar el mismo lugar de habitación que Dios ocupa.
(2)
Junto
a las estrellas. Desea elevar su
trono por encima del de Dios y gobernar a todas las criaturas angelicales.
(3)
Me
sentaré, a los lados del norte. En la
literatura pagana, se refiere al lugar de los dioses; de modo que Satanás
ambicionaba gobernar el universo (monte del testimonio) como el consejo de los dioses babilonios supuestamente
hacían.
(4)
Quería
la gloria que sólo pertenece a Dios (sobre las alturas de las nubes subiré, véanse 19:1; Éx. 16:10), y
(5) Su meta final era ser semejante al Altísimo (Heb., Elyon; véase Gn. 14:18). (Biblia de Estudio RYRIE Pág. 982).
Pero Satán no fue
creado maligno. Como el Dr. Lewis Sperry Chafer hace notar14),
la revelación concerniente a este ser
eminente comienza con su carrera sin pecado, abrazando un periodo imposible de
medir en el tiempo, entre la perfecta creación de los cielos y la Tierra
(Gn.1:1) y el catastrófico juicio sobre este planeta (Gn.1:2; Jr. 4:23-26) que
lo más probable es que esté relacionado con su caída.
Ez. 28:11-19*15), obviamente trasciende la referencia al “rey de Tiro” o a Adán en el Edén y describe, en espléndido y detallado retrato, la figura de la persona de Satán en su primitiva gloria sin pecado.
*“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:… Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura… En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación… Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas… Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad… A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector… Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti… Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran… Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser”.
V.12: El rey de Tiro.
Esta sección (vv.11-19) con sus
referencias sobrenaturales, al parecer describe a alguien distinto del rey
terrenal de Tiro; es decir, a Satanás. De ser así los privilegios singulares de
Satanás antes de la caída son descritos en los vv. 12-15 y su juicio en los vv.
16-19.
Tú eras el sello
de la perfección. I. e., Satanás era la consumación de la perfección en su
sabiduría original y belleza. V.13: Tu vestidura.
I. e., vestido adecuado a su rango. Tamboriles y flautas. Instrumentos usados
en fiestas y procesiones.
V. 14: Satanás
había ocupado un lugar de prominencia especial al guardar el trono de Dios (Comp. Éx. 24:10 y 25:20). V.15: En el
sentido de rectitud moral e integridad. Por creación Satanás era perfecto; pero
el orgullo causó su caída (1 Tim. 3:6; Is. 14:13-14).
Vv. 16-19:
El
juicio de Satanás, anunciado en estos versículos, no se consumará hasta que sea
echado para siempre en el lago de fuego (Ap. 20:10). (Biblia de Estudio RYRIE. Pág.
1165).
La
admonición del Dr. Twesten en este
punto es sabia y significativa:
“La afirmación de que el diablo y sus ángeles no fueron
creados en maldad, sino que llegaron a ella como consecuencia de la caída,
puesto que había esa posibilidad por causa de su libre albedrío, debe ser
sostenida firmemente, especialmente en oposición a la doctrina dualista del
principio del mal en sí mismo”
16).
Encontramos más revelación concerniente a Satán en
Mateo 12:26, donde se le presenta como rey con un reino, y una porción de su
dominio consta de dominios (ver 24*).
“*v.24
Mas los fariseos, al oírlo,
decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios… Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí
mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí
misma, no permanecerá… Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo,
pues, permanecerá su reino?...
Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto,
ellos serán vuestros jueces… Pero si yo por el Espíritu de Dios echo
fuera los demonios, ciertamente ha
llegado a vosotros el reino de Dios”.
Véase Parte II.
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