Parte II:
EL ORIGEN DE LA DEMONOLOGÍA BÍBLICA: (II)
“Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos”.
(Mateo 8:31)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Ayuda
Hermenéutica:
Beelzebú: G954 Βεελζεβούλ = Beelzeboúl: de origen caldeo
[por parodia de H1176]; dios de estiércol; Beelzebú, nombre de
Satanás: - Beelzebú.
(Strong).
Por
eso, lo llaman el príncipe de los demonios (v. 24).
Jesús conocía sus
pensamientos... (v. 25) indica un
conocimiento sobrenatural, pues los comentarios de los líderes (v. 24) se
hacían en voz baja, con la intención de que Jesús no los oyera. Jesús sabía en
ese momento, y sabe ahora, los pensamientos más secretos del hombre.
Contesta la conclusión de los líderes con cuatro argumentos, mostrando lo absurdo de su acusación. Marcos (Mr.3:23) dice que Jesús contestó en parábolas. En este pasaje, Jesús enseña una vez más que Satanás es un ser personal:
Primero, indica que si él
hubiera echado fuera los demonios en poder de Satanás, sería una situación
insostenible, pues sería Satanás contra Satanás (vv. 25, 26). Los fariseos y
saduceos no pudieron contestar su pregunta:
¿Cómo, pues,
permanecerá en pie su reino? Guardaron silencio.
Si (vv. 26, 27, 28) es una partícula que introduce una oración condicional.
El texto
griego indica que es la primera clase condicional que asume la realidad de la
premisa. En este pasaje encontramos tres expresiones hipotéticas en las cuales,
para fines del argumento, Jesús admite la realidad de la condición para mostrar
las consecuencias lógicas si fuera así.
Segundo, Jesús aprieta con
un argumento más personal (v. 27). Los judíos pretendían exorcizar los demonios
con ciertas fórmulas y magia (Hech.19:13). Jesús no refuta la práctica, ni
reconoce que la práctica sea auténtica, sino que la acepta para fines del
argumento. Al acusar a Jesús de echar los demonios en nombre de Satanás, los
líderes estaban diciendo, en efecto, que sus hijos también hacían lo mismo.
Vuestros
hijos (v. 27) es una expresión que significa “vuestros discípulos”. Sus propios
discípulos serían sus jueces (krités G2923),
condenándolos por atribuir el poder a Satanás. Tampoco pudieron contestar esta
segunda pregunta: ¿por quién los
echan fuera vuestros hijos? (v. 27).
Tercero, Jesús afirma que
el exorcismo era una evidencia de la venida del reino de Dios (v. 28). Pero si
por el Espíritu de Dios... da por
sentado la realidad de la premisa. Jesús lo había demostrado en los dos
primeros argumentos. Si no obraba en el poder de Satanás, necesariamente obraba
en el poder del Espíritu de Dios, pues hay solamente dos reinos espirituales.
No era una lucha de Satanás contra Satanás, sino de Dios contra Satanás. Esta
victoria de Dios sobre Satanás mostraba claramente que el reino de Dios (v. 28)
había llegado.
Este es
uno de los pasajes más importantes en el Evangelio de Mateo, pues es la
afirmación más clara de que el reino de Dios se había iniciado. La afirmación (v.
28b) se introduce con la partícula enfática ára
G686, traducida ciertamente. El verbo ha llegado es un tiempo
indefinido y bien puede traducirse llegó. El reino ya llegó, pero su
culminación es un evento futuro.
Mientras
tanto el reino se realizaba por medio de Jesús y luego por medio de sus
seguidores. Reino de Dios, en lugar del término favorito reino de los cielos
(Hech.3:2; 8:11; etc.), se encuentra solamente aquí y en tres lugares más
(Hech.19:24; 21:31; 21:43). Son términos sinónimos y probablemente reino de Dios
se usa aquí para acompañar Espíritu de Dios (v. 28). El Espíritu es Dios mismo
obrando por medio del Hijo. Lucas lo llama el dedo de Dios (Lc.11:20).
Cuarto: el argumento lógico de que nadie entra en la casa de un hombre fuerte y la saquea, sin primero atar al hombre fuerte (v. 29). Con esta analogía, Jesús describe el conflicto entre el Hijo de Dios y Satanás el hombre fuerte. Es un conflicto entre dos seres personales. El hecho de echar fuera los demonios indica que ya Jesús se había enfrentado con el dueño de ellos y lo había vencido. Saquear significa “arrebatar” y se refiere probablemente a la liberación de un esclavo de Satanás, que era sus bienes, o su propiedad. Su casa se refiere al dominio de Satanás, pues él es el príncipe de este mundo (Jn.12:31; 14:30; 16:11). Jesús ha invadido el territorio donde Satanás dominaba como rey, y lo ha vencido y limitado su poder sobre los hombres. Satanás sigue obrando con poder limitado hasta la Segunda Venida, pero su destino ya está fijado.
Con referencia al origen preciso de los demonios no podemos ser dogmáticos, ya que esta fase del tema está afectada por el problema del silencio de la revelación. De las muchas hipótesis que quiere explicar su origen, la inferencia más sencilla y viable de los hechos que tenemos a mano es que fueron creados sin pecado, como súbditos de Satán en su gloria prístina[3] y que los arrastró tras él en su orgullo y desobediencia a Dios.
Satán[4] arrastró a un gran ejército de ángeles en su apostasía, que, como él, no ha permanecido “en la verdad” (Jn. 8:44), lo que se toma como un hecho bien conocido en la revelación del Nuevo Testamento, donde algunos de ellos son descritos como aquellos que “no guardaron su dignidad”, a quienes Dios arrojó al Tártaro y los entregó a prisiones de oscuridad para ser reservados para el juicio del gran día (2 P. 2:4; Jud. 6) y otros son, al parecer, representados por los demonios.
El Dr.
Lewis Sperry Chafer es de la opinión que de aquellos espíritus caídos que no
estaban encarcelados, “otra compañía o grupo llegó a ser demonios”17).
Jhon J. Owens está de acuerdo con la opinión que los demonios son malos
espíritus o ángeles malvados que se asociaron con Satanás en su rebelión contra
Dios 18).
G. Campbell Morgan dice que ésta es la teoría generalmente aceptada19).
A. A.
Hodge 20), Chales Hodge21), así como también A. H. Strong22), y otros también la exponen. A. C. Gaebelein dice: “… los ángeles
caídos son demonios”23).
Sin
embargo, existen muchas otras opiniones, y por supuesto, debemos esperar muy
poca concordancia en un tema de esta clase, en el cual, como C. I. Scofield
dice: “No se revela nada con claridad”24), y existe un
amplio campo para la especulación.
Ya que las
diferentes teorías del origen de los demonios serán tratadas en otra parte de
este estudio, será suficiente mencionar
aquí que muchos escritores, insistiendo en una rígida distinción entre los
ángeles malos o caídos y los demonios, atribuyen el origen de los últimos a los
habitantes de la Tierra pre adámico cuyo pecado, se dice:
Ø causó su destrucción, y cuyos cuerpos fueron destruidos en la catástrofe sobreviniente dejándolos a ellos como espíritus sin cuerpos, con un agudo deseo de reencarnarse en la Tierra donde una vez vivieron” 25).
Otros 26), siguiendo una antigua exégesis judía precristiana27), atribuyen el origen de los demonios a la monstruosa progenie que fue el resultado de la cohabitación angélica con mujeres antediluvianas (Gn. 6:1-6)28). En cualquier caso, los demonios son seres y miembros del reino de Satanás (Mt.12:26). Las Sagradas Escrituras no hablan de demonios “buenos”.
III.
LA SUPERIORIDAD DEL PUNTO DE VISTA BIBLICO:
No hace
falta mucho estudio para demostrar cuán grandemente superior es cualquiera de
las explicaciones sobre el origen de los demonios basadas en las Escrituras en
comparación con las meras teorías naturalistas del hombre.
Mientras
que la Biblia, al considerar el curso de la apostasía de Satán y la
introducción del pecado en el universo, llega hasta las causas primordiales y
orígenes esenciales, las especulaciones del hombre no pueden llegar más allá de
los efectos, y a los desarrollos, sin tratar sobre los orígenes.
Mientras
que las Escrituras elevan decididamente todo este tema al reino de las
realidades sobrenaturales, desde las que se pueden observar exactamente
diferentes y asombrosos fenómenos demonológico y ser aquilatados con
discernimiento las hipótesis de los hombres dejan todo este campo de
investigación sumergido en profunda e ininteligible confusión, donde falta un
criterio fundamentado para diferenciar la realidad de la fantasía y la
existencia real de la imaginación pura, y el conjunto es, como resultado,
llamado una superstición sumamente revuelta.
Y mientras
que en las Escrituras la explicación del origen y realidad del mal sobrenatural
ofrece una base sólida substanciosa para comprender la manifestación extensa y
continua de fenómenos satánicos y demonológico desde los tiempos más antiguos
hasta el presente.
Las especulaciones naturalistas no pueden sino atribuir inadecuadamente los hechos a la mente religiosamente supersticiosa del hombre o algunas otras bases que no son satisfactorias.
IV.
LA FUENTE ESENCIAL DE TODA DEMONOLOGIA:
El libro
de Génesis, además de ser el relato inspirado de la más antigua tradiciones de
la raza humana, contiene todos los elementos necesarios para el desarrollo de
una demonología análoga a la del Nuevo Testamento.
Hay evidencia de un juicio
cataclísmicas sobre la Tierra pre adámico, sin duda en conexión con la rebelión
y apostasía entre los ángeles (Gn.1:2).
Todas las
características de Satán como una personalidad siniestra, antagónica a Dios y
al hombre, están virtualmente contenidas en la serpiente paradisíaca y el
relato de la caída:
Ø La frecuente aparición de la
Deidad como el ángel de Jehová;
Ø El impresionante espectáculo
de los querubines al Este del Edén como guardianes de la santidad divina y la
comunicación familiar y libre de los ángeles con los hombres en tiempos
patriarcales y aparentemente mucho antes, indican la existencia de algo más que
teología y angelología elementales.
Realmente,
si el tan discutido pasaje de Génesis 6:1-6 en verdad se refiere a la
cohabitación de ángeles con mujeres ante diluvianas, como muchos estudiosos
sostienen, no hay necesidad de una mayor evidencia de una elaborada doctrina de
ángeles malignos.
Sea como sea, la demonología del libro de Génesis, especialmente la de los primeros capítulos, preservando la historia de la más temprana edad de la Tierra, sobresale de una manera completa en sus elementos esenciales a pesar de su sencillez y poco desarrollo.
Muy bien
podría ser la raíz de la cual se nutrieron y desarrollaron las muchas y
complejas demonologías de otras naciones, y fácilmente forma un fundamento
esencial de hechos demonológico alrededor de los cuales las naciones paganas
construyeron una superestructura de rores y superstición.
La
similaridad básica entre la primitiva demonología tradicional registrada en
Génesis y aquellas preservadas en os registros arqueológicos de las más
antiguas naciones de la Tierra, a pesar de los errores y extravagancias de
estas últimas, indudablemente señala una fuente común para ambas y proporciona
la evidencia de que ellas tienen una herencia común de tradiciones
concernientes a la temprana historia de la raza, de la cual ambas han surgido. Así, la
demonología del libro de Génesis y los sistemas demonológico de las primeras
naciones de la antigüedad presentan dos formas de las mismas tempranas
tradiciones, pero con esta importante diferencia:
· El inspirado
relato de Moisés entrega la forma original, pura y no adulterada de estas
verdades, no manchadas por extravagancias, tal y como ellas existieron
primitivamente, tal y como ellas existieron primitivamente,
· Mientras que os registros étnicos ofrecen una versión de estas primeras tradiciones de la humanidad tan incrustadas de errores, excesos y exuberancias de siglos, que en muchos casos, casi se ha borrado hasta el núcleo esencial de realidad desde el cual se desarrollaron.
Un
fenómeno similar de desarrollo histórico puede ser observado entre otras
tradiciones primitivas de la raza humana, como las preservadas en antiguas
inscripciones y aquellas registradas en el Génesis. La mayoría de las grandes
naciones de la antigüedad ha conservado tradiciones de grandes eventos épicos,
tales como la creación del mundo, el origen del hombre, la historia de la caída
y el relato del dilivio29).
Algunas de estas sugieren sólo vagamente el relato del Génesis y puede ser desechada sin mencionarlas; mientras que otras son tan sorprendentemente similares como para requerir una consideración cuidadosa. De esta última variedad son los registros de la antigua y cuneiforme de Babilonia-Asiria.
Las
historia de la creación, de la vida eterna por causa del hombre en el “Mito de Adapa”,
y del diluvio, tienen tan asombrosas semejanzas así como también notables
diferencias, con la narración del Génesis como para demandar una explicación.
Entones, ¿Cómo podemos considerar la similitud entre los pasajes del Génesis y las versiones contenidas en las inscripciones antiguas? No puede ser que el relato del Génesis esté tomado de las tradiciones, ni viceversa que las narraciones del Génesis hayan sido base de esas tradiciones, pues ambas posiciones son obviamente insostenibles.
Tampoco
puede ser que tradiciones tan parecidas simplemente hayan “sucedido” debido a las “tendencias
naturales de la mente humana en su evolución desde un estado salvaje”30).
Los efectos
no se producen sin causas:
· La única explicación es que
ya ha sido tomada en cuenta para explicar la similitud entre los hechos
demonológico primitivos y las inferencias contenidas en os primeros capítulos
del Génesis, y
· Las tradiciones preservadas en los registros de las más antiguas naciones de la Tierra.
Su
parecido proviene de una herencia común poseída por todas las naciones
civilizadas de la antigüedad, al tomar de la misma fuente original de tradición
primitiva, que data del tiempo cuando la raza ocupó un hogar común y tuvo una
fe común.
Las
diferencias se deben a la pureza y exactitud de las tradiciones del Génesis.
Reproducidas, como lo están en las Escrituras, por inspiración divina, están
dadas exactamente como existieron en su prístina simplicidad y sin adulteración
en los primeros tiempos de la raza humana.
___________
Nota y Bibliografía:
[1]
Filología. (Del lat. philologĭa, y este del gr. φιλολογία). f. Ciencia que
estudia una cultura tal como se manifiesta en su lengua y en su literatura,
principalmente a través de los textos escritos. || 2. Técnica que se aplica a
los textos para reconstruirlos, fijarlos e interpretarlos. 3. Lingüística.
(Microsoft® Encarta® 2008).
[2] Naturalista. adj. Perteneciente o relativo al
Naturalismo. || 2. com. Persona que profesa las ciencias naturales o tiene en
ellas especiales conocimientos. (Microsoft® Encarta® 2008).
[3]
Prístino, na. (Del lat. pristĭnus). adj. Antiguo, primero, primitivo, original.
(Microsoft® Encarta® 2008).
[4]
Satanás:
satanas = (Σατανᾶς, G4567),
forma griega derivada del arameo (Heb., Satan), adversario. Se utiliza:
(a) de un ángel de
Jehová en Núm. 22:22 (primer empleo de la palabra en el AT.);
(b) de hombres
(p.ej., 1Sam.29:4; Salm.38:20; 71.13; cuatro veces en el Salm.109);
(c) de
Satanás, el diablo, unas diecisiete o dieciocho veces en el AT; en Zc.3:1,
donde el nombre recibe su interpretación:
«para acusarle» (RV: «para serle adversario»).
En el NT., esta palabra se utiliza
siempre de Satanás, el adversario:
(a) de
Dios y Cristo (p.ej., Mt.4:10; 12:26; Mr. 1:13; 3:23,26; 4:15; Lc.4:8, TR;
11:18; 22:3; Jn.13:27);
(b)
de su pueblo (p.ej., Lc.22:31; Hech.5:3; Rom.16:20; 1Cor.5:5; 7:5; 2Cor.2:11;
11:14; 12:7; 1Ts.2:18; 1Tim.1:20; 5:15; Ap.2:9,13, dos veces, 24; 3:9);
(c) de la humanidad (Lc.13:16;
Hech.26:18; 2Ts.2:9; Ap.12:9; 20:7). Su suerte, sellada en la cruz, se predice
en sus etapas en Lc.10:18; Ap.20:2,10. Los creyentes reciben la certeza de la
victoria sobre Él (Rom.16:20). El nombre fue dado por el Señor a Pedro, como
hombre satánico, en ocasión en que este intentó disuadirle de ir a la muerte
(Mt.16:23; Mr.8:33). Satanás no es
simplemente la personificación de malas influencias en el corazón, porque tentó
a Cristo, en cuyo corazón jamás podría haber surgido ningún mal pensamiento
(Jn.14:30; 2 Cor.5:21; Heb.4:15); además, su personalidad es afirmada tanto en
el AT., como en el NT., y ello especialmente en este último, en tanto que, si
el lenguaje del AT hubiera tenido la intención de ser figurado, el NT., lo
hubiera evidenciado. (VINE).
1)
W. O. F. Oesterley y Thedore H. Robinson, Hebrew Religion, 1937, pp. 125, 126.
2) Ibídem, p. 126.
3) Ibídem, p. 3.
4) George W. Gilmore, “Demon
Demoniac”, New Schaff – Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge, III, 399.
5) W.W.G. Baudissin, Studien
Zur Semitschen Religionsgeschichte, Heft. I. 110, 111; 113-115.
6) Hermann Siebeck, Lehredes
Religionsphilosophie, p. 58 y subsiguientes.
7) Owen C. Whitehouse, “Demon,
Devil”, Hastings’ Dictionary of the Bible, I, 590-594.
8) Comp. Louis M. Sweet,
“Demon, Demoniac Demonology”. International Standard Bible Encyclopedia, II,
827-929.
9) Comp. T. Witton Davies,
Magic, Divination and Demonology among the Hebrews and Their Neighbors, pp.
8-17.
10) P. Le. Page Renouf, The Origin and Growth of Religion as Illustrated
by the Religion of Ancient Egypt, en “Hibbert Lectures for 1879”, pp. 261-263.
Comp. International Standard Bible Encyclopedia, 693.
11) A. H. Sayce, Babylonia and Assyria, p. 232.
12) R. W. Rogers, The Religion of Babylonia and
Assyria, pp. 75. 76.
13) Comp. William Cruikshank, “Astral Theory”,
Hasting’s Encyclopedia of Relion and Ethies. 1912, VIII, 63.
14) Lewis Sperry Chafer Satan, p. 3.
15 Michael J. Gruenthaner,
“The Demonology of Old Testament” Cathoic Quarterly Review, enero, 1944, p. 21.
16) A.C.D. Twesten, “The Doctrine Respecting Angels”,
Bibliotheca Sacra and Theological Review, I (noviembre, 1844), p. 787.
17) Lewis Sperry Chafer, Satan, p. 63.
18) Jhon J. Owen, “Demonology of the New Testament”,
Bibliotheca Sacra and Biblical Repository, XVI, enero 1859, pp. 133-135.
19) G. Campbell Morgan, The Gospel According to Mark,
p. 1
20) A. Hodge, Outlines of Theology, p. 255.
21) Charles Hodge, Systematic Theology I. p. 64.
22) H. Strong, Systematic Theology p. 455.
23) A.C. Gaebelein, The Gospel of Matthew, p. 247.
24) C.I. Scofield, Biblia Anotada, nota sobre Mateo 7:22, p. 964.
25) Cf. Clarence Larkin, The Spirit World, p. 39.
26) F.C. Conybeare, “Christian Demonology”, Jewish
Quarterly Review, IX, 75.
27) The Book of Enoch, Capítulo XV.
28) Cf. Larkin, opus citatus. P. 39.
29) Ia Maurice Price, The
Monuments and The Old Testament, pp. 98-130; Alexander Heidel, The Babylonian
Genesis, 2ª. Edición, pp. 130-139; y The Gilgamesh Epic and Old Testament
Parellels, pp. 260-267.
30) Price. Opus
citatus, p. 129.
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- UNGER,
Merrill. Los Demonios Según La Biblia. Edit. Las Américas. Primera Edición.
1952.
- Pastor:
Carlos Ramírez Jiménez. 17//06//2018. MISIÓN BAUTISTA: “Emanuel”.
Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz.E -
Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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