Parte II:
EVENTOS FUTUROS: ARREBATAMIENTO Y SEGUNDA VENIDAD:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Lección 3.
SEGUNDA VENIDA:
Término que se usa
para referirse a la futura manifestación gloriosa de Jesucristo, cuando vuelva
para iniciar los últimos actos de redención y juicio. No aparece en la Biblia,
pero está implícito en pasajes como Heb. 9:28 ("aparecerá por segunda vez").
Este segundo advenimiento de Jesús se describe con las
siguientes palabras griegas:
1. Parusía (presencia,
2 Cor. 10:10; o llegada). Se usaba en el
mundo helénico para describir la llegada aparatosa de un emperador o rey, pero
en el Nuevo Testamento únicamente describe la Segunda Venida.
2. Apocálypsis (descubrimiento, REVELACIÓN), término que alude
al momento cuando el señorío que Jesucristo goza ahora a la diestra del Padre
se hará patente en el mundo; habrá un apocálypsis
de su gloria y poder, es decir, el descubrimiento de su exaltación al mundo (1
Cor. 1:7; 2 Ts. 1:7; 1 P. 1:7, 13; 4:13).
3. Epifanía (aparición, manifestación visible), término que figura en 2 Ts. 2:8; 1 Tim. 6:14; 2 Tim. 4:1, 8; Tit. 2:13; y también se usa en 2 Tim. 1:10 para referirse a la primera venida de Jesús.
Se le llama así a la Parusía o retorno de Jesucristo en gloria y majestad,
de manera,
personal, corporal y visible:
v La expresión contrasta con la primera venida, ocurrida en la encarnación, cuando Jesús se hizo hombre.
v En la segunda venida de Jesucristo todo ojo le verá (Ap.
1:7) cuando El descienda del cielo sobre las nubes (Mt. 24:30; Mr.
14:62).
Nadie sabe el día ni la hora en la que esto ha de ocurrir (Mt. 24:36), ya que vendrá "como ladrón en la noche"; por eso se nos llama a velar (Mt. 24:42-44; 1 Ts. 5:4-11).
I. La Segunda Venida En El Antiguo
Testamento:
A través del Antiguo Testamento, es Dios quien siempre viene al
hombre.
A partir del Edén y por toda la historia de Israel, Dios se revela a su pueblo
en muchas formas:
por ángeles o teofanías,
por los acontecimientos sobresalientes (por ejemplo, el éxodo) y por la palabra
profética.
La expresión "el DÍA de Jehová"
significaba una visitación especial de Dios a su pueblo, y se aplicaba no solo
a juicios transitorios sobre Israel y sus vecinos, sino también al gran día
terrible y final en que habría salvación para los que invocaron el nombre del
Señor, y castigo para los altivos y soberbios (comp. Is. 2:12; Joel 2:28-32).
El concepto del MESÍAS en el Antiguo Testamento
abarca títulos como profeta, rey eterno, sacerdote, siervo sufriente (SIERVO DE
JEHOVÁ) e HIJO DEL HOMBRE. Esta última figura es la más intrigante
de todas, especialmente para nuestro propósito aquí. El Hijo del Hombre ha de
venir sobre las nubes para imponer sobre la tierra un reino de justicia, el
cual compartirá con sus santos, su pueblo (Dn. 7:18, 22).
La combinación de todos estos conceptos del Mesías resultaba incomprensible para los profetas del Antiguo Testamento, como también para los contemporáneos de Jesús. ¿Cómo podrían combinarse todas esas características en un solo personaje? Este misterio no se aclara sino hasta la enseñanza de Jesús en los Evangelios. Lo que se conceptuaba en el Antiguo Testamento como una sola venida del Mesías llegaba a convertirse en dos venidas, según la enseñanza de Jesús.
II. La Segunda Venida En El Nuevo Testamento:
El Nuevo Testamento se refiere a la Segunda Venida como "la esperanza bienaventurada" (Tit. 2:13), tema que aparece unas trescientas veces repartidas en casi todos los veintisiete libros.
2.1.
En La Enseñanza De Jesús.
Aunque muchos eruditos estudiosos de la
escatología (la
doctrina de los tiempos futuros) ponen en tela de juicio la Segunda
Venida como acontecimiento histórico, es claro que Jesús la anunció. Al
principio del siglo XX, J. Weiss y A. Schweitzer abogaron por una
interpretación completamente escatológica de la enseñanza de Jesús y afirmaron
que este esperaba que el REINO DE DIOS y
el Hijo del
Hombre (un tercero) viniera durante
su estancia terrenal (comp. Mt. 10:23), postura que impugna la veracidad de los
evangelistas.
C.H. Dodd, en cambio, formuló la postura
de la "escatología
realizada", que afirma que las bienaventuranzas "finales"
se experimentan ahora mismo y que no hay una consumación literal del proceso
humano. (Dodd
modificó luego este último detalle). Pero la enseñanza neotestamentaria
no sostiene ninguno de estos dos extremos, aunque pudiera haber algo de verdad
en los dos.
La base de la Segunda Venida se encuentra en muchos pasajes de los Evangelios,
especialmente en el discurso escatológico de Jesús (Mr. 13:2). Jesús se refiere
a sí mismo como el Hijo del Hombre que vendrá en la GLORIA de su Padre con los ÁNGELES (Mr.
8:38; 13:24-27; 14:62; Jn. 14:3, 28).
Aunque algunos eruditos tergiversan estos
pasajes, no es posible eliminar de los EVANGELIOS todo vestigio de una Segunda Venida. La
misma abundancia de referencias al tema hace improbable que los apóstoles
crearan esta doctrina. Es obvio que existe una dificultad en los dos dichos de
Jesús que indican una venida muy pronta:
· Antes que los discípulos recorrieran las
ciudades de Israel (Mt.
10:23) o antes de
que algunos de sus oyentes murieran (Mr. 9:1; GENERACIÓN), pero es factible explicar que estas profecías se cumplieron en la
muerte y resurrección de Jesús;
· Porque estos hechos fueron una manifestación
sobresaliente del Reino, por los cuales Jesús triunfó sobre Satanás y sobre la
muerte.
Además, por esos hechos Jesús fue
proclamado el SEÑOR
del cielo y la tierra (Mt. 28:18). En otras palabras, el acontecimiento
fundamental del Reino es la muerte y la resurrección de Jesús, no su parusía.
Si Jesús enseñaba una Segunda Venida, surge la pregunta: ¿esperaba Él un período
entre su ASCENSIÓN y su parusía? Algunos eruditos insisten en que no, en
vista de que Mt. 10:23; Mr. 9:1; 13:30 hablan de un regreso inmediato. Su
argumento es así: Jesús esperaba regresar casi inmediatamente y cuando no
apareció, la iglesia cambió la idea de un regreso inmediato por la de una tarea
misionera, con el resultado de que la parusía fue postergada.
Pero es inaceptable este concepto de la iglesia y la formulación
de sus doctrinas en vista de los siguientes hechos:
1. Jesús sí enseñaba
que habría un período entre el fin de su ministerio y la parusía
(Mr. 13:10; comp. Mt. 24:14). Tal espera está implícita en las parábolas del
Reino, especialmente en aquellas que hablan de la ausencia de la figura central
del relato (Mt. 24:45-51; 25:1-13, 14-30). Sin el regreso del Señor, la
parábola quedaría trunca, porque la entrega de responsabilidades al principio
demanda el desenlace de los galardones al final. Así también lo que Jesús
empezó a hacer quedaría trunco si no volviera a completar el proceso.
2. Jesús fue
proclamado Señor del cielo y de la tierra (Mt. 28:18), lo que significa que con
su exaltación el evangelio rompe los límites nacionales de Israel y asume
características universales. Resulta lógico entonces que el señorío de Jesús se
proclamase en todo el mundo para que la oferta de perdón y vida eterna fuera
conocida de todos. Por ende, precisa programar un período de tiempo para la
evangelización del mundo.
3. La enseñanza de
Jesús acerca del Reino de Dios refleja una tensión grande entre el aspecto
presente (visto en la vida y obra de Jesús)
y el aspecto futuro. Si interpretamos el Reino de Dios, o en términos puramente
futuristas sin aspecto presente y período intermedio (Schweitzer), o en
términos de una escatología realizada en
este tiempo sin futuro alguno (Dodd), no hacemos justicia a la enseñanza de
Jesús.
Él dejó inaugurado
el Reino en las obras maravillosas de su ministerio y especialmente en su
muerte y resurrección. Por tanto, se puede decir con Cullmann que la batalla
decisiva se ha ganado, y solo se espera la terminación de la guerra y la
proclamación del gran día de victoria. Durante el actual período intermedio se
experimentan muchas de las bendiciones del futuro, hay escatología realizada (1
Cor. 10:11; Heb. 6:5).
Además, los creyentes ya tienen la vida eterna (Jn. 3:16), característica del siglo venidero (Mr. 10:30), pero eso no significa que se omita la consumación final. La victoria sin par de la muerte y resurrección de Jesús quedaría inconclusa si no llega a abatir visiblemente el reino del mal aquí en la tierra.
En resumen, la enseñanza de los Evangelios es clara:
· Al final del proceso de evangelización del
mundo, en un momento que solo el Padre conoce (Mr. 13:32),
· Jesús vendrá personalmente sobre las NUBES en la misma forma corporal en que se fue (Hch. 1:11).
Su parusía
será acompañada con TROMPETAS, voces, gloria, y poder; los ángeles
estarán presentes para recoger a los escogidos de los cuatro ángulos de la
tierra.
Entonces el Señor se sentará sobre su trono para juzgar a todos los que tienen alguna relación con el Reino, según sus obras (JUICIO). De acuerdo con el sermón escatológico, la parusía es precedida por un tiempo de horrible persecución (Mr. 13:25s) y seguida por el establecimiento del reino de justicia del Hijo del Hombre (Mt. 25:34; MILENIO).
2.2.
En La Enseñanza De Pablo.
La orientación paulina sigue la pauta de
Jesús, aunque agrega varios énfasis nuevos. El más notable quizás es la
relación estrecha establecida entre la parusía
y la RESURRECCIÓN (o
transformación) de los creyentes (1 Cor. 15:23, 51s; Filp. 3:21; 1
Ts. 4:13-17). Aunque hay intérpretes que distinguen una etapa previa a la
Segunda Venida, a la cual llaman "el arrebatamiento secreto de la iglesia",
parece militar contra tal postura la publicidad mundial de la venida que
insinúa 1 Ts. 4:16: "El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios descenderá del cielo".
Los muertos en Cristo resucitarán primero,
y ocurrirá entonces la transformación de los creyentes vivos. Pero esto no
sucederá sino hasta que haya venido la apostasía y aparezca el hombre de pecado
(2 Ts. 2:1-8, ANTICRISTO), a quien el
Señor destruirá "con el espíritu de su boca y con el resplandor de su venida".
No es solamente un momento de distribuir recompensas a los fieles (2 Ts. 1:7-10)
sino la ocasión en que todos los hombres han de rendir cuentas de sus acciones
(1 Cor. 3:13ss; 4.5; 2 Cor. 5:10).
2.3.
En El Resto Del Nuevo Testamento.
Por lo general, la enseñanza sobre la
Segunda Venida en el resto del Nuevo Testamento sigue de cerca la norma que
Jesús estableció. Solo en Segunda de Pedro y en Apocalipsis se describen los
resultados cósmicos de la Segunda Venida. Aunque a los "burladores" les parece
que el Señor retarda su promesa, realmente Él está esperando que los hombres "procedan al
arrepentimiento" (2 P. 3:9). Pero el día del
Señor vendrá como "ladrón en la
noche", inesperadamente, y el cielo y la tierra serán quemados.
Tanto en Pedro como en Pablo el día del Señor es el día de la parusía.
Como libro de consolación escrito durante
la persecución, APOCALIPSIS
aporta datos importantes sobre la Segunda Venida de Cristo. Todo ojo lo verá llegar
y todas las naciones de la tierra lo lamentarán (1:7; comp. Mt. 24:30). En la
final trompeta (11:15-19), el reino de este mundo pasa a ser de Dios y de su
Cristo, quien reinará para siempre jamás (11:15).
Apocalipsis concuerda con lo escrito por Pablo al describirse la lucha feroz entre las fuerzas del mal y del bien, guerra que causa tremenda TRIBULACIÓN y termina en el castigo de los líderes del reino satánico (19:20; 20:10, DEMONIOS). Entonces Cristo y los justos empiezan un reino de mil años en la tierra (MILENIO, 20:1-10) durante el cual Él suprime todo dominio, autoridad, y potencia enemiga (1 Cor. 15:23-28). Así que la parusía desata una serie de sucesos cósmicos que cumplen todo lo que escribieron los profetas, sobre todo en el libro de Daniel (7:13ss).
2.4.
El Significado De La Segunda Venida.
La Segunda Venida del Señor Jesucristo ha tenido un valor permanente para el cristianismo, y
a través de los siglos ha sido una fuente de inspiración y confianza. Sobre
ella se basan todas las exhortaciones a la pureza, fidelidad, santidad,
vigilancia NOCHE;
DÍA)
y responsabilidad. El juicio de Mt. 25:31-46 enseña que quienes esperan de
veras el regreso de su Señor son los que muestran compasión hacia los
desvalidos y necesitados.
Toda la creación gime hasta la liberación
final, tanto de los hijos de Dios como el universo entero (Rom. 8:18-23).
"Amén;
sí, ven, Señor Jesús" (Ap. 22:20 MARANATA).
___________
Nota:
1) Maranatha
= (arameo, marana’athah,
¡Nuestro Señor viene!). Una expresión que
significa “Nuestro
Señor viene” (1 Cor. 16:22). Pablo usó esta palabra en contraste con
anathema, la maldición que llega a los
idólatras. (Diccionario Bíblico Mundo Hispano).
G3134 μαρὰν ἀθά =
marán adsa:
de origen caldeo (significa nuestro Señor ha venido); maranata, i.e.
exclamación del juicio divino que se aproxima: - El Señor viene. (Strong).
DIFERENCIA ENTRE: ARREBATAMIENTO Y SEGUNDA VENIDA:
El Arrebatamiento y la Segunda Venida de Cristo con frecuencia son confundidos. A veces es
difícil determinar si un versículo de las Escrituras se está refiriendo al Arrebatamiento o a la Segunda
Venida de Jesucristo.
Sin
embargo, al estudiar la profecía bíblica sobre los últimos tiempos, es muy
importante diferenciar entre estas dos.
A. El Arrebatamiento1) es cuando
Jesucristo regrese para llevarse a Su iglesia (todos los creyentes en Cristo)
de la tierra.
Ayuda
Hermenéutica:
G726 ἁρπάζω = jarpázo: de un derivado de G138; apoderarse de (en
varias aplicaciones): - apoderarse, arrebatar. (Strong).
El
Arrebatamiento
se describe en 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1 Corintios 15:50-54. Los creyentes
que hayan muerto tendrán sus cuerpos resucitados, y junto con los creyentes que
aún vivan, se encontrarán con el Señor en el aire. Esto ocurrirá en un momento,
en un abrir y cerrar de ojos.
B. La Segunda Venida2) es cuando Jesucristo regrese para vencer al
anticristo, destruir el mal, y establecer Su Reino Milenial.
Ayuda
Hermenéutica:
G3952 παρουσία = Parousía: del presente
participio de G3918; estar cercar, i.e. adviento (a menudo, retorno;
específicamente de Cristo para castigar a Jerusalén, o finalmente a los malos);
(por implicación) fís. aspecto: - advenimiento, presencia, venida. (Strong).
La
Segunda Venida se describe en Apocalipsis 19:11-16.
Veamos el siguiente cuadro y
notara la diferencia:
La Importancia De Las
Diferencias: |
|
Arrebatamiento: (jarpázo): |
Segunda
Venida: (parousía): |
(1) En el Arrebatamiento, los creyentes
se encontrarán con el Señor en el aire (1 Tesalonicenses 4:17). |
(1) La Segunda Venida ocurre después de la grande y terrible Tribulación
(Apocalipsis capítulos 6-19). |
(2) El Arrebatamiento es el traslado
de los creyentes de la tierra, como un acto de liberación (1 Tesalonicenses
4:13-17; 5:9). |
(2) La Segunda Venida de Cristo no ocurrirá hasta después de que ciertos
otros eventos del fin de los tiempos tengan lugar (2 Tesalonicenses 2:4;
Mateo 24:15-30; Apocalipsis capítulos 6-18). |
(3) El Arrebatamiento será “secreto”
e instantáneo (1 Corintios 15:50-54)…
|
(3) En la Segunda Venida, los creyentes
regresarán con el Señor a la tierra (Apocalipsis 19:14)… |
Será antes de las
bodas del Cordero (Ap.
19:7-10). |
Será
después de las bodas del Cordero (Ap.
19:11-15) |
1. Las Diferencias Importantes Entre El Arrebatamiento y La Segunda
Venida Son Las Siguientes:
(1) En
el Arrebatamiento, los creyentes se encontrarán con el
Señor en el aire. (1 Tesalonicenses 4:17).
“Luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”. (1 Tesalonicenses
4:17).
Entonces los creyentes que
vivan serán “arrebatados”. El arrebatamiento de los creyentes
descrito aquí, comprende tanto a los creyentes que hayan muerto como a los que
todavía vivan cuando el Señor venga.
Esta venida será en el aire, no a la tierra, y sucederá justamente antes del
comienzo del período de la Tribulación (véase 1:10; Ap. 3:10).
(1) En la Segunda Venida, los creyentes regresarán con el Señor
a la tierra
(Apocalipsis 19:14).
“Y los ejércitos
celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos
blancos”.
(Ap. 19:14)
Los
ejércitos celestiales son los santos glorificados, descritos en el v. 8
utilizando similares símbolos de pureza. Esto puede verse mejor como el tiempo
del Rapto,
cuando la Iglesia triunfante se levante para recibir a Cristo y a los demás
santos que regresen —es decir, los que han muerto— en el aire, en la
Segunda Venida.
Los
santos raptados deben volver inmediatamente a la tierra con Cristo y con los
otros santos.
(2) El Arrebatamiento ocurre antes de la Tribulación (1
Tesalonicenses 5:9; Apocalipsis 3:10).
“Porque no nos ha
puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor
Jesucristo” (1 Ts. 5:9)
V. 9: ira. I, es, la angustia y tribulación asociadas
con el comienzo del día del Señor (v. 3), de las cuales ha de ser preservado el
creyente (1:19).
“Por cuanto has
guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la
prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre
la tierra”. (Ap. 3:10)
yo también te guardare te guardaré de la hora de la prueba. Una promesa de que los creyentes serán preservados del
período de la Tribulación que sobrevendrá al mundo entero (Mt. 24:14-21; véase
arriba 1 Ts. 4:17).
(2) La Segunda Venida ocurre después de la grande y terrible
Tribulación (Apocalipsis capítulos 6-19).
Los
juicios del futuro período de siete años de Tribulación en la tierra son el
despliegue de la ira del Cordero (capítulos 6-19; véase especialmente 6:16-17),
y el regreso de Cristo a esta tierra se describe en 19:11-21[*].
[*]VV. 11-21: La visión de Juan cambia otra vez.
Se abren los cielos y aparece Jesucristo, esta vez no como Cordero sino como
guerrero montado en un caballo blanco (símbolo de
victoria). Jesucristo vino primero como Cordero para ser inmolado
por el pecado, pero volverá como vencedor y Rey para llevar a cabo el juicio (2
Ts. 1:7-10).
· Su primera venida trajo perdón,
· Su Segunda Venida traerá juicio.
La
línea de batalla ha sido marcada entre Dios y el maligno, y el mundo está
esperando que el Rey cabalgue hacia el lugar de la batalla.
(3) El Arrebatamiento es el traslado de los creyentes de
la tierra, como un acto de liberación (1 Tesalonicenses 4:13-17 véase arriba;
5:9[**]).
[**]La Salvación Tiene Tres Dimensiones:
· Pasado,
· Presente y
· Futuro.
Ø Fuimos salvos
(justificados) cuando confiamos en Cristo
por primera vez;
Ø Continuamos siendo salvos
(santificados) mientras el Espíritu Santo
sigue trabajando en nosotros; y
Ø Seremos salvos
(glorificados) cuando obtengamos el triunfo
final del Señor.
(3) La Segunda Venida incluye el quitar a los incrédulos como
un acto de juicio (Mateo 24:40-41).
“Entonces estarán
dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado… Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será
tomada, y la otra será dejada”. (Mt. 24:40-41).
La Segunda Venida de Cristo será
repentina y sorpresiva. No habrá
oportunidad de reflexión tardía, arrepentimiento de último minuto ni regateo.
La elección que ya hayamos hecho determinará nuestro destino eterno.
(4) El Arrebatamiento
será “secreto” e instantáneo (1 Corintios
15:50-54).
“Pero esto
digo, hermanos: que la carne y la sangre no
pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción…
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero
todos seremos transformados, …en un momento, en
un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y
los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados…
Porque es necesario que esto corruptible se vista de
incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad… Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y
esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra
que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria”. (1 Cor. 15:50-54).
Dios le dejó saber
a Pablo que los muertos serían levantados gracias a una instantánea
transformación a la final trompeta. Las trompetas se usaron para congregar al
pueblo de Dios (Núm. 10:1-10) y en las ceremonias de coronación de los reyes de
Israel (1 R. 1:34).
El arrebatamiento
de la iglesia no sólo nos transforma, sino que da la bienvenida a Cristo como
el futuro rey de la Tierra, al encontrarse «con el Señor en las nubes» a su regreso (véase 1 Ts.
4:16-17).
(4) La Segunda Venida será visible para todos (Apocalipsis
1:7; Mateo 24:29-30).
“E
inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se
oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo,
y las potencias de los cielos serán conmovidas… Entonces
aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas
las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes
del cielo, con poder y gran gloria. (Mt. 24:29-30)
V. 29: el sol se oscurecerá. Estos fenómenos
astrales que acompañarán al retorno del Hijo del Hombre, están predichos en Is.
13:9-10 y Joel 2:31; 3:15.
V. 30: la señal. Algunos piensan que es el relámpago del v.
27; otros, la Shekinah3), a gloria, de Cristo; otros prefieren
dejarla sin especificar. En todo caso, es cierto que el Hijo del Hombre mismo
vendrá visiblemente (Ap. 1:7). No parece que haya razón alguna para no tomar
esta parte de la enseñanza de Jesús tan llamamiento como otras partes.
(5) El Arrebatamiento es inminente, a las pruebas de la
Tribulación (Ap. 3:10).
“Por cuanto has
guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la
prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre
la tierra”. (Ap. 3:10)
V. 10: Yo también te guardaré: Reafirmación del
Señor de que, según Ap. 17:6; 17:11-12; 17:15, el Señor es capaz de preservar a
su pueblo de la hora de la prueba, el juicio final, que ha sido y continuará
siendo anticipado por muchas manifestaciones históricas (incluyendo aquellos tiempos que Jesús profetizó
en Mt. 24:21-22).
Los que moran sobre la
tierra: Describe
a la humanidad que se opone a Dios (Mt. 6:10; 8:13; 11:10; 13:3; 13:8; 13:12; 13:14;
14:3; 14:6; 17:2; 17:8).
INTERPRETACIÓN
DISPENSACIONALISTA: La
Iglesia será arrebatada antes
del período de la gran tribulación (véase nota a 1 Ts. 4:17). Los cristianos padecen y continuarán
padeciendo persecución en general, pero la promesa divina: Yo también te guardaré (en griego «fuera de») de la hora de
la prueba es una clara y precisa promesa de liberar a los creyentes de la
próxima gran tribulación (6:1-19:10). No indica que el Señor va a
preservar a los creyentes «en» el desasosiego final en la tierra, sino que
los va a excluir completamente de este.
NOTA:
· Algunos creen que "te guardaré
de la hora de la prueba" significa que vendrá un tiempo de gran
tribulación en el que los creyentes serán librados.
· Otros interpretan
que la iglesia vivirá durante la época de la tribulación y que Dios la
mantendrá firme en medio de ella.
· Otros creen que
eso se refiere a tiempos de gran tribulación en general, los sufrimientos de la
iglesia a través de los siglos.
Cualquiera
que sea el caso, el énfasis está en la obediencia paciente a Dios sin que
importe lo que nos suceda.
(5) La Segunda Venida de Cristo no ocurrirá hasta después de
que ciertos otros eventos del fin de los tiempos tengan lugar (2 Tesalonicenses
2:4; Tito 2:13).
“Pero con respecto a
la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os
rogamos, hermanos”. (2 Ts. 2:1)
2:1ss. Pablo
describe el fin del mundo y la Segunda Venida de Cristo. Dice que están por
venir gran sufrimiento y problemas y que el malvado no prevalecerá porque
Cristo volverá para juzgar a todos. Aunque Pablo presenta algunos signos del
final de los tiempos, su énfasis, como el de Jesús (Marcos 13) está en la
necesidad de que cada persona esté preparada para el regreso
de Cristo, viviendo correctamente
día a día. Si estamos preparados no tenemos que preocuparnos acerca
de los acontecimientos previos al tiempo en que volverá. Dios controla todos los acontecimientos.
“El cual se opone
y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que
se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”. (2
Ts. 2:4)
La
historia judía ya había tenido en Antíoco Epífanes (alrededor del año 167 a.C.)
a un fiero y despiadado monarca que profanó el templo de Jerusalén (Dn. 11:31-36;
el libro de 1 Macabeos, un relato intertestamentario, se refiere a estos
acontecimientos).
Emperadores
romanos como Calígula (37-41 d.C.) y Domiciano (81-96 d.C.) quisieron que se
les considerara divinos. Este potencial corruptor del poder político
caracterizará también al hombre de pecado.
“aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran
Dios y Salvador Jesucristo”. (Tit. 2:13).
La esperanza bienaventurada. La segunda Venida de Cristo.
El poder para vivir la
vida cristiana viene del Espíritu Santo.
Por
el hecho de que Cristo murió y nos rescató del pecado, hemos sido liberados del
control del pecado. Él nos da el poder y la comprensión para vivir de acuerdo a
su voluntad y hacer el bien. Entonces miraremos hacia adelante esperando el regreso
maravilloso de Cristo con ansiosa expectativa y esperanza.
2. ¿Por Qué Es Importante Observar La Diferencia
Entre El Arrebatamiento y La Segunda Venida De Cristo?
(1) Si el Arrebatamiento y la Segunda Venida fueran un mismo evento, los creyentes tendrían que
pasar por la Tribulación (1 Tesalonicenses 5:9; Apocalipsis 3:10).
(2) Si el Arrebatamiento y la Segunda Venida fueran un mismo evento, el regreso de Cristo no es
inminente…. Hay muchas cosas que
deben ocurrir antes que Él pueda regresar a la tierra (Mateo 24:4-30).
(3) Al describir el período de la Tribulación, los
capítulos 6-19 del Apocalipsis en ninguna parte mencionan a la iglesia. Durante
la Tribulación – también llamada “el tiempo de
angustia para Jacob” (Jeremías 30:7) – Dios dirigirá nuevamente Su
principal atención sobre Israel (Romanos 11:17-31).
El
Arrebatamiento
y la Segunda
Venida de Jesucristo son eventos
similares pero separados. Los dos implican el regreso de Jesús. Ambos son
eventos del fin de los tiempos.
Sin
embargo, es de crucial importancia reconocer las diferencias.
Conclusión:
El
Arrebatamiento
es el regreso de Cristo en las nubes para trasladar a todos los creyentes de la
tierra antes del tiempo de la ira de Dios.
La
Segunda Venida es el regreso de Cristo a la tierra, para poner fin a
la Tribulación y para vencer al anticristo y su malvado imperio mundial.
___________
Nota y Bibliografía:
1) jarpazo =
(ἁρπάζω,
G726), arrebatar, llevarse por la fuerza. Se utiliza en los mss. más
comúnmente aceptados en Mt. 12:29: «saquear sus bienes»; en tr aparece Nº 2. Por lo
que respecta a su uso en Mt. 11:12: «los violentos lo arrebatan», el significado es,
como se determina del contexto, que aquellos que tienen verdadero deseo y celo,
en lugar de ceder ante la oposición de los adversarios religiosos, como los
escribas y fariseos, fuerzan su entrada en el Reino para tomar posesión de él.
Comp. diarpazo = saquear,
sunarpazo = arrebatar y llevarse (por ejemp., Hech. 6:12), y jarpax
= rapaz
(por ejemp., Mt. 7:15). (VINE).
2) parousia
= (παρουσία,
G3952), lit: presencia (para
= con,
y ousia = un ser; de eimi
= ser).
Denota tanto una llegada como una consiguiente presencia con. Por ejemplo, en
una carta sobre papiro una dama habla de la necesidad de su parousia en cierto lugar a fin de atender
algunos asuntos relacionados con su propiedad allí. Pablo habla de su parousia en Filipos (Filp. 2:12; en
contraste a su apousia = su ausencia; véase
AUSENCIA).
Otras
palabras denotan la llegada (véanse eisodos
y eleusis = encima). Parousia
se usa para describir la presencia de Cristo con sus discípulos en el monte de
la transfiguración (2 P. 1:16). Cuando se usa del retorno de Cristo, en el
arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente su llegada momentánea por
sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta su revelación
y manifestación al mundo. En algunos pasajes la palabra da prominencia al
inicio de aquel período, implicándose el curso del período (2 P. 3:4). En
otros, es el curso del período lo que es prominente (Mt. 24:3; 24:37; 1 Ts. 3:13;
1 Jn. 2:28); en otros la conclusión del período (Mt. 24:27; 2 Ts. 2:8).
También
se usa esta palabra del Inicuo, del hombre de pecado, de su acceso al poder y
de sus actos en el mundo durante su parousia
(2 Ts. 2:9). Además de Filp. 2:12 (véase más arriba), se usa de la misma manera
del apóstol, o de sus compañeros (1 Cor. 16:17; 2 Cor. 7:6-7; 10:10; Filp. 1:26);
y del día de Dios (2 P. 3:12). Véanse PRESENCIA, VENIDA.
Nota:
Para un tratamiento más pleno de parousia , vease Notes on Thessalonians , por
Hogg y Vine, pp. 87, 88. (VINE)
3) SHEKINÁ = (habitación). La palabra en sí no se encuentra en la
Biblia. Se usa en el Tárgum y en los escritos cristianos primitivos para
referirse a la presencia de Dios. Sin embargo, la idea que expresa esta
palabra, "Dios
que habita, que mora entre los hombres", es un concepto básico
tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Debe leerse junto
con la palabra "GLORIA", presencia de Jehová. En Nm. 16.42,
la nube oculta y revela la presencia de Dios. Dios habita entre los hombres por
su sola voluntad, y permanece siempre Señor de su presencia (Éx. 19:9, 16, 18).
No se puede disponer de ella. Hay que confiar en ella y obedecerle (Éx. 13:21,
22; Éx. 40:34-38). Así desciende sobre el templo (1 R. 8:10) y habita allí
entre querubines (Salm. 80:1; Is. 6:1-9).
Sin
embargo, la tradición profética no da por sentada la permanencia de esa
presencia, independientemente de la conducta del pueblo y la voluntad divina
(Jr. 7:4ss; Ez. 8:6). En el Antiguo Testamento se afirma que en los tiempos
mesiánicos volverá la Shekinah
(Ez. 43:7, 9; Hag. 1:8; Zc. 2:10; Is. 60:2). En el Nuevo Testamento el pasaje
central sobre la encarnación (Jn. 1:14: "habitó entre nosotros") es una clara
referencia a la tradición veterotestamentaria de la Shekinah.
En Lc. 2:9; Mt. 17:5; 2 P. 1:17 encontramos manifestaciones alusivas
directamente a fenómenos visibles o audibles que acompañaban esa presencia
divina. (Nuevo Diccionario Ilustrado De La Biblia. Wilton M. Nelson).
- e-Sword-the. LEDD.
-
CBSJ V, 78.6-92. EBDM V, col. 891-895. DBH, col. 1451-1457; DTB, pp. 760-765;
VD III, pp. 292-313. O. Cullmann, La cristología del Nuevo Testamento,
Methopress, Buenos Aires, 1965, pp. 109-190. Varios, Mysterium liberationis, La
Biblia y el futuro.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Teología Básica RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 11//3//2022. MISIÓN
BAUTISTA: “Emanuel”. Ciudadela de
Noé. Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa.
Cerca del Hospital Regional II. Cel.
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