PARTE
II
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
EL
DIVORCIO:
Las Escuelas de Hillel, y Shammai; Y la Enseñanza de Jesús.
El divorcio es un tema complejo, polémico y nada nuevo en
la historia de la humanidad. Afecta la totalidad del ser humano: física, moral y espiritualmente.
2.1. Las Escuelas de Hillel y Shammai:
Hillel y
Shammai eran rabinos judíos que fundaron dos escuelas de pensamiento filosófico
y religiosos:
Ø Hillel, muerto alrededor del año 10 a. C., enseñaba que
el judío podía divorciarse de su mujer por cualquier causa.
Ø Shammai, contemporáneo de Hillel, sostenía que el
divorcio solo se permitía por causa de adulterio.
Las dos
escuelas aceptaban el divorcio, solo diferían en su interpretación de
Deuteronomio 24:1.4, texto que usaban como base para respaldar sus tesis.
“Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa… Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre… Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer,… no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad”. [1]
2.2. La Enseñanza De Jesucristo:
En el
tiempo de Jesús, prevalecía el concepto de Hillel, acentuado, además, por una
profunda discriminación de la mujer, que no tenía derecho a divorciarse.
Así
encontramos el ambiente ideal para que los seguidores de Hillel sometieran a
Jesús a la trampa de definir su posición frente al divorcio.
La enseñanza de Jesús se registra en tres de los evangelios: Mateo 5:31-32; 19:3-10; Marcos 10:2-12 y Lucas 16:18.
Atendiendo a la similitud del texto dividiremos estos pasajes en dos grupos de
estudio:
Ø Textos con restricción –Mateo 5:31-32 y 19:3-10- y
Ø Textos sin restricción: Marcos 10:2-12 y Lucas 16:18.
A. Textos Con Restricción.
Se llaman así porque encontramos en ellos la cláusula restrictiva “a no ser por causa de…”.
Veamos el primero de ellos.
Jesús y el divorcio:
“También fue dicho: Cualquiera que repudie [despide] a su mujer, dele carta de divorcio… Pero yo os digo que el que repudia [divorcia] a su mujer, a no ser por causa de
fornicación* [adulterio], hace que ella adultere; y el que se
casa con la repudiada [ ], comete adulterio**”.
(Mt. 5:31-32.
RV1960)
Ayuda
Hermenéutica:
*G4202 πορνεία = porneía: de G4203;
prostitución (incluido adulterio e incesto); figurativamente idolatría: - fornicación.
**G3429 μοιχάω = moijáo: de G3432 (voz media) cometer adulterio: - adulterar, cometer adulterio. (Strong).
En
el Sermón del Monte, Jesús declara, por primera vez, de una manera
extremadamente clara y concluyente: Cualquier divorcio motivado por otra causa que no
sea el adulterio no rompe el matrimonio.
Por lo tanto, si ambos cónyuges deciden casarse de nuevo, cometerán
adulterio, ya que delante de Dios continúan siendo un matrimonio.
No obstante perece claro que el interés de Jesús en este pasaje se enfocaba, más que en la validez del matrimonio posterior al divorcio, en el peligro al que se sometió a la mujer repudiada sin causa válida, como se desprende del versículo 32: “que cometa adulterio”.
En
el segundo pasaje encontramos la declaración más extensa y definida de Jesús en
todos los evangelios.
Jesús Enseña Sobre El Divorcio:
“Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a las regiones de Judea al otro lado del Jordán… Y le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí… Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole [para probarle] y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?... El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo,… y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?... Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre… Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?... Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así… Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación = [a no ser por causa de…” Versión libre], y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera… Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. (Mateo 19:1-10. RV1960)
Aquí
encontramos la misma cláusula restrictiva. “a no ser por causa de…” [En algunas versiones dice “salvo por causa de”],
pero el contexto es más amplio que el del anterior. Examinemos algunos puntos:
·
“…
para probarle…”.
El texto indica que los fariseos
se acercaron con una intención clara: tentar a Jesús. Querían que se parcializara por una de las dos
corrientes de la época. El Maestro definió su posición, que se acercaba mucho a
la escuela de Shammai.
·
“…
por cualquier causa…”.
Este segundo elemento nos deja ver que los
fariseos que entrevistaban a Jesús eran partidarios de la escuela de Hillel. Lo
innovador en esta enseñanza de Jesús es que se eliminara la pena de muerte para
el adultero, registrada en la ley (Lv.20:10; Dt.22:22). La costumbre de matar a
ambos cónyuges se mantenía en Israel en tiempos de Cristo, como lo prueba el
episodio de la adúltera en Juan 8:1-11.
·
“…
lo que Dios juntó, no lo separe el hombre…”.
Los defensores del matrimonio indisoluble
usan este texto para decir que aquello que Dios ha unido (y entienden que todo
matrimonio es unido por Dios) no pueden separarlo los hombres. Ahora bien, el
pasaje bíblico no dice que el hombre “no puede separar” lo que Dios juntó,
sino que “no lo separe”, lo cual indica que el hombre tiene capacidad para
separar lo que Dios quiso tener unido, es decir, el matrimonio.
Creo que el texto era más una crítica de
Jesús al divorcio “por cualquier causa” –muy frecuente en el pueblo judío-, que una
prohibición expresa del Maestro a todo tipo de divorcio.
·
“… a
no ser por causa de fornicación…”.
De nuevo se nos presenta aquí la restricción
que tanto ataca la escuela de Hillel. Esta expresión la usan algunos para
indicar que se refiere a los casos en que el esposo comprobaba, al consumar [el acto sexual] el matrimonio, que
su esposa no era virgen, y que por tanto había fornicado.
·
“…Si
así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse…”.
La actitud de los discípulos de Jesús frente
a Su declaración es opuesta a la enseñanza que acaba de darles, lo que nos
muestra que también fueron influenciados por la corriente de Hillel.
B. Texto
Sin Restricción.
Los llamados así porque carecen de la
cláusula restrictiva que contienen los pasajes comentados del Evangelio de
Mateo. Veamos entonces el primer de ellos.
“Y se acercaron los fariseos y le
preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer… El, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés?... Ellos dijeron: Moisés permitió dar carta de divorcio, y repudiarla…Y
respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este
mandamiento;… pero al principio de la creación,
varón y hembra los hizo Dios… Por esto dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,… y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos,
sino uno… Por tanto, lo que Dios juntó, no lo
separe el hombre…
En casa
volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo,… y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se
casa con otra, comete adulterio contra ella;… y si la mujer repudia a su marido
y se casa con otro, comete adulterio.
(Mr. 10:2-12 RV1960).
En 1987, en Gran Bretaña, hubo 398,000
matrimonios -35% de personas divorciadas- y 165,000 divorcios. Durante los
últimos 25 años, el promedio de divorcios ha aumentado en 600%, el más alto en
la Comunidad Europea. En Estados
Unidos 66% de los matrimonios terminan en divorcio.
[2]
Observe las iglesias
veinticinco años atrás, el mismo tiempo de los estadistas, y véalas hoy. ¿En
qué difiere la realidad de su iglesia con los promedios seculares actuales? ¿Está cambiando la
base bíblica de nuestra teología acerca del matrimonio o estará el espíritu del
maligno (1 Jn. 4:3), operando en la iglesia de hoy, engañando aun a los
escogidos en cuanto a su vida conyugal?
En el 2018 se reportaron 16,742
divorcios Perú:
La tasa de divorcios en el país representa 5 por cada 10,000 habitantes, siendo la Provincia Constitucional del Callao la que registra la tasa más alta, al reportar 13 por cada 10,000 habitantes.
Este
pasaje es paralelo a Mateo 19. El contenido es
prácticamente el mismo, por lo que todo lo dicho sobre aquel es válido para
este. No obstante, estudiaremos lo que enfatizamos en el mismo.
·
“…
En casa sus discípulos…”.
Esta es una de las diferencias que hay
entre este texto y el de Mateo. Como parece que los
discípulos pensaban como Hillel, y les molestó la respuesta de Jesús al asunto
del divorcio, continuaron tratando el tema con el Maestro en la casa.
Cabe entonces suponer que Jesús reafirma su enseñanza,
pero en este caso, como ellos creían que la mujer de la que hablaba se había
divorciado sin causa justificada, no incluye la cláusula restrictiva.
·
“…
Cualquiera que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio…”.
Si el único evangelio fuera el de Marcos, tendríamos que
deducir que Jesús desaprobaba el divorcio bajo cualquier condición, aunque
existiese adulterio en el matrimonio.
Afortunadamente tenemos cuatro. Así, pues, aunque no se registre la cláusula restrictiva
en este Evangelio de Marcos, el concepto de Jesús era el mismo que se relata en
Mateo. Debemos tener en cuenta que los únicos evangelistas que estuvieron al
lado de Jesús fueron Mateo y Juan.
· “… Y si la mujer se divorcia de su
marido y se casa con otro, comete adulterio…”.
En esta ocasión, Jesús hablaba de la mujer que se
divorciaba, sin haber adulterio, en cuyo caso quedaba expuesta a cometer
adulterio si decidía casarse después de recibir carta de divorcio.
·
El
último texto evangélico respecto a la enseñanza de Jesús sobre el divorcio es
Lucas 16:18.
“Cualquiera que se divorcia de su mujer y se casa con otra
comete adulterio. Y el que se casa con la divorciada por su marido
comete adulterio”. (Versión Libre)
“Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera”. (Lucas 16:18. RV1960)
2.3. La Enseñanza Apostólica:
Cuando
el apóstol Pablo se refiere en sus escritos al tema del divorcio, no lo trata
en profundidad, sino que lo hace parte del contexto general de los temas
familiares que tanto afectaban a aquellos creyentes influenciados por la
sociedad griega. Así podemos ver en 1 Corintios 7 se refiere a:
· Los creyentes casados
(vv.1-11).
· Los creyentes casados con
incrédulos (vv. 12-16).
· Los creyentes solteros
(vv. 25-34).
· Los padres de las vírgenes (vv. 36-38).
· Las viudas (vv.39-40).
Entonces los primeros cristianos consentían el divorcio por dos
razones concretas:
1. Adulterio.
2. Abandono del creyente por su cónyuge incrédulo.
Ya en la iglesia primitiva. Lactancio (250-325 d. C.).
Pollentius, y Ambrosiaster (s. IV), sostenían que la parte inocente de la pareja podía volver a casarse.
San Agustín, considerado uno de los más grandes teólogos, sostuvo bastante tiempo la posición de que el matrimonio es indisoluble, pero luego escribió un “Auto de duda”, y reconoció que la excepción dada en Mateo, podría significar autorización para volver a casarse tras el divorcio por adulterio.
Conclusiones:
Después de
analizar el delicado tema del divorcio, podemos resumir lo siguiente:
· El plan de Dios es
el matrimonio estable.
· La enseñanza de
Jesús permitía el divorcio y nuevo casamiento del cónyuge inocente solo por
causa de adulterio.
· Según la enseñanza
combinada de Jesús y Pablo solo hay dos causas justificadas para el divorcio:
v Adulterio, y
v abandono del cónyuge.
· De acuerdo a Pablo
pareciera que la persona que llega a Cristo divorciada tiene derecho a contraer
nuevo matrimonio.
· ¿Puede volver a casarse el
cónyuge inocente? Esta es la conclusión más controversial debido a que
es difícil determinar la “parte inocente”, ya que ambos cónyuges
normalmente contribuyen a la separación.
____________
Nota:
[1] Este pasaje no
dispone sanción divina alguna por el divorcio; por el contrario, simplemente
reconoce que ésta era una práctica común entre los israelitas. Si la mujer
recibía una carta de divorcio quedaban anulados todos los derechos del marido a
la dote que ella había traído al matrimonio.
Cuando Jesús
discutió sobre este pasaje con los fariseos, declaró que Moisés permitía el
divorcio a causa de la dureza del corazón humano, por lo que Dios nunca
favoreció el divorcio (véase la nota a Mateo 5:31-32*).
*Los fariseos
interpretaban las enseñanzas de Moisés sobre el divorcio (Deut.24:1) en el
sentido de que un hombre podía repudiar a su mujer virtualmente por cualquier
motivo. Jesús se opone aquí a este abuso, y restringe el divorcio a los que son
por causa de fornicación, una expresión que define cualquier desviación de las
claramente establecidas normas bíblicas para la actividad sexual (por ej.
homosexualidad, adulterio, fornicación y prostitución; véanse también el texto
y la nota a 1 Cor.7:10-11**).
**No yo, sino el
Señor: Jesús no se refirió a todos los detalles posibles de la vida
matrimonial, pero le pidió a sus discípulos que guardaran el orden creado por
Dios y nunca deshicieran el vínculo matrimonial (Mateo 19:3-9). Una pareja
cristiana debe dar testimonio al mundo manteniendo indisoluble su matrimonio.
Ella representa el verdadero pacto de amor y quienes la forman deben vivir y
crecer en el espíritu de perdón y reconciliación. Habiéndose referido al
matrimonio ideal, Pablo, quien conocía la realidad de las tensiones y los
fallos humanos, menciona la permisibilidad del divorcio (y si se separa [Mateo 5:11]).
Esta autorización
de divorcio está sometida a una muy estricta regulación: no adulterio, lo cual significa que no puede haber un nuevo
matrimonio, en este caso a menos que se lleve a cabo con la persona de que
previamente se había divorciado (quédese sin casar, o reconcíliese con su
marido [Mt.5:11]). No está claro por qué Pablo habla desde la perspectiva de la
mujer, pero el principio se aplica a ambos sexos.
Aunque esta
sección contiene la más amplia declaración paulina sobre el tema del divorcio y
el nuevo matrimonio entre cristianos, no encierra todo lo que tiene que decir
la Biblia sobre este tema (véase el texto y las notas en Mateo 5:31-32, parte
superior).
[2] John Stott,
Decisive Issues Facing Christians Today [Cuestiones decisivas que enfrentan los
cristianos de hoy]. Fleming H. Revell, Grand Rapids, Michigan. 1984. P. 286.
Véase Parte III.
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