Los Evangélicos Latinoamericanos
y La Política:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Los evangélicos latinoamericanos y la
política: Historia, etapas de participación y desafíos.
Alimentados por una genuina preocupación
acerca de las situaciones de sus países, los evangélicos han entrado en
política con todo tipo de consecuencias.
En las últimas décadas hemos visto a la
política ampliar su influencia, ya no limitada solo a lo macrosocial, o la
macroeconomía. Hoy la política debate acerca de temas como la sexualidad, la
vida y lo moral.
Ante esta expansión, muchos cristianos han
sido los primeros en acusar a la iglesia de estar dormida, insinuando que
debería estar más involucrada en las cuestiones políticas de sus países. ¿Pero son
realmente válidas estas acusaciones?
En este breve repaso se enumeran las experiencias evangélicas en política en Latinoamérica durante las últimas décadas, para intentar esbozar las etapas de esta relación complicada. Sería muy difícil recopilar todas las experiencias, además de comprender cada una de ellas en profundidad. Cada país cuenta con sus propias dinámicas políticas, pero una mirada general permite trazar un recorrido común entre las diferentes experiencias.
1. Partidos Evangélicos En América Latina:
Guatemala:
La primera experiencia significativa
sucedió en Guatemala, con
la llegada de Efraín Ríos Montt al gobierno. Hombre de carrera militar con
reputación de recto, se presentó y perdió las elecciones de 1974, aunque muchos
aseguran que fue perjudicado con fraude. Estuvo en España algunos años y volvió
a su país para reinventar su carrera política: abandonó el catolicismo y se convirtió
en líder evangélico y dirigió su propia iglesia El Verbo, desde donde acrecentó
su popularidad.
En marzo de 1982 participó del golpe de
estado que lo puso a la cabeza del gobierno durante un año. En el marco de la
guerra fría y la lucha contra el marxismo, Ríos Montt dirigió Guatemala con
mano dura, siendo acusado de ordenar masacres entre los campesinos mayas ixil.
No logró eliminar la corrupción en su propio gobierno y quedó él mismo envuelto
de acusaciones de malversar fondos públicos a través de su iglesia evangélica.
Fue derrocado en agosto de 1983, aunque
continuó en la vida pública y política hasta su muerte en 2018. Fue una figura
controversial; sus defensores afirman que detuvo el avance marxista y evitó la
anarquía en la que se hundía Guatemala. En 2013 fue condenado a 80 años de
prisión por genocidio y crímenes de lesa humanidad, aunque luego la condena
quedó anulada.
En 2016, el evangélico Jimmy Morales llegó a la presidencia. Profesor en
teología por el Seminario Teológico Bautista, fue apoyado por los sectores de
derecha, entre ellos las iglesias evangélicas. Llegó al poder con una gran
aprobación de la opinión pública, pero su imagen se desplomó a lo largo de su
mandato, al verse envuelto en escándalos de corrupción y financiación ilícita
de su campaña. En 2020 fue sucedido en el gobierno por Alejando Giammattei,
político católico conservador y de derecha, a quien los evangélicos han
demostrado su apoyo también.
Otro representante evangélico en la política guatemalteca fue Harold Caballeros. Abogado y fundador del ministerio El Shaddai, una iglesia de más de 12,000 miembros en el país y filiales en otros lugares de América y Europa. Luego de más de 20 años se retiró del ministerio para fundar el partido Visión con Valores (VIVA), una propuesta republicana y liberal. Actualmente Caballeros se mantiene al margen de la política, pero el partido continúa participando en alianzas con otros partidos de derecha.
Costa Rica:
En Costa Rica surgió en
1982 el Partido Alianza Nacional Cristiana (PANC), que no obtuvo mayores logros
hasta el 2006, cuando adhirió al Movimiento Libertario y un año más tarde
desapareció. Ex miembros del PANC fundaron en 1995 el Partido Renovación
Costarricense (PRC), logrando poner al abogado y pastor Justo Orozco en la
Asamblea Legislativa. En general, este partido ha logrado resultados muy pobres
y ha entrado en negociaciones con otros partidos de derecha, de cara a las
próximas elecciones presidenciales de 2022.
Pero tal vez el partido confesional más importante de Costa Rica sea el Partido Restauración Nacional. Fundado en 2004 por el pastor Carlos Avendaño, quien renunció al PRC y armó su propia plataforma política. En las elecciones de 2018 su candidato presidencial, Fabricio Alvarado, logró casi el 25% de los votos, forzando así una segunda vuelta. Finalmente sería derrotado en el ballotage, pero consiguiendo varios puestos en la Legislatura.
Venezuela:
Las experiencias en Venezuela iniciaron en 1987, cuando la Organización
Renovadora Auténtica (ORA) se presentó a elecciones prometiendo “gobernar Venezuela
según la biblia evangélica”; obtuvo dos representantes en el
Congreso. Durante la siguiente década irá quebrándose debido a diferencias
internas y derrotas electorales, hasta su disolución en el año 2000. Reapareció
bajo el liderazgo de Luis Reyes Castillo y desde 2013 ha apoyado continuamente
al régimen de Nicolás Maduro.
En 2018, el pastor Javier Bertucci, de la Iglesia Maranatha Venezuela, lanzó su carrera política mediante su partido “El Cambio”, afirmando ser “luz entre las tinieblas” para derrotar a Nicolás Maduro y traer un cambio en el país. Desde 2010 enfrenta cargos por contrabando y asociación ilícita, y en 2016 estuvo involucrado en el escándalo de los Panama Papers. En las elecciones de 2018, su partido logró captar el 10% de los votos, para conseguir así cuatro diputados. El ex militar y pastor Alfonso Campos es otro de los líderes del partido.
Perú:
Fue en Perú donde sucedió, tal vez, la primera participación
significativa de los evangélicos en política. Partidos sin mayor trascendencia
aparecieron en la década de los ‘80, como el Frente Evangélico FE (1980) y la
Asociación Movimiento de Acción Renovadora (1985), hasta que, en las elecciones
de 1990, el ingeniero Alberto Fujimori logró llegar a la presidencia con el
apoyo de los evangélicos.
Existen muchos mitos acerca de la
influencia evangélica en el triunfo de Fujimori, pero lo cierto es que los
evangélicos eran apenas una fuerza más dentro del bloque y una minoría
religiosa en el país, por lo que es poco probable que hayan logrado inclinar la
balanza. Aunque es cierto que el apoyo evangélico fue real.
La victoria electoral dispuso que 18
representantes evangélicos lleguen al Congreso de Perú, y el pastor Carlos
García García asumió como segundo Vicepresidente de la República. Pero el
entusiasmo duró poco, pues Fujimori se fue desvinculando de sus bases evangélicas
y finalmente tomó el Congreso en el autogolpe de estado de 1992.
El pastor García se opuso al golpe y al
giro autoritario de Fujimori, debiendo buscar asilo en la Embajada Argentina.
Luego se alejó de la política, dedicado al ministerio y en 2002 recibió la
Medalla de Honor de parte del Congreso de Perú, por su defensa y compromiso con
la verdad y la democracia.
Fujimori se mantuvo en el poder hasta el
año 2001, cuando una serie de escándalos desembocaron en una crisis política.
El arquitecto y pastor evangélico Humberto Lay Sun fue invitado a participar de
comisiones anticorrupción, iniciando así su propia carrera política. Fundó el
partido Restauración Nacional (RN) en 2005, junto a otros líderes evangélicos,
para participar de las elecciones generales del año siguiente.
En 2016, RN participó de la Alianza para el Progreso, con Lay Sun como candidato a segundo vicepresidente, pero éste renunció a su candidatura luego de que se conocieran escándalos políticos dentro de la Alianza. Sin mucha más participación, Lay Sun abandonó la Restauración Nacional y volvió al ministerio. El partido se refundó y adoptó una tendencia más liberal en materia social, alejándose así de sus raíces evangélicas. Entre otros que dejaron sus pulpitos como: Rosas, Hurtado, etc.…
Nicaragua:
Nicaragua es otro caso
particular. En 1992 se fundaron dos partidos confesionales, pero sin mayor
trascendencia. En 1995, el pastor Guillermo Osorno fundó el partido Camino
Cristiano Nicaragüense (CCN), con el argumento de que su país necesitaba un
gobernante evangélico. Un grupo de pastores disidentes se separó para formar el
Movimiento Unión Cristiana (MUC) en el 2000.
Seis años más tarde, otro grupo de
pastores disidentes lanzó Alternativa para el Cambio. Los tres partidos son
actualmente aliados al presidente Daniel Ortega, del Frente Sandinista de
Liberación Nacional (histórico partido de izquierda), quien lleva en el poder
desde 2007.
Por otra parte, el Partido de Restauración Democrática (PRD), bajo el liderazgo del pastor Saturnino Cerrato, pretendía enfrentarse en las próximas elecciones al régimen de Ortega. Sin embargo, otro grupo de pastores evangélicos presentaron una denuncia contra el PRD y Cerrato de “traicionar sus valores evangélicos”, debido a una alianza con otros partidos. Esto fue suficiente motivo para la insólita cancelación del partido de bases evangélicas, gracias a la denuncia de pastores cercanos al actual presidente.
México:
Por su parte, México vio el surgimiento de su primer partido
evangélico en 1995, con el Frente de la Reforma Nacional (FRN), pero sin logros
significativos. En 2006, el abogado Hugo Eric Flores Cervantes fundó el Partido
Encuentro Social (PES), de cuño evangélico, pero más bien pragmático en su
dinámica. En 2017 participó en alianza con el tradicional partido de izquierda
(Partido del
Trabajo), que llevó a la presidencia al candidato de Morena, Andrés
Manuel López Obrador.
Flores Cervantes se reconoce evangélico, como muchos que participan en su espacio político, aunque asegura que PES no es una plataforma confesional. Actualmente el partido ha cambiado su nombre a Encuentro Solidario.
Colombia:
Finalizando con las experiencias latinas, Colombia figura como uno de los países con más partidos
evangélicos en su historia. Durante la renovación de la Constitución de 1991,
algunos espacios evangélicos participaron de la Asamblea. Desde entonces, los
partidos evangélicos colombianos han girado siempre alrededor de una figura
fuerte del movimiento neopentecostal.
En 1990, Cesar Castellanos, fundador del
G12, inició el Partido Nacional Cristiano (PNC). Luego el partido Compromiso
Cívico Cristiano con la Comunidad (C4), fundado 1992 por iniciativa de la
familia Chamorro (Cruzada Estudiantil y Profesional Colombia), y
en 2000 se fundó el Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA),
bajo el liderazgo de la pastora María Luisa Piraquive.
MIRA es el partido confesional que más votos ha logrado en la historia de Colombia y actualmente forma parte de la coalición que llevó a Iván Duque al poder en 2019. Otros líderes evangélicos participan de partidos políticos no confesionales, la mayoría de tendencia conservadora y de derecha. Más recientemente, en 2017 una agrupación de varias iglesias pentecostales fundó el partido Colombia Justa-Libres, que ha logrado 3 escaños en el Senado.
Etapas de la relación entre los evangélicos y la
política1).
Este repaso se enfoca en las experiencias
de partidos confesionales que empezaron a surgir desde 1980 en adelante, con los
evangélicos y pentecostales como grupos protagonistas. Pero las relaciones con
la política vienen desde el periodo de las independencias americanas.
Las iglesias protestantes históricas vieron en la independencia de España una oportunidad para ganar mayores libertades religiosas, por lo que apoyaron a los nuevos gobiernos para asegurarse la libertad de culto. Estas iglesias históricas (anglicana, metodista, etc.) seguirán ligadas a las vanguardias políticas durante los siguientes años, adoptando más tarde la teología liberal alemana y con un perfil muy cercano a la teología de la liberación, pero sin involucrarse en el partidismo político.
La presencia de evangélicos
y pentecostales
en América Latina
es más reciente, creciendo con fuerza desde 1950 y 1960, gracias a los
esfuerzos de misioneros de Estados Unidos. Desde entonces pueden identificarse al menos cuatro
etapas de relación con la política. que pueden variar según las dinámicas
propias de cada país:
1. Separación De La Política.
Durante los años ‘60 y ‘70 la postura de
los evangélicos fue más bien de distancia sobre el mundo político, considerado
como un lugar mundano y lleno de tinieblas. Cualquier incursión en la política
debía ser evitada. En plena “Guerra Fría”,
el contexto de aquellos años fue muy combativo, las posturas ideológicas eran
sostenidas con armas, por lo que involucrarse en política significaba correr
mucho peligro. La experiencia en Guatemala, con el dictador Efraín Ríos y las
masacres cometidas en la lucha contra los insurgentes, sirve como ejemplo de
aquello que se buscaba evitar.
Este distanciamiento también pudo estar determinado, en alguna medida, por la actitud de los mismos misioneros estadounidenses. Al ser ajenos a las culturas donde llegaban, establecían un patrón de conducta ajeno a la realidad política y social donde vivían, más por ignorancia que por mala voluntad. Este patrón de conducta era adoptado por los nuevos convertidos.
2. Búsqueda Del Reconocimiento.
A medida que los evangélicos crecían, se
hizo necesario revertir la imagen negativa que pesaba sobre esta “secta”,
como era conocida. Es aquí cuando comienzan las primeras incursiones en el
ámbito público, buscando reconocimiento del Estado y la sociedad y hasta cierta
igualdad de trato con la Iglesia Católica. Se crearon los primeros partidos
confesionales, como fue en Costa Rica o Perú.
La intención no era alcanzar puestos de gobierno, ya que la política seguía
siendo un espacio prohibido, sino lograr reconocimiento legal y social.
En medio de los gobiernos dictatoriales de la época, los evangélicos se mostraron como una religión capaz de aportar al orden y la paz social. Con ese testimonio ganaron consideración de los diferentes gobiernos, aunque en materia política lograron poco. Sin embargo, se inició una inquietud para mayor participación.
3. Política “desde arriba”.
La década de 1990 significó el fin de la
mayoría de las dictaduras en América Latina, lo cual provocó una apertura
democrática. Nuevos grupos y actores sociales se lanzaron a la carrera política
y los evangélicos no fueron la excepción. Con gran entusiasmo, muchas iglesias
y pastores iniciaron sus primeras experiencias partidistas, la mayoría de las
veces con más fracasos que logros.
Había una fuerte intención de “cristianizar” la política, como objetivo clave para
solucionar las graves problemáticas sociales que habían dejado las dictaduras.
La estrategia “desde arriba” hace referencia al plan de poner un
presidente que pudiera gobernar acorde a los valores cristianos. Conquistar los
espacios centrales de poder era la prioridad para transformar las naciones.
Para esto era necesario que los ciudadanos evangélicos votasen a uno de los
suyos, pero esto rara vez sucedió. La mayoría de los evangélicos siguieron
votando a los partidos que tradicionalmente votaban, como el caso del peronismo
en Argentina.
El caso en Perú también ilustra estas experiencias de decepción política, cuando Fujimori marginó a los evangélicos que le habían ayudado a llegar a la presidencia. Luego de este periodo de decepción, prevaleció una apatía política que también existió en el resto de la sociedad hacia fines de los ‘90.
4. Política “desde abajo”.
Cuando el modelo neoliberal empezó a
sufrir crisis en varios países de América Latina, muchos evangélicos apoyaron a
los nuevos referentes políticos de izquierda, como una salida a los graves
problemas. Aunque estos modelos lograron estabilizar las economías de varios
países, también pusieron en marcha una fuerte agenda progresista.
Estas políticas, alejadas de los valores
cristianos tradicionales, movilizó a los evangélicos para recuperar los
espacios perdidos, pero con una estrategia diferente a las últimas
experiencias. Esta nueva estrategia “desde abajo”
consiste en ocupar bancadas en las cámaras legislativas y los puestos medios de
la política (como
municipios, ministerios o secretarías).
El plan no es conseguir el mando del
poder, sino contener la avanzada del marxismo cultural en temas claves como el aborto, matrimonio igualitario o educación pública. En este sentido, los nuevos partidos evangélicos que han surgido durante los últimos años se
proponen objetivos más realistas, como representar la opinión evangélica en los
ámbitos públicos, antes que gobernar todo el país.
La lucha legal en contra el aborto ha sido una de las banderas de los evangélicos latinos en la arena política.
2. Razones y Desafíos:
Las experiencias políticas de los evangélicos responden a ciertas condiciones y situaciones que las hicieron posibles, aunque en cada país pueda haber otras razones más puntuales. Pero desde una mirada general pueden enumerarse dos razones comunes, que además presentan desafíos de cara al futuro.
Crecimiento Demográfico
y Representación.
Primero debe nombrarse el crecimiento
demográfico, en especial gracias al movimiento pentecostal
y neopentecostal.
A medida que los evangélicos crecen y ganan peso como actor social, piden que
su voz y opinión sea escuchada en el ámbito público. Esto ha llevado a una
búsqueda de representación política, a veces creando partidos confesionales y
otras veces apoyando a candidatos que se ajusten a sus valores.
Pero el crecimiento evangélico también los
ha convertido en el objetivo de la propaganda política, que luchan por captar
su apoyo a cambio de otorgarles ciertos reconocimientos. Esto ha llevado en
muchas ocasiones a una peligrosa utilización política, con los evangélicos
apoyando candidatos totalmente opuestos a los parámetros bíblicos de
gobernantes, solo por ciertas promesas políticas. Así es que:
Ø Ortega en Nicaragua,
Ø Maduro en Venezuela, o
Ø López Obrador en México,
Han recibido valioso apoyo de sectores evangélicos.
Recuperar
La Moral De La Política.
Pero el simple crecimiento demográfico no
explica la incursión evangélica en la política. Alimentados por una genuina
preocupación acerca de la situación social de sus países, los evangélicos han
entrado en política con el objetivo de recuperar los valores morales perdidos.
Desde los años noventa esta ha sido la principal motivación, a causa de los
constantes casos de corrupción y con la esperanza
de que el evangelio pueda impactar los espacios más sucios de la política.
Pero en las últimas décadas, el foco de
preocupación pasó de la corrupción económica a la corrupción moral. Las leyes
sobre el aborto y las políticas progresistas son el foco de la movilización
evangélica, que ha salido en defensa de los valores bíblicos. Hoy como nunca
antes, los evangélicos han ganado espacios de participación, no solo por su
crecimiento numérico sino por la unidad del movimiento detrás de consignas
aglutinantes.
En este sentido, parece claro que la motivación de los actuales partidos evangélicos no es conseguir los puestos centrales de poder, sino contener el avance progresista sobre las legislaciones nacionales. Mientras la esfera política pretende decidir sobre cuestiones morales (valor de la vida y la persona), los partidos confesionales buscan recuperar la moral de la política. En ese cruce surge el actual conflicto entre religión y política, que ha movilizado a los evangélicos en la defensa de ciertos temas puntuales.
3. Reflexión Bíblica: La Participación Política
Del Cristiano:
Todo cristiano
está llamado a respetar las leyes de la tierra, y por lo tanto debemos así
mismo cumplir con nuestros deberes que como ciudadanos tenemos que realizar, es
decir, debemos de mantenernos con Dios día a día, pero dando al Cesar lo que es
del Cesar.
“Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción?
Y respondiendo dijeron: De César. V.25: Entonces les
dijo: Pues dad a César lo que es de César; y lo que es de Dios, a Dios”.
(Lucas 20:24-25).
Debemos Tener Claro Que Hay 2 Tipos De Participación
En La Política:
·
La participación “activa”, y
· La participación “pasiva”.
Como “participación activa” entenderemos a
militar directamente en un partido político, a presentarnos como candidatos, a
asistir a manifestaciones o a externar directamente simpatía por un partido
político y oposición a otro. (Lo cual hace nacer raíces de amargura y odio).
La participación
del creyente dentro de la política debe ser una “participación
pasiva” y no “activa”,
es decir, debe cumplir con los deberes de ciudadano en cuanto a la política se
refiere, ejerciendo su derecho al VOTO,
primeramente analizando y comparando con toda la sabiduría de Dios los
distintos candidatos del espectro político y sus proyectos o propuestas antes
de emitir el voto, es decir, cada proyecto debe ser confrontado con los
principios Bíblicos así como los perfiles de los candidatos, para ver quienes
se apegan más a dichos principios, y al momento de emitir el VOTO
saber por quién votar.
El cristiano está
llamado a orar por sus gobernantes, por los que están en eminencia a fin de que
Dios les dé sabiduría y entendimiento para gobernar, pues recordemos que las
buenas o malas decisiones afectan la vida de todos en la nación.
“AMONESTO pues, ante
todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones, acciones de gracias,
por todos los hombres; V.2
Por los reyes y por todos los que están en
eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
V.3 Porque esto es bueno y agradable delante
de Dios nuestro Salvador”.
(1 Timoteo 2:1-3).
No nos quejemos si
sube un mal gobernante sobre la nación si debido a nuestra indiferencia no
participamos con nuestro Voto, lo cual pudo cambiar la situación.
Recordemos que
muchos judíos creyeron que Jesucristo venía para salvarlos del yugo de la
dominación Romana, es decir, trataron de meterlo en política, sin embargo, él
dijo que venía a establecer un reino que no es de este mundo, dentro de los
corazones y no afuera, es decir, espiritual y no físico, y por lo tanto venía a
salvarlos de la dominio del pecado y la muerte y no de los hombres, por esa
razón no vemos en la Biblia a ningún cristiano incursionando en la política de
su época.
“Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo: si de este
mundo fuera mi reino, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a
los judíos: ahora, pues, mi reino no es de aquí”.
(Juan 18:36)
Todo cristiano que
desee participar en la política lo puede hacer, pues es libre de hacerlo como
todo ciudadano, ya que así lo establece la constitución política del País, pero
debe primeramente deponer todo cargo que posea en la iglesia en donde sirve, y entrar
a la política a título personal, sin relacionar a ninguna misión, congregación,
o iglesia, para que si desgraciadamente cometa un “error político” esto no arrastre a
la misión a la que pertenece ni mucho menos al resto de iglesias del país.
Toda clase de
proselitismo político debe evitarse dentro de las iglesias, ya que el tiempo de
Dios es valioso y debe ser ocupado para salvar almas, para sanar heridas, para
liberar a los cautivos, para cambiar y restaurar corazones, para meter al
pueblo dentro del fluir de Dios, y no para tratar causas de hombres.
Y a pesar de que recibamos la visita de políticos en horas de culto a Dios, debemos ser celosos con el tiempo y no ceder la palabra, pues el culto a Dios es “estrictamente” espiritual y no para diseminar discursos humanos. Sería mejor designar un día de la semana para recibir la visita del político en horario fuera de los cultos o servicios a Dios, para que lleguen los que quieran llegar.
Resumen:
En sí la
participación de la política para un cristiano no cala bien en especial como su
testimonio, en la evidencia que hemos tratados muchos por no decir la mayoría de
los participantes han quedado mal, pero mal no para la iglesia sino para su
Señor de señores, en cuanto al testimonio de luz, sal, libros abiertos, para el
mundo en oscuridad, en sí las denuncias de la corrupción que fue denunciado por
los profetas del Antiguo Testamento, donde estarán los proclamadores de la
verdad hoy por dejar el pulpito y enredarse en el mundo, y servir a dos señores
fue la demanda del Señor Jesús para hoy.
La iglesia es un
lugar donde los necesitados, enfermos y hambrientos espirituales van a
refugiarse, un lugar para encontrar paz y buscar ayuda, no un lugar para
debates políticos.
Debe tenerse claro
que las personas más criticadas dentro de un país son todos los políticos, y al
relacionar a las iglesias y misiones dentro de la política estaríamos
haciéndolas blanco de críticas, de odios y venganzas de parte de los bandos en
pugna, lo cual muchos confundirían según Mateo 5:10-11, acerca de las
persecuciones de la iglesia por causa de la palabra, pero realmente en este caso
se trataría de persecución de la iglesia por negligencia, y por meterse en lo
que no conviene.
__________
Nota y
Bibliografía:
1) Política
= Conjunto de actividades y procedimientos con los
que el Gobierno de una nación intenta conseguir unos determinados fines:
· Modo de dirigir los asuntos de un Estado.
· Actividades del que participa
directamente en la vida pública.
· Arte de gobernar.
Viene del griego POLI= Ciudad, pero denota
pluralidad.
Es el proceso y la
conducta de toma de decisión de un grupo a fin de controlar las riendas del
destino de la nación:
Ø
La política permite a acceder al poder en un país determinado.
Ø
La política tiene
diferentes tendencias según sus postulados:
·
Derecha,
·
Centro,
·
Izquierda,
·
Etc...
-Efraín
Ríos Montt durante uno de los juicios en su contra. / Imagen: Wikipedia.
-Carlos
Avendaño / Foto: El Mundo CR
-Alberto
Fujimori en 1998 / Imagen: Wikipedia.
-Andrés
Manuel López Obrador / Imagen: Wikipedia.
-Frente
del Congreso de Colombia / Foto: Unsplash
-PELETAY,
Matías. JUNIO 9 DE 2021. Facebook.
- e-Sword-the. LEDD.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 10//6//2021.
MISIÓN BAUTISTA “Emanuel”. Ciudadela de Noé.
Los Cardos Mz.E-Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
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