Vida
Controlado Por El Espíritu De Dios:
(Romanos 8:1-13)
Muertos Al Pecado:
¿Qué, pues, diremos?
¿Perseveraremos en el pecado para que la
gracia abunde?... En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo
viviremos aún en él?...
¿O no sabéis que todos los que hemos sido
bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?... Porque
somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva… Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su
muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; … sabiendo
esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el
cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
(Romanos
8:1-13)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Vi desde un auto tirado a caballo hasta un hombre que caminaba
sobre la luna”,
le dijo el anciano a su nieto. Pero, luego, reflexionó: “Qué
rápido pasa todo”.
La vida es breve, y muchos acudimos a
Jesús porque queremos vivir para siempre. No está mal, pero no entendemos bien
qué es la vida eterna. Siempre estamos esperando algo mejor, y pensamos que
está a punto de llegar. Entonces, un día, escuchamos como un eco la voz de
nuestro abuelo, al preguntarnos dónde se ha ido el tiempo.
El ahora pues, con que Pablo comienza, sugiere que está sacando una conclusión de lo dicho anteriormente.
1. Una Vida Emancipada: Rom. 8:1-11:
Pablo inicia una descripción de la vida en
el Espíritu. Primero declara que el Espíritu asegura la victoria y hace posible
la santidad.
Tanto el vocabulario como el contenido del
v. 1 señalan al final del cap. 5
como base de esta conclusión. El argumento de Pablo fue que los creyentes en
Cristo están libres de la condenación (katakrima;
vv. 16 y 18) producida por Adán, porque han sido unidos a Jesucristo.
Es éste el concepto que Pablo, luego de su digresión en los
caps. 6 y 7, reitera ahora:
Ø Ninguna condenación [katakrima] hay para los que están en Cristo Jesús.
Pero hay otros dos puntos de contacto:
Ø Se disciernen a partir del contraste
deliberado que Pablo crea entre la situación de estar “bajo la ley” (Romanos
7:7-25) y el estar “bajo
el Espíritu” (comp. Romanos 8:2-4, 7), y
Ø En la elaboración que realiza en el cap. 8 de la breve mención de “lo nuevo del Espíritu”, en Romanos 7:6b.
Para el creyente en Cristo la liberación1) de la condenación —la pena de muerte debida al pecado bajo el
cual viven todas las personas— se produce
en virtud de nuestra unión con Cristo (Romanos 5:12-21). Los vv. 2-4
explican en mayor detalle que esta liberación fue lograda por el Dios Triuno:
· El Padre envía al Hijo como ofrenda por nosotros (3),
· Sobre la base de lo cual el Espíritu nos
libera del poder del pecado y de la muerte (2), y
· Nos asegura el completo cumplimiento de la
ley en nuestro favor (4).
Las “leyes” contrastantes del v. 2 pueden referirse a dos formas de operar distintas de la ley mosaica, que funciona para apresar a las personas cuando es vista estrechamente como una exigencia de obras, pero que opera para liberar a las personas cuando la comprenden correctamente como una demanda de “fiel obediencia”.
V.2: ha librado, eleutheroo Strong G1659: Libertar, remitir, dejar en libertad. En el NT., la palabra se usa exclusivamente para referirse a la obra de Cristo de liberar a los creyentes del pecado.
Pero sería algo sin precedentes que Pablo atribuyera a la ley, en cualquier forma que se la comprendiera, el poder para liberar del pecado y de la muerte, y la ley del Espíritu, por consiguiente, debe significar “el poder (o la autoridad) ejercido por el Espíritu”. En forma correspondiente, entonces, la ley del pecado y de la muerte (2) también denotará, no la ley mosaica, sino el “poder (o autoridad) del pecado y de la muerte” (ver también Romanos 7:23).
En Cristo Jesús el Espíritu de Dios nos
libera de la situación de estar atados al pecado y a la muerte a la que se
alude en Romanos 5:12-21 y 6:1-23 y que se describe en Romanos 7:7-25. El
Espíritu debe actuar en esta forma porque el gran poder del “antiguo
régimen”, la ley mosaica, era totalmente incapaz, dada la debilidad
humana, de romper la atadura del pecado (3a; comp. Romanos 7:14-25).
Dios hizo lo que la ley no podía hacer:
quebró el poder del pecado —condenó al
pecado— enviando a su Hijo a identificarse con nosotros y darse a sí
mismo “como
ofrenda por el pecado” (como bien traduce la
BA la expresión peri hamartias, según
el uso que la LXX hace de la misma). Este acto de enviar al Hijo
permite el pleno cumplimiento de la ley por parte de quienes viven según el
Espíritu.
Pablo no quiere decir que los cristianos pueden
ahora cumplir la ley (sin importar lo
cierto que esto pudiera ser), sino que Dios considera que los
cristianos han cumplido plenamente la demanda de la ley debido a la obediencia
de Cristo en nuestro lugar (ver Calvino).
Contraste:
VV. 4-8: Aquí
el contraste es entre:
· Una vida dominada por la carne (i, eso, la naturaleza pecadora que hay dentro) y
· Una vida controlada por el Espíritu Santo.
V.4: Pablo presenta dos estilos de vida que son el centro de toda su argumentación hasta el v. 17. En otras palabras, veamos: Andar conforme a la carne es seguir los deseos de la vida vieja. Andar conforme al Espíritu es dejarse guiar por el Espíritu Santo, para vivir de una forma que sea agradable a Dios.
Esto es sugerido por el singular dikaioma (“justa exigencia”) y el sentido
pasivo de la frase fuese cumplida en nosotros (4). Como creyentes “en Cristo”,
estamos libres de condenación porque Jesucristo ha cumplido completamente la
ley en nuestro lugar. Él se convirtió en lo que somos —débiles,
humanos y sujetos al poder del pecado— para que pudiéramos ser lo
que él es:
Ø Justo y
Ø Santo.
El contraste entre la carne (ver Romanos 7:5) y el Espíritu, en el v. 4b, lleva a la serie de contrastes entre estos dos “poderes” en los vv. 5-8.
V.5: Pablo espera que los cristianos vivan normalmente en las cosas del Espíritu. Esto supone santidad, no sólo en la conducta y las palabras, sino también en los pensamientos que se albergan en nuestra mente cada momento del día.
VV.5, 6: Pablo divide a la gente en dos categorías:
· Los que son de la carne y
· Los que son del Espíritu Santo.
Todos estaríamos en la primera categoría
si Jesús no nos hubiera ofrecido una vía de escape.
Una vez que aceptamos a Jesús, le seguimos
porque su senda nos brinda vida y paz. Cada día debemos decidir a conciencia
centrar nuestras vidas en Dios. Use la Biblia para ver los mandatos de Dios y
sígalos.
Pregúntese en cada situación dudosa: "¿Qué quiere Jesús que
haga?".
Cuando el Espíritu Santo le muestre lo que es bueno, hágalo con entusiasmo. Si
desea más información acerca de la naturaleza que se opone a nuestra nueva vida
en Cristo, léanse 6:6(*)-8; Ef. 4:22-24; Col. 3:3-15.
“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”. (Rom. 6:6)
Ayuda Hermenéutica:
(*)V.6:
R990 Τοῦ con el infinitivo
probablemente se usa aquí para indicar propósito (generalmente Pablo no usa
esta construcción para expresar la idea de propósito -R1088 y MT217; se usa
aquí como un consecutivo débil -T141).
[Editor. En esencia, un sentido consecutivo débil es igual a un sentido de
propósito.]
R1128 El participio γινώσκοντες sugiere la base de acción para
el verbo principal (de causa).
M38 Ἁμαρτίας se usa como un
genitivo de definición y significa: el cuerpo poseído
por el pecado (comp. con un genitivo de cualidad).
G3820 παλαιός = palaiós: de G3819;
antiguo, i.e. no reciente, gastado: - antiguo, añejo, viejo, vieja.
G444 ἄνθρωπος = ándsropos: de G435
y ὤψ = óps (semblante; de G3700); con cara
humana, i.e. un ser humano: - gente,
hombre, humano, varón. (Strong)
1- Por medio de
estos contrastes Pablo explica por qué es el Espíritu, y no la carne, quien da vida.
v La persona que vive “en la carne”, es decir:
Ø Quien vive en el “antiguo régimen”,
Ø Donde reinan el pecado y la muerte,
Ø Tiene la mente dominada por impulsos que
no son de Dios (5);
v No se sujeta a la ley de Dios (7) ni puede
agradar a Dios (8),
Ø Sino que está bajo sentencia de muerte (6).
2- Por otra parte,
el creyente en Cristo, que está “en el Espíritu”, que ha sido transferido al
nuevo régimen donde reinan la gracia y la justicia, y quien, por lo tanto, ha
recibido una nueva mente centrada en el Espíritu, disfruta de vida y paz (6).
v El v. 9 aclara que toda persona que
pertenece a Cristo ha sido transferida a este nuevo ámbito en el cual rige el
Espíritu en vez de la carne.
v Luego, en los vv. 10 y 11, Pablo muestra la
manera en que la posesión de la vida “espiritual” llevará a
disfrutar de la vida “física”,
Ø por medio de la resurrección
del cuerpo.
Ø Y esto también será logrado por medio del poder del Espíritu, que ahora mora en nosotros.
NOTA: V. 9. No es de él: En todos los cristianos mora el Espíritu Santo. El que no tenga el Espíritu Santo no es cristiano. Aunque Pablo dice que los cristianos viven según el Espíritu, también advierte que de tiempo en tiempo puede que anden «conforme a la carne» (v. 13).
2. Una Vida Exaltada. Rom. 8:12-13:
V.12: vivir conforme a la carne: Véase la nota a v. 4. Aunque Pablo no lo dice claramente, la implicación es que somos deudores del Espíritu, de vivir de acuerdo al Espíritu.
Ayuda Hermenéutica:
V.12:
R1090 Parece que εἰς se usa con el infinitivo para indicar un resultado hipotético
(de tal manera que lo obedezcan).
R1097 Θνητός significa
sujeto a muerte, no que muere.
T96 Los imperativos de presente y aoristo que aparecen en los vv. 12 y sigs., deben traducirse: no permitan que el pecado continúe …, no continúen entregando sus miembros al pecado …, sino comiencen a entregarse a Dios (se presenta una antítesis marcada -MT139).
Los vv. 12 y 13 concluyen esta primera sección del cap. 8 con un
recordatorio práctico:
Ø La obra del
Espíritu al asegurarnos la vida no significa que podamos ser pasivos en cuanto
a nuestra obligación de manifestar la presencia del Espíritu en nuestras vidas
diarias.
Ø Sólo a medida que
nos sometamos al control y a la dirección del Espíritu, apartándonos del estilo
de vida “carnal”,
“viviremos” (13).
Aquí él se refiere claramente a la vida
espiritual, eterna, y así hace que disfrutar de esa vida dependa en cierto
sentido de la obediencia cristiana.
Aquí somos llamados en nuestra fidelidad a las Escrituras a mantener en tensión dos verdades claras:
· Que el Espíritu que mora en nosotros como resultado de la fe en Cristo infaliblemente nos asegura la vida eterna, y que para heredar la vida eterna es necesario tener un estilo de vida pautado por el Espíritu Santo.
La tensión se suaviza en cierta forma al recordar que el Espíritu mismo que nos es dado al convertirnos actúa para producir obediencia, pero no elimina la rigidez, porque aún seguimos siendo llamados a someternos a esta obra del Espíritu.
V.13: Véase la nota a Rom. 6:16. Pablo señala dos
direcciones posibles en la vida, y muestra sus últimas consecuencias. Dice que
los cristianos tienen la capacidad para escoger hacer algo que no es
característico de ellos, esto es, andar «conforme a la carne»; y les advierte que no lo
hagan. Mas
si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne: Un buen resumen del proceso de santificación (crecer en santidad) en la
vida cristiana.
Debemos trabajar activamente para crecer
en santidad y «dar muerte» a cualquier
pecado en nuestras mentes, tanto en palabras como en obras. Pero, a pesar de
que hagamos todo nuestro esfuerzo, Pablo nos recuerda que solamente
alcanzaremos la victoria «por el Espíritu», esto es, por el poder del
Espíritu Santo.
Rom. 6:16: Una persona es esclava de aquello ante lo que se inclina y de lo que reconoce como su dueño. Si obedece el mandato del pecado, éste es entonces su amo y se mueve en dirección hacia la muerte. Si obedece el mandato de la justicia, ésta es a quien se somete, y experimenta la verdadera vida.
Concluyó:
La verdad es que tenemos VIDA ETERNA ahora
mismo. El
apóstol Pablo escribió: “la ley del
Espíritu de Vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” V.2. Después, afirmo: “Porque los que
son de la carne piensa en las cosas de la carne,
pero los que son del Espíritu, en las cosas
del Espíritu”
v.5. Es decir, nuestros deseos cambian cuando nos acercamos a Cristo. “El ocuparse del Espíritu es vida y paz” v. 6.
Una de las grandes mentiras de la Vida es
que necesitamos estar en otra parte, haciendo otra cosa con alguien más antes
de empezar a vivir de verdad. Cuando encontramos nuestra vida en Jesús, dejamos
de lamentarnos por la brevedad de la vida y empezamos a disfrutarla con ÉL,
desde ahora
y para siempre.
PARA VIVIR PARA SIEMPRE, DEBEMOS PERMITIR QUE JESÚS VIVA EN NOSOTROS AHORA:
___________
Nota y Bibliografía:
1) soteria = (σωτηρία, G4991), denota liberación,
preservación, salvación. La salvación se usa en el NT:
(a) de liberación
material y temporal de peligros y aprehensión:
(1) Nacional (Lc. 1:69:
«cuerno de salvación», rv; rvr traduce «poderoso Salvador»; v. 71; Hech. 7:25:
«libertad», rvr; rv: «salud»);
(2) Personal, como
del mar (Hech. 27:34: «salud», rv, rvr); de la cárcel (Filp. 1:19:
«liberación»; rv: «salud»); del diluvio (Heb. 11:7: «que su casa se salvase»,
rv, rvr; vm: «la salvación de su casa»);
(b) De la liberación
espiritual y eterna concedida inmediatamente por Dios a aquellos que aceptan
sus condiciones de arrepentimiento y fe en el Señor Jesús, en quien únicamente
se puede obtener (Hech. 4:12), y en base de la confesión de él como Señor (Rom.
1:16; Ef. 1:13; véase más bajo SALVAR);
(c) De la experiencia
presente del poder de Dios para liberar de la servidumbre del pecado (por ejemp.,
Filp. 2:12, donde la referencia especial, aunque no total, es al mantenimiento
de la paz y de la armonía; 1 P. 1:9). Esta presente experiencia por parte de
los creyentes es virtualmente equivalente a la santificación; para este
propósito, Dios puede hacerlos sabios (2 Tim. 3:15); no deben descuidarla (Heb.
2:3);
(d) De la futura
liberación de los creyentes en la parusía de Cristo por sus santos, salvación
que es el objeto de su confiada esperanza (por ejemp., Rom. 13:11; 1 Ts. 5:8, y
v. 9, donde se les asegura la salvación, siendo la liberación de la ira de Dios
destinada a ser ejecutada sobre los impíos al final de esta era, véase 1 Ts. 1:10;
2 Ts. 2:13; Heb. 1:14; Heb. 9:28; 1 P. 1: ; 2 P. 3:15);
(e) Cristo en la
época de «la epifanía (o resplandor) de su parusía (2 Ts. 2:8; Lc. 1:71; Ap. 12:10);
(1) En sentido
inclusivo, recapitulando todas las bendiciones otorgadas por Dios sobre los
hombres en Cristo por medio del Espíritu Santo (por ejemp., 2 Cor. 6:2; Heb. 5:9;
1 P. 1:9-10; Jud. 1:3);
(g) Ocasionalmente,
como virtualmente significando el mismo Salvador (por ejemp., Lc. 19:9; comp.
Juan 4:22, véase SALVADOR);
(h) En inscripciones
de alabanza a Dios (Ap. 7:10), y como aquello que es prerrogativa suya de
otorgar (Ap. 19:1). (VINE).
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 5//6//2021.
MISIÓN BAUTISTA “Emanuel”. Ciudadela de Noé.
Los Cardos Mz.E-Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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