DEFENSA DE PABLO ANTES FESTO:
HECHOS 25:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Han
transcurrido ya dos años desde los acontecimientos del capítulo 24. Lucas no registró las actividades de Pablo en Cesárea
puesto que su propósito era explicar cómo Pablo finalmente fue de Jerusalén a
Roma.
Festo,
el nuevo gobernador, era un hombre más honorable que no estuvo dispuesto a
darle a Pablo un juicio falso (véase v.
16). En una visita de estado a Jerusalén, Festo encontró una «multitud de los
judíos» (v. 24), que insistían que hiciera algo respecto a Pablo.
Incluso
el sumo sacerdote y los principales funcionarios mintieron con respecto a
Pablo, pidiéndole a Festo que trajera al prisionero a Jerusalén para ser
juzgado. Querían intentar de nuevo matar a Pablo en el camino (véase 23:12ss). Dios guió a Festo a
rechazar la sugerencia de los judíos y de esta manera protegió a su siervo. El
hombre propone, pero Dios dispone. Debemos admirar a este gobernador pagano por
su honestidad y equidad.
Después
de una visita de diez días, Festo regresó a Cesarea y celebró otro juicio a
Pablo. De nuevo los judíos vinieron con sus quejas, las cuales no podían
probar. ¡Con
cuánta paciencia esperó Pablo a que Dios cumpliera su promesa de llevarle a
Roma! Como José en la prisión egipcia, Pablo fue sometido a prueba
mientras esperaba que la Palabra se cumpliera (Salmo 105:17–20).
Ahora,
el político que había en Festo afloró y le preguntó a Pablo si quería ir a
Jerusalén para ser juzgado. Como Félix, quería complacer a los judíos y causar
una buena impresión como nuevo gobernador (24:27).
Pero Pablo se aferró a la promesa de Cristo de que iría a Roma. Años antes le
había dicho que no se quedara en Jerusalén (22:17–18).
Dios
había anulado soberanamente las decisiones de Pablo y este se cuidó ahora de
mantenerse lejos de Jerusalén. De nuevo, de esta manera Dios le protegió y
llevó a Roma para sus años finales de ministerio. Todo ciudadano romano tenía
el derecho a apelar al César y que se le celebrara juicio en Roma y este fue el
derecho que Pablo usó.
II.
Pablo Deja Perplejo a Festo[1] (Hechos 25:13–22):
El nuevo gobernador tenía ahora un
problema real en sus manos. Pablo era un prisionero notable y su
juicio incluía a los líderes judíos y a su nación. Si Festo hacía lo correcto y
dejaba en libertad a Pablo, se ganaría la ira de los judíos y como nuevo
gobernador necesitaba desesperadamente la buena voluntad de ellos.
Parecía
que su problema quedaría resuelto con la venida de Agripa y Berenice, dos
avezados gobernantes y políticos. Agripa era el hijo de Agripa de Hechos 12 y
Berenice era la hermana mayor de Drusila, la esposa de Félix.
La
dinastía herodiana se había casado entre parientes y vivieron en pecado por
muchos años. Festo no le presentó a Agripa inmediatamente el caso de Pablo,
sino que esperó el tiempo oportuno.
Explicó
la situación a su huésped como si el problema fuera mucho para él y como que
pedía ayuda experimentada. No cabe duda de que este método apeló al orgullo de Agripa.
Festo dijo que todo el caso era «ciertas cuestiones acerca de su religión» (v. 19).
El
inconverso no tiene comprensión de las cosas espirituales y ve poca diferencia
entre una religión y otra.
Festo
también reconoció que Jesús estaba involucrado en el caso:
·
Pablo decía
que estaba vivo, pero los judíos decían que estaba muerto.
Entonces
Festo dio la razón real por la cual quería que Agripa oyera a Pablo:
· el
gobernador tenía que enviar a Pablo al César, ¡pero no tenía ninguna acusación real contra él! Véase
el versículo 27.
III.
Pablo Enfrenta a La Realeza (Hechos 25:23–27):
Con gran
pompa y ceremonia el séquito real se reunió en el tribunal al día siguiente. El
mundo no tiene nada en sí mismo que satisfaga, de modo que necesita del «deseo de los ojos
y el orgullo de la vida» (1 Jn. 2:15–17) para darle algo de
felicidad. El cristiano no necesita ninguna de estas cosas. Es más, los
creyentes se sienten incómodos en presencia de tal pompa y ostentación.
Nótese: cómo Festo[1] presenta
a Pablo[2]:
«¡Aquí tenéis a este hombre!» (v. 24). Sin
embargo, Pablo era la más noble de todas las personas presentes en la reunión.
Era el apóstol de Jesucristo, embajador en cadenas, ¡rey y sacerdote de Jesucristo! Los
cristianos nunca deben sentir que el mundo tiene más que ellos; ¡Cristo nos ha
enriquecido y nos ha dado un llamamiento celestial y una esperanza de gloria!
El
juicio de Pablo fue similar al de Cristo en el sentido de que toda la gente que
participó reconocía que no era digno de muerte y que debía dejarse en libertad:
Ø
El tribuno
Lisias admitió que ningún delito tenía (23:29);
Ø
Festo aquí
admitió que Pablo no había hecho nada digno de muerte (25:25);
y
Ø
hasta Agripa estuvo de acuerdo con este veredicto
(26:31).
«¿Cómo puedo
enviar un prisionero a César si no tengo ningún crimen de qué acusarlo?»,
preguntó Festo y entonces Agripa le dio permiso a Pablo para hablar.
Clases Para Los Días Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia:
___________
Nota:
[1] G5347
Φῆστος = Féstos: de der latín; festivo; Festos, un romano:- Festo. (Strong)
[2] G3972 Παῦλος = Paúlos: de origen latín; (pequeño; pero
remotamente de un derivado de G3973; significa lo mismo); Pablo,
nombre de un romano y de un apóstol:- Pablo. (Strong)
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