lunes, 29 de julio de 2019

Jueces: Bosquejo Sugerido De Jueces:


Jueces:
Bosquejo Sugerido De Jueces:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

I.   Apatía (1–2).
 A. Primeras victorias (1:1–26).
 B. Derrotas repetidas (1:27–36).
 C. Reprensión divina (2:1–5).
 D. Sirven a otros dioses (2:6–23).
          (Resumen del libro).
II.  Apostasía (3–16).
 A. Otoniel (3:1–11).
      (Mesopotamia).
 B. Aod y Samgar (3:12–31).
      (Moab).
 C. Débora y Barac (4–5).
      (Los cananitas).
 D. Gedeón (6–8).
      (Madián).
 E. Abimelec, Tola y Jair (9:1–10:5).
      (Hombres de Siquem).
 F. Jefté (10:6–12:15).
      (Amón).
 G. Sansón (13–16).
           (Los filisteos).
III. Anarquía (17–21).
 A. Idolatría (17–18).
 B. Inmoralidad (19).
 C. Guerra civil (20–21).

   Notas Preliminares a Jueces:

I.       Tema:
Así como Josué continúa la historia de Israel después de la muerte de Moisés (Jos. 1:1), el libro de Jueces toma la historia de Israel después de la muerte de Josué (Jue. 1:1). Este es un libro de derrota y desgracia, como vemos en el versículo clave (17:6). «Cada uno hacía lo que bien le parecía».
El Señor ya no era más el «Rey en Israel»; las tribus se dividieron; el pueblo comenzó a mezclarse con las naciones paganas; y fue necesario que Dios castigara a su pueblo. Tenemos un resumen del libro en 2:10–19: bendición, desobediencia, castigo, arrepentimiento, liberación. Jueces es el libro de la victoria incompleta; es un libro de fracaso del pueblo de Dios al no confiar en la Palabra ni tomar posesión del poder de Él.

II.     Lección Espiritual:
Usted recordará las tres divisiones de Josué: cruzar el río, conquista del enemigo y toma de posesión de la herencia. Josué anota cómo Israel cruzó el río y empezó a conquistar al enemigo, pero el libro concluye con «queda aún mucha tierra por poseer» (Jos. 13:1; 23:1–1).
«Cruzar el río» significa la muerte a uno mismo y separación del pecado; significa entrar en nuestra herencia espiritual (Ef. 1:3). Pero después de haber dado este paso de fe, es fácil desmayar o hacer compromisos con el enemigo. Israel entró en la tierra, pero fracasó al no tomar posesión de toda la herencia:
Ø Primero, tolero al enemigo, luego le cobró tributos (impuestos),
Ø Después, se mezcló con el enemigo y por último se rindió ante él.
Fue sólo mediante los libertadores de Dios (los jueces) que los israelíes hallaron victoria. Qué fácil es que los cristianos «se establezcan con el pecado» y se pierdan las bendiciones de una total dedicación y una victoria completa.

III.    La Tierra:
La tierra prometida estaba llena de muchas naciones y muchos «reyezuelos» que gobernaban en territorios pequeñísimos. Josué guió a toda la nación en grandes victorias sobre los principales enemigos; el camino se pavimentó para que cada tribu entrara por fe y tomará posesión de su herencia designada.
En tanto que el libro de Josué es una historia de esfuerzos unidos, Jueces nos narra una nación dividida y ya no consagrada al Señor, que olvida el pacto hecho en el Sinaí.

IV.    Los Jueces:
En este libro se mencionan doce jueces diferentes que Dios levantó para derrotar a un enemigo en un territorio en particular y dar reposo al pueblo. Estos jueces no fueron líderes nacionales; más bien fueron líderes locales que libraron al pueblo de varios opresores. Es posible que algunos de los períodos de opresión y descanso se superpongan. No todas las tribus participaron en cada batalla y a menudo había rivalidad entre ellas.
Que Dios llamará a estas «personas comunes» como jueces y que las usara con tanto poder es otra evidencia de su gracia y poder (1 Cor. 1:26–31). El Espíritu de Dios vino sobre estos líderes para una tarea en particular (6:34; 11:29; 13:25), aun cuando a menudo sus vidas personales no fueron ejemplares en todo detalle. Los varios cientos de años bajo los jueces prepararon a Israel para su petición de un rey (1 Sam. 8).

V.     Las Naciones Que Quedaron:
Dios permitió que quedaran naciones paganas en la tierra por varias razones:
(1)     para castigar a Israel 2:3, 20–21;
(2)     para probar a Israel, 2:22 y 3:4;
(3)     para proveer experiencia en la guerra, 3:2; y
(4)     para prevenir que la tierra se convierta en un desierto, Deuteronomio 7:20–24.
Si Israel quería vivir con esta situación de «segunda clase», Dios le daría lo que deseaba. Él entonces usó a estas naciones para sus propósitos. Los judíos podían haber disfrutado de victoria total; pero en lugar de eso, se conformaron con un compromiso.

Los capítulos 3–16 muestran las experiencias de «sube y baja» de algunos del pueblo de Dios. Es triste, pero la nación no se sometió a Dios ni le obedeció; en lugar de eso miraban a los ayudantes humanos que les enviaba. Demasiados cristianos tienen sus «altas y sus bajas» y corren al pastor o a algún otro amigo buscando ayuda en lugar de primero acudir a solas con Dios para permitirle que examine sus corazones y les dé la ayuda que necesitan.

VI.    JUECES (el libro de la teocracia): 21 capítulos, 618 versículos:
  El escritor: Samuel.
  El versículo clave: Jueces 17:6.
  Las palabras claves: la recaída y la restauración.
 Los sucesos históricos: un relato de recaídas, resultados, y restauraciones.
   El mensaje moral: Dios castiga la apostasía, bendice al penitente.
 El simbolismo espiritual: Cristo como el mensajero del Señor para librarnos (Jueces 6:11–24).




Estudios para el Domingo.

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