Arresto, Concilio, Negación A Jesús (4):
(Mateo 26:47-75)
“Mientras
todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas
y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo…
Y el que le entregaba les había dado señal,
diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle… Y
en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve,
Maestro! Y le besó… Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le
prendieron…”
(Mateo 26:47-75)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
El beso fraternal se reserva para los amigos y hermanos espirituales más íntimos, expresando aprecio y afecto sincero. La hipocresía llegó a su colmo cuando Judas empleó la señal de amistad como señal de identificación para entregar a su mejor amigo a los enemigos, sabiendo que querían matarlo.
I. Arresto De Jesús.
Mt. 26:47-56: (Mr. 14:43-50; Lc. 22:47-53;
Jn. 18:2-11):
Habrá sido uno de los momentos más tristes para Jesús que uno de los doce que él había escogido, uno que había caminado a su lado durante tres años, lo entregara. Mateo identifica a Judas otra vez como uno de los doce (v. 47). Parece que quiere decir: “Aunque parezca imposible, uno de los doce fue el que lo entregó”.
Judas no solamente entregó a Jesús con un beso, sino que le besó con afecto. En la expresión al que yo bese... (v. 48), el verbo griego es filéso G5368, expresión del amor de un amigo. Pero en la expresión y le besó... (v. 49) el verbo griego es katefílesen G2705, que tiene el prefijo perfectivo kata que sirve para intensificar el significado del verbo. Y le besó con afecto capta este énfasis, o según el comentarista Vincent: Le abrazó y le besó (comp. Lc. 7:38; 15:20; Hech. 20:37).
Ayuda Hermenéutica:
φιλέω = filéo G5368 de G5384;
ser amigo de (amar a [un individual o un objetivamente]), i.e. tener afecto por
(denotando apego personal, como asunto de sentimiento o emoción; en tanto que G25
es más amplio, abarcando específicamente el juicio y el asentimiento deliberado
de la voluntad como asunto de principio, deber y propiedad: los dos así están
muy relacionados como G2309 y G1014, o como G2372
y G3563 respectivamente; el anterior siendo principalmente del
corazón y el último de la cabeza; específicamente besar (como señal de ternura): - amar, besar.
(Strong).
Κκαταφιλέω = katafiléo G2705 de G2596 y G5368; besar ardientemente: - besar.
Dos cosas más se destacan en este encuentro entre Judas y Jesús. Judas le saludó
con el título Rabí
(v. 49), que significa “Maestro”, cuando los otros discípulos normalmente
lo llamaban “Señor”.
Por otro lado, ¡Te
saludo! (v. 49) es una expresión derivada del verbo griego jaíro G5463 y significa “me gozo”.
El saludo es un verbo de presente activo imperativo de segunda persona y se
traduce “gózate”,
o mejor, “sigue
gozándote”. De modo que, tanto el beso como
el saludo estuvieron cargados de hipocresía.
χαίρω = jaíro G5463 verbo primario; estar alegre, i.e. feliz calmadamente o bien; impersonalmente específicamente como saludo (al encontrarse o despedirse), que estés bien: - gozar, gozo, gozoso, alegrar, regocijar, salud, salve. (Strong).
La respuesta de Jesús, por el contrario, está llena de compasión y disposición, aun en esta hora, de perdonarle. Amigo (v. 50) traduce un término (G2083) que se usa solamente tres veces en el NT. (comp. 20:13; 22:12) y significa “compañero”, o “camarada”.
Ayuda Hermenéutica:
ἑταῖρος = etaíros G2083 de ἔτης = éstes (miembro del clan); compañero, camarada: - amigo. compañero. (Strong)
Las tres veces que se emplea se refiere a
uno que había hecho mal al que habla. La RVR de 1960 traduce la siguiente
expresión elíptica
como pregunta: ¿A qué vienes? (v. 50; comp. nota RVA).
Puede ser una pregunta o un mandato. La traducción literal del texto griego sería a lo que vienes. Si se sobreentiende el verbo “haz”, resulta como traduce nuestra versión: Haz lo que viniste a hacer.
Juan agrega un detalle importante al describir la reacción espontánea de los soldados del sumo sacerdote cuando Jesús se identificó con la expresión Yo soy (Juan 18:5). Dice que se apartaron hacia atrás y cayeron a tierra (Juan 18:6; trad. del autor). ¿No sería éste un anticipo simbólico de la victoria final de Jesús sobre las fuerzas del mal?
Uno de los que estaban con Jesús...
(v. 51)
es la expresión que los tres sinópticos emplean
para referirse a Pedro, quien sacó su espada y cortó la oreja de uno de los
siervos del sumo sacerdote. Solo Juan, habiendo escrito su Evangelio después de
la muerte de Pedro, lo identificó por nombre a él y al siervo, Malco, al que hirió (Juan 18:10), cuando
ya las autoridades no podían hacerle nada.
Μάλχος = Máljos G3124 de origen hebreo [H4429]; Malco, un israelita: - Malco. (Strong)
Jesús mandó a Pedro guardar la espada y le dio tres razones para
el mandato:
(1) El que toma la espada se pone en peligro,
(2) Jesús mismo tenía recursos para defenderse, si hubiera
querido usarlos y
(3) El uso de la
espada para evitar el arresto impediría el plan establecido por Dios.
El mandato no debe considerarse como regla
general impuesta a todos los creyentes en toda circunstancia, como tampoco es
cierto que todos los que toman la espada mueren por ella. Significa, sí, que hay un
peligro real de morir por “la espada”
si uno toma
espada u otra arma de violencia.
Es un milagro que no hayan matado a Pedro en el acto:
v Seguramente el milagro de Jesús, de restaurar la oreja sana al siervo, lo
evitó (Lc. 22:51).
v Segundo,
Jesús rechazó el uso de armas para defenderse.
Tenía acceso a recursos espirituales poderosos:
· Doce legiones de ángeles (v. 53);
· Siendo cada legión de 6,000.
No fue forzado a
ir a la cruz, sino que se entregó voluntariamente.
Tampoco su reino
se propaga ni se defiende con la espada de coacción, sino con la espada del
Espíritu (Ef. 6:17).
v Tercero, el uso de la espada impide el cumplimiento del plan de Dios. Las Escrituras... (v. 54) es una expresión que se refiere a los libros del AT. ¿Cómo se cumplirían las Escrituras...? (v. 54) se refiere a todas las profecías acerca del Mesías, especialmente acerca de su muerte en la cruz por los pecados del pueblo (comp. Salm. 22; Is. 53).
Jesús manifestó sorpresa de que hubiese venido una multitud de personas fuertemente armadas como para prender a un criminal peligroso, sobre todo considerando el carácter público y pacífico de su ministerio (v. 55). Pero todo esto ha ocurrido para que se cumplan... (v. 56) podría ser una interpretación de Mateo, pero según Marcos (Mr. 14:49) es una explicación de Jesús mismo.
Todos los discípulos “se escandalizaron” de Jesús en el momento del arresto, según la profecía de Jesús (v. 31) y a pesar de la negación de ellos (v. 56). La sombra de la cruz se extendía sobre Jesús. El hecho de estar íntimamente asociado con él traería sus consecuencias peligrosas. Por eso, el temor se apoderó de los once seguidores y por el momento, dejaron de ser seguidores de cerca. ¿Qué sentimiento habrá llenado sus corazones cuando se dieron cuenta después que Jesús había acertado en la profecía acerca de su abandono?
El beso: Entre los orientales el beso es una costumbre muy antigua. Puede expresar
respeto y afecto. También se besaba el suelo, o la barba, como el caso que se
menciona en 2 Samuel 20:9 cuando Joab toma la barba de Amasa para besarla y
clava su daga. Era (y todavía es) común hacerlo entre parientes,
padres e hijos. Entre
los paganos se besaban las imágenes e ídolos, tal cual hoy besan en algunas religiones.
En la iglesia primitiva los hermanos se besaban fraternalmente, pero esta costumbre casi ha desaparecido:
· Hasta el día de hoy se discute la intención del beso de Judas.
· Al parecer, Judas lo hizo repetidamente,
como no dejando lugar a dudas de que estaba señalando a quién se debía arrestar.
También se interpreta que lo hizo en forma de despedida. Lo cierto es que
no hay beso tan histórico como éste. Pues si bien algunos a veces pagan por un
beso, Judas pagó con su vida.
6 “Viernes”: un día de juicio y muerte. Mt. 26:57-27: 66.
Jesús inició el último día de su vida terrena en estas
circunstancias: Arrestado
en el huerto de Getsemaní por los soldados del sumo sacerdote y abandonado por
sus discípulos. Viernes sería un
día largo y de sufrimiento indescriptible.
Jesús tendría que soportar un total de seis juicios: tres bajo autoridades judías y tres bajo los
romanos. El día culminaría
en la crucifixión.
II. Jesús Ante El Concilio.
Mt. 26:57-68: (Mr. 14:53-65; Lc. 22:54, 63-71;
Jn. 18:12-14, 19-24):
v El primer juicio fue informal, realizado
ante Anás, ex sumo sacerdote y suegro de Caifás. Anás había sido depuesto por
los romanos, pero todavía era respetado por los judíos. Sólo Juan informa de
este primer juicio.
v El segundo, relatado en detalle por
Marcos y Mateo, tuvo lugar ante Caifás, el sumo sacerdote reconocido por los
romanos.
v Mateo menciona el tercer juicio muy brevemente (27:1), mientras que Lucas lo describe en más detalle (Lc. 22:66–71).
La jurisprudencia judía tenía una clara
tendencia hacia la clemencia, pero varias de sus reglas fueron violadas en el
juicio de Jesús. Por ejemplo, se prohibía sesionar de noche para juzgar a un
criminal. No podían sentenciar a un criminal a muerte y ejecutar la sentencia
en el mismo día.
El hecho de “buscar” testigos estaba en contra del espíritu de la ley. Procurar testigos falsos merecía la pena de muerte. También era un delito sobornar a los testigos. Probablemente la falta más grave que el Sanedrín cometió fue la de juzgar y sentenciar a Jesús antes de llegar él.
El Sanedrín estaba ya reunido cuando llegaron los soldados con
Jesús.
Todo el Sanedrín
(v. 59) no significa necesariamente que todo miembro, sin excepción, estuviera
presente. Las expresiones buscaban (v. 59) y por fin (v. 60) parecen indicar que hacía largo rato que
estaban ocupados en la tarea de escuchar a muchos testigos
falsos (v. 60) con el fin de
encontrar a lo menos a dos que estuviesen de acuerdo y que tuviesen una
acusación grave como para justificar la sentencia de muerte.
La ley exigía que hubiese dos testigos por lo menos. Tal vez los miembros del Sanedrín no buscaban únicamente testigos falsos; realmente no les importaría si eran testigos verdaderos o falsos con tal de lograr su fin. Quizá el término “falso” expresa más bien el resultado práctico que vio el evangelista. Marcos dice que buscaban testimonio (Mr. 14:55), pero omite el término “falso”.
Por fin, se presentaron dos que
concordaron en hacer una acusación que era realmente una distorsión de lo que
Jesús había dicho (v. 61; comp. 24:2; Juan 2:19–22). Es dudable que el hecho de afirmar que uno
podría destruir el templo y edificarlo en tres días fuera motivo para
sentenciarlo a muerte.
Sin embargo, era lo más grave que los testigos podían presentar. La acusación ni siguiera expresa fielmente lo que dijo Jesús, pues lo que él dijo fue que después de tres días lo levantaría (Juan 2:19), refiriéndose a la resurrección, pero no que lo edificaría (v. 61).
Ante estas acusaciones, Jesús guardó silencio. En esta ocasión
fue un silencio sumamente elocuente:
· Por un lado, indica el control absoluto
que Jesús tenía sobre sus emociones.
· Por otro lado, indica que Jesús sabía que
las mentes estaban cerradas a la verdad y que sería inútil procurar defenderse.
· Además, ya había decidido permitir que lo crucificasen.
Solamente cuando
Caifás le puso bajo juramento, respondió. El silencio en ese momento hubiera
significado negación. Cristo e Hijo de Dios
(v. 63) son títulos esencialmente sinónimos. Si era Cristo, también era el Hijo de Dios.
Sin embargo, probablemente no hubiera sido
una gran ofensa pretender ser el Cristo, pues la nación vivía en esperanza de la
aparición del Mesías.
Por otro lado, el pretender ser el Hijo de Dios podría
considerarse una blasfemia.
La contestación de
Jesús parece ambigua. Literalmente dice: Tu
dijiste (v.
64). La respuesta fue en realidad una afirmación y así lo entendió Caifás
(comp. v. 25). La contestación, según Marcos, es aún más clara:
v Yo soy (Mr. 14:62).
v Además (v. 64)
introduce una promesa sorprendente que incluye citas del Salmo 110:1 y Daniel
7:13.
En efecto, como Bruce parafrasea, Jesús dijo:
· “El tiempo viene cuando tú y
yo cambiaremos lugares; yo seré el juez y tú el preso acusado. Diestra del poder...” (v. 64) significa
· “Diestra de Dios”.
Ø La primera parte de la cita (Salm. 110:1), introducida por
de aquí en adelante (v. 64), se refiere al futuro inmediato a partir de la
resurrección.
Ø La segunda parte se refiere a la parousía1) G3952.
Caifás entendió que las palabras de Jesús
eran suficientes como para condenarlo, sin contar con el testimonio de los falsos testigos (v.
65). Por lo tanto, cumplió con el rito establecido en reacción a lo que le
parecía una clara blasfemia
contra Dios.
Sin embargo, lo que Jesús dijo no era en realidad una blasfemia, pues no habló en contra de Dios. Que uno pretendiera ser el Mesías, en una nación que esperaba la aparición del Mesías prometido, no sería considerado como blasfemia.
“Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia”. (Mt. 26:65)
Ayuda Hermenéutica:
βλασφημέω = blasfeméo G987 de G989; vilipendiar; específicamente hablar impíamente: - hablar mal, injuriar, blasfemador, blasfemar, calumnia, calumniar, decir mal, difamar. (Strong).
Por lo tanto, la declaración de Caifás fue infundada y prematura. Es una evidencia más que indica que el sumo sacerdote estaba dispuesto a usar cualquier pretexto para condenar a muerte a Jesús. Una regla rabínica mandaba que, para comprobar una blasfemia, había que ponerse de pie y rasgarse las ropas, tantas como se estuviesen usando, aunque fuesen diez, y no coserlas nunca más. Es interesante que el término que Mateo emplea se refiere a la ropa exterior, pero el de Marcos a la ropa interior.
La injusticia judicial es seguida por tres indignidades personales (v. 67), las cuales representaban las formas más crueles de insultar a una persona. “Puñetazos” significa pegar con el puño cerrado, en este caso quizás en la cara. El verbo en griego G2852 que se traduce “dar bofetadas” se compone de elementos que significarían “pegar con una vara” pero en este caso probablemente significa pegar en la cara con la mano abierta.
Ayuda Hermenéutica:
Κκολαφίζω = kolafízo G2852 de un derivado de la base de G2849; golpear con el puño: - dar de puñetazo, abofetear. (Strong)
Se pregunta: ¿Quiénes insultaron a Jesús así? Algunos opinan que no es probable que los miembros del Sanedrín se hayan rebajado al punto de tratar a una persona de esa manera. Probablemente fueron los guardas o siervos de Caifás (comp. Lc. 22:63). Marcos dice que fueron algunos de los que estaban allí (Mr. 14:65). El juego que emplearon indica que los ojos de Jesús estaban vendados, o que le pegaban de atrás (v. 68).
La prueba testimonial: En un juicio ordinario, cuando la
imputación o atribución de delito a la persona acusada tiene evidencias
suficientes para seguir el proceso, la prueba testimonial es sumamente
importante. Consiste en citar a los testigos para la declaración de lo que han visto
o de lo que conocen. El testigo, que es una persona que ha visto y oído un
suceso, generalmente es ajeno al proceso, pero ha sido espectador del hecho. Ha
habido testigos que pretendiendo defender al acusado no han hecho otra cosa que
condenarlo más aún.
Sus declaraciones, por falsas, han
perjudicado, ya que esto es conocido en los estrados judiciales como "obstrucción a
la justicia". Pero no debe confundirse testigos falsos con
declaraciones falsas. El testigo falso carece de autenticidad por cuanto no ha
presenciado el hecho, y se presenta a juicio manifestando que él ha estado en
el lugar a la hora del suceso. En cambio, puede ser que siendo efectivamente un
testigo fehaciente haga declaraciones que no coinciden con la verdad.
En los vv. 59 y 60 se habla de falso testimonio y
testigos falsos,
o sea que nos encontramos con un proceso que es una burla a la verdad y a la
justicia. Eran testigos falsos que hacían declaraciones falsas. Esto había sido
ya "arreglado"
para hundir totalmente a Jesús; legalmente, claro está. Estos testigos no
sabían en aquellos días que un día serán llamados al banquillo, pero ahora como
acusados, y no habrá "arreglos" posibles para librarlos de una
sentencia que dicte su culpabilidad dolorosa.
III. Pedro Niega A Jesús. Mt.26:69-75:
(Mr. 14.66-72; Lc. 22.55-62; Jn. 18.15-18,25-27):
Pedro Niega A Jesús. El triste evento de la
negación se relata en los cuatro Evangelios. En vez de
intentar encubrir la gran falta de uno de los más destacados de entre los doce,
los cuatro evangelistas la describen con lujo de detalle. Este hecho en sí es
una fuerte evidencia de la autenticidad de los Evangelios. También revela la
honestidad de la iglesia y una sana autocrítica.
Es importante recordar que Jesús y el cristianismo perdonaron a Pedro esta falta. Es casi seguro que cuando Juan menciona al otro discípulo, se refiere a sí mismo (Juan 18:15, 16). Si es así, fue él quien introdujo a Pedro en el patio del sumo sacerdote y estuvo allí durante este episodio.
Comparando los cuatro relatos de este
episodio, uno nota una serie de variantes de poca importancia y datos
particulares que deben considerarse como elementos necesarios para completar el
cuadro total. El v. 58 debe leerse como introducción a este evento. Pedro tenía
una gran curiosidad de “ver cómo terminaba aquello”, o sea, el juicio ante
el sumo sacerdote.
Sin embargo, no quiso identificarse con
Jesús; por eso le seguía de lejos hasta el patio de la casa del sumo sacerdote
(v. 58). El patio era un terreno cerrado por muros y columnas. Daba acceso a la
calle, por un lado, y a la casa donde juzgaban a Jesús, por otro. Había una
fogata en medio del patio donde se calentaban. Pedro se acercó demasiado para
calentarse, y la luz iluminó su rostro. Mateo describe las tres acusaciones y
negaciones en tres pares de:
· vv. 69 y 70;
· 71 y 72;
· 73 y 74.
Obsérvese El Orden:
(1) Acusación: ¡Tú también estabas con Jesús el galileo! (v. 69).
Negación: (delante de
todos) No sé lo que dices (v. 70).
(2) Acusación: Este estaba con Jesús de Nazaret (v. 71).
Negación: (con juramento)
Yo no conozco al hombre (v. 72).
(3) Acusación: Verdaderamente,
tú también eres de ellos, porque aun tu modo de hablar te descubre (v. 73).
Negación: (Con maldiciones y juramentos) ¡No conozco al hombre! (v. 74).
En cuanto a las acusaciones, lo encerraban más y más. Jesús el galileo
era un título muy general, pues se refiere a la provincia. La segunda acusación
lo identifica como Jesús de Nazaret, más específica, pues se refiere a su
pueblo. La tercera es aún más comprometedora, pues Pedro no podía negar que
tenía un acento parecido al de Jesús y los demás discípulos.
Los galileos no podían pronunciar correctamente algunos sonidos guturales. Al intentar decir en arameo la palabra que significa “hombre”, es posible que Pedro haya dicho ith en lugar de ish.
Ayuda Hermenéutica:
אִישׁ = ish H376 contracción de H582 [o tal vez más de una raíz que no se usa que significa ser existente]; hombre como individuo o persona masculinos; que frecuentemente se usa como adjunto para un término más def. (y en tales casos frecuentemente no se expresa en las traducciones): - alguno, cadáver, casado, digno, extranjero, extraño, hombre, humano, Ishi, labrador, macho, marido, marinero, paladín, persona, soldado, varón. Compárese con H802. (Strong).
En cuanto a las negaciones, se nota también una progresión, cada
vez más engorrosa para Pedro:
· En la primera, pretendió no saber a qué se refería la criada. Era una manera indirecta y suave de negarlo. Mateo
observa que lo negó delante de todos (v. 70). Había muchos testigos y cada uno
comenzaba a fijarse en Pedro.
· En la segunda, Pedro quiso reforzar su afirmación con juramento. No solo mintió,
sino que se olvidó de la prohibición de juramentos en tales circunstancias
(comp. 5:33–37). Tampoco utilizó el nombre de Jesús en su negación.
· En la tercera, parece que Pedro perdió total control de sus emociones. Comenzó (v. 74) probablemente indica que comenzó y siguió con maldiciones y juramentos en la negación. No sólo seguía de lejos a Jesús, sino también su conducta indica que estaba muy lejos, espiritualmente, de Jesús.
Tal como Jesús había anunciado, el gallo cantó en
seguida de la tercera
negación de Pedro. Lucas acota que en ese instante Jesús se
dio vuelta y miró a Pedro (Lc. 22:61). Esa mirada de amor de parte de Jesús y
el darse cuenta que había fallado a su Señor produjeron en Pedro un profundo
sentido de culpabilidad. En griego hay varios términos para expresar “llorar”.
Uno describe el llanto en silencio, dejando caer lágrimas. Pero el que se emplea aquí (G2799) describe los gemidos audibles y fuertes que expresan una profunda angustia de alma. Amargamente (v. 75) agrega una dimensión más al sincero arrepentimiento que Pedro experimentó después.
Ayuda Hermenéutica:
klaio = (κλαίω, G2799), lamentar, ya sea con lágrimas, ya con cualquier otra expresión exterior de dolor. Se usa especialmente de llanto por los muertos (Mt. 2:18; Mr. 5:38-39; 16:10; Lc. 7:13; 8:52, dos veces; Juan 11:31; 11:33, dos veces; Jn. 20:11, dos veces, 13,15; Hech. 9:39); también en exhortaciones (Lc. 23:28; Rom. 12:15; Stg. 4:9; 5:1); negativamente, «no llores, no lloréis» (Lc. 7:13; 8:52; 23:28; Ap.5:5; comp. Hech. 21:13). (VINE).
Las lágrimas eran amargas, y ello tanto más por razón de aquella mirada de piedad comprensiva que le había lanzado Jesús. Una de las tragedias de la Cruz es el corazón dolorido de Pedro. Judas era una ruina total y Pedro casi como una nave dejada a la tempestad. Satanás los había sacudido a todos como trigo, pero Jesús había orado especialmente por Pedro (Lc. 22:31ss.).
Concluyó:
Los que habían apresado a Jesús. Le condujeron a
la casa del sumo sacerdote Caifás, donde estaban reunidos los escribas y los
ancianos.
Los principales sacerdotes y todo el
sanedrín trataban de encontrar testimonio falso contra Jesús para condenarle a
muerte; pero no lo podían encontrar, aunque se presentaron muchos testigos
falsos.
Al entretejer los relatos de Jesús y Pedro
en la casa de Caifás, Mateo nos invita a comparar a los dos hombres que estaban
bajo presión. Mientras que Jesús se mantuvo firme, Pedro respondió a la presión
en aumento con negaciones violentas crecientes.
___________
Nota Y
Bibliografía:
1) parousia
= (παρουσία,
G3952), lit: presencia (para
= con, y ousia
, un ser; de eimi
= ser). Denota tanto una llegada como una
consiguiente presencia con. Por ejemplo, en una carta sobre papiro una dama
habla de la necesidad de su parousia
en cierto lugar a fin de atender algunos asuntos relacionados con su propiedad
allí. Pablo habla de su parousia
en Filipos (Filp. 2:12; en contraste a su apousia,
su ausencia; véase AUSENCIA). Otras palabras denotan la llegada (véanse eisodos y eleusis
= encima). Parousia
se usa para describir la presencia de Cristo con sus discípulos en el monte de
la transfiguración (2 P.1:16). Cuando se usa del retorno de Cristo, en el
arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente su llegada momentánea por
sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta su revelación
y manifestación al mundo. En algunos pasajes la palabra da prominencia al
inicio de aquel período, implicándose el curso del período (2 P. 3:4). En
otros, es el curso del período lo que es prominente (Mt. 24:3; Mt. 24:37; 1 Ts.
3:13; 1 Jn. 2:28); en otros la conclusión del período (Mt. 24:27; 2 Ts. 2:8).
También se usa
esta palabra del Inicuo, del hombre de pecado, de su acceso al poder y de sus
actos en el mundo durante su parousia
(2 Ts. 2:9). Además de Filp. 2:12 (véase más arriba), se usa de la misma manera
del apóstol, o de sus compañeros (1 Cor. 16:17; 2 Cor. 7:6-7; 10:10; Filp. 1:26);
y del día de Dios (2 P. 3:12). Véanse PRESENCIA, VENIDA.
Nota: Para un tratamiento más pleno de parousia, vease Notes on Thessalonians ,
por Hogg y Vine, pp. 87, 88. (VINE).
- Biblia de Estudio RYRIE.
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 8//08//2021.
MISIÓN BAUTISTA “Emanuel”. Ciudadela de Noé.
Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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