¿TIENES SEGURIDAD ECONÓMICA?
“Pues vuestro
Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y
todas estas cosas os serán añadidas” (Mt.6:32-33).
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Hace años, Jorge Mueller (1805-1898), uno de los más grandes cristianos de Inglaterra y poderoso hombre de fe, estableció un orfanato. A veces el dinero andaba escaso y las circunstancias eran difíciles. Pero Jorge Mueller creía en la oración1) y confianza2) en que Dios satisfaría sus necesidades.
Verdades Bíblicas:
La petición de Ana: “Yo soy aquella mujer que estuve aquí junto a ti orando a Jehová. Por este niño oraba, y Jehová medio lo que le pedí”. 1 Sam.1:26-27.
Una mañana en que él y los niños estaban
sentados para tomar el desayuno no había leche para el cereal. Pero algo tan
insignificante como la leche no alteró su fe.
-Niños –explicó-, aunque todavía no tenemos leche,
vamos a dar gracias a Dios por ella. Nuestro Padre Celestial conoce nuestras
necesidades y estoy seguro que las satisfará.
Cuando inclinaron sus cabezas para ofrecer
sus gracias por algo que no tenían, un inesperado y fuerte golpe a la puerta
interrumpió sus oraciones. Jorge
detuvo sus rogativas.
–Niños-les dijo-. Esta puede ser la respuesta de
Dios a nuestras oraciones.
La puerta se abrió y allí estaba parado un lechero, quien explicó que el carro se le había roto en la calle y que tenía que deshacerse de la leche.
Verdades Bíblicas:
EL Clamor de Bartimeo: “Comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David!, ¡te misericordia de mí! Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista” Mr.10:47, 51.
Aunque el hombre emplea mucho tiempo de su vida en la búsqueda de la seguridad, es saludable recordar que no existe la absoluta seguridad económica, ni aun para los más ricos. Múltiples son las tragedias que pueden visitar a una familia y dejarla desamparada financieramente. El hombre tiene que enfrentarse con el duro hecho de que sus ahorros no le garantizan la seguridad económica que tan cuidadosamente planeara.
I. ¿HAY SEGURIDAD ECONÓMICA?
A nivel humano no existe una fórmula para
que el hombre esté seguro económicamente. Pero esta no es una respuesta sin esperanzas.
Podemos estar económicamente seguros, sin ningún peligro de fallo. ¿Cómo?
Consagrando nuestras vidas a la providencia de Dios. La Biblia nos dice: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a
sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filp.4:19).
“Todo” y “¡conforme a sus riquezas en gloria!”. ¿Puede algo ser más completo? Sin embargo, debemos recordar que Dios promete suplir nuestras “necesidades” y no cualquier capricho egoísta.
Verdades Bíblicas:
El
lloro de David: “David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y
pasó la noche acostado en tierra… Y al séptimo día murió el niño. Entonces
David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y
entró a la casa de Jehová, y adoró”. -2 Sam.12:16, 18, 20.
Durante mis días universitarios conocí a una mujer que era un ejemplo vivo de esta verdad. La señora Coldwell, viuda con dos hijos, que vivía cerca de la universidad y frecuentemente invitaba a los estudiantes cristianos a su casa. Esta refinada y profundamente espiritual dama fue una gran bendición para todos nosotros. La señora Coldwell se ganaba su humildad vida ofreciendo lecciones de música. Si sus alumnos enfermaban y no asistían a clase, no podría cubrir sus gastos. Pero nunca se sentía vencida: confiaba en un gran Dios.
“Dios lo sabe y no estoy preocupada”, decía frecuentemente “Seguramente ÉL, que es el que ha cambiado mi vida, puede enviarme de alguna manera la insignificante suma de treinta dólares” ¡Y Dios nunca la defraudó!
Verdades Bíblicas:
La oración de Elías:
“Oro fervientemente para que no lloviese, y no llovió… otra vez oró, y el cielo dio lluvia”. – Stg.5:17-18.
II. ¿SE OCUPA DIOS DE NOSOTROS?
¿Está al tanto de los detalles de nuestras necesidades? Sí. Cristo dijo:
“¿No se vende dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro
Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que no temáis; más
caléis vosotros que muchos pajarillos” (Mt.10:29-31).
¡Aun vuestros cabellos están todos contados! ¡Qué minuciosidad! Si Dios se ocupa de ti, no descuidará tus necesidades. Él quiere ocuparse de ti.
Verdades Bíblicas:
La promesa de Jesús:
“Pedid, y se os dará, buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” –Mt.7:7, 8.
Si eres un cristiano preocupado por tu seguridad económica, desahógate con Dios y pídele que se encargue de ti. Pídele que te transforme la mente para que puedas ver que la verdadera seguridad no está en el dinero, sino en Dios. Una vez que Él te dé esta actitud nueva, llenará de paz tu corazón.
La promesa del Padre:
“Vuestro Padre sabe de
qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros pidáis” -Mt.6:8.
La promesa del Espíritu:
“Qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” –Rom.8:26.
La preocupación por la seguridad económica
es como una pequeña corriente de temor que corre a través del alma. La fe hará
desaparecer está molesta corriente, pues la fe y la preocupación no son compatible. No pueden
compartir un mismo corazón ni una misma mente. El hijo de Dios que cree
sinceramente que todas las cosas ayudan a bien no puede estar mucho tiempo
preocupado. La
preocupación nunca bendice:
Ø Enferma.
Ø Trastorna la digestión y quita el sueño.
Ø Nos vuelve irritable, nos quita la paz y nos amarga el pensamiento.
La Solución Es:
(1) Orar diaria y
fervientemente,
(2) Leer asiduamente la Biblia, y
(3) Confiar plenamente
en que Dios no nos fallará.
La oración y la lectura de la Biblia cimentan la fe. Si somos hijos de Dios, dejemos a un lado la
preocupación.
¿Por qué preocuparnos cuando podemos:
· Orar,
· Leer y
· Creer?
Verdades Bíblicas:
La advertencia divina:
“No tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” –Stg.4:2-3.
Como hijos de Dios tenemos recursos que
están ocultos para el mundo. No permitamos
nunca que el temor al futuro nos impida gozar el presente.
Cuando estamos en el lugar en que Dios quiere que estemos, no tenemos por qué estar preocupados por nuestras necesidades. Dios promete suplir. Si nos dirige, nos da sus provisiones. Ambas cosas siempre van juntas. Cuando adoptamos decisiones propias estamos solos, pero si le seguimos, nuestro presente y futuro depende de Dios.
Vance
Havner,
prominente dirigente cristiano, señala lo siguiente en la historia del profeta
Elías.
v “Cuando Dios le dijo a Elías que fuera a Querit y se ocultara junto al arroyo, añadió: “Yo he mandado a los cuernos que te den allí de comer”.
Después Dios dijo a Elías que fuera a morar a Sarepta; y añadió:
v ‘He aquí que yo he dado
orden a una mujer viuda que te sustente’.
v Dios no prometió alimentar a Elías en cualquier lugar.
No dijo:
v “Vaga por cualquier país que
sea de tu gusto y yo te alimentaré”.
Ø Su mandato estaba limitado a allí;
Ø El lugar señalado por la voluntad de Dios.
III. DIOS SUPLE SOLO
DONDE ÉL GUÍA:
El lugar de su propósito es el lugar de su poder y de su provisión. Y allí debemos estar. Dios suple si mantenemos rectamente la relación con ÉL y obedecemos su voluntad. Algunas veces es difícil darle pasos de fe necesarios para que Dios revele Su poder y sabiduría. Veamos un testimonio actual, y creemos que hay cientos de ellos sí:
Pablo y Luisa Gates, una joven pareja,
estuvieron cubriendo sus gastos mensuales hasta que tuvieron una emergencia.
Esta requería dinero que no tenían. Desde que eran creyentes habían dado el
diezmo. Dios siempre los había bendecido. ¡Pero estaban ante una emergencia…!
-Querida –le dijo Pablo a Luisa-; ¿Qué
haremos?
Si dejamos de diezmar podemos pagar nuestra deuda. Luego nos ponemos al día con
el diezmo.
-No, Pablo –respondió Luisa maneando la cabeza-. Eso no estaría
bien. El diezmo es de Dios. Si lo
hemos pagado siempre, no debemos dejar de pagarle ahora. Creo que, si honramos
y obedecemos a Dos pagándole nuestras deudas, ÉL, de alguna manera, nos ayudará
en esta dificultad financiera.
Pablo pensó un momento. Después fue hacia
donde estaba su mujer y besándola en la frente le dijo:
Ø -Tienes razón, querida.
Ø Me alegro que pienses así.
Ø Diezmaremos como de costumbre y confiaremos
en que el Señor atienda a nuestras necesidades.
Aquella tarde un amigo fue a visitarlos y
a los pocos minutos de haber llegado dijo:
· Inesperadamente, mi mujer y yo recibimos un
cheque por correo el otro día.
· Hemos orado sobre estoy y nos sentimos
guiados a daros una parte de este cheque.
· Usadlo en lo que queráis.
Pablo y Luisa cambiaron miradas cargadas de asombro. ¡Qué contentos y agradecidos estaban¡ Cuando abrieron el sobre vieron que el cheque era exactamente por la cantidad que necesitaban. Y se sintieron contentos de no haberle fallado a Dios.
Siempre da buen resultado obedecer a Dios. La viuda de
Sarepta es un ejemplo de esta verdad (1 R.17:8-16). Estaban en una situación
terrible: había
hambre y sequía en la región. Todos los días alguien moría de
hambre. Sin embargo, cuando Elías llegó y le pidió que le preparara una torta
con el último puñado de trigo y la última taza de aceite, ella obedeció a Dios.
Podría haber dicho: “Perdóname, Elías,
pero hay mucha escasez de todo y necesito los alimentos para mi propia familia”.
Habría podido guardar el trigo y el aceite
para su propio uso, pero después que se hubiesen acabado, ella y su hijo
habrían muerto de hambre. Sin embargo, como la viuda obedeció y dejó en manos
de Dios su seguridad, él la honra reponiendo continuamente la fuente de
alimento.
Note: que Dios no le dio de una sola vez la harina y el aceite que iban a necesitar en el año. Más bien fue satisfaciendo sus necesidades de día en día. “Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija mengüé, conforme a la palabra que Dios había dicho por Elías” (1 R. 17:16).
Conclusión:
Quizás Dios no nos colme con enorme sumas de dinero de una vez (aunque puede hacerlo). Pero va satisfaciendo nuestras necesidades a medida que se presentan. Es estupendo que sea así. Así no nos interesamos tanto en nuestra prosperidad financiera que olvidamos al Dador. Más bien dependemos de Él para obtener el “pan cotidiano”.
¿Debemos planear sabiamente? Sí, debemos planear piadosamente el futuro. Pero tenemos que tener en mente que la verdadera seguridad económica3) solo nace de Dios. Dios sabe nuestras necesidades y puede satisfacerlas día a día, “pues vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas” (Mt.6:32-33).
Él Nuestro Es Un Gran
Dios ¡y el
futuro lo tenemos asegurado en sus manos!
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas [comida, ropa, etc.…] os serán añadidas”
___________
Nota
y Bibliografía:
1) proseuque =
(προσευχή,
G4335), relacionado con A, Nº 2, denota:
(a) oración a Dios; es el término más frecuente, por ejemp.,
Mt. 21:22; Lc. 6:12, donde la frase no debe ser tomada literalmente, como si
significara «la oración de Dios» (genitivo subjetivo), sino objetivamente, «oración
a Dios». En Stg. 5:17: «oró fervientemente» (rvr), es, lit., «oró con oración»
(una forma hebraísta, traducida en la rv : «rogó con oración»). En los
siguientes pasajes se usa este término con Nº 3: Ef. 6:18; Filp. 4:6; 1 Tim. 2:1;
5:5;
(b) «un lugar de oración» (Hech. 16:13; vm , rvr77
), lugar fuera de la muralla de la ciudad. (VINE).
2) tharseo =
(θάρσεω, G2293), tener confianza, estar alentado (tharsos = aliento, confianza). En el NT.,
se usa solo en modo imperativo: «ten ánimo» (Mt. 9:2; 9:22; Hech. 23:1l); «tened
ánimo» (Mt. 14:27; Mr. 6:50); «Ten confianza» (Mr. 10:49); «confiad» (Juan 16:33); en Lc. 8:48
no se traduce en la rvr, apareciendo: «Hija, tu fe te ha salvado» (lit., «Ten ánimo, hija,
tu fe …», tr; en la rv aparece: «Confía, hija, tu fe te ha salvado»). En la rv se
traduce siempre con el verbo «confiar», excepto en Mr. 6:50, en donde consta
como «alentaos».
Véanse ANIMAR, B, Nota (d) , TENER CONFIANZA. (VINE).
3) economía.
(Del lat. oeconomĭa,
y este del gr. οἰκονομία). f. Administración
eficaz y razonable de los bienes. 2. Conjunto de bienes y actividades que
integran la riqueza de una colectividad o un individuo. 3. Ciencia que estudia
los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales,
mediante el empleo de bienes escasos. 4. Contención o adecuada distribución de
recursos materiales o expresivos. 5. Ahorro de trabajo, tiempo o de otros
bienes o servicios. 6. Ahorros mantenidos en reserva. 7. Reducción de gastos
anunciados o previstos. Microsoft® Encarta® 2009.
- DE
PASTOR A PASTOR: Un tarjetero pastoral
1995 LOGOI, Inc.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 6//12//2015.
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