Parte I
Su Nacimiento & Desarrollo
Del Niño:
(Mateo 1:18-2:23)
“Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el
Señor por medio del profeta, cuando dijo: … He
aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros…Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está
escrito por el profeta: … Y tú, Belén, de
la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque
de ti saldrá un guiador, Que apacentará[a] a mi pueblo Israel…”
(Mateo
1:18-2:23)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Acerca de esta genealogía de nuestro
Salvador, obsérvese la intención principal. No es una genealogía innecesaria.
No es por vanagloria como suelen ser las de los grandes hombres. Demuestra que
nuestro Señor Jesús es de la nación y familia de la cual iba a surgir el
Mesías. La promesa de la bendición fue hecha a Abraham y su descendencia; la
del dominio, a David y su descendencia.
Ø Se prometió a Abraham que Cristo
descendería de él,
Génesis 12:3; 12:18; y
Ø A David que descendería de él, 2 Samuel 7:12;
Salmo 89:3, y siguientes; 132:11;
Ø Por tanto, a menos que Jesús sea hijo de
David, e hijo de Abraham, no es el Mesías.
Ø Esto se prueba aquí con registros bien conocidos.
Cuando plugo1) al Hijo de Dios tomar nuestra naturaleza, Él se acercó a nosotros en nuestra condición caída, miserable; pero estaba perfectamente libre de pecado: y mientras leamos los nombres de su genealogía no olvidemos cuán bajo se inclinó el Señor de la gloria para salvar a la raza humana.
I. El Anuncio De Su Nacimiento. (Mateo
1:18-25):
“Origen divino”: Habiendo establecido el plan
divino por medio de la genealogía (Mt. 1:1-17), Mateo procede a describir el
proceso divino del nacimiento de Jesucristo, con énfasis en su origen divino.
Génesis G1078 es el término griego que aquí se traduce nacimiento (Mt.
1:18) y se refiere al comienzo de algo radicalmente nuevo.
Mateo establece dos hechos de suma importancia:
· Jesucristo nació de la virgen María,
· Habiendo sido concebido por el poder del
Espíritu Santo, y
· Todo esto en cumplimiento de la profecía de las Escrituras (Mt.1:22).
No es el propósito de Mateo relatar todos
los detalles en relación con el nacimiento, sino solamente lo que sirve a su
propósito. El
origen divino se establece principalmente por dos expresiones:
· Concebido del Espíritu Santo (Mt. 1:18; 1:20b)
y
· Emanuel (Mt. 1:23).
γαστήρ = gastér
G1064 de
derivación incierta; estómago; por analogía matriz;
figurativamente glotón:- encinta, glotón, concebir, vientre. (Strong).
V.18:
R1184 Δέ puede introducir un nuevo tema y no
expresar una idea adversativa: Ahora, el nacimiento
de Jesucristo.
T78 Πρὶν ἤ con el infinitivo significa: antes que se
juntaran.
T176 Se puede omitir el artículo con el término
de una preposición y el término sigue siendo definido. En este caso se refiere
al Espíritu Santo (comp. Lc. 1:15 y M113).
V.20:
R418 El verbo aparece entre el sustantivo y el
adjetivo en ἐκ πνεύματος ἐστιν ἁγίου, para
dar unidad a la cláusula.
TGr19 Puesto que πνεύματός
ἐστιν ἁγίου no tiene artículo,
no se refiere a la tercera Persona de la Trinidad, sino a un poder santo e
indefinible de Dios [Editor. Note que esto ocurre en una frase prepositiva en
la cual el término sigue siendo definido; comp. 1:18 y el comentario sobre Lc. 1:15
y 35.]
T77 En este versículo esperamos la prohibición
en presente: deja
de temer, en vez del aoristo: no temas nunca (μὴ φοβηθῇς significa:
no te abstengas por temor -BD336
[sec. 3]).
T151 Τὸ ἐν αὐτῇ γεννηθέν significa: el hijo de ella que no ha nacido.
Ἐμμανουήλ = Emmanouél G1694
de origen hebreo [H6005]; Dios con
nosotros; Emanuel, un nombre de Cristo: - Emanuel. (Strong).
V.23:
M17 Ἐστίν puede considerarse como un verbo
independiente, con un participio explicativo (y no perifrástico). [Editor. Esta
cláusula puede
traducirse: que significa: Dios con nosotros.]
v La primera expresión habla de la
intervención y participación directa de Dios en la concepción.
Es una intervención única de parte de Dios
en la historia de la humanidad. Ningún otro ser nacido de mujer puede pretender
tal relación con Dios. No deja de ser uno de los más grandes misterios de la fe
cristiana. Tal es que muchos racionalistas, no pudiendo explicar el fenómeno,
rechazan el origen divino de Jesús y, por lo tanto, la
doctrina de la Trinidad.
Este niño que nacería de María sería
llamado Emanuel (v. 23), un nombre
hebreo compuesto que significa Dios con
nosotros (v. 24). El niño
nacido de María sería Dios en forma de hombre. El
fuego, la nube, el tabernáculo y especialmente el arca del pacto eran formas visibles de la presencia de Dios en su
pueblo en el AT. Pronto el tabernáculo y el arca serían destruidos.
v Además, las formas creadas por los
hombres para representar a Dios, siendo inanimadas, tenían limitaciones.
Ahora, Dios se presenta en medio de su pueblo en forma viviente, visible, palpable. Siendo Dios mismo, en forma de hombre (ver Filp. 2:6), es la revelación suprema de Dios (ver Heb. 1:1-3).
Calumnia contestada: El origen divino de Jesús dio pie a
una calumnia de parte de los que lo negaban. Los
primitivos cristianos tuvieron que contestar la calumnia que sostenía que Jesús
nació de fornicación. Probablemente Jn. 8:41 es una alusión a tal
calumnia, pues nosotros no somos nacidos de fornicación es enfático y sugiere
que “otro”,
sí, había nacido de fornicación.
Preguntarían: ¿Por qué José no quiso denunciar a María cuando encontró que estaba encinta? Mateo contesta esta pregunta también, describiendo el dilema de José.
El dilema de José: Todo hombre puede
imaginarse el dolor, la agonía y la desilusión que sentiría si descubriera que
su novia le ha traicionado. ¿Qué tipo de
medida tomaría?
“José su marido,
como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente”. (Mt. 1:19)
Mateo dice que José era justo y no quería difamarla (v. 19). En
estas dos expresiones vemos el dilema de José. Siendo justo,
era su deber y su costumbre obedecer la ley de Dios.
Obedecer la ley significaría denunciarla, lo cual llevaría la sentencia de muerte por apedreamiento (Lv. 20:10; Deut. 22:23 ss.). Mateo aclara que estaban desposados, o comprometidos formalmente, lo cual, según la costumbre en algunos de nuestros países latinos, se compara a un acto formal de intercambio de alianzas. Tal relación llevaría los mismos compromisos entre los novios como si fueran casados oficialmente.
Por otro lado, José no quería difamarla (v. 19). A pesar de
estar seguro de que el niño no era suyo, optó por una provisión que estaba
abierta para el novio en tales casos:
· Terminar la relación secretamente,
· Divorciándose de ella.
A pesar de su dolor, José amaba a María y
quería protegerla hasta donde fuera posible.
Apenas había comenzado a pensar así cuando un ángel del Señor se presentó para calmar sus temores, explicar que un gran misterio había sucedido y darle instrucciones en cuanto al nombre del niño. José, aunque no sería realmente el padre de Jesús, por estar casado con María, daría estado legal al niño. Es significativo que el ángel se dirige a José como hijo de David (v. 20), de modo que Jesús sería hijo de David por parte de la madre y, por adopción, del padre.
Llamarás su nombre Jesús, porque... Mateo emplea el
nombre Jesús dos veces en este pasaje (vv. 21, 25). En la sección anterior se
explicó el significado del nombre Jesús. Aquí se agregan dos conceptos importantes:
· Primero, el nombre le fue puesto por Dios mismo, por boca del ángel.
El verbo llamarás está en tiempo futuro del indicativo, pero lleva la fuerza de un imperativo. Realmente Dios manda a José ponerle al niño el nombre Jesús. Fue divinamente concebido y divinamente nombrado.
· El segundo concepto en esta expresión aclara y define la naturaleza de la
misión del Hijo de Dios. El salvará a su pueblo de sus pecados (v. 21).
La misión de Jesús sería traer a los
hombres una salvación espiritual; ofrecería perdón de los pecados y una
relación correcta con Dios. Esta salvación, genuinamente espiritual, afecta todas las
áreas de la vida humana:
Ø Social,
Ø Económica y
Ø Política.
Los judíos del primer siglo, y en manera
especial los zelotes, esperaban que el Mesías vendría para librar a su pueblo
de las injusticias del dominio de un imperio extranjero, es decir, la
esclavitud, opresión y explotación de parte del imperio romano. La negación de
Jesús de satisfacer las expectativas del pueblo, de que fuese un libertador político-económico, fue uno de los motivos principales
de su crucifixión.
Este pasaje debe servir, especialmente en América Latina, como un elemento eficaz para corregir algunas afirmaciones erróneas de las teologías de la liberación que no concuerdan con las Escrituras. Por ejemplo, la afirmación de que el evangelio de Jesucristo promete liberación político-social-económica y que todos los seguidores de Cristo deben, como una de sus responsabilidades primarias, trabajar para la realización práctica de ese fin.
Para que se cumpliese... (v. 22). Mateo utiliza
esta expresión, tan característica de su Evangelio, para introducir una
profecía del AT. (Ver la sección introductoria para más datos referentes a la
expresión). En este caso, cita Is. 7:14, dándole una aplicación netamente
mesiánica.
“Por tanto, el
Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen
concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”. (Is. 7:14)
Ayuda Hermenéutica:
עִמָּנוּאֵל = Immanuél H6005 de H5973 y H410 con pron. suf. ins.; con nosotros (está) Dios; Emmanuel, nombre típico del hijo de Isaías: - Emanuel. (Strong)
El contexto original de Is. 7:14 tiene que
ver con una crisis de Judá, el reino del sur, cuando Acaz era rey. Peka, rey de
Israel, y Rezín, rey de Siria, vinieron contra Jerusalén para conquistarla.
Dios mandó un mensaje a Acaz, por medio de Isaías el profeta, asegurándole de
su protección.
Además, le mandó que pidiera una señal que serviría para confirmar la promesa de Jehová. Acaz se negó a pedir una señal, pero igual Jehová le mandó una señal. La señal consistía en una promesa de que Jehová libraría a su pueblo de las amenazas de los enemigos dentro del plazo necesario para que una doncella se casara, tuviera un hijo, y que ese hijo llegara a la edad para distinguir entre lo bueno de lo malo. El nombre Emanuel, que significa Dios con nosotros (v. 23), señalaba una persona que sería una manifestación real y visible de la intervención de Dios a favor de su pueblo:
Ø Esta profecía se
cumplió cuando Dios levantó a Asiria como su instrumento para castigar a los enemigos
de Judá, de modo que Asiria llegó a ser el garrote de mi furor (Is. 10:5).
Ø Pero, el segundo cumplimiento de la profecía, el más perfecto, tuvo lugar con el nacimiento del Hijo de Dios quien libraría al “Judá espiritual” —el verdadero pueblo de Dios, los creyentes en Cristo— del poder, las amenazas y la esclavitud de Satanás.
En el texto hebreo de Is. 7:14, el término
es “doncella”
(una señorita de edad como para casarse),
pero cuando se tradujo el AT., al griego en el tercer siglo a. de J.C. (versión llamada Septuaginta, o la de los Setenta,
cuya abreviatura es LXX), los traductores emplearon el término
griego que significa “virgen2)”, en vez de “doncella”. Hay mucha especulación sobre este
cambio.
¿Inspiró Dios a
los traductores a hacer el cambio, o ellos optaron por un término esencialmente
sinónimo?
De todos modos, la doncella sería seguramente una virgen
(ver las
leyes de castidad, Deut. 22:13-30). Felizmente nuestra creencia en
el nacimiento
virginal no se apoya únicamente en el uso del término “virgen”
en el texto de Isaías. La afirmación más contundente y clara del nacimiento virginal se
encuentra en Lc. 1:27-34.
“Pero no la conoció hasta que dio a
luz a su hijo primogénito; y le puso por
nombre JESÚS”.
(Mt. 1:25)
Pero no la conoció hasta... (v. 25). La Iglesia Católica Romana afirma categóricamente la “Inmaculada Concepción” y la “Virginidad Perpetua” de María. El v. 25 ofrece dos expresiones que rebaten el dogma de la “Virginidad Perpetua” de María.
Ayuda Hermenéutica:
ἕως = jéos G2193 de afinidad incierta;
conjugación preposición y adverbio de continuación, hasta
(de tiempo y lugar): - mientras, entre tanto, hacia, hasta.
Ø Primero, Mateo afirma que no la conoció hasta que ella dio a luz un
hijo.
La expresión “conocer” es el modo más común para
referirse a la relación
sexual entre hombre y mujer. La manera más sencilla de
afirmar la virginidad perpetua, si ésa
fuese la intención de Mateo, sería de poner un punto después del verbo conoció.
Pero Mateo agrega una cláusula adverbial que modifica el verbo conoció:
Ø Hasta que ella dio a luz...
El adverbio (realmente una conjunción de tiempo y un adverbio) hasta que significa
que antes de ese punto en el tiempo prevalecía una condición, “no la conoció”,
pero después prevaleció otra condición. Se implica que “la conoció”. Es decir, antes de ese
punto en el tiempo (cuando dio a luz a su hijo),
· José no tuvo relación sexual con
María,
· Pero la
implicación necesaria es que después,
· Sí tuvo relación
conyugal con ella.
Ayuda Hermenéutica:
Ἰησοῦς = Iesoús G2424 de
origen hebreo [H3091]; Jesús (i.e. Yejoshúa),
nombre de nuestro Señor y de otros dos (tres) israelitas: - Jesús,
Josué. (Strong).
Ayuda Hermenéutica:
יְהוֹשׁוּעַ = Yejoshúa H3091 o יְהוֹשֻׁעַ = Yejoshúa; de H3068 y H3467; salvado de Jehová; Jeoshúa (i.e. Josué), líder judío: - Josué. Compárese con H1954, H3442. (Strong).
Los que afirman la virginidad perpetua de María argumentan
que la expresión “hasta que” no significa necesariamente que, luego
del nacimiento de Jesús, José y María se hayan unido en relación conyugal.
Sin embargo, la expresión hasta que se usa en Mt. 1:25 (en griego una conjunción acompañada por un
adverbio) se encuentra 19 veces en el NT., y siempre indica, o
implica claramente, un cambio en la condición después de un punto en tiempo.
El comentarista Broadus menciona una
posible excepción en 1 Tim. 4:13, pero en este caso no es exactamente la misma
construcción.
“Entre tanto que
voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza”. (1 Tim. 4:13)
Ø En segundo lugar, el término “primogénito” se usa uniformemente para establecer la relación de Jesús con
María.
Al usar “primogénito”, el autor estaría
destacando el hecho de que antes de Jesús, María no tuvo hijos; pero que
después el término implica necesariamente sí, tuvo por lo menos uno más. Para el v.
25, la expresión “su hijo primogénito” tiene muy poco apoyo en los
mejores manuscritos en griego.
Probablemente, un escriba, al hacer copias del Evangelio de Mateo, introdujo en el texto esta expresión que sí se encuentra en Lc. 2:7. Por esta razón, nuestra versión omite la expresión en el texto del v. 25 y coloca una nota.
La interpretación presentada en los
párrafos anteriores se ratifica por dos evidencias bíblicas que no dan lugar a
dudas. En Mt. 13:55-56, el autor nombra a cuatro hermanos de
Jesús y también se refiere a “hermanas”. Entonces, el texto bíblico afirma que
María tuvo por lo menos seis hijos, después de dar a luz a Jesús.
“¿No es éste
el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre
María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ... ¿No
están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde,
pues, tiene éste todas estas cosas?” (Mt. 13:55-56).
Ayuda Hermenéutica:
ἀδελφός
= adelfós G80 de
G1 (como partícula de conexión) y δελφύς = delfús (vientre);
hermano (literalmente o figurativamente) cercano o remoto [muy parecido a H1]: - hermano.
(Strong).
ἀδελφή
= adelfé G79 femenino de G80;
hermana (natural o ecl.): - hermana.
NOTA: V. 55: sus hermanos. Estos eran los hijos de José y María, posteriores al nacimiento de Jesús. Entender que son hijos de un matrimonio anterior o primos de Jesús, es contrario al sentido normal de hermanos.
Por otro lado, el NT., se refiere a la relación entre Jesús y su Padre Celestial como “unigénito”. Si Jesús fuese el único hijo de María, cabe la pregunta: ¿Por qué no se usa “unigénito” también en relación con María?
II. La Adoración Del Niño: Mateo 2:1-12:
V.
1:
Belén es un pueblo pequeño que se halla tres kilómetros al sur de Jerusalén en
una colina 600 metros sobre el nivel del mar. Es mencionado con más detalles en
el Evangelio de Lucas. La información que da Lucas también explica por qué José
y María se encontraban en Belén cuando Jesús nació, en lugar de Nazaret, su
ciudad de origen.
La tierra de Israel había sido dividida en cuatro distritos
políticos y en varios territorios pequeños:
· Judea estaba al sur,
· Samaria en el centro,
· Galilea al norte e
· Idumea al sudeste.
Belén de Judea fue profetizado como el
lugar de nacimiento del Mesías (Miq. 5:2). Jerusalén estaba también en Judea y
era la sede del gobierno de Herodes el
Grande, el que reinó sobre los cuatro distritos políticos. Después
de la muerte de Herodes, los distritos fueron asignados a tres reyes (véase la
nota en 2.19-22).
A pesar de que fue insensible y malvado al asesinar a muchos de su propia familia, Herodes el Grande supervisó la renovación del templo, haciéndolo más grande y hermoso. Esto lo hizo muy popular ante muchos judíos. Jesús visitó Jerusalén muchas veces porque allí se llevaban a cabo las más grandes festividades judías.
Ayuda Hermenéutica:
Βηθλεέμ = Bedsleém G965 de
origen hebreo [H1036]; Belén, un lugar en Palestina: - Bélen.
(Strong)
Una Publicación Divina: Los Magos. Mt. 2:1-12:
El lector del Evangelio de Mateo recibe
una fuerte impresión de la soberanía de Dios guiando, protegiendo, controlando
y proveyendo todo el proceso redentor. De allí el énfasis en los títulos:
Ø Plan divino,
Ø Proceso divino,
Ø Publicación divina.
La obra redentora es de Dios desde su concepción en la mente de Dios hasta su realización y aplicación en la historia humana.
Lucas relata el primer anuncio del nacimiento de Jesús: Los ángeles avisaron a los pastores en los campos cerca de
Belén, de noche (Lc.2:8-20). Mateo omite ese evento, pero incluye el
notable caso de los magos del oriente que recibieron el aviso por medio de una
estrella nueva y llamativa. Ellos habían oído de la esperanza mesiánica por
parte de los judíos de la dispersión. Relacionaron este fenómeno en el cielo
con el rey esperado por los judíos, que nacería en Judea e iniciaría un reino
universal. No tardaron en emprender un largo viaje para verificar ese evento
sin igual.
Algunos comentaristas explican el hecho de que Mateo haya omitido el relato de Lucas, y viceversa, diciendo que se apoyaban en fuentes distintas. Este hecho podría atribuirse también a los distintos propósitos de cada escritor, fenómeno que se repite frecuentemente en los sinópticos.
Cabe entonces la pregunta: ¿Por qué Mateo incluyó el episodio de los magos en su Evangelio? Ofrecemos dos posibles razones. Ambas tienen que ver con la naturaleza del evangelio de Jesucristo. Puesto que Mateo termina su relato con un énfasis universal, con la comisión de Jesús a los discípulos de llevar el evangelio a todas las naciones (Lc. 28:18-20), es razonable pensar que inició el Evangelio con la mención de la inclusión de los gentiles (magos) en el plan de Dios. Hemos visto este énfasis en la genealogía de Jesús y ahora lo vemos en la venida de los magos.
Este relato sirve también para establecer raíces históricas de suma
importancia.
El evangelio de Jesucristo está firmemente arraigado en el tiempo y el espacio.
Sabemos con bastante precisión cuándo y dónde nació, cuándo y dónde realizó su
ministerio terrenal, y cuándo y dónde murió. Sabemos también cuándo y dónde fue
sepultado, y cuándo y dónde resucitó.
Además, tenemos el relato de gran número
de testigos que verifican estos datos. Tales hechos sirven para dar mayor
credibilidad y distinguir al cristianismo de otras religiones que no tienen
claras raíces históricas. En el primer versículo del cap. 2, encontramos tres datos
importantes:
·
El lugar
del nacimiento del Mesías,
·
Su
marco temporal y
· La visita de los magos.
1- Lugar: Belén de Judea.
Mateo y Lucas señalan
con precisión el lugar donde nació el Mesías. Belén, una pequeña villa con
pocos habitantes, pero con una larga historia, es mencionada en Génesis (Gn. 35:16;
35:19; 48:7) y era identificada también como Efrata, el lugar donde murió
Raquel al dar a luz a Benjamín. El rey David nació en Belén, pero fue el
nacimiento del “Hijo
de David”, Jesucristo, que le dio más importancia, aunque parece que
él nunca volvió a su pueblo natal.
El nombre Belén significa “casa de pan”. Es allí donde nació aquel que dijo: Yo soy el pan de vida (Jn. 6:35). Fue necesario para Mateo usar la expresión “Belén de Judea” para distinguirlo de otro “Belén”, ubicado cerca de Nazaret en la heredad de Zabulón (Jos. 19:15), o sea, en Galilea. Cuando Herodes preguntó a los líderes de los judíos dónde tendría lugar el nacimiento del Cristo, ellos contestaron con la cita de dos profecías mesiánicas (Miq. 5:2; 2 Sam. 5:2), que aparentemente eran muy conocidas entre los maestros de Israel.
La referencia en 2 Samuel señala a David cuando aún Saúl ocupaba el trono. En Miqueas, más de 300 años más tarde, la referencia es al “Segundo David” quien se levantaría también de Belén. Es interesante el término citado de 2 Samuel en cuanto al tipo de reinado que tendría el primer David y también el “Segundo”. Miqueas dice: ...será el gobernante en Israel, pero Samuel dice: Tu pastorearás a mi pueblo Israel. Jesús afirmó de sí mismo: Yo soy el buen pastor; el buen pastor pone su vida por sus ovejas (Jn. 10:11). Pedro se refería más tarde a Jesús como el Príncipe de los pastores (1 P. 5:4). Jesús vino para ser rey-pastor, títulos usados comúnmente para referirse a los líderes nacionales, pues tenían la función de gobernar, proteger y alimentar.
2- Marco temporal: En
días del rey Herodes.
Habiendo establecido el lugar del nacimiento de Jesús, ahora (Mt. 2:1b) Mateo fija el marco de tiempo: durante el reinado de Herodes el Grande. Se sabe que el Herodes mencionado aquí era “el Grande”, hijo de un idumeo llamado Antípater, que fue declarado “rey de los judíos” por el Senado Romano en el año 40 a. de J.C. Herodes pudo asumir plenamente ese puesto por el año 37 a. de J.C. Murió en marzo del año 4 a. de J.C., según el calendario cristiano, o sea, el año 750 según el calendario romano. Como veremos más adelante, estas fechas son vitales para establecer la fecha del nacimiento de Jesús.
Herodes era muy hábil
como gobernante.
Reedificó el templo de los judíos en Jerusalén para congraciarse con el pueblo.
Era hombre de grandes ambiciones, acumuló fortunas y las gastó generosamente en
regalos y banquetes. Por otro lado, era muy celoso y extremadamente cruel. No
toleraba rivales. Tuvo diez esposas en sucesión.
Llegó a casarse con la bella Mariamne, heredera de la línea macabea. Tuvo varios hijos que le siguieron en el poder sobre Palestina. En los últimos años de su vida se volvió cada vez más arbitrario y cruel. Mandó ejecutar a su esposa favorita, Mariamne, a su cuñado, a algunos de sus propios hijos y a otros allegados.
3- Una visita: Unos magos... del oriente (Mt. 2:1c).
Uno de los grandes misterios en el Evangelio de Mateo es la visita de estos magos. ¿Quiénes eran, de dónde venían, cómo se enteraron de la expectativa mesiánica? Las especulaciones abundan; las tradiciones extrabíblicas se han multiplicado. Si nos atenemos al texto, encontramos poca ayuda para responder a estas preguntas.
El texto indica en términos muy generales que vinieron del oriente (vv. 1, 2, 9). La opinión más aceptada es que vinieron desde Persia o Babilonia, territorio de donde procedió Abraham. Este territorio estaba ubicado al oriente de Jerusalén. El texto griego dice que vinieron de los levantamientos (se sobreentiende que se refiere al sol).
Más difícil es la tarea de determinar quiénes eran. El término mago G3097 es una transliteración
de la palabra griega y en aquel entonces tenía dos o tres acepciones.
Broadus describe el uso del término entre los medos. Dice que se refería a una tribu o casta
sacerdotal.
Luego eran reconocidos como maestros de la
religión y ciencia. Estaban especialmente relacionados con la
astrología, la medicina y toda
clase de adivinación y encantos. Estudiaban las estrellas para
interpretar eventos contemporáneos y predecir eventos futuros. Eran personas de
grandes inquietudes y curiosidad insaciable. Deseaban descubrir la verdad.
Ayuda Hermenéutica:
μάγος = mágos G3097 de
origen extranjero [H7248]; mago, i.e. científico oriental; por
implicación mago: - mago. (Strong).
רַב־מָג = Rab Mág H7248 de H7227 y una palabra foránea para mago; mago en jefe; Rab Mag, oficial babilonio: - Rabmag. (Strong).
Los magos seguramente aprendieron de los judíos de
la dispersión acerca de la esperanza de la venida de un Mesías que establecería
un reino de paz. Muchos judíos que fueron llevados cautivos a Asiria y
Babilonia, durante los siglos V, VI y VII a. de J.C., optaron por quedarse en
ese territorio cuando Ciro les dio permiso para regresar a Palestina. Estaban
privados de participar frecuentemente en las ceremonias en su gran templo en
Jerusalén por razón de la distancia.
Véase Parte II:
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