Parte II
EL CIELO ABIERTO:
(Juan 1:51)
“Y le dijo:
De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis
el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo
del Hombre”.
(Juan
1:51)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
2.5. Unigénito.
Juan 1:18:
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”.
(Jn. 1:18)
Ayuda
Hermenéutica:
Μμονογενής = monogenés G3439 de G3441 y G1096; único nacido, i.e. solo: - único, unigénito. (Strong).
Nadie—“Ninguno”, en el sentido más amplio. le vio [a Dios]—por mirada inmediata, o intuición directa. en el seno del Padre—Expresión notable, usada aquí solamente, que presupone la existencia consciente del Hijo, distinta del Padre, y que expresa su acceso inmediato y más encarecido a él, y conocimiento absoluto con él. él—Enfático; es decir: “El y él sólo le declaró”, porque sólo él puede.
A Dios nadie le vio jamás. I, es, puesto que Dios es Espíritu (Jn. 4:24), nadie ha visto jamás a Dios en su
esencia, su ser espiritual. Con todo, asumió formas visibles, que los hombres
vieron en tiempos del AT. (Gn. 32:30; Éx. 24:9-10; Juc. 13:22; Is. 6:1; Dn.
7:9) y en Jesús los hombres pudieron ver a Dios (Jn. 14:8-9).
· Cristo da vida (v. 12);
· Revela (vv. 14, 18);
· Da gracia y verdad (vv. 16-17).
2.6. Cordero de Dios. Juan 1:29, 36:
“El siguiente
día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He
aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. (Jn.1:29)
Ayuda Hermenéutica:
ἀμνός = amnós G286 apar, palabra primaria, oveja, cordero: - cordero. (Strong).
Juan
el Bautista y Jesús. Jn. 1:29-34. Llama la atención el hecho de que el
autor, aun sabiéndolo, haya omitido la tentación y el bautismo de Jesús, lo
cual seguramente ocurrió antes del evento relatado aquí. Esta sección es la
primera de tres en la parte final del cap. 1, cada una presentando una
confesión en la cual Jesús es identificado.
Borchert observa que el autor emplea repetidas veces, con fineza
literaria, tres verbos temáticos:
· “Viendo”,
· “Encontrando” y
· “Conociendo”.
Al día siguiente señala el comienzo del segundo día de la primera semana que Juan registra. Este es el gran día en que el Bautista identifica públicamente a aquel del cual él había dado testimonio anteriormente, a la vez indicando cómo llegó a conocer que Jesús era el Verbo de Dios. Es casi seguro que la delegación de Jerusalén ya había regresado, dejando al Bautista con las multitudes. Juan vio a Jesús que venía hacia él y dijo no significa que es la primera vez que Juan lo había visto o conocido (ver vv. 32-34).
¡He aquí...! traduce un imperativo del verbo “ver” (jorao G3708), tercera persona singular que significa “mire”, pero generalmente se usa como una interjección o exclamación, como en la RVA. La prueba de esta clasificación es que lo que sigue, el Cordero, está en el caso nominativo, no acusativo. Esta exclamación es una de las favoritas del autor, el cual la usa unas 20 veces, más que la suma de todos los otros escritores del NT.
El artículo definido en el cordero sugiere
que los oyentes entenderían a qué se refería. Sin embargo, no hay un consenso
entre comentaristas, aunque muchos opinan que Juan tenía en mente Is. 53:7 (ver
Hech. 8:32), o quizás el cordero pascual (ver 19:36). Contra la idea del “cordero pascual”
está el hecho de que en el NT., se usaba otra palabra (pasca
G3957) para la víctima y el animal sacrificado no siempre era un
cordero.
De Dios puede indicar que proviene de Dios, es provisto por Dios, o que pertenece a Dios, quizá recordando la provisión de Dios en Gn. 22:8. El término Cordero aparece en el NT., sólo aquí (amnos G286), en 1 P. 1:19 y a través de Apocalipsis se usa un término distinto (arnion G721). Considerando el lenguaje arameo, hablado en los días de Jesús, el término traducido “cordero” significaba también “niño” o “siervo”, llevando a algunos a traducirlo como “Siervo de Dios”, un título mesiánico.
Que quita el pecado del mundo define la
misión del Cordero de Dios (ver 1 Jn. 1:7; 3:5). Sea cual fuere la alusión de
esta expresión, Juan identifica a Jesús como un sacrificio expiatorio, como el
cordero pascual (Ex. 12:13), para resolver el problema del pecado.
Morris sugiere que quizá Juan tenía en
mente todas las alusiones mencionadas arriba, pues Cristo cumplió perfectamente
todo lo que simbolizaban los sacrificios del AT. Juan habla del pecado como la
suma total de todos los pecados individuales de la humanidad.
El pecado traduce el término griego jamartia G266, el cual significa literalmente “errar el blanco”. Del mundo apunta al valor de la expiación de Cristo para toda la humanidad, aun para sus enemigos, un énfasis que corre a través del Evangelio. Isaías anticipaba la expiación del Mesías por las transgresiones, pero solamente a favor de “mi pueblo” (Is. 53:8). Así que, desde el mismo comienzo del Evangelio, el autor está apuntando a la cruz y su significado para toda la humanidad.
2.7. Hijo de Dios. Juan 1:34, 39:
“Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios”. (Jn. 1:34)
Ayuda Hermenéutica:
ὁράω = joráo G3708 propiamente
fijarse en [Compare G3700], i.e. (por implicación) discernir
claramente (físicamente o mentalmente); por extensión asister a; por hebraísmo
experimentar; pasivamente aparecer: -
ver, mirar.
μαρτυρέω = marturéo G3140 de G3144; ser testigo, i.e. testificar (literalmente o figurativamente): - encargar, alcanzar buen testimonio, atestiguar, buen testimonio, dar testimonio, declarar, testificar, testigo. (Strong)
El Bautista continua su testimonio respecto a Jesús (ver vv. 7, 8, 15, 19, 34), ahora explicando
cómo llegó a reconocerlo como el Mesías. He visto traduce un verbo que
significa “contemplar
con los ojos físicos” y se conjuga en tiempo perfecto, lo que indica
resultados continuados. Juan no está hablando de una visión, o de una mirada
pasajera, sino de una contemplación sostenida. Posó sobre él probablemente
indica una permanencia durante todo su ministerio terrenal.
Juan repite: Yo no le conocía (a Jesús como el
Mesías) hasta la revelación del Padre. éste le dio una señal para identificar al
Mesías quien bautizaría en el Espíritu Santo. Este conocimiento no
vino por antecedentes, ni por deducción personal, sino por una revelación
definida de Dios.
La preposición en G1722 en griego suele tener el significado instrumental, “con” o “por”, pero aquí es locativo, indicando el elemento en el cual se realiza el bautismo, como en el caso del bautismo en agua. Corroborando esta interpretación, la ausencia del artículo definido ante Espíritu Santo, en el texto gr., indicaría un ambiente de influencia espiritual del Paracleto más bien que su personalidad.
2.8. Mesías. Juan 1:41:
“Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo)”. (Jn. 1:41)
Ayuda Hermenéutica:
Μεσσίας = Messías G3323 de origen hebreo [H4899]; el Mesías, o Cristo: - Mesías.
Hemos hallado al Mesías—La preparación previa de sus corazones sencillos bajo el ministerio del Bautista, hizo de esta convicción trabajo rápido, mientras que otros vacilaban, hasta que la duda se afirmaba en la obstinación. Así es todavía.
El término Mesías (40) es traducido por
Juan para beneficio de sus lectores no judíos. Tanto el heb. Mesías
como el gr. Cristo
se derivan de una raíz que significa “el Ungido”. Aunque en el AT.,
la idea de ungir estaba principalmente
relacionada con la elección de los reyes, en el NT., el concepto se aplica a
Jesús en un sentido ampliado para incluir la idea de:
· Un
profeta,
· Un
sacerdote y
· Un rey ungidos.
Se ha supuesto que hay una contradicción
entre este anuncio y los relatos sinópticos que
sugieren que Jesús no fue reconocido como Mesías hasta la confesión de Pedro en Cesarea de
Filipos. Pero no hay necesidad de suponer que aquí los discípulos tenían más
que una idea muy general de lo que realmente significaba el mesianismo.
En el v.
42 hay un marcado énfasis sobre las relaciones personales que abarcaban a
Andrés, Simón y Jesús. Nuevamente hay una diferencia entre Juan y los Sinópticos
sobre el momento en que el nombre Pedro fue dado a Simón. Aquí es dado
al comienzo del ministerio, mientras que en Mt. 16:18 es confirmado después de
la confesión de Pedro. Vale la pena notar que aquí Jesús usa el tiempo futuro
que indica lo acontecido según Mt. 16:18.
Tanto Pedro como Cefas significa “roca”, lo que sugiere que Jesús estaba pensando en el carácter “rocoso” que se proponía formar en Simón.
2.9. Rey de Israel. Juan 1:49:
“Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel”. (Jn. 1:49)
Ayuda Hermenéutica:
βασιλεύς = basileús G935 probablemente de G939 (mediante la noción
del cimiento de poder); soberano (abstractamente, relativamente, o
figurativamente): - rey. (Strong).
VV. 47-51: El conocimiento sobrenatural de Jesús
acerca de quién era en realidad Natanael, convenció a este «verdadero israelita» de que se
había encontrado con el Hijo de Dios, el Rey
de Israel. Tras su fachada de incredulidad, Jesús descubrió la
transparencia de espíritu de Natanael.
“Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás”. (Jn. 1:50)
V.50:
R871 El verbo en
futuro ὄψῃ tiene aquí un sentido
duradero: verás cosas mayores que éstas.
R1028 En este
versículo, el primer ὅτι
es causal; pero el segundo introduce un discurso indirecto: porque
…, que.
V. 50: Cosas mayores. I, es, mayores pruebas de quien soy yo, como se revelan en las siete grandes señales que comprenden los capítulos 2 al 12.
VV. 50, 51. ¿Porque te dije, etc.—“¡Cómo! ¿Tan fácilmente convencido y por este testimonio sólo?”—una expresión de admiración. De aquí adelante, etc.—La clave de este gran dicho es la visión de Jacob (Gn. 28:12, etc.), a la cual se hace alusión evidente.
2.10.
Hijo de Hombre. Juan 1:51.
“Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de
Dios que suben y descienden sobre el Hijo
del Hombre”. (Jn. 1:51)
Ayuda Hermenéutica:
υἱός = juíos
G5207 aparentemente
palabra primaria; «hijo» (a veces de animales), usado muy ampliamente
de parentesco immedia, remoto o figurativamente: - hijo.
ἄνθρωπος = ándsropos G444 de G435 y
ὤψ = óps (semblante; de G3700); con cara
humana, i.e. un ser humano: - gente, hombre, humano, varón. (Strong).
Para mostrar al
patriarca que, aunque él estaba solo y sin amigos en la tierra, los intereses
de él estaban ocupando a todo el cielo, le fue hecho ver “los cielos
abiertos y los ángeles de Dios que subían y bajaban por una escalera mística
que alcanzaba desde la tierra hasta el cielo”. “Algún
día”, dice Jesús aquí, “veréis
esta comunicación entre el cielo y la tierra abierta ampliamente, y al Hijo del
hombre la Escalera real de este intercambio”.
En su condición singular de Dios-Hombre, Jesús sería la escalera entre el cielo y la tierra. Jesús no dice aquí que iba a ser una experiencia física (es decir que verían la escalera con sus ojos), como en el caso de la transfiguración, sino que tendrían una percepción espiritual de la verdadera naturaleza de Jesús y del propósito de su venida.
Concluyó:
La encarnación de Jesús es, pues, un
acontecimiento de importancia universal. El Verbo es Jesucristo, la suprema y
eterna expresión de Dios. En el AT., Dios aparece como creador del mundo; en el
NT., Dios pronunció su palabra definitiva a través de la Palabra viviente, su
Hijo.
Desconocer a Jesús como intermediador [la escalera para llegar al cielo] entre Dios y los hombres, es desconocer al único medio para alcanzar el cielo de Dios. Veamos el Credo del año 441:
El credo (confesión de creencias) que
nos viene del Concilio de Calcedonia (441 d.C.). Nuestro Señor
Jesucristo es:
Verdaderamente Dios y verdaderamente
hombre, con un cuerpo y un alma
razonable (racional); consustancial (coesencial) con el
Padre, de acuerdo a la Divinidad, y consustancial con nosotros, de acuerdo a la
humanidad; en
todo como nosotros, pero sin pecado…
Uno y el mismo Cristo, Hijo, Señor, Unigénito, a ser reconocido en
sus dos naturalezas, sin confusión, ni mutación, indivisible, inseparable;
La distinción entre las dos naturalezas que no es retirada por la unión, sino que es en cambio conservada por las propiedades de cada naturaleza, y concurrentes en una Persona y en una Subsistencia, no partida ni dividida en dos personas, sino una y la misma, el Hijo, el Unigénito, Dios, el Verbo, el Señor Jesucristo.3)
__________
Notas y
Bibliografía:
1) Notas:
(1) El verbo ellogeo, poner en la cuenta
de una persona, se traduce en Film. 1:18 «ponlo en mi cuenta»; se usa también
de inculpar de pecado en Rom. 5:13: «se inculpa».
(2) El verbo istemi, poner en pie, estar
en pie, poner, establecer, se traduce en Hech. 7:60: «tomes en cuenta».
(3) El verbo sumpsefizo se traduce en Hech.
19:19: «hecha la cuenta».
(4) Epignosis, véanse CIENCIA,
CONOCIMIENTO, se traduce «tener en cuenta (a Dios)» en Rom. 1:28.
(5) Logizomai (véase A, Nº 6), se usa
propiamente:
(a) de cálculo
numérico (por ejemp., Lc. 22:37: «fue contado»);
(b) metafóricamente,
por una relación de características o de razones, tomar en cuenta (Rom. 2:26 : «¿no será tenida?»),
de contar la incircuncisión como circuncisión en la estimación de Dios en
contraste de la estimación de los judíos con respecto a su propia condición (v.
3); en 4:3, 5, 6, 9, 11, 22, 23, 24, de contar la fe como justicia, o de
imputar justicia a personas; en el v. 4: «no se le cuenta el salario como gracia»,
se trata el tema considerando el contraste entre gracia y deuda, lo cual
involucra el contar de una recompensa por unas obras; lo que se debe como deuda
no puede ser considerado como una gracia, pero la fe de Abraham y de sus hijos
espirituales los sitúa afuera de la categoría de aquellos que buscan ser
justificados mediante los propios esfuerzos, y, viceversa, estos últimos quedan
excluidos de la gracia de la justicia, que se otorga solo bajo la condición de
la fe; así también en Gál. 3:6: «le fue contado» (rv: «le fue imputado»); ya que Abraham,
como todos los descendientes naturales de Adán, era pecador, estaba destituido
de justicia a los ojos de Dios; si, por ello, se había de rectificar su
relación con Dios, esto es, si había de ser justificado ante Dios, la
rectificación no podría ser conseguida por su parte mediante obras meritorias;
en Stg. 2:23: «le fue contado», se considera este tema desde una perspectiva
diferente (véase bajo JUSTIFICACION, B, los cuatro últimos párrafos); para
otros casos de ser contados a este respecto, véase Rom. 9:8: «son contados»; 2 Cor.
5:19 : «no tomándoles en cuenta» (rv: «no imputándoles»);
(c) considerar,
calcular (Rom. 6:11: «consideraos», rv: «pensad»; Rom. 8:36: «somos contados»,
rv: «somos estimados»; 2 Cor. 10:11: «tenga en cuenta», rv: «piense»);
(d) suponer, juzgar,
considerar (Rom. 2:3: «piensas»; Rom. 3:28: «concluimos»; Rom. 8:18: «tengo por
cierto»; 2 Cor. 11:5: «pienso»); véase A, Nº 6.
(6) anangello, traer palabra de
vuelta, vino a tener en el griego tardío el mismo significado que apangello, anunciar, declarar; se traduce
«dando cuenta» en Hech. 19:18. (VINE).
2) tárgum. (Del hebr.
targum, traducción). m. Libro de los judíos que contiene las glosas y
paráfrasis caldeas de la Escritura. Microsoft® Encarta® 2009.
3) Citado por James Montgomery Boice en
Foundations of the Christian Faith, InterVarsity Press, Downers Grove,
Illonois, p. 281.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 10//09//2021.
MISIÓN BAUTISTA “Emanuel”. Ciudadela de Noé.
Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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