ADORACIÓN EN TIEMPO DE AFLICCIÓN:
(Job 1:13-22)
“Y un día
aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el
primogénito,… y vino un mensajero a Job, y le
dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,… y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a
los criados a filo de espada; solamente escapé yo
para darte la noticia… Aún estaba éste
hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó
las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia…
Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo:
Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se
los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia…”
(Job
1:13-22)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Job es famoso por su vida con momentos “difíciles”. Sus pérdidas
fueron muchas y graves. Tras enterarse de la muerte de sus hijos, su dolor se
evidencia en su reacción: “rasgó su manto, y
rasuró su cabeza”.
Sus palabras en esa hora de angustia me
hacen pensar que sabía ser agradecido, porque reconoce que Dios le había dado
todo lo que había perdido. Si no, ¿cómo podría
haber ADORADO
en medio de semejante dolor?
Podríamos agradecer [adorar] en estos tiempos de pandemia cuando Perú ha
sufrido la pérdida de más 200,000 mil muertos cuando muchos de nosotros hemos
perdido:
· Padres,
· Hermanos[as],
· Esposos[as],
o
· Algún ser querido, como lo hizo Job con la perdida de diez hijos e hijas.... Veamos.
1. Las Pérdidas Materiales. Job 1:13–17.
Cierto día los desastres llegaron: Job perdió los
bueyes, las asnas, las ovejas, los camellos, a casi todos los criados y también
a todos sus hijos quienes
habían sido reunidos en la casa del primogénito. Se le quitó todo por medio de
catástrofes, cada una de mayor alcance.
Rápidamente, cuatro sobrevivientes de cada
lugar se le acercaron con las noticias trágicas. Mientras uno hablaba llegaba otro y cada
uno terminó su informe con el mismo refrán:
· “Sólo yo escapé para darte la
noticia”
(vv. 15, 16, 17, 19).
Rápida y artísticamente el autor presenta
los emotivos acontecimientos. No trata de dar un reportaje prosaico, sino que
lo hace dramática e interpretativamente.
v El primero y tercer golpes llegaron por medio de la maldad
humana;
v El segundo y cuarto fueron
el resultado de fuerzas naturales.
Con todo, el autor dejó un sentir de pavor sobrenatural:
Ø Job fue azotado con adversidades
inexplicables.
Ø No obstante, no acusó
a Dios y
Ø “No pecó ni atribuyó a Dios despropósito alguno” (v. 22).
Los sabeos (v. 14) eran
árabes y ocupaban una zona cerca de Edom (Gn. 10:7, 28;
Jr.
6:20; Ez. 27:22; Salm. 72:10, etc.). En la época patriarcal todavía se hallaban
en un estado de vida nómada. Luego, como comerciantes con grandes caravanas
mercantiles, radicaban en la parte sudoccidental de la península arábiga.
שְׁבָא = Shebá
H7614 de original for.; Sheba, nombre de tres de los primeros
progenitores de las tribus, y de un distrito etíope: - Sabá,
sabeos, Seba. (Strong).
NOTA: Los sabeos. Beduinos nómadas que vivían en la región de Uz y al sur de ésta.
El “fuego de Dios” (v. 16) indica un rayo (ver 2 R.
1:12). Posiblemente
Dios, al conceder a Satán permiso de afligir a Job, emplea su poder haciendo actuar las
fuerzas naturales. Pero Job y los criados creían que los azotes
venían exclusivamente de Dios, quien había procurado la desgracia de Job.
NOTA:
Job 1:6-12: De esta conversación, aprendemos mucho sobre Satanás.
(1) Él debe rendir cuentas ante Dios. Todos los seres angelicales,
buenos y malos, tienen obligación de presentarse delante de Dios (1:6). Dios sabía que Satanás quería atacar a Job.
(2) Satanás puede estar sólo en un lugar a la vez (1:6,
7). Sus demonios lo ayudan en su trabajo, pero como ser creado es limitado.
(3) Satanás no puede penetrar en nuestra mente o predecir el
futuro (1:9-11). Si pudiera, hubiera sabido que Job no se quebrantaría bajo presión.
(4) Debido a que Satanás no puede hacer nada sin el permiso
de Dios (1.12), la iglesia puede vencer sus ataques por medio del poder de Dios.
(5) Dios siempre pone limitaciones a lo que Satanás puede
hacer (1:12; 2:6).
La respuesta de Satanás a la pregunta de Dios (1:7) nos dice que Satanás es real y muy activo en la tierra. Saber esto acerca de nuestro adversario debe hacer que permanezcamos cerca del único que es mayor que él: Dios mismo.
“Los caldeos” (v. 17) no se refiere a los
babilonios que establecieron el Imperio más tarde, sino que probablemente era
una expresión usada para “saqueadores” o “ladrones”. Eran nómadas de los que
en siglos posteriores tuvieron su sede cerca de la desembocadura del río
Éufrates.
Ayuda Hermenéutica:
כַּשְׂדִּי = kasdí H3778 (ocasionalmente
con enclítico) כַּשְׂדִּימָה = kasdíma; hacia (los) casditas (a Caldea),
patronímico de H3777 (solo en el plural); casdita, o descendiente de Kesed; por
implicación caldeo (como asi descendiente); también astrólogo (como proverbial
de ese pueblo): - caldeos. (Strong).
NOTA: Los caldeos. Otro grupo de merodeadores nómadas. No deben confundirse con los caldeos de épocas posteriores que vivieron en (y por cierto tiempo gobernaron) el Imperio Babilónico (siglo VII y VI a. C.).
2. Las Pérdidas Familiares.
Job 1:18, 19.
La pérdida de un hijo es algo trágico (2
Sam. 18:33). ¡La
pérdida de todos en un momento en la casa del primogénito era algo devastador!
No fue el conocido intolerable viento caliente (el qadim;
ver Jonás 4:8, etc.) lo que llegó aquel día; era un “fuerte viento” (“un huracán” NBE) que llegó de repente como un torbellino (38:1)
y destruyó la casa entera.
Ayuda Hermenéutica:
קָדִים = cadím H6921 o קָדִם = cadím; de H6923; frente o parte frontal; de aquí, (por orientación) el Este (a menudo adverbio hacia el este, por brevedad el viento oriental): - oriental, oriente, viento solano. Strong).
En un momento fallecieron todos sus hijos junto con los siervos:
Ø Solamente uno escapó para darle la noticia (v. 19).
¡Era el golpe final! Había perdido la
bendición más grande de todas. Sin hijos no tenía ninguna esperanza de posteridad. No vendría otro
mensajero:
· No le quedaba más bienes para perder.
NOTA: VV. 13-19: Le fue arrebatado a
un mismo tiempo todo cuanto poseía:
1- Tenía 500 yuntas de
bueyes y 500 asnas, con el número de cría dos conveniente para cuidar de los
animales, y los perdió a todos de una vez (vv. 14, 15). Sus
vecinos los sabeos se llevaron los bueyes y las asnas y mataron a los ciados
que se aprestaban bravamente a defender los animales. Sólo escapó
uno para contarlo. Cuando el
diablo obtiene de Dios el permiso para hacer el mal, nunca le faltan malvados
que le sirvan de instrumentos para perpetrarlo.
2- Tenía 7,000 ovejas y
los pastores necesarios para apacentarlas. Una tormenta de múltiples
rayos acabó con todo ello (v. 16). Job podía acusar de crimen a los sabeos y
perseguirlos por su injusticia y por su crueldad, pero ¿a quién iba a acusar ahora? Podría verse tentado a decir: en vano sirvo a Dios.
El
emisario llamó a los rayos fuego de Dios, como el
fuego de parte de Jehová (Gn. 19:24) que consumió a Sodoma y a
Gomorra ¡Qué terrible noticia la de
esta destrucción que venía directamente de la mano de Dios!
3- Tenía 3,000 camellos
(dromedarios) y los criados necesarios
para cuidar de ellos. Todos cayeron al mismo tiempo en manos de
los caldeos, quienes se llevaron los animales y mataron a los criados (v. 17)
Cuando
los impíos prosperan mientras los justos sufren, los
juicios de Dios son como el gran abismo (Salm. 36:6), cuyo fondo
no podemos hallar, porque no lo tiene (abismo significa “sin fondo”).
4- Sus posesiones más
preciadas y queridas eran sus hijos; y, para concluir la tragedia, le llegan
nuevas, al mismo tiempo que las otras, de que los diez habían quedado muertos y
enterrados bajo las ruinas de la casa donde estaban banqueteando, junto con los
criados que les servían, excepto el que vino a traer a Job la noticia (vv. 18, 19).
Esta
fue la mayor de las perdidas y, por eso, el diablo se la guardó para el final,
a fin de que, si las otras provocaciones fallaban, ésta al menos le incitase a
maldecir a Dios. Nuestros hijos son como parte de nosotros mismos; resulta muy
duro desprenderse de ellos, y su pérdida le llega a un padre a lo más hondo.
Pero perderlos todos, al ser muchos, y todos al mismo tiempo, cuando por tantos
años habían sido objetos de sus cuidados y esperanza, era cosa extremadamente
duro.
Y, si hubiesen muerto cuando estaban orando, habría podido tener algún consuelo, pero los perdió cuando comían, debían y tenían juergas. Le fueron quitados precisamente cuando más los necesitaba para consolarse de las otras pérdidas.
3. La Respuesta de Job. Job 1:20–22.
Simbólicamente, en presencia de los
cuatros siervos sobrevivientes, Job expresó con dos señales exteriores la magnitud
del dolor que sentía dentro de sí mismo (v. 20). En aquel entonces, los hombres
usaban un manto sobre una túnica interior. El manto indicaba el nivel social o
la jerarquía del individuo.
Habiendo perdido todo, simbólicamente Job indicaba la realidad
al rasgar su manto:
· Evidentemente Dios le había quitado su posición en la sociedad.
· El segundo símbolo era raparse
la cabeza, lo
cual indicaba su dolor intenso. El cabello era la gloria del hombre (2 Sam. 14:25, 26; 18:9) y
el cortarlo hasta el punto de ser calvo fue un ritual para expresar que había
perdido su más grande bendición.
· Después, se postró en tierra y adoró (v.
21).
“y dijo:
Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré
allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito… En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito
alguno”.
(Job 1:21-22)
NOTA: VV. 21-22: La primera
agresión de Satanás fue contra las posesiones de Job. Estaba
encaminada a exponer los verdaderos motivos de Job para servir a Dios, los que según Satanás eran
egoístas. Esta prueba ocurrió solo después de que Dios
permitiera a Satanás probar a Job.
Job reconoció que la mano de Dios estaba en aquel asunto y demostró una actitud correcta hacía sus posesiones. Éstas eran un don de la Misericordia de Dios, no sosas que había ganado y por lo tanto tenía derecho a retenerlas.
Al postrarse hizo el acto simbólico de humillarse en sumisión a Dios, el Superior. No pidió ni ayuda ni respaldo: adoró a Jehová. Tal como entró en el mundo, así saldría de él en iguales condiciones. Ante todo, Job no “maldijo” a Dios. Reconoció la soberanía divina y aceptó lo que le había ocurrido como obra misteriosa de Dios. Satanás se equivocó en cuanto a la relación de Job con Jehová, y “Job no pecó ni atribuyó a Dios despropósito alguno” (v. 22; comp. v. 11).
Concluyó:
La gratitud diaria no puede borrar el dolor que sentimos en épocas de perdidas. Job cuestionó
su dolor y lidió con él, como lo describe el resto del libro. Pero reconocer la
Bondad de Dios puede prepararnos para arrodillarnos en ADORACIÓN a nuestro Dios
Todopoderoso en las horas más oscuras de nuestra vida en este mundo.
Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
___________
Notas y Bibliografía:
- Biblia de Estudio RYRIE.
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 23//12//2021.
MISIÓN
BAUTISTA: “Emanuel”. Ciudadela de
Noé. Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa.
Cerca del Hospital Regional II. Cel.
942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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