Parte I
LA IGLESIA EN EL NUEVO TESTAMENTO:
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. (Ef. 5:25)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
El estudio del
término “iglesia”
comúnmente se conoce como eclesiología. Es uno de los estudios más
apasionantes, pues lleva al estudiante al mismo corazón y naturaleza del
cristianismo. Enfoca la vida del creyente como individuo y también como
integrante de la comunidad que representa a Cristo en la tierra. Es la única agencia
divinamente comisionada para extender el reino de Dios en la tierra. Su
importancia para los propósitos
de
Dios se aprecia en la expresión paulina: Cristo amó a la iglesia y se entregó a
sí mismo por ella (Ef. 5:25).
La demanda por la unidad del espíritu y
propósito dentro del cristianismo organizado y las demandas crecientes por la
unión orgánica e institucional del protestantismo también hacen del estudio de
la iglesia un asunto de absoluta prioridad para todos los que toman en serio su
fe cristiana.
Para lograr una mejor comprensión de la naturaleza y propósito de la iglesia de Jesucristo, trataremos los siguientes temas: el uso del término “iglesia” (griego, ekklesía) y las metáforas relacionadas, sus características, su misión, su relación con el reino de Dios y su destino final.
Ayuda Hermenéutica:
ἐκκλησία = ekklesía G1577 de un compuesto de G1537 y un derivado de G2564; llamar fuera, i.e. (concretamente) reunión popular, específicamente congregación religiosa (sinagoga judía, o comunidad cristiana de miembros en la tierra o santos en cielo, o ambos): - asamblea, concurrencia, congregación, iglesia. (Strong).
1. EL USO DEL TERMINO “IGLESIA”:
El término “iglesia” se deriva del latín ecclesía 1) y
éste del sustantivo compuesto griego ekklesía.
Se construye de una preposición ek,
que significa “afuera”
o “hacia afuera”, y del verbo kaleo,
que se traduce “yo
llamo”. El sustantivo se refiere a “los llamados hacia afuera”. En el NT., se
usa en tres sentidos distintos:
· Un grupo civil secular,
· Un grupo religioso local y
· Un cuerpo universal invisible.
1) El Uso De ekklesía En El Griego Clásico:
Antes y durante el tiempo del NT., los
griegos empleaban el término ekklesía comúnmente
para referirse a una asamblea cívica, “los convocados” o “citados”, para deliberar asuntos
públicos. Dana
señala que en este uso del término había cuatro elementos:
· Era una asamblea local,
· Autónoma,
· Con cualidades definidas y
· Conducida sobre principios democráticos.
No existe buena base para afirmar, como
algunos autores (ver Trench), que también en el uso clásico había la idea de
separación o exclusión de algunos de los habitantes.
2) El Uso De ekklesía En La Septuaginta:
La Septuaginta era la traducción de las Escrituras
hebreas al griego, hecha unos 200 años antes de Cristo. Era usada por los
judíos de habla griega y por los cristianos del primer siglo como su Biblia.
Más de la mitad de las citas del AT., por los escritores del NT., provienen de
ella. Esta versión es de gran valor porque los términos griegos, usados en
ella, llevaban el significado de éstos para los hebreos. Así es con el término ekklesía.
Una investigación del uso del término ekklesía en la Septuaginta nos lleva a una
consideración de las palabras hebreas qahal
y edhah. El ochenta y dos por ciento de las
menciones de edhah se encuentra en el Pentateuco.
En casi todos los casos se refiere a la totalidad de la congregación de Israel, reunida o no. En dos referencias la Septuaginta utiliza “Israel” para traducir edhah (Núm. 4:34 y Salm. 74:2).
Ayuda Hermenéutica:
עֵדָה = edá H5712 femenino de H5707 en sentido original de encuentro; asamblea programada (espec. gentío, o generalmente familia o multitud): - compañía, congregación, cuadrilla, enjambre, grupo, junta, multitud, pueblo, reunión, reunir, séquito, sociedad. Comp.
El significado básico de qahal es similar a ekklesía,
o sea, “convocar
o llamar juntos” y, como edhah,
se refiere al pueblo de Israel, reunido o no. Cuando uno estudia el uso de
estos dos términos hebreos, descubre que qahal
gradualmente absorbió el significado de edhah,
hasta que, después del exilio, éste prácticamente desapareció y aquél llegó a
ser dominante.
“El qahal de Jehová” es una expresión que se encuentra frecuentemente en el AT., y la Septuaginta la traduce “la ekklesía del Señor”. Seguramente los líderes judíos de la iglesia primitiva entendían esta relación al usar el término “iglesia del Señor”.
3) El Uso De ekklesía
En El Nuevo Testamento:
Como es el caso de muchos otros términos en el NT., Jesús y los apóstoles llenaron ciertos términos griegos seculares con un contenido claramente religioso, a tal punto que prácticamente perdieron su significado original.
Así fue con el término ekklesía. Mas, en la tradición hebraico-cristiana del término, era más que una asamblea; era la asamblea. El uso con el artículo definido en la literatura cristiana es evidencia de su naturaleza excepcional y sugiere una connotación que no tendría significado para los griegos en general.
Las 114 referencias del término ekklesía, traducidas con los términos “iglesia”,
“congregación”,
“convocación”, o “asamblea”, se reparten entre los libros del NT.,
en la
siguiente forma:
Ø Mateo (3);
Ø Hechos (24);
Ø Romanos (5);
Ø 1 Corintios (22);
Ø 2 Corintios (9);
Ø Gálatas (3);
Ø Efesios (9);
Ø Filipenses (2);
Ø Colosenses (4);
Ø 1 Tesalonicenses (2);
Ø 2 Tesalonicenses
(2);
Ø 1 Timoteo (3);
Ø Filemón (1);
Ø Hebreos (2);
Ø Santiago (1);
Ø 3 Juan (3);
Ø Apocalipsis (19).
Uso con sentido clásico, secular. Tres veces el término ekklesía se encuentra en el NT., sin ninguna referencia religiosa (Hech. 19:32, 39, 41), traducido “concurrencia” o “asamblea”.
Uso religioso con sentido local, visible. El término “iglesia” aparece por lo menos 85 veces (93 veces, según Dana) en el NT., con el sentido claramente local (comp. Hech. 11:22; 13:1; 1 Cor. 1:2), lo que representa el 76 por ciento de todas las referencias. Aun en los 26 casos restantes, cuando el contexto no aclara si se refiere a una iglesia local o a la universal, ya que en la mayoría de los casos se usa en el sentido local, la tendencia se inclina a favor de este sentido.
Uso religioso en
sentido universal.
No hay consenso en la clasificación sobre unas 26 referencias a la “iglesia”
en el NT. Dos de estos casos (Hech. 7:38 y Heb. 2:12) se refieren al pueblo de
Dios en el AT., pero varias otras claramente comunican la idea genérica o
universal. Jesús empleó el término tres veces (Mt. 16:18 y 18:17) en el sentido
más genérico o general, como la agencia del reino de Dios.
Las referencias que aparecen en Efesios
apuntan a un cuerpo universal, invisible. Además, la unidad y la gloria de la
iglesia espiritual como el cuerpo de Cristo se enfatizan en Efesios, donde la
relación entre Cristo y su iglesia se presenta como el ideal para la relación
entre el esposo y la esposa.
Considerando la iglesia como la novia de Cristo, la insistencia de algunos maestros de que todas las referencias del término “iglesia” en el NT., contemplan organizaciones locales llega a ser absurda. Asignaría a Cristo una novia en cada localidad donde se encuentra una iglesia; y ¿cómo podría cualquier iglesia local ser la plenitud de aquel que todo lo llena en todo (Ef. 1:23)?
La iglesia universal y sus manifestaciones locales, como congregaciones, son distintivamente divinas en su origen y en su significado. Son la creación de Dios, el pueblo de Dios y de su Cristo. Constituyen una nueva humanidad producida, preservada e infundida de poder como representante de Dios en medio de todas las naciones sobre la tierra.
4) Expresiones Compuestas Con iglesia:
Las expresiones compuestas con el término
“iglesia” también revelan algo de su naturaleza.
Ø Se llaman iglesia del Señor (Hech. 20:28);
Ø Iglesia(s) de Dios (1 Cor. 1:2; 10:32; 11:16, 22; etc.);
Ø Iglesias de Cristo (Rom.
16:16), o meramente “la iglesia”,
o “las iglesias”.
Aunque nunca se llaman “iglesias del
Espíritu Santo”, se establece claramente que él obra en ellas y por
medio de ellas como el poder de Dios, el intérprete de Cristo, la guía y el que
desarrolla el cuerpo espiritual que es la iglesia. Tales expresiones hacen
hincapié en el hecho de que las iglesias son creación de Dios y son su
particular propiedad.
2. METÁFORAS DE LA IGLESIA:
Cada metáfora de la iglesia en el NT., revela una faceta distinta de su naturaleza. Un repaso de éstas ampliará la comprensión de su naturaleza. De los escritos de Pablo, Pedro y Juan surgen casi la totalidad de las metáforas.
Metáforas paulinas. La metáfora
predilecta de Pablo, la iglesia como el cuerpo de Cristo
(Ef. 5:23, 30; Col. 1:18, etc.), señalaba a éste como la cabeza y a cada
creyente como un miembro, sometido y obediente a su voluntad, relacionándose
unos a otros en armonía. La expresión esposa de Cristo (Ef. 5:23–32; comp. Ap.
19:7; 21:2, 9; 22:17) habla de una relación íntima, amorosa, de fidelidad y
obediencia.
El término rebaño
(Hech. 20:28) comunica la idea de la dependencia de las
ovejas al pastor para su
protección y sustento y, a la vez, su deber de rendirle a él el producto de su
vida. Las dos figuras, columna y
fundamento de la verdad (1 Tim. 3:15), expresan el concepto de firmeza y defensa:
· Casa de Dios (1 Tim. 3:15),
· Templo de Dios (1 Cor. 3:16) y
· Edificio
(Ef. 2:20–22) son expresiones que hablan de la
morada de Dios en medio de su
iglesia y el deber de ésta de edificarse o crecer en la estatura de la plenitud
de Cristo (comp. Ef. 4:12–16).
El término familia de Dios (Ef. 2:19) sugiere relación filial, con Dios como el Padre, Jesucristo como nuestro hermano mayor y todos los creyentes como hermanos y hermanas, unos con otros.
Metáforas Petrinas. Pedro se refiere a la iglesia con una serie de metáforas ricas en su significado. Dos de éstas se encuentran en 1 Pedro 2:5. Es una casa espiritual, parecida a la expresión paulina casa de Dios, o familia de Dios, con énfasis en su naturaleza espiritual y la implicación de que es la morada de Dios. También es un sacerdocio santo, dando énfasis al ministerio activo de intercesión de parte de los creyentes a favor de otros y su calidad de “separados” moral y éticamente.
Cinco metáforas más de
la iglesia se encuentran en 1 Pedro 2:9, 10. El término linaje escogido
probablemente es una cita del AT., (comp. pueblo escogido, Is. 43:20) y da
énfasis a la acción de Dios de escoger a su pueblo de entre las naciones, no
porque lo merecía, sino, como él mismo dice, para proclamar mi alabanza (Is.
43:21). Real sacerdocio amplía el
concepto de sacerdocio, relacionándolo
con el Rey y su reino. Los miembros son funcionarios del Rey (comp. Ex. 19:6).
Nación santa apunta a un conjunto de ciudadanos, unidos y sometidos al mismo gobierno, los cuales se han separado de otras naciones (comp. Ex. 19:5). Pueblo adquirido, o literalmente “pueblo por adquisición”, se refiere al precio pagado en la sangre de Jesucristo (comp. 1 Cor. 6:20; Ef. 5:25). Pueblo de Dios (comp. metáforas paulinas casa de Dios y templo de Dios) es una de las expresiones más frecuentes en el AT., indicando que la iglesia es propiedad de Dios.
Metáforas Juaninas. El Cristo resucitado dice a Juan que las siete iglesias son como siete candeleros (Ap. 1:20). La función del candelero es irradiar luz (comp. Mt. 5:14–16). Otra vez Juan registra las palabras de Jesús cuando llama a sus discípulos ramas (Juan 15:5), Cristo mismo es la vid. Las ramas deben mantener una relación estrecha con la vid a fin de producir el fruto, cada vez más fruto, que se espera; así la relación de los miembros de la iglesia con Cristo.
3. SU RELACIÓN CON EL ISRAEL DEL ANTIGUO
TESTAMENTO:
La iglesia es la congregación del verdadero Israel de Dios, continuando, interpretando y suplantando el Israel del AT., en términos de los santos de Dios en Cristo Jesús.
1) Unidad Histórica y Espiritual:
La descripción de Israel en el plan de Dios en Éxodo 19:4–6 se emplea casi palabra por palabra en 1 Pedro 2:8–10, como la descripción del cuerpo de creyentes. En el AT., frecuentemente el pueblo de Dios se llama la herencia de Dios, y Pablo utiliza el mismo término para la iglesia cristiana en Efesios. Así, existe una unidad histórica y espiritual del pueblo de Dios en el AT., y en el NT.
2) Características Comunes De Israel y De La Iglesia:
Varias características de la "congregación de Jehová” (qahal) se ven en la iglesia primitiva y arrojan luz sobre la naturaleza de la misma.
Particularidad. La primera
característica es el elemento de “particularidad” que surge de la experiencia de elección
en base a la iniciativa y el amor eterno de Jehová (Deut. 7:6–9). La relación única entre Dios y su pueblo
se describe como entre padre e hijo, con demandas éticas de santidad, un pueblo
santo, o separado.
La actividad redentora vista en Éxodo continua en el NT., en un plano superior y espiritual, en Cristo Jesús (1 Cor. 1:2). El término “iglesia” (ekklesía) encierra este concepto de los llamados afuera del mundo, o separados. Sus miembros son llamados “santos” (2 Cor. 6:14–7:1; 1 P. 2:1–16) y estos entran en una relación de “padre a hijo” con Dios (Rom. 8:14–17).
Misión. La segunda característica se ve en el elemento de “misión” o servicio. La elección no es arbitraria, sino se realiza con un propósito, con una misión de servicio (Ex. 4:22; Deut. 7:6–9; Gn. 12:1–3; 28:3, 4; Is. 42:6, 7; 49:3–6). Esta característica se destaca como elemento clave en el NT. (Mat. 28:19, 20; 2 Cor. 5:14–30). Pablo presenta la iglesia como la “continuación de la encarnación de Cristo”, incluyendo su razón de ser en el servicio sacrificial a favor de otros.
Compañerismo. En tercer lugar,
la experiencia de elección redentora y misión crean un sentido de “compañerismo”.
Este aspecto
tiene dos dimensiones:
Ø Vertical y
Ø Horizontal.
Es comunión con el Padre
y ésta determina la relación con los demás
seres humanos (Deut. 5:1–6).
En el NT., el compañerismo o comunión (koinonía) llega a ser la característica céntrica de la iglesia (Hech. 2:42) y, en un momento de crisis, resultó en la comunidad de bienes (Hech. 2:44). Las dos dimensiones de compañerismo —vertical y horizontal— se expresan en la Cena del Señor (1 Cor. 10:15–17; 11:16–20).
4. LAS CARACTERÍSTICAS DISTINTIVAS DE LA
IGLESIA:
Aunque no se encuentra una doctrina
sistemática de la iglesia en el NT., hay varias características distintivas, además
de las comunes al pueblo de Dios en los dos Testamentos, que nos dan una idea
bien definida de su naturaleza. Por eso se puede afirmar que la iglesia se
destaca como una nueva creación de Dios, algo radicalmente distinto.
1) El Elemento Nuevo:
La iglesia en su origen fue caracterizada por tres elementos
dominantes:
Ø Particularidad,
Ø Misión y
Ø Compañerismo (ver arriba).
Estos tres elementos están firmemente
arraigados en el AT. Pero la ekklesía del
NT., no puede entenderse solamente en términos de su origen en el AT. Es más
que una creación del judaísmo antiguo.
·
El factor decisivo y determinante de
la iglesia es Jesucristo.
·
La
elección es en Cristo.
·
La
misión es una participación en su obra de redención mesiánica.
El compañerismo o comunión es la participación en su naturaleza.
Cristo es la cabeza de la iglesia, el elemento dominante y constituyente, de modo que no puede haber una iglesia aparte de él. La iglesia es la nueva creación en Cristo (Ef. 2:15–16), el mismo cuerpo de Cristo. El mismo se presenta como su arquitecto, fundamento y sustentador.
2) El Nuevo Israel:
Se debe recordar que Jesús, cerca del fin
de su ministerio terrenal, con varias parábolas poderosas para ilustrar esta
verdad, repudió explícitamente a la nación de Israel como tal. El pueblo judío
ya no se considera como los siervos en la viña de Dios. Este nuevo Israel sería la nueva creación
de Dios en Cristo Jesús. Sería la iglesia de Dios en Cristo Jesús.
La “nueva humanidad” consiste de aquellos que han aceptado la gracia de Dios y se han comprometido con ella. Estos se unen voluntariamente —como una iglesia en el sentido local— para dar expresión a su experiencia común de redención, por medio de la adoración, compañerismo y testimonio del evangelio del Señor.
El compañerismo (comunión o hermandad), manifestado en el
AT., llega a ser la característica sobresaliente de los creyentes
neotestamentarios y de los de todos los siglos, en el grado que son
verdaderamente creyentes en Cristo.
La congregación, una manifestación local de
la iglesia, comienza en, y sigue de, el hecho de que la
totalidad del cuerpo de los redimidos
constituye el cuerpo de Cristo que
vive y crece.
Es la continuación de la encarnación de Cristo. En el libro de Efesios, Cristo
y la iglesia están tan íntimamente relacionados como para constituir una
entidad, ninguna de las partes está completa si no se relaciona con la otra. Se
establece que en la iglesia y en Cristo Jesús Dios ha de ser glorificado por las
generaciones y siglos sin fin.
Por el hecho de su salvación el creyente llega a ser miembro de la iglesia, del cuerpo de Cristo. Impulsado por el Espíritu Santo, voluntariamente toma su lugar en ese compañerismo local y asume su responsabilidad como un creyente en esa iglesia, porque ésta es la expresión concreta y organizada de la sola iglesia espiritual, universal.
3) Otras Características Distintivas:
La fe. La fe es la característica fundamental de la iglesia.
Fue la confesión de fe en Cristo de parte de Pedro que dio lugar a la
expresión: Sobre esta roca edificaré mi iglesia (Mt. 16:18). Hasta que Jesús
pudiera encontrar a un hombre lleno de fe, no pudo comenzar a edificar su
iglesia. Pedro llegó a ser el prototipo de todos los creyentes de las edades
siguientes.
Principalmente, la iglesia es una sociedad no de pensadores, ni de obreros, ni aun adoradores, sino de creyentes. Por lo tanto, encontramos que “creyentes” o “los que creyeron” se usa constantemente como sinónimo de los miembros de la sociedad cristiana (comp. Hech. 2:44; 4:32; 5:14; 1 Tim. 4:12).
También, la ordenanza del bautismo, que desde el principio era la condición de entrada en la iglesia apostólica, fue reconocida como el símbolo de la fe y de la confesión (Hech. 2:41; 8:12, 36; Rom. 6:4; 1 Cor. 12:13). Esta fe, esencial en la fundación y edificación de la iglesia, de la cual el bautismo era el primer paso de obediencia, era más que un acto de asentimiento intelectual. Era un acto personal y voluntario de recibir al Salvador personal, el vínculo de unión vital entre Cristo y el creyente que resultaba en nada menos que una nueva creación (Rom. 6:4; 8:1, 2; 2 Cor. 5:17).
La comunión cristiana. La comunión entre
los miembros sigue naturalmente de la misma naturaleza de la fe descrita
arriba. Si cada creyente está unido vitalmente con Cristo por fe, todos los
creyentes deben ubicarse en una relación viviente entre sí. En la figura
paulina favorita, los creyentes son miembros los unos de los otros porque son miembros
en particular del cuerpo de Cristo (Rom. 12:5; 1 Cor. 12:27).
El uso frecuente 12 del término “hermano”, para referirse a los creyentes, indica que desde el principio la sociedad cristiana se consideraba como una familia unida. En Hechos y las epístolas paulinas, “compañerismo” es una característica esencial en toda iglesia del Señor.
Otro testimonio primitivo se ve en el hecho de que koinonía, traducido “compañerismo”, toma su lugar en las reuniones más tempranas de la iglesia, lado a lado con la enseñanza apostólica, el partir del pan y las oraciones (Hech. 2:42). Al principio la koinonía llevaba la idea de comunidad de bienes (Hech. 2:44; 4:32), pero después encontró expresión en la ministración a los santos necesitados (2 Cor. 8:4; Heb. 13:16).
En la Cena del Señor, el compañerismo de los creyentes
recibió su expresión más destacada y sagrada. Porque si el
bautismo era el símbolo de fe,
la Cena era
distintivamente el
símbolo de amor y compañerismo:
· Una comunión o participación común en la muerte de Cristo y sus frutos que
conllevaban una comunión de corazones y
· Espíritus entre los mismos participantes.
La unidad. Aunque las
congregaciones locales surgieron dondequiera que se predicaba el evangelio, y
cada una de éstas gozaba de una vida independiente, la unidad de la iglesia se
reconocía claramente desde el principio.
El intercambio entre Jerusalén y Antioquía (Hech. 11:22; 15:2), la conferencia realizada en
aquella ciudad (Hech. 15:6 ss.), la mano derecha de compañerismo dada por los
apóstoles primitivos a Pablo y a Bernabé (Gál. 2:9), los esfuerzos incansables
realizados por Pablo mismo para fortalecer los lazos de amor y
servicio mutuo entre creyentes
gentiles y judíos (2 Cor. 8); todos estos casos sirven para mostrar que, aunque
había muchas iglesias, había una sola iglesia.
Esta verdad llega a su expresión cabal en las epístolas paulinas de encarcelamiento, con su visión de la iglesia como un cuerpo del cual Cristo es la cabeza, un cuerpo animado por un espíritu, teniendo un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos (Ef. 4:4 ss; Col. 1:18; 3:11). Esta unidad se observa y se conceptúa como una unidad visible. Parece que Jesús mismo pensaba en estos términos cuando oró por sus discípulos para que ellos pudiesen ser uno, para que el mundo pudiera creer (Juan 17:21).
La unidad de la cual Pablo escribe, y para
la cual se esforzó, es una unidad que encuentra expresión visible. No se trata
de una uniformidad de gobierno exterior, sino de la manifestación de una fe
común en actos de amor mutuo (Ef. 4:3, 13; 2 Cor. 9).
Véase Parte II.
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