PREDICÓ A LOS ESPÍRITUS ENCARCELADOS:
(1 Pedro 3:18-20)
“Porque
también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos,
para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado
en espíritu;… en el cual también fue y predicó a
los espíritus encarcelados,… los que en otro
tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días
de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir,
ocho, fueron salvadas por agua”.
(1 P. 3:18-20)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Este pasaje, sin
duda difícil de comprender, fue clarificador para sus primeros lectores. Ha
sido objeto de diversas interpretaciones. Probablemente se refiera a la proclamación
de Cristo, mediante el acontecimiento de su resurrección,
de los frutos de su triunfo a los espíritus
encarcelados (espíritus de
demonios).
Aparentemente, estos espíritus estaban también sujetos a la corrupción del mundo en los días de Noé. Véanse Gn. 6:1-8; 2 P. 2:4-5; Jud. 1:6. Veamos.
1. Marcos Histórico: Credo De Los Apóstoles, Siglo V:1)
EL CREDO:
Símbolo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
Nuestro Señor,
Que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio
Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos, subió a los
cielos y está sentado a la derecha de
Dios,
Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir
a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
En resumen, esta doctrina es de la iglesia católica romana, que muchas iglesias y aun evangélicos y protestantes han seguido, como nombres no bíblicos, “santa cena, Palabra de Dios todos dicen amen…”, entre otras palabras introducidas durante la historia de la iglesia, no han determinado cual es la postura Biblia, descendió a los infiernos [Hades].
2. El Ejemplo Del Padecimiento De Cristo. 1
Pedro 3:18–22:
El mejor ejemplo de ser fiel aun en el padecimiento es el Señor
Jesucristo. En
esta sección Pedro nos presenta una de las verdades más claras y más preciosas
de las Escrituras, aunque se ofrecen problemas técnicos, y también algunos de
los conceptos más difíciles de interpretar.
Los mss. existentes tienen una variedad de expresiones en el v.
18.
La más notable gira alrededor de lo que hemos traducido padeció. Otros mss.
antiguos dicen murió. En gr. hay cierta similitud entre las dos palabras.
Cualquiera de los dos conceptos expresa una gran verdad central
de nuestra fe.
Cristo sufrió (murió) por los
pecados, o “referente a los pecados”, una expresión común para
el sacrificio por el pecado descrito en la ley levítica (Lv. 5:7; 6:30; Salm.
40:6) en que eran ofrecidos animales o aves.
Sin embargo, la ofrenda de sí mismo de parte de Cristo era de tal índole infinita que bastó que se hiciese “una vez para siempre” (Heb. 7:27; 9:11–14). “El justo lo hizo a favor de los injustos: …por sus heridas fuimos nosotros sanados” (Is. 53:5). El pecado a menudo separa al hombre de otros hombres y siempre lo separa de Dios, pero el sufrimiento vicario de Jesucristo es el medio para llevarnos a Dios: “En él tenemos libertad y acceso a Dios con confianza, por medio de la fe en él” (Ef. 3:12).
Al venir a la tierra nuestro Señor tomó la naturaleza humana, la
que murió en la cruz.
Antes que
ocurriera aquello, gritó: “¡Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu!” (Lc. 23:46).
· La carne de él, y también la nuestra,
muere;
· Pero el espíritu se vivifica;
· Vive y hace vivir, cuando está en él (ver Mt. 26:41; Stg. 2:26).
Ese pasaje es un maravilloso resumen de la obra de Cristo en la cruz, pero ¿qué significado tiene el también (v. 18) que está en la primera parte de la oración? Nosotros, por mucho que suframos, no podemos ofrecer redención a nadie, ni siquiera a nosotros mismos. Pero el estar dispuesto a ser fiel, aun en el padecimiento, ha sido un factor poderoso para conducir a muchas almas a los pies de aquel cuya sangre derramada es eficaz para salvar.
3. Los vv.
19–21 Ofrecen Sus Dificultades En La Interpretación, Como Veremos.
No obstante, algunas cosas maravillosas son muy claras:
· La paciencia de Dios (v. 20) es una realidad aun
para los desobedientes más obstinados;
· El padecimiento de Cristo resultó en su
dominio universal, en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra (Filp. 2:10);
· Él murió y resucitó para salvar;
· El bautismo es una figura (antítupos G499, antitipo,
v. 21) o sello
de la obra realizada y una apelación, o interrogación, de una buena conciencia
hacia Dios.
En otras palabras, después de haber
recibido por fe a Jesucristo como Señor y Salvador, se nos pregunta si
comprendemos lo que estamos haciendo y si aceptamos en forma abierta y pública
los privilegios y las responsabilidades de ser discípulos de él; y con el bautismo
decimos que sí.
Pero no es una decisión fácil. ¿Qué mujer da a luz
riéndose, o qué bebé nace con una sonrisa? Un
nacer, o un nacer de nuevo, implica transición, desprendiéndose de lo anterior
para mirar hacia un futuro, aparte de la fe, incierto:
v Habiendo muerto para los pecados,
v Vivamos para la justicia (2:24).
Las dificultades principales en los vv. 19 y 20 giran alrededor de cuándo se predicó a los espíritus, cuál era
su naturaleza, quién la hizo y a quiénes, y por qué. Tocante al cuándo, algunos
han opinado que fue hecho en el tiempo en que Noé hacía el arca; otros, que fue
entre la
muerte de nuestro Señor y su resurrección, o después, tal vez
durante su ascensión.
· ¿Quién la hizo?
· ¿Fue Noé como portavoz de
Cristo, durante los largos años de su labor?
· ¿O fue el eterno Cristo, siglos antes de Belén, a la
generación de Noé, sea antes que ella se ahogase en el diluvio o después en el
mundo de los muertos?
Ha habido quienes opinan que fue Enoc, antepasado de Noé, si bien no hay ningún ms. que contenga su nombre.
Al considerar a quién iba el mensajero, el texto dice a los
espíritus encarcelados (v. 19), aparentemente
aquellos que fueron desobedientes…en los días de
Noé (v. 20).
En otras partes la Biblia habla de espíritus inmundos y de espíritus servidores (ángeles).
Ø ¿Sería a los ángeles del
diablo?
Ø ¿Pero no está preparado para ellos el fuego eterno (Mt.
25:41)?
Ø ¿No serían más bien
aquellas generaciones pervertidas de antes del diluvio?
Ø ¿Se habría escogido ir a ellos por ser los peores de todos los tiempos a fin de que comprendiesen (o se escapen de) la justicia de Dios?
El concepto de la naturaleza del mensaje
depende mayormente de la respuesta que demos a las otras preguntas. La palabra
traducida predicó
(kerússo G2784, v. 19) es un término general para
proclamar, sea algo favorable o desfavorable. En cambio, la palabra usada en
4:6 (euaggelizo G2097) dice que es
una buena nueva.
NOTA: V.19: predicó
a los espíritus encarcelados:
· Algunos piensan que esto significa que
Cristo, entre el tiempo de su muerte y el de su resurrección, descendió y
ofreció a quienes habían vivido antes de Noé (v. 20) una segunda oportunidad de salvación, cosa que no tiene en las
Escrituras base alguna.
· Otros opinan que fue simplemente el anuncio de su victoria sobre el pecado
a los que estaban en el [*]Hades2), sin ofrecerles una segunda oportunidad.
Lo
más probable es que se refiera al Cristo pre-encarnado predicando
por medio de Noé a los que, por haber rechazado aquel mensaje, son ahora
espíritus encarcelados.
[*]jades = (ἅδης, G86), Lucas 16:19-31: en el Hades: El mundo invisible en general,
pero específicamente significa aquí la morada de los no salvos entre el momento
de su muerte y el juicio ante el Gran Trono
Blanco (Ap. 20:11-15). Véase en Ef. 4:9[**]. Al decir esto, el Señor enseñó:
1) La existencia consciente
después de la muerte;
2) La realidad
y los tormentos del Hades;
3) Que no hay una segunda oportunidad después de la
muerte; y
4) La imposibilidad de que los muertos se comuniquen con los
vivos (Lc. 16:26).
Los dos hombres de esta
historia ilustran:
· Dos vidas diferentes,
· Dos muertes diferentes, y
· Dos destinos diferentes.
[**]Efesios 4:9: las partes más bajas de la tierra. Podría significar que Cristo descendió al Hades entre su muerte y su resurrección; o “de la tierra” podría ser mera aposición, significando que descendió (en su encarnación) a las partes más bajas (del universo), a saber, la tierra.
Si lo proclamado fue durante la vida
terrenal de la gente, tuvo pocos resultados, salvo por la familia inmediata de
Noé. Si les
llegó después de su muerte, ha habido dos interpretaciones:
Ø Una, que se limitaba a explicar y confirmar la condena eterna ya en
ejecución.
Ø Otros intérpretes objetan eso, preguntando de qué serviría eso.
Opinan más bien, apoyándose en 4:6 donde se habla de haber anunciado el evangelio aun a los muertos, que Dios habría dado una posibilidad de salvación a aquellos que en la tierra nunca tuvieron la oportunidad de saber de la redención en Jesucristo.
Luego viene el asunto de por qué el
Apóstol aplicaría de esta manera su enseñanza sobre Cristo como nuestro ejemplo
en el sufrimiento. Nos da la impresión de que no procura asentar una doctrina
sobre la vida de ultratumba en forma tan escueta. Debe basarse en algo en que
sus primeros lectores tenían cierta noción de lo que trataba. Eso nos haría
buscar interpretaciones más bien sencillas.
Entonces, ¿a qué conclusión podemos llegar? La
idea de una nueva oportunidad después de esta vida presente es algo muy ajeno a
las enseñanzas generales de las Escrituras. Sólo 3:19, 20 y 4:6 de esta epístola
posiblemente podrían interpretarse así. Tales pasajes como:
· …está establecido que los
hombres mueran una sola vez, y después el juicio (Heb. 9:27) y
· Un gran abismo existe entre nosotros y
vosotros (Lc. 16:26) son más característicos.
Es sabio interpretar pasajes difíciles a la luz del tenor
general de la Biblia y no alentar, por una dudosa interpretación, una esperanza
de poder arrepentirse después en ultratumba:
Ø Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros
corazones (Salm.
95:7, 8; ver Heb. 3:7, 8, 15; 4:7).
Por lo tanto, parece que estamos entre
escoger que Cristo, después de su muerte, fue a proclamar juicio (y no perdón)
y victoria sobre las fuerzas del mal; o que, por medio de Noé, daba la
oportunidad mientras se aguardaba el diluvio.
En cuanto a lo primero, ¿qué propósito
serviría? ¿Y por qué señalar específicamente
la generación de Noé? De todos modos, estaban condenados y no
podrían haberlo ignorado.
La otra explicación parece ofrecer menos
problemas, pese a la secuencia de los detalles, mencionando la predicación
después de la muerte y vivificación. En 2 Pedro 2:5 se habla de Noé, heraldo de
justicia, y de su fidelidad a través de largos años al ir construyendo el arca,
lo cual de por sí sería una llamada a huir de la ira venidera. Y el papel en la
historia del Cristo antes de su encarnación se ve en tales pasajes como Hebreos
11:26 al señalar que Moisés “consideró el oprobio por Cristo como riquezas superiores”.
Además, ya en 1:11 Pedro había dicho que los profetas “escudriñaban para ver qué persona y qué tiempo
indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, quién predijo las
aflicciones que habían de venir a Cristo y las glorias después de ellas”.
Y sobre todo, Jesucristo diría: “…yo soy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros” (Juan 14:20); y Pablo: “…ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí” (Gál. 2:20) y “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Col. 1:27). Nuestro Señor se identifica con sus siervos (Mt. 25:40; Hech. 9:4), y lo ha hecho desde la creación.
4. El Bautismo: Símbolo
de Sufrimiento. 1 Pedro 3:20b–22:
Asumiendo, entonces, que esta es la
interpretación preferible, vemos que en tiempos pasados el ser fiel a Dios tampoco aseguraba que la vida fuese sin
contratiempos, pero sí que el rescate es una realidad para quienes han creído
de veras.
Y esto nos lleva al tema del bautismo (vv. 20b–22), que simboliza el sufrimiento extremo y la victoria que lo sigue. En contraste con los desobedientes (v. 20), ocho personas eran obedientes y por medio del arca fueron salvadas a través del agua. El agua representaba el peligro y también era lo que levantaba el arca por encima del peligro.
El bautismo es una ceremonia cristiana que
retrata una verdad central de la fe,
el comienzo de una vida en relación íntima con nuestro Divino
Redentor. En este pasaje sirve al Apóstol inspirado para un doble
propósito:
Ø Explicar, aunque brevemente, el significado
serio y hasta doloroso de lo que el bautismo simboliza (¡si el bautismo
terminase con el ser sumergido en agua, sería de veras muy triste!);
y
Ø A la vez ilustrar con el rito que la
salvación lograda por Jesucristo y apropiada por nosotros incluye el padecimiento,
pero no termina allí (¡también se levanta del agua!).
Lo primero que representa es la muerte y
el entierro resultante; Cristo fue al Calvario, algo dificilísimo. Lo que nosotros
tenemos que enfrentar es infinitamente menos, pero es genuino:
· Algunos encaran persecución y hasta la
muerte, y todos hemos de decir “no” al yo al decir “sí” al Señor; y
· Eso no es fácil, por mucho que convenga.
El bautismo entonces es una figura (antítupos G499, antitipo, v. 21). Esta palabra se usa en el NT., para representar la imagen que deja un sello al ser golpeado contra la cera u otra sustancia. En Hebreos 9:24 se nos dice que el santuario terrenal es antítupos del celestial, y así muchas cosas del AT., son tomadas como “tipos” de realidades neotestamentarias.
Ayuda Hermenéutica:
antitupos = (ἀντίτυπος, G499),
adjetivo que
se usa como nombre. Denota, lit., devolver el golpe;
metafóricamente, resistente, adverso; de ello, en el sentido pasivo, golpeado
de vuelta. En el NT., metafóricamente, «que corresponde»:
(a) A una copia de un arquetipo
(anti , que corresponde, y tupos , tipo, figura, pauta), esto es, el
evento, persona o circunstancia que se corresponde al tipo (Heb. 9:24: «figura»),
del tabernáculo, que, con su estructura y utensilios, era un tipo de aquel «santuario»,
«el cielo mismo», «el
verdadero», en el que Cristo entró, «para presentarse ahora por nosotros ante Dios».
El tabernáculo representaba anticipadamente lo que ahora se ha cumplido en
Cristo; era una «figura» o «parábola» (Heb. 9:9: «símbolo»), señalando al tiempo
presente;
(b) Un tipo correspondiente (1 Pedro 3:21), dicho del bautismo; las circunstancias del diluvio, el arca y sus ocupantes, formaban un tipo, y el bautismo forma, no un «antitipo», sino un tipo correspondiente, como lo traduce la rvr: «que corresponde a esto», mostrando ambos las realidades espirituales de la muerte, sepultura, y resurrección de los creyentes en su identificación con Cristo. No se trata aquí de un caso de tipo y antitipo, sino de dos tipos, el de Génesis, el tipo, y el bautismo, el tipo correspondiente. (VINE).
El bautismo os
salva (recordando que se trata de una figura).
Significa (representa) la salvación,
tal como:
· “Vosotros sois la sal de la
tierra”
(Mt. 5:13);
· “Esto es mi cuerpo” (Mt. 26:26); o
· “Yo soy la puerta” (Juan 10:7).
La figura del agua (y hasta la de la
sangre) como medio de limpieza
espiritual es común en la
Biblia (Lv. 4:7; 8:6, 23, 24; Núm. 8:7; Salm. 51:7; Ez. 36:25; Zc. 13:1; 1 Cor.
6:11; Ef. 5:26; Heb. 9:13, 14).
Ø ¿Pero podían estos líquidos realmente purificar de por sí?
Ø ¿O no sería que eran tipos
mirando el tiempo en que “la sangre de su Hijo
Jesús nos limpia de todo pecado” (1 Jn. 1:7) y “Cristo
fue ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos” (Heb.
9:28)?
Luego, para confirmar que no propone alguna doctrina de regeneración bautismal, agrega: no por quitar las impurezas de la carne, sino como apelación de una buena conciencia hacia Dios (v. 21). La voz eperótema G1906, que se ha traducido apelación (v. 21), aparece sólo aquí en el NT. Posteriormente ha sido usada para expresar una indagación judicial.
Ayuda Hermenéutica:
eperotema = (ἐπερώτημα, G1906), principalmente una pregunta o solicitud. Denota una demanda o una apelación. Se halla en 1 Pedro 3:21, traducido en la rvr como «la aspiración». La vm lo vierte como «respuesta»; la rvr77 corrige a «respuesta». La rv lo traduce como «demanda». Los hay que toman esta palabra como indicadora de que el bautismo permite una buena conciencia, una apelación contra el acusador. (VINE).
En nuestra epístola parece decir que, al recibir el bautismo, el creyente está afirmando aceptar con una buena conciencia los privilegios y las responsabilidades del convenio con su Señor. A la vez, mira hacia Dios en la confianza de que, por los méritos de Cristo, ha sido aceptado por el Todopoderoso. Una buena conciencia es aquella a la cual ha sido aplicada la sangre de Jesucristo: “Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él” (Rom. 6:8).
“Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él”
Joya Bíblica:
Ahora él, habiendo ascendido al cielo, está a la diestra de Dios; y los ángeles, las autoridades y los poderes están sujetos a él (3:22).
Tras el padecimiento viene el enaltecimiento. Pedro recuerda
haber visto a su Señor ir al cielo (Hech. 1:9–11), donde está a la diestra de Dios
(v. 22). El estar al lado derecho del anfitrión es el lugar de honor, y en este
caso quiere decir que Cristo el Hijo reina junto con su Padre.
Y al final, todo cuanto hay, a la buena o
a la mala, responderá a él, como lo expresa Pablo: “para
que…toda lengua confiese para gloria de Dios Padre que Jesucristo es Señor”
(Filp. 2:11).
Los ángeles, las autoridades y los poderes (sean espirituales o terrenales) están sujetos a él. Por ello los primeros lectores creyentes, pocos en número, despreciados y perseguidos, a veces hasta el martirio, podían tomar aliento y vivir en esperanza; y nosotros también. Pues nada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro (Rom. 8:39).
Concluyo:
La proclamación
pudo ser parte de la subsecuente soberanía de Cristo sobre «ángeles, autoridades y poderes» (Jud. 1:6-8). No se dice nada sobre
alguna reacción de los oyentes; pero en todo caso, este pasaje (1 P. 3:19).
En cualquier caso, el pasaje muestra que
las buenas nuevas de Cristo de salvación y victoria no están limitadas. Han
sido predicadas en
el pasado, así como en el
presente; han sido dirigidas a los
muertos y a los vivos. Dios les ha dado a
todos
la oportunidad
de acudir a Él, pero eso no significa una
segunda oportunidad para
quienes rechazaron
a Cristo estando vivos.
___________
Nota y Bibliografía:
1) Explicación del Credo de los Apóstoles y El
Credo de Nicea-Constantinopla. Compendio del CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA,
nº 33. http://www.vatican.va/archive/compendium_ccc/documents/archive_2005_compendium-ccc_sp.html
2) jades
= (ἅδης,
G86), región de los espíritus de los muertos perdidos; pero
incluyendo los de los muertos bienaventurados en los tiempos anteriores a la
ascensión de Cristo. Algunos han afirmado que este término significaba
etimológicamente lo invisible (de a = privativo,
y eido = ver),
pero esta derivación es dudosa. Una derivación más probable es de jado = que significa receptor de todo. Se
corresponde con «Seol» en el AT. En la rv del AT., y del NT., ha sido
desafortunadamente traducido «infierno» (por ejemp., Salm. 9:17); o «sepultura»
(Gn. 37:35; 42:38, etc.); o «el abismo» (Núm. 16:30; 16:33). En el NT., la rvr
usa siempre la traducción «Hades», excepto en 1 Cor. 15:55 (tr), donde se
traduce injustificadamente el término jades
como «sepulcro».
Los mss. más comúnmente aceptados tienen thanatos = muerte, en lugar de hades, en la segunda
parte del versículo. En el AT., la rvr translitera uniformemente Sheol como «Seol». Nunca denota la sepultura, ni es tampoco la región
permanente de los perdidos; para los tales es el estado intermedio entre la muerte y la condenación en la Gehena (véase INFIERNO, A). Para la condición de los
perdidos en el Hades,
véase Lc. 16:23-31.
Este término se
usa cuatro veces en los Evangelios, y siempre lo usa el Señor mismo (Mt. 11:23;
16:18; Lc. 10:15; 16:23). Se usa con referencia al alma de Cristo (Hech. 2:27; 2:31).
Cristo declara que él tiene las llaves del Hades (Ap.
1:18). En Ap. 6:8 el Hades es
personificado, significando el destino temporal de los condenados; y que tendrá
que entregar a los que están en él (Ap. 20:13), y será finalmente arrojado al lago de fuego
(v. 14). (VINE).
- Biblia de Estudio RYRIE.
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 6//12//2021.
MISIÓN
BAUTISTA: “Emanuel”. Ciudadela de
Noé. Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa.
Cerca del Hospital Regional II. Cel.
942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario