lunes, 6 de diciembre de 2021

PREDICÓ A LOS ESPÍRITUS ENCARCELADOS: (1 Pedro 3:18-20)

 

PREDICÓ A LOS ESPÍRITUS ENCARCELADOS:

(1 Pedro 3:18-20)

 

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;… en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,… los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua”.

(1 P. 3:18-20)


Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:  

Este pasaje, sin duda difícil de comprender, fue clarificador para sus primeros lectores. Ha sido objeto de diversas interpretaciones. Probablemente se refiera a la proclamación de Cristo, mediante el acontecimiento de su resurrección, de los frutos de su triunfo a los espíritus encarcelados (espíritus de demonios).

Aparentemente, estos espíritus estaban también sujetos a la corrupción del mundo en los días de Noé. Véanse Gn. 6:1-8; 2 P. 2:4-5; Jud. 1:6. Veamos.

1.      Marcos Histórico: Credo De Los Apóstoles, Siglo V:1)

EL CREDO:

Símbolo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo,

Nuestro Señor,

Que fue concebido por obra y gracia del

Espíritu Santo, nació de Santa María

Virgen, padeció bajo el poder de Poncio

Pilato,

fue crucificado, muerto y sepultado,

descendió a los infiernos, al tercer día

resucitó de entre los muertos, subió a los

cielos y está sentado a la derecha de Dios,

Padre todopoderoso.

Desde allí ha de venir

a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,

la santa Iglesia católica,

la comunión de los santos,

el perdón de los pecados,

la resurrección de la carne

y la vida eterna.

Amén.

En resumen, esta doctrina es de la iglesia católica romana, que muchas iglesias y aun evangélicos y protestantes han seguido, como nombres no bíblicos, santa cena,  Palabra de Dios todos dicen amen…”, entre otras palabras introducidas durante la historia de la iglesia, no han determinado cual es la postura Biblia, descendió a los infiernos [Hades].

2.      El Ejemplo Del Padecimiento De Cristo. 1 Pedro 3:18–22:

El mejor ejemplo de ser fiel aun en el padecimiento es el Señor Jesucristo. En esta sección Pedro nos presenta una de las verdades más claras y más preciosas de las Escrituras, aunque se ofrecen problemas técnicos, y también algunos de los conceptos más difíciles de interpretar.

Los mss. existentes tienen una variedad de expresiones en el v. 18. La más notable gira alrededor de lo que hemos traducido padeció. Otros mss. antiguos dicen murió. En gr. hay cierta similitud entre las dos palabras.

Cualquiera de los dos conceptos expresa una gran verdad central de nuestra fe. Cristo sufrió (murió) por los pecados, o “referente a los pecados”, una expresión común para el sacrificio por el pecado descrito en la ley levítica (Lv. 5:7; 6:30; Salm. 40:6) en que eran ofrecidos animales o aves.

Sin embargo, la ofrenda de sí mismo de parte de Cristo era de tal índole infinita que bastó que se hiciese una vez para siempre (Heb. 7:27; 9:11–14). El justo lo hizo a favor de los injustos: …por sus heridas fuimos nosotros sanados (Is. 53:5). El pecado a menudo separa al hombre de otros hombres y siempre lo separa de Dios, pero el sufrimiento vicario de Jesucristo es el medio para llevarnos a Dios: “En él tenemos libertad y acceso a Dios con confianza, por medio de la fe en él(Ef. 3:12).

Al venir a la tierra nuestro Señor tomó la naturaleza humana, la que murió en la cruz. Antes que ocurriera aquello, gritó: “¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!” (Lc. 23:46).

·      La carne de él, y también la nuestra, muere;

·      Pero el espíritu se vivifica;

·      Vive y hace vivir, cuando está en él (ver Mt. 26:41; Stg. 2:26).

Ese pasaje es un maravilloso resumen de la obra de Cristo en la cruz, pero ¿qué significado tiene el también (v. 18) que está en la primera parte de la oración? Nosotros, por mucho que suframos, no podemos ofrecer redención a nadie, ni siquiera a nosotros mismos. Pero el estar dispuesto a ser fiel, aun en el padecimiento, ha sido un factor poderoso para conducir a muchas almas a los pies de aquel cuya sangre derramada es eficaz para salvar.

3.      Los vv. 19–21 Ofrecen Sus Dificultades En La Interpretación, Como Veremos.

No obstante, algunas cosas maravillosas son muy claras:

·      La paciencia de Dios (v. 20) es una realidad aun para los desobedientes más obstinados;

·      El padecimiento de Cristo resultó en su dominio universal, en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra (Filp. 2:10);

·      Él murió y resucitó para salvar;

·      El bautismo es una figura (antítupos G499, antitipo, v. 21) o sello de la obra realizada y una apelación, o interrogación, de una buena conciencia hacia Dios.

En otras palabras, después de haber recibido por fe a Jesucristo como Señor y Salvador, se nos pregunta si comprendemos lo que estamos haciendo y si aceptamos en forma abierta y pública los privilegios y las responsabilidades de ser discípulos de él; y con el bautismo decimos que sí.

Pero no es una decisión fácil. ¿Qué mujer da a luz riéndose, o qué bebé nace con una sonrisa? Un nacer, o un nacer de nuevo, implica transición, desprendiéndose de lo anterior para mirar hacia un futuro, aparte de la fe, incierto:

v Habiendo muerto para los pecados,

v Vivamos para la justicia (2:24).

Las dificultades principales en los vv. 19 y 20 giran alrededor de cuándo se predicó a los espíritus, cuál era su naturaleza, quién la hizo y a quiénes, y por qué. Tocante al cuándo, algunos han opinado que fue hecho en el tiempo en que Noé hacía el arca; otros, que fue entre la muerte de nuestro Señor y su resurrección, o después, tal vez durante su ascensión.

·      ¿Quién la hizo?

·      ¿Fue Noé como portavoz de Cristo, durante los largos años de su labor?

·      ¿O fue el eterno Cristo, siglos antes de Belén, a la generación de Noé, sea antes que ella se ahogase en el diluvio o después en el mundo de los muertos?

Ha habido quienes opinan que fue Enoc, antepasado de Noé, si bien no hay ningún ms. que contenga su nombre.

Al considerar a quién iba el mensajero, el texto dice a los espíritus encarcelados (v. 19), aparentemente aquellos que fueron desobedientesen los días de Noé (v. 20). En otras partes la Biblia habla de espíritus inmundos y de espíritus servidores (ángeles).

Ø ¿Sería a los ángeles del diablo?

Ø ¿Pero no está preparado para ellos el fuego eterno (Mt. 25:41)?

Ø ¿No serían más bien aquellas generaciones pervertidas de antes del diluvio?

Ø ¿Se habría escogido ir a ellos por ser los peores de todos los tiempos a fin de que comprendiesen (o se escapen de) la justicia de Dios?

El concepto de la naturaleza del mensaje depende mayormente de la respuesta que demos a las otras preguntas. La palabra traducida predicó (kerússo G2784, v. 19) es un término general para proclamar, sea algo favorable o desfavorable. En cambio, la palabra usada en 4:6 (euaggelizo G2097) dice que es una buena nueva.

 

NOTA: V.19: predicó a los espíritus encarcelados:

·   Algunos piensan que esto significa que Cristo, entre el tiempo de su muerte y el de su resurrección, descendió y ofreció a quienes habían vivido antes de Noé (v. 20) una segunda oportunidad de salvación, cosa que no tiene en las Escrituras base alguna.

·    Otros opinan que fue simplemente el anuncio de su victoria sobre el pecado a los que estaban en el [*]Hades2), sin ofrecerles una segunda oportunidad.

Lo más probable es que se refiera al Cristo pre-encarnado predicando por medio de Noé a los que, por haber rechazado aquel mensaje, son ahora espíritus encarcelados.

 

[*]jades = (ἅδης, G86), Lucas 16:19-31: en el Hades: El mundo invisible en general, pero específicamente significa aquí la morada de los no salvos entre el momento de su muerte y el juicio ante el Gran Trono Blanco (Ap. 20:11-15). Véase en Ef. 4:9[**]. Al decir esto, el Señor enseñó:

1) La existencia consciente después de la muerte;

2) La realidad y los tormentos del Hades;

3) Que no hay una segunda oportunidad después de la muerte; y

4) La imposibilidad de que los muertos se comuniquen con los vivos (Lc. 16:26).

Los dos hombres de esta historia ilustran:

·      Dos vidas diferentes,

·      Dos muertes diferentes, y

·      Dos destinos diferentes.

 

[**]Efesios 4:9: las partes más bajas de la tierra. Podría significar que Cristo descendió al Hades entre su muerte y su resurrección; o de la tierra podría ser mera aposición, significando que descendió (en su encarnación) a las partes más bajas (del universo), a saber, la tierra.

Si lo proclamado fue durante la vida terrenal de la gente, tuvo pocos resultados, salvo por la familia inmediata de Noé. Si les llegó después de su muerte, ha habido dos interpretaciones:

Ø Una, que se limitaba a explicar y confirmar la condena eterna ya en ejecución.

Ø Otros intérpretes objetan eso, preguntando de qué serviría eso.

Opinan más bien, apoyándose en 4:6 donde se habla de haber anunciado el evangelio aun a los muertos, que Dios habría dado una posibilidad de salvación a aquellos que en la tierra nunca tuvieron la oportunidad de saber de la redención en Jesucristo.

Luego viene el asunto de por qué el Apóstol aplicaría de esta manera su enseñanza sobre Cristo como nuestro ejemplo en el sufrimiento. Nos da la impresión de que no procura asentar una doctrina sobre la vida de ultratumba en forma tan escueta. Debe basarse en algo en que sus primeros lectores tenían cierta noción de lo que trataba. Eso nos haría buscar interpretaciones más bien sencillas.

Entonces, ¿a qué conclusión podemos llegar? La idea de una nueva oportunidad después de esta vida presente es algo muy ajeno a las enseñanzas generales de las Escrituras. Sólo 3:19, 20 y 4:6 de esta epístola posiblemente podrían interpretarse así. Tales pasajes como:

·      está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio (Heb. 9:27) y

·      Un gran abismo existe entre nosotros y vosotros (Lc. 16:26) son más característicos.

Es sabio interpretar pasajes difíciles a la luz del tenor general de la Biblia y no alentar, por una dudosa interpretación, una esperanza de poder arrepentirse después en ultratumba:

Ø Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones (Salm. 95:7, 8; ver Heb. 3:7, 8, 15; 4:7).

Por lo tanto, parece que estamos entre escoger que Cristo, después de su muerte, fue a proclamar juicio (y no perdón) y victoria sobre las fuerzas del mal; o que, por medio de Noé, daba la oportunidad mientras se aguardaba el diluvio.

En cuanto a lo primero, ¿qué propósito serviría? ¿Y por qué señalar específicamente la generación de Noé? De todos modos, estaban condenados y no podrían haberlo ignorado.

La otra explicación parece ofrecer menos problemas, pese a la secuencia de los detalles, mencionando la predicación después de la muerte y vivificación. En 2 Pedro 2:5 se habla de Noé, heraldo de justicia, y de su fidelidad a través de largos años al ir construyendo el arca, lo cual de por sí sería una llamada a huir de la ira venidera. Y el papel en la historia del Cristo antes de su encarnación se ve en tales pasajes como Hebreos 11:26 al señalar que Moisés consideró el oprobio por Cristo como riquezas superiores”.

Además, ya en 1:11 Pedro había dicho que los profetas escudriñaban para ver qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, quién predijo las aflicciones que habían de venir a Cristo y las glorias después de ellas”.

Y sobre todo, Jesucristo diría: “…yo soy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros” (Juan 14:20); y Pablo: “…ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí (Gál. 2:20) y Cristo en vosotros, la esperanza de gloria (Col. 1:27). Nuestro Señor se identifica con sus siervos (Mt. 25:40; Hech. 9:4), y lo ha hecho desde la creación.

4.       El Bautismo: Símbolo de Sufrimiento. 1 Pedro 3:20b–22:

Asumiendo, entonces, que esta es la interpretación preferible, vemos que en tiempos pasados el ser fiel a Dios tampoco aseguraba que la vida fuese sin contratiempos, pero sí que el rescate es una realidad para quienes han creído de veras.

Y esto nos lleva al tema del bautismo (vv. 20b–22), que simboliza el sufrimiento extremo y la victoria que lo sigue. En contraste con los desobedientes (v. 20), ocho personas eran obedientes y por medio del arca fueron salvadas a través del agua. El agua representaba el peligro y también era lo que levantaba el arca por encima del peligro.

El bautismo es una ceremonia cristiana que retrata una verdad central de la fe, el comienzo de una vida en relación íntima con nuestro Divino Redentor. En este pasaje sirve al Apóstol inspirado para un doble propósito:

Ø Explicar, aunque brevemente, el significado serio y hasta doloroso de lo que el bautismo simboliza si el bautismo terminase con el ser sumergido en agua, sería de veras muy triste!); y

Ø A la vez ilustrar con el rito que la salvación lograda por Jesucristo y apropiada por nosotros incluye el padecimiento, pero no termina allí también se levanta del agua!).

Lo primero que representa es la muerte y el entierro resultante; Cristo fue al Calvario, algo dificilísimo. Lo que nosotros tenemos que enfrentar es infinitamente menos, pero es genuino:

·    Algunos encaran persecución y hasta la muerte, y todos hemos de decirnoal yo al decir al Señor; y

·      Eso no es fácil, por mucho que convenga.

El bautismo entonces es una figura (antítupos G499, antitipo, v. 21). Esta palabra se usa en el NT., para representar la imagen que deja un sello al ser golpeado contra la cera u otra sustancia. En Hebreos 9:24 se nos dice que el santuario terrenal es antítupos del celestial, y así muchas cosas del AT., son tomadas como tipos de realidades neotestamentarias.

Ayuda Hermenéutica:


antitupos = (ἀντίτυπος, G499), adjetivo que se usa como nombre. Denota, lit., devolver el golpe; metafóricamente, resistente, adverso; de ello, en el sentido pasivo, golpeado de vuelta. En el NT., metafóricamente, «que corresponde»:

(a) A una copia de un arquetipo (anti , que corresponde, y tupos , tipo, figura, pauta), esto es, el evento, persona o circunstancia que se corresponde al tipo (Heb. 9:24: «figura»), del tabernáculo, que, con su estructura y utensilios, era un tipo de aquel «santuario», «el cielo mismo», «el verdadero», en el que Cristo entró, «para presentarse ahora por nosotros ante Dios». El tabernáculo representaba anticipadamente lo que ahora se ha cumplido en Cristo; era una «figura» o «parábola» (Heb. 9:9: «símbolo»), señalando al tiempo presente;

(b) Un tipo correspondiente (1 Pedro 3:21), dicho del bautismo; las circunstancias del diluvio, el arca y sus ocupantes, formaban un tipo, y el bautismo forma, no un «antitipo», sino un tipo correspondiente, como lo traduce la rvr: «que corresponde a esto», mostrando ambos las realidades espirituales de la muerte, sepultura, y resurrección de los creyentes en su identificación con Cristo. No se trata aquí de un caso de tipo y antitipo, sino de dos tipos, el de Génesis, el tipo, y el bautismo, el tipo correspondiente. (VINE).

El bautismo os salva (recordando que se trata de una figura). Significa (representa) la salvación, tal como:

·      Vosotros sois la sal de la tierra (Mt. 5:13);

·      Esto es mi cuerpo (Mt. 26:26); o

·      Yo soy la puerta (Juan 10:7).

La figura del agua (y hasta la de la sangre) como medio de limpieza espiritual es común en la Biblia (Lv. 4:7; 8:6, 23, 24; Núm. 8:7; Salm. 51:7; Ez. 36:25; Zc. 13:1; 1 Cor. 6:11; Ef. 5:26; Heb. 9:13, 14).

Ø ¿Pero podían estos líquidos realmente purificar de por sí?

Ø ¿O no sería que eran tipos mirando el tiempo en que la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado” (1 Jn. 1:7) y “Cristo fue ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos” (Heb. 9:28)?

Luego, para confirmar que no propone alguna doctrina de regeneración bautismal, agrega: no por quitar las impurezas de la carne, sino como apelación de una buena conciencia hacia Dios (v. 21). La voz eperótema G1906, que se ha traducido apelación (v. 21), aparece sólo aquí en el NT. Posteriormente ha sido usada para expresar una indagación judicial.

Ayuda Hermenéutica:

eperotema = (ἐπερώτημα, G1906), principalmente una pregunta o solicitud. Denota una demanda o una apelación. Se halla en 1 Pedro 3:21, traducido en la rvr como «la aspiración». La vm lo vierte como «respuesta»; la rvr77 corrige a «respuesta». La rv lo traduce como «demanda». Los hay que toman esta palabra como indicadora de que el bautismo permite una buena conciencia, una apelación contra el acusador. (VINE).

En nuestra epístola parece decir que, al recibir el bautismo, el creyente está afirmando aceptar con una buena conciencia los privilegios y las responsabilidades del convenio con su Señor. A la vez, mira hacia Dios en la confianza de que, por los méritos de Cristo, ha sido aceptado por el Todopoderoso. Una buena conciencia es aquella a la cual ha sido aplicada la sangre de Jesucristo: “Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él (Rom. 6:8).

Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él

Joya Bíblica:


Ahora él, habiendo ascendido al cielo, está a la diestra de Dios; y los ángeles, las autoridades y los poderes están sujetos a él (3:22).

Tras el padecimiento viene el enaltecimiento. Pedro recuerda haber visto a su Señor ir al cielo (Hech. 1:9–11), donde está a la diestra de Dios (v. 22). El estar al lado derecho del anfitrión es el lugar de honor, y en este caso quiere decir que Cristo el Hijo reina junto con su Padre.

Y al final, todo cuanto hay, a la buena o a la mala, responderá a él, como lo expresa Pablo: “para que…toda lengua confiese para gloria de Dios Padre que Jesucristo es Señor (Filp. 2:11).

Los ángeles, las autoridades y los poderes (sean espirituales o terrenales) están sujetos a él. Por ello los primeros lectores creyentes, pocos en número, despreciados y perseguidos, a veces hasta el martirio, podían tomar aliento y vivir en esperanza; y nosotros también. Pues nada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro (Rom. 8:39).

Concluyo:

La proclamación pudo ser parte de la subsecuente soberanía de Cristo sobre «ángeles, autoridades y poderes» (Jud. 1:6-8). No se dice nada sobre alguna reacción de los oyentes; pero en todo caso, este pasaje (1 P. 3:19).

En cualquier caso, el pasaje muestra que las buenas nuevas de Cristo de salvación y victoria no están limitadas. Han sido predicadas en el pasado, así como en el presente; han sido dirigidas a los muertos y a los vivos. Dios les ha dado a todos la oportunidad de acudir a Él, pero eso no significa una segunda oportunidad para quienes rechazaron a Cristo estando vivos.

___________

Nota y Bibliografía:

1)  Explicación del Credo de los Apóstoles y El Credo de Nicea-Constantinopla. Compendio del CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, nº 33. http://www.vatican.va/archive/compendium_ccc/documents/archive_2005_compendium-ccc_sp.html     

2) jades = (ἅδης, G86), región de los espíritus de los muertos perdidos; pero incluyendo los de los muertos bienaventurados en los tiempos anteriores a la ascensión de Cristo. Algunos han afirmado que este término significaba etimológicamente lo invisible (de a = privativo, y eido = ver), pero esta derivación es dudosa. Una derivación más probable es de jado = que significa receptor de todo. Se corresponde con «Seol» en el AT. En la rv del AT., y del NT., ha sido desafortunadamente traducido «infierno» (por ejemp., Salm. 9:17); o «sepultura» (Gn. 37:35; 42:38, etc.); o «el abismo» (Núm. 16:30; 16:33). En el NT., la rvr usa siempre la traducción «Hades», excepto en 1 Cor. 15:55 (tr), donde se traduce injustificadamente el término jades como «sepulcro». Los mss. más comúnmente aceptados tienen thanatos = muerte, en lugar de hades, en la segunda parte del versículo. En el AT., la rvr translitera uniformemente Sheol como «Seol». Nunca denota la sepultura, ni es tampoco la región permanente de los perdidos; para los tales es el estado intermedio entre la muerte y la condenación en la Gehena (véase INFIERNO, A). Para la condición de los perdidos en el Hades, véase Lc. 16:23-31.

Este término se usa cuatro veces en los Evangelios, y siempre lo usa el Señor mismo (Mt. 11:23; 16:18; Lc. 10:15; 16:23). Se usa con referencia al alma de Cristo (Hech. 2:27; 2:31). Cristo declara que él tiene las llaves del Hades (Ap. 1:18). En Ap. 6:8 el Hades es personificado, significando el destino temporal de los condenados; y que tendrá que entregar a los que están en él (Ap. 20:13), y será finalmente arrojado al lago de fuego (v. 14). (VINE).

-  Biblia de Estudio RYRIE.

-  e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 6//12//2021. MISIÓN BAUTISTA: Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.


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