Modelos
Distintos De Orar:
(Jn. 14:13-14; 15:16
y 16:23; 15:7 y 16:24; 1 Juan 3:21, 22 y 5:14, 15)
“Y todo lo que
pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado
en el Hijo… Si algo pidiereis en mi nombre, yo
lo haré”.
(Jn.
14:13-14…)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Acción por la cual el ser humano se pone en comunión con Dios. La oración incluye hablar con Dios, rendirle adoración y presentarle peticiones, así como confesarle los pecados e interceder por otros.
En el AT., se invita a pedir en el nombre del Señor (Gn. 15:2; 18:23), a interceder por Israel (Ex. 32:11–13; 33:12–16; Dt. 9:18–21), a buscar el rostro del Señor (Salm. 100:2; 63:1) y a confesar las faltas y pecados personales y nacionales (Esd. 9:6–15).
En el NT., se muestra que Jesús fue un hombre de oración (Lc. 5:15; 6:12; 9:28; Jn. 12:20–28; 17:1) y que la oración debe ser la norma de sus discípulos (Mt. 6:9). Las epístolas de Pablo contienen oraciones (Rom. 1:8–10; Ef. 1:15–19) y exhortaciones a orar en el Espíritu (1 Cor. 14:14–16; Ef. 6:18). La oración es esencial en la vida de todo creyente (1 Ts. 5:17).
Antiguo Testamento:
(a) Personal Dt. 3:24–25; 1 Sam. 1:10–11; 2:1–10; Esd.
7:27–28; Salm. 3; 6 (frecuente en los Salmos).
(b) Comunitaria 1 R. 8:28–53; Esd. 9:6–15; Salm.
12; 74; Jr. 29:12.
(c) En favor de otro Gn. 20:7, 17; Nm. 21:7; 2 R. 6:17; Job 42:8, 10.
Nuevo Testamento:
(a) De Jesús Mt.
14:23; 19:13; 26:36–44; Mr. 1:35; Lc. 3:21; 5:16; 6:12; 9:18, 28–29; 11:1; Jn.
17:1-26.
(b) Enseñanza de Jesús sobre la oración Mt. 6:5–13; 7:7–11; 26:41; Mr. 11:24–25; Lc. 11:1–13;
18:1–14; Jn. 14:13–14; 15:7; 16:23–24, 26.
(c) Oración de los cristianos Hch. 1:14; 2:42; 3:1; 6.4; 12:5; 16:25; Rom. 8:15–16, 26–27; Ef. 6:18–19; 1 Tim. 2:1–4, 8; Stg. 5:13–18.
Brown sugiere que debemos analizar cuatro
modelos distintos de orar en
los escritos
de Juan:
· 1) 14:13, 14;
· 2) 15:16 y 16:23;
· 3)
15:7 y 16:24;
· 4) 1 Juan 3:21, 22 y 5:14, 15.
Ayuda
Hermenéutica:
eucomai = (εὔχομαι,
G2172), orar a Dios. Se utiliza con este significado en 2 Cor.
13:7; 13:9; Stg. 5:16; 5:3 Juan 2: «deseo». Incluso cuando, como en este último
pasaje, y en Hech. 26:29; 27:29; Rom. 9:3, se traduce denotando deseo, la
indicación es que la oración está implicada en ello. (VINE).
1. Pedir
A Dios, En El Nombre De Jesús: Juan 14:13-14:
“Y todo lo que pidiereis al Padre en
mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo… Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.
Jn. 14:13-14.
La expresión en mi nombre aparece en el v. 13 por primera vez (ver 15:16;
16:23, 24, 26; Mt. 28:19). Como en relación al versículo anterior, este ha sido
interpretado para cubrir cualquier cosa que uno desearía, sin límite alguno,
como un “cheque
en blanco”. Sin embargo, el mismo versículo establece dos límites concretos:
Ø En mi nombre y
Ø Para que el Padre sea glorificado.
La primera expresión significa el pedir
como Cristo pedía cuando estaba en la tierra y como pediría si él estuviera en
nuestro lugar ahora. Él siempre pedía por cosas que glorificarían al Padre y
que adelantarían el reino de Dios, con la actitud de “sea hecha tu voluntad y no la mía”.
El pedir en su nombre no es una fórmula mágica que garantice su eficacia u
obligue la mano de Dios.
Vincent cita a
Meyer quien dice que la cuestión es del “espíritu” y “mente” del que ora.
Mateos-Barreto
traducen esta misma idea así: “Lo que pidáis unidos a mí, yo lo haré”.
Culpepper sigue el
énfasis de Agustín al comentar que el pedir en el nombre de Jesús significa
pedir en el cumplimiento de su vida y carácter, es decir, continuar el
ministerio que él inició cuando estaba en la tierra.
Por lo tanto, el pedir por cosas mundanas, triviales y egoístas, para adelantar nuestros intereses y que no tienen que ver con el adelanto de su reino, no cabe dentro de los límites establecidos.
La RVA, en el v. 14, sigue el texto griego publicado por las Sociedades Bíblicas
Unidas al incluir el pronombre personal en Si me pedís, el cual falta en la
RVR-1960; por otro lado, no traduce el verbo tal cual es, un subjuntivo en el
tiempo aoristo: “pidiereis”. En el versículo anterior no se especifica a quién
se debe dirigir la oración, pero
aquí se aclara que es a Jesús.
Esta aclaración no contradice otros
pasajes que indican que debemos orar al
Padre. Juan establece una relación tan íntima entre el Padre
y el Hijo que la oración puede
dirigirse a cualquiera de los dos sin omitir al otro. Jesús
está en la posición de mediador. La oración dirigida a él, o por medio de
él, llega al Padre.
Además, este versículo establece que Jesús es el que contesta la
oración:
· Yo lo haré.
El pronombre yo es doblemente enfático, por su posición ante el verbo y por usarse cuando no es necesario, pues la primera persona singular se ve en el mismo verbo.
2. Al Padre En Mi Nombre: Juan 15:16; 16:23:
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he
puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi
nombre, él os lo dé”. (Jn. 15:16)
aiteo = (αἰτέω,
G154), pedir. Se debe distinguir del. Aiteo sugiere con la mayor frecuencia la
actitud de un suplicante, la petición de uno inferior en posición a aquel a
quien se le hace la petición; por ejemp., en el caso de hombres pidiendo algo a
Dios (Mt. 7:7); de un hijo a un progenitor (Mt. 7:9-10); de un súbdito a un rey
(Hech. 12:20); de sacerdotes y pueblo a Pilato (Lc. 23:23); de un mendigo a uno
que pasaba (Hech. 3:2).
Con referencia a pedir a
Dios, este verbo se encuentra en las epístolas de Pablo en Ef. 3:20 y Col. 1:9;
en Santiago cuatro veces (Col. 1:5-6; 4:2-3); en 1 Juan, cinco veces (Col. 3:22;
5:14-15, dos veces, 16). (VINE).
El propósito del v. 16 es el de animar a los discípulos a entrar con confianza en la misión que Jesús les encomendaba.
Nótese: el contraste
enfático entre:
Ø Vosotros y
Ø Yo.
Jesús estableció tres verdades fundamentales aquí:
· Él tomó la iniciativa en escoger a los
discípulos;
· El propósito de la elección fue el de
llevar fruto que permanece; y
· La elección y producción de fruto les habilitaría para pedir
eficazmente.
A menudo el creyente supone que fue él
quien tomó la iniciativa en su conversión y también en su vocación cristiana.
Jesús aclara que no es así. Algunos comentaristas opinan que la primera
cláusula se refiere a la decisión de seguir a Jesús como creyentes, pero otros
entienden que se refiere a elegir la vocación como apóstoles.
Parece que Jesús está describiendo dos pasos distintos al decir:
· Os elegí… y
· Os he puesto.
El primero refiriéndose a la experiencia
inicial de seguir a Jesús como Maestro y
El segundo de establecerles como
apóstoles.
Por lo menos los Sinópticos concuerdan en que hubo un momento, varios meses después de decidir seguirle, cuando Jesús escogió de entre sus seguidores a doce (ver Mt. 10:1-4; Mr. 3:13-19; Lc. 6:12-16).
El término os he puesto traduce un verbo gr. en el tiempo
aoristo: “os puse”. BeasleyMurray lo traduce “os aparté”
para una misión, basándose en el uso en el v. 13 donde Jesús “apartó”
su vida a favor de otros.
El mismo verbo griego también se traduce “constituyó”
(ver Núm. 8:10; 27:18; Is. 49:6; Hech. 13:47; 1 Tim. 1:12; 2 Tim. 1:11; Heb. 1:2).
En relación con la idea de una misión,
Jesús vuelve a la analogía de la vid y el propósito del labrador al decir para que
vayáis y llevéis fruto. El verbo vayáis también sugiere el salir para realizar
una misión y esa misión es de llevar fruto. La cláusula para que vuestro fruto
permanezca parece referirse a la conversión de personas salvadas para la
eternidad más bien que la santidad personal del discípulo.
La obediencia en ir y llevar fruto les daría base para pedir con
la confianza de que el Padre oiría y contestaría:
Ø A fin de que todo lo que pidáis al Padre en
mi nombre él os lo dé.
La oración aceptable del discípulo nunca tendrá el carácter de un mandato, ni demanda, sino como la apelación de uno que es humilde, débil y obediente al que es Soberano y Omnipotente.
Nótese: la relación estrecha entre el discipulado, la oración eficaz y el llevar fruto.
La vid y la rama:
“El
comentarista Gail O’Day dice que en la vid ‘no se puede distinguir una rama de la otra, porque ninguna de
ellas tiene una posición de orgullo... No hay una rama de obispos, otra de
ancianos, u otra de administradores burócratas que les otorgue una posición más
favorable que a otro. En esta vid no se puede distinguir entre el laico y el
clero’. Todos están enraizados juntos en una misma vid, y
entrelazados entre sí en una comunidad de mutualidad y interrelación”.
“En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os
digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en
mi nombre, os lo dará”. (Jn. 16:23)
La expresión En aquel día (v.
23)
apunta a la nueva situación que comenzaría después de Pentecostés y la venida
del Espíritu Santo (ver 14:20). En ese día tendrían acceso directo al Padre,
basados en su unión con el Cristo glorificado. Puede haber un cambio sutil en
los dos verbos preguntaréis y pidáis.
En aquel día no tendrían más necesidad de
hacer tales preguntas como habían hecho hasta ahora (ver 13:6, 25, 36 s.; 14:5,
22), porque el Espíritu de verdad los guiaría a toda la verdad (v. 13; ver
14:26). Los
discípulos recibirían dos grandes ventajas, en relación con su misión, basados
en la ida de Jesús al Padre:
1) Todo el conocimiento necesario, y
2) Eficacia en la oración.
La doble afirmación griega amén, amén
inicia una enseñanza de suma importancia sobre la oración.
La expresión todo cuanto se ha interpretado mal por muchos líderes que indican
erróneamente que es como un “cheque en blanco”
con tal que se pronuncie la “fórmula mágica”:
· “En el nombre de Jesús”.
Es cierto que no hay límites a lo que se puede pedir, pero esa
amplitud, por otro lado, se limita por dos consideraciones:
1) Una comprensión de lo que significa en mi nombre y
2) Una comprensión de la misión asignada a cada creyente (ver 20:21).
Orar en mi nombre significa a lo menos tres
cosas:
Ø Orar por las mismas cosas por las cuales Jesús oraría si estuviera en mi
lugar;
Ø Orar con la misma actitud con la que oraba Jesús, es decir, con
reverencia, dependencia y sometimiento a la voluntad del Padre (ver Mt. 26:39; 26:42);
y
Ø Orar basados en la obra realizada por Jesús en la cruz.
3. Relación Con Jesús En La Intersección: Juan 15:7; 16:24:
“Si permanecéis en
mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo
lo que queréis, y os será hecho”. Jn. 15:7
ἰτέω = aitéo G154 de derivación incierta; pedir (en general): - pedir, demandar. Compare G4441. (Strong).
Jesús sigue con el tema de la morada mutua
en el v. 7, ellos en él y ahora sus
palabras en ellos. Mis palabras en vosotros son equivalentes a él mismo en
ellos. La morada mutua no solo es necesaria para producir fruto, sino que es un
requisito para la oración eficaz. El tema avanza de “mucho fruto” a la oración eficaz. En
el capítulo anterior la condición para la oración eficaz era pedir “en el nombre de
Jesús” (ver 14:13 s.), y se implicaba que la obediencia también era necesaria.
Morris comenta que la misma actitud se
establece como condición para la oración eficaz en ambos capítulos, pero con términos
distintos. En ambos capítulos la idea central es la unión
vital con Jesús que asegura la oración
eficaz:
· Sea de la morada del creyente en él, o
· Él en el creyente, o
· Sus palabras morando en el creyente, o
· Pidiendo en su nombre,
Es decir, en armonía y de acuerdo con la persona y propósito de Jesús.
Permaneced En Mí:
En una ocasión, cuando el misionero Hudson
Taylor pasó la noche en la casa de un amigo y éste le preguntó:
Ø “¿Está siempre consciente de
permanecer en Cristo?”,
Taylor le respondió:
Ø “Anoche, mientras yo dormía ¿dejé de permanecer en su casa porque no estaba ‘consciente’ de ello? De la misma forma, jamás debemos pensar que no permanecemos en él porque no estamos conscientes de ello”.
“Hasta ahora nada
habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis,
para que vuestro gozo sea cumplido”. (Jn. 16:24).
erotao = (ἐρωτάω, G2065),
sugiere con la mayor frecuencia que el que pide
está en terreno de igualdad o familiaridad con la persona a la que hace la
petición o pregunta.
Se utiliza de un rey al hacer una petición a otro rey (Lc. 14:32); del fariseo que «rogó» a Cristo que comiera con él (Lc. 7:36), indicándose con el uso de este verbo el bajo concepto que tenía de Cristo; comp. 11:37; Juan 9:15: «preguntar»; Juan 18:19: «preguntó». (VINE).
Los discípulos, como todos los judíos, estaban acostumbrados a orar a Dios, pero no en el nombre de Jesús.
Nótese: el doble negativo del v. 24, no y nada, con los que se enfatiza la
total exclusión.
De aquí en adelante, la oración tendría
una nueva dimensión y una nueva eficacia. Orarían en el
nombre de Jesús como sus representantes en la tierra. El verbo habéis pedido, traducido aquí como en el
tiempo perfecto, es en realidad un aoristo constativo que significa “pedisteis”, un resumen de su práctica hasta
ese momento.
El verbo Pedid es un imperativo en el tiempo presente que indica dos cosas:
· Un mandato del Señor a todo creyente y
· La fuerza de una acción continua.
El gozo completo y continuo de los
discípulos sería el resultado de esa doble acción de pedir
y recibir, es decir, de entrar en una relación de cooperación con Dios en la realización de su misión en el
mundo (ver 15:11).
Marcus Dods comenta que “la oración debe haber sido impedida por la presencia visible de un Ayudante suficiente, pero de aquí en adelante él sería el medio de comunicación entre los discípulos y la fuente de poder espiritual”.
4. Cualquier Petición Que Pidas Lo Recibirás.
1 Juan 3:21-22; 5:14-15:
“Amados, si
nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;… y cualquiera cosa que pidiéremos
la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas
que son agradables delante de él”. (1 Jn. 3:21-22).
λαμβάνω = lambáno G2983 forma prolongado de un verbo primario que se usa solo como alternado en ciertos tiempos; tomar (en muchas aplicaciones variadas, literalmente o figurativamente [propiamente objetivamente o activamente, echar mano de; en tanto que G1209 es más bien sub. o pasivamente, haber ofrecido a uno; mientras que G138 es más violento, agarrar o remover]): - entrar, intentar, llevar, aceptar, alcanzar, casar, cobrar, obtener, olvidar, prender, quitar, recibir, recobrar, recoger, sobrecoger, tener, tomar, traer, verdad. (Strong).
V. 21.
Carísimos—o
“amados”, el mismo
vocablo griego que en 2:7; 4:1, 7, 11.
No hay ningún “pero” que contraste los dos casos
(3:20 y 21), porque “carísimos” marca suficientemente la transición al
caso de los hermanos que andan en la plena confianza del amor (3:18). Los dos
resultados de poder “persuadir nuestros corazones delante de él”
(3:19), y el “no condenarnos nuestro
corazón” (de la insinceridad en cuanto a la
verdad en general, y al AMOR en particular) son:
(1) La confianza para con Dios;
(2) La segura contestación a nuestras oraciones.
Juan no quiere decir que todos aquellos cuyo corazón no los condena, sean por tanto salvos delante de Dios; porque algunos tienen cauterizada la conciencia, otros son ignorantes de la verdad, y no es sólo la sinceridad, sino la sinceridad en la verdad la que puede salvar a los hombres. Los cristianos son los aquí significados; que conocen los preceptos de Cristo y se prueban a la luz de los mismos.
V. 22.
Recibiremos—como una realidad, de conformidad con su promesa.
Los creyentes, como tales, piden sólo lo
que está conforme a la voluntad de Dios; o si piden lo que Dios no quiere, se
conforman con su voluntad, de modo que Dios o les concede su petición,
o les da algo mejor que lo pedido. porque guardamos sus mandamientos—Comp. Salm. 66:18;
34:15; 145:18-19.
No es como si nuestros merecimientos nos
ganaran el ser oídos en nuestras
oraciones, sino que cuando somos creyentes, todas nuestras obras
de fe, siendo el fruto de su Espíritu en nosotros, son “agradables delante de él”:
· Y nuestras oraciones siendo la voz del mismo Espíritu de
Dios en nosotros,
· Natural y necesariamente son contestadas por él.
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que, si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye… Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”. (1 Jn. 5:14-15).
V. 14.
la confianza—“franqueza”, “audacia” (4:17) en la oración, lo que resulta del saber que
tenemos vida eterna (5:13; 3:19-22). conforme a su
voluntad—la que es la voluntad del creyente, y que no es por
tanto ninguna restricción a sus oraciones. En todo cuanto la voluntad de Dios
no es nuestra voluntad, en tanto no permanecemos en la fe y nuestras oraciones no son aceptas.
Alford bien dice:
Ø “Si conociésemos la voluntad de Dios cabalmente, y nos sometiésemos
a ella de corazón, sería imposible que pidiéramos para el espíritu o para el
cuerpo nada que él no pudiera conceder; es este estado ideal el que tiene en
mente el apóstol”.
Es el Espíritu quien nos enseña internamente y él mismo en nosotros pide según la voluntad de Dios.
V. 15.
tenemos las
peticiones—Tenemos,
como posesión presente tedas las cosas cuales fuesen que deseábamos de él. No
se pierde ni una de nuestras pasadas oraciones elevadas en fe,
conforme a su voluntad. Como Ana (1 Sam. 1:18), podemos regocijarnos en ellas
como ya concedidas aun antes del evento; podemos conocer el evento cuando tiene
lugar, no como por casualidad, sino obtenido por nuestras oraciones anteriores.
Compare, también la confianza firme de Josafat tocante al resultado de sus oraciones, tanto que ordenó de antemano a los cantores que alabasen a Dios.
Concluyó:
En
Isaías 25:1:
El profeta alaba a Dios por sus planes, señalando que todas esas “maravillas
[eran] designios
concebidos desde tiempos antiguos” (v. 1 LBLA); incluidos algunos
momentos difíciles.
Puede ser duro escuchar que Dios dice que no,
y peor aun cuando estamos ORANDO por el bienestar de otra persona. Es
entonces que debemos aferrarnos a la verdad de los buenos designios del Señor.
Aunque no entendamos la razón, podemos seguir confiando en su AMOR, BONDAD, y FIDELIDAD.
Cuando Dios Dice Que No, Tiene Un Plan. ¡Sigue Confiando En ÉL!
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Nota y Bibliografía:
- Biblia
de Estudio RYRIE.
- e-Sword-the.
LEDD. Mundo Hispano.
- Pastor:
Carlos Ramírez Jiménez. 14//12//2021. MISIÓN BAUTISTA: “Emanuel”.
Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz.E -
Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 942-562691-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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