viernes, 3 de diciembre de 2021

Parte II LA IGLESIA EN EL NUEVO TESTAMENTO: (Ef. 5:25)

                                                                          Parte II

LA IGLESIA EN EL NUEVO TESTAMENTO:

 

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. (Ef. 5:25) 


Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:


La santidad personal. La santidad de sus miembros es otra cualidad dominante en la iglesia neotestamentaria. Santos es uno de los términos que se usa más frecuentemente en el NT., en relación con los creyentes. Este término tiene un significado objetivo. La santidad de la sociedad cristiana consistió en su separación del mundo.

En este aspecto, alcanzó los privilegios de Israel bajo el pacto antiguo. Los miembros de la iglesia, como dijo Pedro, son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, un pueblo adquirido (1 P. 2:9). Pero lado a lado con este sentido de una santidad exterior y formal, el nombre santo llevaba la idea ética.

Consistía no meramente en una relación formal con Cristo, sino en un vivir actual y práctico, una consagración a Dios que encontraba expresión en carácter y conducta. Es obvio que los miembros de la iglesia son llamados santos aun cuando les faltaba mucho para una santidad ética (1 Cor. 1:2; comp. 6:11). Pablo insiste en llamar a los corintios santos porque está seguro de que una obra de vital santificación está en proceso, y que debe continuar, en sus cuerpos y en sus espíritus, los cuales son de Dios.

Porque los que están en Cristo son una nueva creación (2 Cor. 5:17), y los que han recibido el llamado que los separa y consagra (2 Cor. 6:17) deben limpiarse de toda la inmundicia, perfeccionando su santidad en el temor de Dios (2 Cor. 7:1). Pablo miraba a los miembros de la iglesia con un ojo profético. Los veía no como eran, sino como iban de ser por una santificación progresiva. Así, al fin Cristo podría presentarlos a sí mismo una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga, ni cosa semejante (Ef. 5:26, 27).

Poder espiritual. Cuando Jesús dio el nombre ekklesía a la sociedad que él vino a fundar, prometió a Pedro poder espiritual (Mt. 16:18, 19). El Apóstol recibiría el poder de las llaves, esto es, él iba a ejercer el privilegio de abrir las puertas del reino de los cielos a los judíos (Hech. 2:41) y a los gentiles (Hech. 10:34–38; 15:7).

Además, tendría poder de atar y desatar, esto es, de prohibir y permitir. En otras palabras, él iba a poseer las funciones de un legislador dentro de la esfera espiritual de la iglesia.

Este poder legislador que Pedro recibió fue entregado luego a los demás discípulos (Mt. 18:18; comp. vv. 1, 19 y 20). En la conferencia de Jerusalén, este poder fue ejercido por toda la iglesia (Hech. 15:4, 22). Este poder fue ampliado en la gran comisión misionera (Mt. 28:19).

Los creyentes del primer siglo entendieron que la gran comisión se extendía a todos los seguidores de Cristo sin distinción (Hech. 8:4). La sociedad cristiana poseía el doble poder de legislar entre sus propios miembros y de abrir el reino de los cielos a todos los nuevos creyentes. Pero estas dos funciones de enseñar y gobernar eran reconocidas como dones delegados.

La iglesia enseñaba a las naciones porque Cristo le había encomendado la tarea. Ella estableció leyes para sus propios miembros porque él le había conferido la autoridad de atar y desatar. Pero en cada ejercicio de su autoridad, la iglesia dependía del dador de esa autoridad. Creía que Cristo estaba con ella hasta el fin del mundo (Mt. 28:20), y que el poder que había recibido era poder de lo alto (Lc. 24:49).

6.      LA ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA:

Parece obvio del estudio en el NT., que Jesús no dio a sus discípulos instrucciones formales para la organización de su iglesia. En los primeros días después de Pentecostés, ellos no pensaron en separarse de la vida religiosa de Israel, ni se dieron cuenta de la necesidad de una organización distinta. Siguieron su práctica de culto en el templo, como buenos judíos (Hech. 2:46; 3:1), pero agregaban la enseñanza apostólica, oración, compañerismo y el partimiento de pan (2:42, 46).

La organización fue un asunto de desarrollo gradual de acuerdo con las necesidades que iban surgiendo. Las diferentes funciones entre los que servían en la iglesia se debían a los diferentes dones otorgados por Dios a los miembros (1 Cor. 12:28). Al principio, los doce apóstoles, como los compañeros más allegados a Jesús a través de su ministerio y testigos oculares de su vida, enseñanzas y especialmente de su resurrección, eran los líderes y maestros naturales de la comunidad.

Aparte de este hecho, la primera evidencia de algo parecido a una organización se encuentra en la distinción, establecida por los apóstoles mismos, entre el ministerio de la palabra y el de las mesas (Hech. 6:2, 4). Pablo reconoció esta distinción (Rom. 12:6, 8; 1 Cor. 1:17; 9:14; 12:28) y amplió el ministerio de la mesa a incluir mucho más que el cuidado de los pobres. Estas dos clases de ministerio, como se manifiestan en el principio, pueden clasificarse como el ministerio general y profético, por un lado, y local y práctico, por el otro.


(Nota: en otro artículo general, El ministerio en el Nuevo Testamento, se expondrá en detalle).

7.      LA MISIÓN DE LA IGLESIA:

La misión de la iglesia surge de la naturaleza de la misma, el ejemplo de Jesús, los mandatos de Jesús y la práctica de los apóstoles. La naturaleza de la iglesia se ha visto arriba al considerar el uso del término iglesia”, su relación con el Israel del AT., y las características distintivas de ella en el NT.

1) La Misión Implícita En El Ejemplo De Jesús:

A continuación, observaremos que la misión de la iglesia es implícita en el ejemplo de Jesús, recordando que él mismo dijo:

Ø Como me ha enviado el Padre, así también yo os envío a vosotros (Juan 20:21).

En el comienzo de su ministerio público, Jesús citó la profecía mesiánica de Isaías (Lc. 4:18, 19), resumiendo la misión mesiánica con cuatro tareas específicas:

·      ... Anunciar buenas nuevas a los pobres...

·      Proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos...

·      Poner en libertad a los oprimidos...

·      Proclamar el año agradable del Señor.

Esencialmente, Jesús vino con un mensaje de esperanza de liberación para los que sufren opresión, tanto en la esfera espiritual como en la física.

Jesús mismo resumió su misión con la declaración: Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lc. 19:10). El contexto indica que aquí se trata claramente de una liberación espiritual. Este concepto se amplía en las tres parábolas en Lucas 15, donde hay algo perdido, buscado, encontrado, restaurado y celebrado. Lo perdido en este contexto se define como pecador que debe arrepentirse y uno que es separado del Padre Celestial.

Mateo resume la misión terrenal de Jesús con tres gerundios: enseñando... predicando el evangelio del reino... sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo (Mt. 4:23). Algunos entienden que el orden de prioridad en el ministerio se revela en este texto. Un análisis de los ministerios realizados por Jesús, relatados en los cuatro Evangelios, indicaría el mismo orden de prioridad. Es decir, dedicó más tiempo a la enseñanza, una comunicación sistemática de las buenas nuevas del reino de Dios. En comparación, hay menos referencias a la sanidad.

En resumen, se puede afirmar que Jesús comunicó la naturaleza, beneficios y modo de entrar en el reino de Dios, con atención especial a los pobres y los humildes. También, reconoció y tomó medidas para liberar de necesidades físicas: enfermedades, hambre, posesión demoníaca y aun de la muerte.

2) La Misión Explícita En Los Mandatos De Jesús:

Jesús mandó a los doce, diciendo: ...predicad diciendo: "El reino de los cielos se ha acercado... sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios (Mt. 10:7, 8). Similar es el mandato a los setenta: Sanad a los enfermos... y decidles: "El reino de Dios se ha acercado a vosotros (Lc. 10:9). A esta altura en el ministerio terrenal de Jesús, los discípulos aún no estaban preparados para comunicar la naturaleza espiritual del reino de Dios. Así su ministerio estaba limitado.

Después de la cruz y la resurrección, los mandatos cambian en su énfasis, ya enfocando el evangelio en toda su plenitud, dando prioridad a un ministerio centrado en la necesidad espiritual del hombre. En la quinta aparición, después de la resurrección, Jesús dijo: Como me ha enviado el Padre, así también yo os envío a vosotros (Juan 20:21). En la séptima aparición, dijo: Apacienta mis corderos... pastorea mis ovejas... apacienta mis ovejas (Juan 21:15–18).

El contexto indica un enfoque espiritual. Por lo menos Pedro lo interpretó así. En la octava aparición, Jesús dijo: Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones... bautizándoles... enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado (Mt. 28:19, 20).

En la décima aparición, dijo: ... y que en su nombre se predicase el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones... y vosotros sois testigos de estas cosas (Lc. 24:47, 48).

En la misma aparición, también dijo: Y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra (Hech. 1:8).

Es importante notar los dos énfasis en todos estos mandatos postresurrección: el espiritual y el universal. Primero, la preocupación principal en los mandatos es el pecado del hombre, la necesidad de arrepentimiento y del perdón, la tarea de hacer discípulos, de enseñarles las implicaciones del evangelio y lograr la obediencia al Señor. Segundo, Jesús quiso inculcar una visión global.

Se repite dos veces la expresión todas las naciones y luego establece las etapas para lograr este cometido: Jerusalén, toda Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra.

Posteriormente, el Cristo resucitado se apareció a Pablo y le dio una comisión personal: Te he aparecido para esto: para constituirte en ministro y testigo de las cosas que has visto de mí y de aquellas en que apareceré a ti... yo te envío para abrir sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios, para que reciban perdón de pecados y una herencia entre los santificados por la fe en mí (Hech. 26:16–18).

3) La Misión Revelada En La Acción De La Iglesia Primitiva:

Una lectura de la historia de la iglesia primitiva en el libro de Los Hechos revela una preocupación prioritaria por la comunicación del evangelio a todos, venciendo prejuicios de todo tipo:

Ø Religiosos,

Ø Raciales,

Ø Nacionales y

Ø Culturales.

Hubo pocos casos de sanidad física y liberación de demonios.

Por otro lado, las congregaciones de los santos se ocupaban de los pobres en su medio, especialmente de los de la familia de la fe (Hech. 6:1–7; 2 Cor. 9:1, 12; Gál. 6:10). Santiago criticó severamente a aquellos en las congregaciones que eran oidores y no hacedores de la palabra (1:23), señalando especialmente el descuido de los hermanos que tenían falta de abrigo y comida (2:15, 16).

En conclusión, se puede resumir la misión de la iglesia en cinco ministerios: adoración, proclamación, enseñanza, comunión entre los miembros y servicio a los necesitados. Realizaban estos ministerios con una visión global, bajo la dirección y el poder del Espíritu Santo.

8.      APLICACIONES ERRÓNEAS DEL TERMINO IGLESIA:

Ignorando las enseñanzas del NT., en cuanto a la naturaleza y la función de la iglesia, varios errores han surgido en la historia del cristianismo en la aplicación del término iglesia”. Radmacher menciona cuatro de estos errores que son más frecuentes y dañinos.

1) Nunca Se Refiere Al Edificio Donde Se Reúne:

Contrario a la costumbre en muchos países, no se encuentra evidencia en absoluto en el NT., para sostener que la iglesia se refiera a un edificio. Es de conocimiento común que no hubo templos cristianos, ni edificios dedicados exclusivamente a cultos, antes del tercer siglo de la era cristiana.

Durante este período, sin embargo, la iglesia nació y se extendió a todo el mundo conocido. El término iglesia se refiere, no a un edificio, sino al cuerpo de creyentes reunido en cualquier lugar.

2) Nunca Se Refiere a Una Iglesia Estatal o Nacional:

La práctica de referirse a una iglesia nacional, como por ejemplo La Iglesia Evangélica Peruana, surgió en la historia de la unión de la iglesia con el estado. No sólo la Iglesia Católica Romana ha abogado por la unión de la iglesia y el estado, sino los reformadores clásicos del siglo XVI cayeron en el mismo error. Tal práctica ignora la autonomía de la iglesia local, los principios de autogobierno y la responsabilidad directa a Cristo.

También confunde el cuerpo espiritual, que es la iglesia, con un concepto formal, político y geográfico. El NT., nunca presenta una organización eclesiástica más amplia que la iglesia local. Aun la autoridad de la iglesia local es final en cuanto a sus propios asuntos (Mt. 18:17). La única iglesia conocida en el NT., es una entidad separada del control y sostén del estado.

Hay un solo pasaje en el NT., que algunos citan para apoyar el concepto de una iglesia regional (Hech. 9:31). El manuscrito griego más aceptado menciona iglesia (singular), mientras otros usan “iglesias” (plural). Aun aceptando el [PAG 20] caso singular, se referiría a los miembros de la única iglesia cristiana conocida de ese entonces —Jerusalén— esparcida en las zonas mencionadas.

3) Nunca Se Refiere a Una Denominación:

Frecuentemente se habla de una denominación como si fuera una iglesia, como por ejemplo La Iglesia Presbiteriana en x país. Indudablemente, hay ventajas de la unión de varias iglesias en una estructura denominacional, pero no hay ni mandato ni ejemplo en el NT., de tales. Ciertamente Jesús, en Juan 17, apela a la unidad en espíritu y propósito esencial. Pero esto no necesariamente implica unión orgánica. Por otro lado, unión orgánica no garantiza unidad espiritual.

4) Nunca Se Refiere Al Reino De Dios:

Desde los tiempos de Agustín, la mayoría de los teólogos ha identificado la iglesia con el reino de Dios. Agustín consideró que el reino de Dios era una realidad presente y lo identificó con la iglesia, o quizás aún con la jerarquía de la iglesia. En cambio, los reformadores clásicos identificaron el reino con la iglesia invisible.

5) Algunas De Las Razones Para Rechazar Este Concepto Son Las Siguientes:

Términos mutuamente exclusivos. De las 114 referencias en el NT., del término iglesia”, ninguna lo iguala con el reino de Dios. Algunos (Berkhof, Hanke y otros) encuentran una base para igualar la iglesia con el reino en Mateo 16:18, 19, pero un examen cuidadoso indica todo lo contrario.

Argumento en base a la etimología. Iglesia”, como se ha visto, se refería más bien a un grupo local que operaba en base a un gobierno democrático. En cambio, reino llevaba la idea de un dominio extendido, o universal, con un gobierno monárquico.

Argumento en base al origen. Los dos términos se introducen en Mateo en distintas maneras. El reino de Dios se presenta como ya existiendo y todavía no (3:2; 4:17; 12:28, etc.). En cambio, la iglesia se introduce como algo futuro (16:18), que tuvo su comienzo después de la pasión de Jesús. El centro de atención y frecuencia de mención del reino se ve en los Evangelios (120 referencias al “reino” en los cuatro Evangelios y sólo tres a la “iglesia). Se cambia en el libro de Los Hechos, donde la atención y énfasis recae sobre la iglesia”. Recién en Apocalipsis (después del cap. 3), vuelve a recaer el énfasis sobre el reino de Dios y su culminación gloriosa.

Entidades distintas en la eternidad. Aun en la eternidad, la iglesia mantendrá su identidad particular como se ve en tales pasajes como Hebreos 12:23 y Apocalipsis 21. Aquí se presenta como la esposa del Cordero.

Es importante mantener esta distinción entre la iglesia y el reino de Dios para evitar ciertos peligros sutiles que surgen de la fusión de los dos. Concretamente, la fusión de los dos elimina la posibilidad de marcar y mantener una clara distinción entre los principios cristianos y la implementación de ellos por medio de acción política y social. La aplicación lógica del concepto de un reino presente, eclesiástico, llevaría decididamente al control político del estado por la iglesia. Así, la iglesia perdería su carácter espiritual y llegaría a estar no solamente en el mundo, sino a ser del mundo.

A pesar de lo arriba expuesto, existe una relación definida entre las dos entidades. Dana concluye que la ekklesía espiritual simplemente expresa la relación con Cristo y entre sus santos, mientras que la ekklesía local es una agencia activa del reino. Es la tarea de la iglesia promover los fines y realizar los ideales del reino. Antes de la era cristiana, el reino de Dios operaba por medio de Israel; ahora opera por medio de la iglesia.

9.      EL DESTINO FINAL DE LA IGLESIA:

Habiendo considerado la etimología, características, organización, misión y relación de la iglesia con el reino de Dios, falta solamente repasar lo que el NT., enseña en cuanto a su destino final. Respecto a esto, hay una promesa de victoria y una visión celestial.

1) La Promesa De Jesús:

En una de las tres referencias a la iglesia en los cuatro Evangelios, Jesús afirmó: Sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mt. 16:18b).

Se desprenden a lo menos tres enseñanzas importantes de este pasaje:

·     Primero, es Jesús mismo quien edifica la iglesia, lo cual asegura un futuro glorioso.

·      Segundo, Jesús es el dueño y señor de la iglesia.

·   Tercero, ni el sepulcro, ni la muerte, ni el infierno podrán resistir el avance de la iglesia (Hades puede referirse al lugar de los muertos, o al infierno). Prevalecer significa literalmente ser fuerte contra”.

En resumen, Jesús asegura a sus seguidores que su iglesia será un cuerpo militante, creciente, triunfante, aun venciendo el último enemigo, la muerte. Es importante recordar que es una lucha esencialmente espiritual, contra fuerzas espirituales del diablo y que Dios provee para los suyos armas espirituales con las cuales batallar (Ef. 6:10–20).

2) La Visión Celestial:

Dios revela en el libro de Apocalipsis (caps. 19–21) una visión del destino glorioso y eterno de la iglesia. Todos los redimidos, los que constituyen la iglesia universal, como la novia del Cordero (Jesús), serán unidos con él en las bodas para nunca separarse eternamente.

La figura de bodashabla de una:

Ø Unión íntima,

Ø Gozosa,

Ø Perdurable y

Ø Perfecta.

Es lo que Jesús había prometido durante su ministerio terrenal (Juan 14:3; Lc. 23:43; comp. Filp. 1:23). Hay dos énfasis en la visión:

·      Primero, la unión con Jesucristo para la eternidad y,

·      Segundo, el propósito de servir y glorificar al que está sentado sobre el trono.

Explicando el significado de esta visión celestial, Dana dice que la aurora del reino perfeccionado, descrita en los últimos capítulos del Apocalipsis, marca la culminación de la misión y de la historia de la iglesia.

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Nota y Bibliografía:

1) ekklesia = (ἐκκλησία, G1577), (de ek = fuera de, y klesis = llamamiento. de kaleo = llamar). Se usaba entre los griegos de un cuerpo de ciudadanos reunido para considerar asuntos de estado (Hech. 19:39). En la LXX se usa para designar a la congregación de Israel, convocada para cualquier propósito determinado, o una reunión considerada como representativa de la nación toda. En Hech. 7:38 se usa de Israel; en 19:32, 41, de una turba amotinada. Tiene dos aplicaciones a compañías de cristianos:

(a) De toda la compañía de los redimidos a través de la era presente, la compañía de la que Cristo dijo: «edificaré mi iglesia» (Mt. 16:18), y que es descrita adicionalmente como «la iglesia, la cual es su cuerpo» (Ef. 1:22; 5:22),

(b) En número singular (por ejemp., Mt. 18:17), a una compañía formada por creyentes profesos (por ejemp., Hech. 20:28; 1 Cor. 1:2; Gál. 1:13; 1 Ts. 1:1; 1 Tim. 3:5), y en plural, refiriéndose a las iglesias en un distrito.

Hay una aparente excepción en Hech. 9:31, donde, en tanto que la rvr vierte «iglesias», el singular en el original (correctamente vertido por la vm) parece sin embargo señalar a un distrito; pero la referencia es claramente a la iglesia tal como estaba en Jerusalén, de donde había justo sido dispersada (Hech. 8:1). También, en Rom. 16:23, que Gayo fuera «hospedadorde toda la iglesia» sugiere que la asamblea en Corinto se reunía generalmente en su casa, donde también Pablo moraba. (VINE).

-  JAMES BARTLEY. Mundo Hispano.

-  Biblia de Estudio RYRIE.

-  e-Sword-the. LEDD.

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 3//12//2021. MISIÓN BAUTISTA Emanuel”. Ciudadela de Noé.  Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 942-562691-Tumbes.


charlyibsh@hotmail.com

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