ABRAHAM:
(Génesis 17:5)
“Y no se llamará más tu nombre Abram,[a] sino que será tu nombre Abraham,[b] porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes”. (Gn. 17:5)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Descendiente de
Sem e hijo de Taré; esposo de Sara, y como padre de Isaac, antepasado del
pueblo hebreo, y a través de Ismael, de otros pueblos semitas (Gn. 17:5; 25:10–18):
· Judíos,
· Cristianos, y
· musulmanes consideran su vida (Gn. 11:26–25:10;
Resumida en Hch. 7:2–8) como notable ejemplo de una extraordinaria
fe en Dios (Heb. 11:8–12).
I. Nombre:
La etimología del nombre de Abram (hebreo
אַבְרָם
= Abram empleado en Gn. 11:26–17:4 y
rara vez en otras partes, por ejemplo 1 Cron. 1:27; Neh. 9:7) es incierta.
Probablemente significa ‘el padre es exaltado’, y es una forma típica y
específica del nombre personal Ab(i)ram entre los primitivos semitas occidentales.
H87 אַבְרָם = Abram: contracción de H48;
padre enaltecido; Abram, nombre original de Abraham:- Abram. (Strong).
Después del pacto en Gn. 17:5 su nombre
se convierte en Abraham (אַבְרָהָם = Abrajam), que
se explica como “padre de una multitud” de naciones. Ambos nombres se encuentran
en textos cuneiformes y egipcios a partir de los siglos XIX antes de la era
cristiana, pero no como personas idénticas.
“Y no se llamará más tu
nombre Abram,[a] sino que será tu nombre Abraham,[b]
porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes”. (Gn. 17:5)
H85 אַבְרָהָם = Abrajam: contracción
de H1 y una raíz que no se usa (probablemente significa ser muy
poblado); padre de multitud; Abrajam, nombre posterior de Abram:- Abraham.
(Strong).
Esta última forma, posiblemente como
etimología popular, generalmente se considera como variante dialectal de Abram,
aunque tiene el sentido de un nombre nuevo y diferente (que puede incorporar
una forma primitiva del árabe, arábigo rhm = ‘multitud’).
Verdades
Prácticas:
Sin duda que el nombre de Abram que significa "padre exaltado" era motivo de
burla e incomodidad pues el hombre no tenía hijos. Dios cambió su nombre a Abraham que significa "padre de naciones".
Así el nombre llega a ser
más adecuado al papel histórico que aquel hombre iba a desempeñar. Ese nombre
era un recuerdo del compromiso de Dios como también un recuerdo de que Abraham solamente era un instrumento en las manos del Señor. Los
creyentes en Jesucristo hemos recibido un nuevo nombre, ¿qué nos recuerda?
II. Carrera:
Abraham nació en Ur pero se fue con su
esposa Sarai, su padre, sus hermanos Nacor y Harán, y su sobrino Lot a Harán
(Gn. 11:26–32).
A la edad de 75 años, cuando murió su
padre, Abraham se trasladó sucesivamente a Palestina (Canaán), cerca de Bet-el,
a Mamre, cerca de Hebrón, y a Beerseba. En cada uno de estos lugares erigió un
altar y una tienda-santuario.
Sus relaciones con extranjeros mientras
vivió cerca de Siquem, y en Egipto, Gerar y Macpela, lo muestran como el
respetado jefe de un grupo, al cual trataban en un plano de igualdad. Fue el
jefe reconocido de una coalición que rescató a su sobrino Lot, capturado en
Sodoma por un grupo de “reyes” (Gn. 14).
El acento recae sobre su vida, no tanto
como “peregrino”,
sino como “inmigrante-residente”
(geµr) sin ciudad capital:
Ø Era rico, tenía sirvientes (14:14), y posesiones (13:2), y
Ø vivió pacíficamente entre los cananeos (12:6),
Ø los ferezeos (13:7),
Ø los filisteos
(21:34), y los egipcios;
Ø tuvo trato con los heteos o hititas (23).
III. Pactos[1]:
De acuerdo con el estilo de los
primitivos pactos-tratados,
el “gran Rey”
Jehová concertó un pacto-tratado con Abraham (15:17–21), el que
también concertó tratados paritarios con potencias contemporáneas:
(i) La Tierra.
Por medio del pacto, Jehová prometió a
Abraham y a sus sucesores la tierra a partir del río Éufrates hacia el suroeste
para siempre. La fe de Abraham se mostró tanto en su disposición para hacer
suya esa cesión divina de tierras desde Beerseba (21:33) hasta Dan (14:14)
mediante actos simbólicos, o por el hecho de tomarlas como “jefe” de sus habitantes
multirraciales luego de derrotar a los que anteriormente las habían poseído.
Pero no estableció capital, y tuvo que
comprar un lugar para sepultar a su mujer (Gn. 23).
(ii) La
Familia.
El mismo pacto divino le prometía y
confirmaba una familia y naciones como sucesores (13:16). Como no tenía hijos,
primero nombró heredero a su mayordomo Eliezer de Damasco (15:2). Trató a su
sobrino como heredero, y le dio una parte preferencial en la tierra “prometida”,
hasta que Lot decidió irse a Sodoma (13:8–13).
A la edad de 86 años tuvo un hijo,
Ismael, de una concubina egipcia, Agar, que le dio su esposa. Ambos fueron expulsados
posteriormente.
Más tarde, a la edad de 99 años, se le
repitió la promesa de familia, nación y ley, y Jehová le cambió el nombre y le
dio la señal del pacto: la circuncisión*[2] de los varones
(17). Nuevamente se confirmó la promesa por medio de otra teofanía en
Mamre, a pesar del descreimiento de Sara (18:1–19). Un año más tarde nació Isaac.
NOTA:
17:9,
10
¿Por qué Dios requería la circuncisión?
(1) Como
una señal de obediencia a Él en todos los
aspectos.
(2) Como una señal de que se pertenecía al pueblo del pacto. Una
vez circuncidados, no había marcha atrás. El hombre quedaba marcado para
siempre como judío.
(3) Como un símbolo
de "desprendimiento" de la vieja vida
pecaminosa, purificación de su corazón hacia Dios y dedicación a Dios y a sus
promesas.
(4) Posiblemente como una medida
higiénica.
La circuncisión más que cualquier otra
práctica tendía a separar al pueblo de Dios de sus vecinos paganos. En los días
de Abraham, esto era esencial para desarrollar un culto puro al único Dios
verdadero.
La gran prueba de la fe de Abraham fue
la orden de Jehová de sacrificar a Isaac en Moríah. Obedeció, y en el momento
del sacrificio el ángel detuvo su mano cuando le fue proporcionado un carnero
como sustituto (22:1–14).
En esa ocasión se reafirmó el pacto
entre Jehová y Abraham (versículo(s) 15–20). Sara murió a la edad de 127 años,
y fue sepultada en la cueva de Macpela, que Abraham había comprado a Efrón (23).
Cuando Abraham sintió que se aproximaba
su propia muerte, hizo jurar a Eliezer que obtendría esposa para Isaac entre
sus parientes cerca de Harán. De este modo, su sobrina nieta Rebeca se
convirtió en esposa de Isaac (24).
Ya en edad avanzada, Abraham se casó con
Centura, cuyos hijos fueron los antepasados de las tribus de Dedán y Madián.
Después de haberle dado a Isaac “todo cuanto tenía”, y de hacer regalos a sus otros
hijos, Abraham murió a la edad de 175 años y fue sepultado en Macpela (25:1–10).
Dios reconoció que Abraham era capaz de “[mandar] a sus
hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo
justicia y juicio” (18:19). Era hospitalario, y agasajaba a los
extranjeros con respeto (18:2–8; 21:8).
IV. Personalidad:
Abraham
declaró abiertamente su fe en Dios como el:
· Todopoderoso (Gn. 17:1), eterno (21:33),
· Altísimo (14:22),
creador y poseedor (Señor) de los cielos y de la tierra (14:22; 24:3), y
· Justo juez
de las naciones (15:14) y de toda la tierra (18:25).
· Para él Jehová era justo (18:25), sabio (20:6),
recto (18:19), bueno (19:19), y misericordioso (20:6).
· Aceptaba el juicio de Dios sobre el pecado (18:19;
20:11), y sin embargo intercedió ante él por Ismael (17:20) y Lot (18:27–33).
· Abraham tuvo estrecha comunión con Dios (18:33;
24:40; 48:15), y recibió de él revelación especial en visiones (15:1), y
visitas en forma humana (18:1) o angélica (o de “mensajero”)
(22:11, 15).
· Abraham adoraba a Jehová, llamándolo por ese nombre
(13:4) y construyendo un altar para dicho fin (12:8; 13:4, 18).
· Su claro monoteísmo contrasta con el politeísmo de
sus antepasados (Jos. 24:2).
Notas:
1: El Dios Todopoderoso (heb. El Shaddai)
es equivalente a “el Dios Altísimo” (heb. El Elyon, 14:19) uno de
los nombres pre mosaicos más antiguos de Dios en Génesis. Su significado
preciso es incierto, pero siempre es asociado con las promesas de hijos de
parte de Dios (28:3; 35:11; 43:14; 48:3). 19 Isaac significa “él [eso es,
Dios] ríe/sonríe”
(comp. 17:17, “él
se rió”). El nombre expresa el placer de los padres por el
nacimiento de un hijo. Como Ismael y Jacob, Isaac es un antiguo nombre típico
de la primera parte del segundo milenio.
Etimología:
H7706 שַׁדַּי = Shaddái: de H7703; el
Todopoderoso:- Dios
omnipotente, Todopoderoso. (Strong).
La fe de Abraham puede verse
particularmente en su disposición a obedecer los llamados de Dios. Por fe abandonó
Ur en la Mesopotamia (11:31; 15:7), acto que destacó Esteban (Hch. 7:2–4). En
forma similar fue guiado a abandonar Harán (Gn. 12:1, 4).
Vivió cien años en Canaán, la tierra que
se le había prometido (Gn. 13:12; 15:18); pero este fue un cumplimiento
parcial, ya que sólo ocupó una pequeña parcela de tierra en Macpela y disfrutó
de ciertos derechos cerca de Beerseba.
La prueba suprema de su fe se presentó
cuando se le pidió que sacrificara a Isaac, su único hijo, que era, humanamente
hablando, el único medio de que se cumplieran las promesas divinas. Su fe
descansaba en su creencia en la capacidad de Dios para levantar a su hijo de
entre los muertos (Gn. 22:12, 18; Heb. 11:19) si fuese necesario.
Se ha comparado su papel con el de un
gobernador o estadista que, como los reyes posteriores, aplicaba la justicia en
sujeción al “Juez
de toda la tierra, [que] ¿no ha de hacer lo que
es justo?” (18:25). Como ellos, tenía la responsabilidad de la ley y
el orden, de rescatar personas secuestradas, de derrotar a los enemigos del
gran Rey, y de asegurar la libertad del culto local (14:20).
Era lo suficientemente capaz y valiente
como para ir a la guerra contra enemigos superiores en número (14:5), y obraba
con generosidad sin buscar ganancia personal (13:9; 14:23).
Los incidentes en la vida de Abraham que
se han considerado debilidades graves son el aparente engaño al rey de Egipto y
a Abimelec de Gerar, cuando hizo pasar a Sara por hermana suya para salvar su
propia vida (Gn. 12:11–13; 20:2–11).
Sara
era hermanastra de Abraham (20:12; compárese 11:29). Debe rechazarse
cualquier supuesto paralelo con los matrimonios hurritas entre hermano y
hermana.
En las Escrituras se considera que Sara
fue fiel a su esposo y a su Dios (Is. 51:2; Heb. 11:11; 1 P. 3:6), de modo que,
si bien esto puede ser un ejemplo de la forma en que aquéllas describen la
fortuna, aun de los más grandes héroes (compárese David), podríamos
preguntarnos si se ha llegado a comprender bien este incidente.
La respuesta de
Abraham a Isaac (Gn. 22:8) se ha considerado engañosa en virtud del sacrificio
que se preparaba. Sin embargo, puede considerarla como un ejemplo supremo de
su fe (“volveremos
a vosotros”, 22:5; compárese Heb. 11:17–19). Este incidente es,
además, una temprana condenación de los sacrificios de niños, que por otra
parte eran poco frecuentes en el antiguo Cercano Oriente.
V. Significación Teológica:
Se consideraba a Israel como “la simiente de
Abraham”, y la acción de Jehová de hacer descender muchos pueblos de
un solo hombre se consideraba como un significativo cumplimiento de su palabra
(Is. 51:2; Ez. 33:24).
“El Dios de Abraham” designa a Jehová en toda la
Escritura, y es el nombre con el que Dios mismo se reveló a Moisés (Ex. 3:15):
· El monoteísmo
que Abraham en medio de la idolatría (Jos. 24:2),
· la manera en que
Dios se le apareció
(Ex. 6:3),
· lo eligió
(Neh. 9:7),
· lo redimió
(Is. 29:22), y
· lo bendijo
(Miq. 7:20), como también su fe, fueron tema constante de exhortación y consideración.
También en la época del Nuevo Testamento
se reverenciaba a Abraham como el antepasado de Israel (Hch. 13:26), del
sacerdocio levítico (Heb. 7:5), y del mismo Mesías (Mt. 1:1).
Aunque Juan el Bautista (Mt. 3:9) y
Pablo (Rom. 9:7) refutan la superstición popular judía de que la descendencia
racial de Abraham traía aparejada la bendición divina, la unidad de los hebreos
como sus descendientes constituía una ilustración de la unidad de los creyentes
en Cristo (Gál. 3:16, 29).
El juramento (Lc. 1:73), el pacto (Hch.
3:13), la promesa (Rom. 4:13), y la bendición (Gál. 3:14) que Dios dio a
Abraham por propia y libre decisión, todo lo heredan sus hijos por la fe.
La fe de Abraham es tipo de la que lleva
a la justificación (Rom. 4:3–12), una proclamación precristiana del evangelio
universal (Gál. 3:8). Su obediencia por fe al llamado a abandonar Ur para vivir
la vida nómada de “extranjero y peregrino” y su ofrecimiento de Isaac
figuran como notables ejemplos de la fe en acción (Heb. 11:8–19; Stg. 2:21).
Como gran profeta y receptor del pacto
divino, Abraham representa un papel único en la tradición judía (Ecl. 44:19–21;
Bereshith Rabba; Pirqe Aboth 5.4; Flavio Josefo, Antigüedades de los judíos
1.7–8) y la musulmana (188 refs. en el Corán).
VI. Antecedentes Arqueológicos:
Las instituciones sociales, las
costumbres, los nombres de personas y de lugares, y las situaciones generales,
tanto literarias como históricas, concuerdan en buena medida con otras pruebas
correspondientes a principios del 2º milenio antes de la era cristiana.
Sin embargo, aunque muchos eruditos
consideran que el relato patriarcal es sustancialmente histórico, y factible de
fechar, desde la ocupación conocida de sitios reconocidos hasta la edad del
bronce media, alrededor de siglos XX-XIX (Albright, de Vaux), o posteriormente,
XIX-XVII (Rowley), o XV-XIV antes de la era cristiana (Gordon).
Otros
adhieren a la teoría de que estos relatos provienen de la época de David
(Emerton, Clements), aunque algunos argumentan, basándose en indicios
histórico-tradicionales, a favor de una fecha posterior (Thompson, van Seters),
en razón de supuestos anacronismos entre los movimientos semi nomádicos, la
historia (especialmente en Gn. 12), y las referencias a los filisteos, a
camellos y a ciertos nombres de lugares (Ur
“de los caldeos”), todo lo cual hace pensar
en el 1º milenio antes de la era cristiana Para ellos la tradición es
composición posterior (Thompson, van Seters).
La mayor parte de estos puntos puede
contestarse individualmente o tomando como base todas las pruebas disponibles (algunos
detalles de los textos de Ebla, alrededor de
2300 antes de la era cristiana, podrían proporcionar información adicional).
Debemos destacar que los detalles
precisos, la ausencia de la personificación legendaria de Abraham como tribu, y
el hecho de que la mayor parte de las acciones de Abraham están registradas
como las de una sola persona, son indicación de fuentes primitivas.
El código de Hamurabi encaró la
situación realísticamente en la cual tal sierva concebiría hijos al esposo de
su ama y aspiraría a una posición más elevada en la casa: “Si un hombre toma una sacerdotisa y ella
concede su sierva a su esposo y la sierva le da hijos y después esa sierva toma
rango con su ama porque ella ha dado hijos, su ama no podrá venderla por
dinero, pero puede reducirla a esclavitud y contarla entre sus esclavas”
(párrafo 146).
Después que Agar hubo concebido, Sara “la afligía y ella
huyó de su presencia” (Gn. 16:6). Después Abraham se entristeció
mucho cuando Sara le urge diciendo: “Echa esta sierva y a su hijo” (Gn. 21:10, 11), un
deseo en contra de la costumbre y leyes vigentes.
La compra por Abraham de la propiedad de
Efrón el heteo, para el entierro, se puede entender a la luz del código de
leyes heteo hallado en Boghazkoy, Turquía.
El código estipula que un comprador debe
prestar ciertos servicios feudales si compra toda la propiedad del vendedor. Si
se vende una porción de la propiedad, el vendedor continuará con la obligación.
Aunque Abraham sólo requirió la cueva en
la orilla del campo de Efrón como el lugar para sepultura (Gn. 23:9), Efrón
insistía en que le comprara todo el terreno (Gn. 23:11). Efrón evidentemente
vio la oportunidad de deshacerse de sus obligaciones, haciendo a Abraham
feudatario de todo el campo.
_____________
Nota y Bibliografía:
[1] berît = (בְּרִית, H1285), «pacto; alianza; convenio; acuerdo; confederación».
Lo más probable es que este nombre se derive de la raíz acádica que
significa «encadenar, poner grillos»; tiene paralelos en hitita, egipcio,
asirio y arameo. Berît se encuentra más de 280 veces en todas las secciones del
Antiguo Testamento. El primer caso del vocablo está en Génesis 6:18: «Pero
estableceré mi pacto contigo [Noé]. Entraréis en el arca tú, tus hijos, tu
mujer y las mujeres de tus hijos contigo». «Alianza» es la traducción preferida
de berît por la rv: «Haced, pues, ahora alianza con nosotros» (Jos.9:6); sobre
todo en el caso de acuerdos políticos internos de Israel (2 Sam.3:12-13; 3:21; 5:3)
o entre naciones (1 R.15:19). En estos casos las revisiones subsiguientes (rvr,
rva, nrv) usan «alianza» o «pacto». En Jue.2:2 se traduce: «Con tal que
nosotros no hagais «pacto» con los moradores de esta tierra», («alianza» rva).
El mandamiento también le fue dado a Israel en Ex.23:32; 34:12-16; y en Deut.7:2-6.
(VINE).
[2] mûl = (מוּל,
H4135), «circuncidar,
cortar». Este verbo aparece más de 30 veces en el Antiguo
Testamento. Su uso continúa en el hebreo rabínico y moderno. Sin embargo, el verbo «cortar»
no se encuentra en otras lenguas semíticas. La mayoría de los casos en el
Antiguo Testamento están en el Pentateuco (20 veces) y Josué (8). Mûl aparece
con mayor frecuencia en Génesis (17 veces, con 11 de estas solamente en Génesis
17) y Josué (8 veces). Mûl aparece en 3 de las 7 formas de verbos y en varias
que son poco comunes. No tiene derivados a no ser mûlot en Ex.4:26: «Ella había
dicho «esposo de sangre» a causa de la circuncisión» (rva). Dios
introdujo el acto físico de circuncisión como señal del pacto abrahámico: «Este será mi pacto entre yo y vosotros… y tus descendientes
después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado. Circuncidaréis
vuestros prepucios, y esto será la señal del pacto entre yo y vosotros»
(Gn.17:10-11 rva). El «corte» del prepucio del varón era permanente y,
como tal, serviría de recordatorio de la perpetuidad de la relación mediada por
el pacto. Se insta a Israel a «circuncidar» fielmente a todos los varones; todo
varón recién nacido debía «circuncidarse» en el octavo día (Gn.17:12; Lv.12:3).
No solamente se «circuncidaron» los descendientes sanguíneos de Abraham, sino
también sus siervos, esclavos y extranjeros que moraban dentro de la comunidad
del pacto (Gn.17:13-14).
Este acto
especial de circuncisión era una señal de la promesa gratuita de Dios. Con esta
promesa y las relaciones del pacto, Dios esperaba que su pueblo cumpliera, con
gozo y de buena gana, sus expectativas, y así demostrara el reinado divino
sobre la tierra. Varios autores bíblicos usan el verbo «circuncidar» para
describir las actitudes del «corazón». La «circuncisión» del cuerpo es una
señal física del compromiso con Dios. Deuteronomio en particular tiene una
afinidad hacia el uso espiritual de «circuncidar»: «Circuncidad, pues, el
prepucio de vuestro corazón y no endurezcáis más vuestra cerviz» (Deut.10:16; comp.
30:6). Jeremías adopta el mismo lenguaje: «Circuncidaos para Jehová; quitad el
prepucio de vuestro corazón, oh hombres de Judá… por la maldad de vuestras
obras» (Jr.4:4 rva).
Son pocas las
veces en que el verbo se aparta de los usos físico y espiritual de
«circuncidar». Mûl en el libro de Salmo s significa «cortar, destruir; circuncidar»: «Todas las
naciones me rodearon; en el nombre de Jehová yo las destruiré» (Salm.118:10
rva; «yo los
romperé» rv; comp. vv. 11-12).
El verbo se
traduce como peritemno en la Septuaginta. El verbo y el nombre peritome se usan
para el sentido físico y el espiritual. Además, es también una metáfora para el
bautismo: «En él
también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha con manos…
mediante la circuncisión que viene de Cristo. Fuisteis sepultados juntamente
con él en el bautismo, en el cual también fuisteis resucitados juntamente con
él, por medio de la fe en el poder de Dios que lo levantó de entre los muertos»
(Col.2:11-12 rva).
En las versiones
en castellano, el verbo se representa como:
«circuncidar», «cortar»,
«cercenar», «destruir»,
«destrozar», «rechazar»
(rv, bj, bla, nbe). (VINE).
- Leonard
Woolley, Abraham: Recent Discoveries and Hebrew Origins, Faber and Faber,
London, 1935. Dorothy B. Hill, Abraham: His Heritage and Ours, Beacon Press,
Boston, 1957.
-
M. Kunz, Cuatro hombres de Dios, 1974;
F. B. Meyer, Abraham o la obediencia de la fe, s/f; J. Bright, Historia de
Israel, 1970; M. Noth, Historia de Israel, 1966; G. Ricciotti, Historia de
Israel, tomo(s) I., 1946; °DBA°DBA C. F. Pfeiffer, Diccionario bíblico
arqueológico, eds. J. T. Poe, trad. del ing. por R. Gama, 1982; H. Siegfried,
Historia de Israel, 1979.
- Este A.
Speiser, Genesis, ABAB Anchor Bible, 1964; A. R. Millard y D. J. Wiseman, edición,
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Historicity of the Patriarchal Narratives, 1974; J. A. van Seters, Abraham in
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-
D. J. Wiseman (Profesor de
Asiriología, Universidad de Londres, Inglaterra).
- e-Sword-the.
LEDD.
- Pastor:
Carlos Ramírez Jiménez. 05//05//2018.
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