Restaurar
Desechos:
(Filipenses 3:1-9)
Prosigo Al Blanco:
“Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es
molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro… Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros,
guardaos de los mutiladores del cuerpo… Porque
nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos
gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne… Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si
alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más:… circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la
tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;… en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a
la justicia que es en la ley, irreprensible…”.
(Filipenses
3:1-9)
Introducción:
En su libro, Junkyard Planet [El Planeta Chatarra]. Adam
Minter habla de la industria multimillonaria del reciclado de desechos. Señala
que hay empresarios en todo el mundo que se dedican a buscar materiales
descartados, como alambre de cobre, trapos sucios y artículos plásticos, para
rediseñarlos y convertirlos en cosas nuevas y útiles.
Cuando
el apóstol le entrego su vida al Salvador, se dio cuenta de que sus logros y habilidades
eran Basura, y escribió: “…lo tengo por basura...”.
El apóstol tras haber sido capacitado en
la ley religiosa judía, había actuado con enojo y violencia contra los seguidores
de Cristo (Hech.9:1-2). Pero Jesús transformó todo en algo nuevo y productivo;
tomó los retos enmarañados de su ira y los convirtió en amor de Dios para con
los demás (2 Cor.5:14-17).
Por lo demás,
hermanos míos es la traducción del griego to
loipon adelfoi que a veces servía como fórmula de despedida (ver 2 Cor.13:11):
· Junto
con la exhortación regocijaos en el Señor bien puede ser una frase con la cual
se intenta resumir lo dicho hasta ahora, y de esta manera 3:1a sería la frase que
cierra el capítulo anterior.
· De ser así, 3:1b viene a ser
lógicamente una introducción a la sección que sigue. ¿A qué se refiere
entonces la expresión las mismas cosas?
En 2:18
la invitación a regocijarse es parte de una exhortación general a la unidad y
la firmeza en la fe (2:14-18). El
sentido Filp.3:1b sería entonces que
Pablo aclara que los próximos párrafos con sus advertencias contras los falsos misioneros tienen la misma intención pastoral que
lo que ha escrito hasta ahora.
Otros comentaristas creen que la
expresión las mismas cosas se refieren a enseñanza que Pablo envió por medio de
otra carta que desconocemos.
El recurso didáctico que usa Pablo es un
ataque a los falsos misioneros,
pero también, por contraste, una clarificación de la verdadera fe cristiana y de las
características de su propia militancia espiritual y su práctica misionera.
1. Advertencia Contra Los Falsos Apóstoles. Filipenses 3:2-3:
El lenguaje de estas advertencias es
enérgico, y en un par de líneas ofrece un retrato de los falsos misioneros.
Evidentemente se trata de rivales de Pablo diferentes a los que menciona en 1:15 y 17, donde se refiere a personas que predicaban a Cristo, pero cuya
motivación era torcida.
Aquí en cambio se trata de una obra
insidiosa que atenta contra el meollo del evangelio. La repetición del verbo
guardaos no significa que se trate de tres grupos diferentes de personas, sino
que indica la seriedad de la advertencia. Las tres notas que ofrece el v. 2 identifican a las mismas personas,
es decir los misioneros judaizantes que también habían hecho sus incursiones en
Corinto (2 Cor. 11).
En el original hay juegos de palabras
que no son de fácil traducción, pero la clave es la tercera frase, los que
mutilan el cuerpo, que claramente identifica a los judaizantes que insistían en
la circuncisión como requisito para la salvación y la entrada en la iglesia.
Pablo
aceptaba la circuncisión como costumbre judía que era señal del pacto. No se oponía a
que los judíos que habían llegado a creer en Cristo mantuviera la costumbre de
la circuncisión en sus familias.
De hecho, el relato de Hechos acerca de
su encuentro con Timoteo afirma que lo hizo circuncidar (Hechos 16:3), ya que
aunque su madre era judía su padre era griego y no habían cumplido con ese
requisito de la Ley.
Lo que evidentemente enfurecía al
Apóstol era la obra insidiosa de misioneros enviados por un sector de la
iglesia de Jerusalén, que querían obligar a los creyentes gentiles de las iglesias
que él iba fundando a que se circuncidasen también.
Al hacerlo alegaban que el evangelio de
Pablo era incompleto, y es evidente que también criticaban su conducta personal
y sus métodos misioneros:
Ø De ahí que Pablo utilice el término katatomé G2699, que en el v. 2 se traduce como los que mutilan el cuerpo.
Ø La palabra para circuncisión es peritomé G4061, y como dice la nota de RVA., se trata de un
juego de palabras.
El Apóstol no para mientes en usar
también para los falsos misioneros
el término perros, lo cual podría tener un sentido irónico. Los judíos más
celosos se referían a los gentiles como "perros", en forma despreciativa, debido a que
consideraban inmundos a dichos animales (Mateo 15:26; Ap. 22:15).
Sin duda que los judaizantes hacían gala
de su limpieza, y aquí Pablo recurre a la ironía al aplicarles el término. Los filipenses
son exhortados también a cuidarse de esos malos obreros.
La palabra obreros traduce el griego ergátes G2040, término que aparece también
en 2 Cor.11:13 con un adjetivo diferente:
obreros fraudulentos, y que probablemente se refiere a
los mismos rivales de Pablo.
Se trata de personas que trabajan con
gran celo y diligencia, pero en una obra destructora, porque están atentando
contra lo fundamental del evangelio.
Es importante recordar que Pablo también
usaba el término "circuncisión" como un sustantivo colectivo
para referirse a los judíos, sin ninguna connotación negativa (Gal.2:7-9).
Yendo más allá, en el v. 3 pasa a
describir lo que considera más importante, la auténtica circuncisión que agrada
a Dios, en contraste con la mutilación que predicaban los malos obreros (comp.
Rom.2:25-29).
La
describe con tres notas que bosquejan lo esencial del mensaje paulino en
general:
· Primero, servimos a Dios en espíritu, es decir no
prestando atención a legalismos literalistas, una actitud que se preocupaba
sólo de la letra muerta de la ley. Escribiendo a los corintios, Pablo contrasta
dos tipos de servicio a Dios y afirma que el de los apóstoles es un ministerio
no de la letra sino del Espíritu: Porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica (2
Cor.3:6).
· Segundo, nos gloriamos en Cristo Jesús,
especialmente en el hecho de que la cruz de Cristo que es escándalo para los
judíos es el único camino para acercarse a Dios (Gal.6:14).
· Tercero, no confiamos en la carne, es decir no
busca la salvación por medio de sus propias obras humanas, ni sirve a Dios
tratando de acumular méritos para salvarse, temas que desarrolla en las
epístolas a los Gálatas y a los Romanos.
En resumen, la verdadera circuncisión es aquella
que Cristo obra (Col.2:6-11) en el corazón del ser humano, en contraste con el
mero ritual externo entendido en sentido legalista.
Así pues, el
antídoto contra la obra de los malos
obreros es permanecer afirmados en lo esencial del evangelio, en una
relación con Cristo acerca de la cual Pablo ofrece su testimonio personal.
2. El Misionero De Cristo: Ejemplo De Entrega. Filipenses 3:4-9:
El Apóstol ahora refuerza su enseñanza
acudiendo a su experiencia personal, de la cual deriva su comprensión del
evangelio. Si de lo que se trata es de
hazañas y marcas de prestigio desde el punto de vista puramente humano, él
puede presentar un curriculum vitae impresionante, y salir ganando en la
comparación: Si alguno cree tener de qué confiar en la
carne, yo más, dice.
Como para que los judaizantes lo
supiesen, ya que ellos se preciaban mucho de su rancia estirpe judía (2 Cor.11:22),
Pablo pasa a hacer una lista de sus títulos dentro del judaísmo.
Estos
eran impecables desde el punto de vista nacionalista: del
linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos. No sólo tenía el
orgullo de ser judío de nacimiento, sino también de pertenecer a la tribu de la
cual había salido el rey Saúl, cuyo nombre había llevado hasta que lo cambió
por el de Pablo.
También
tenía títulos desde el punto de vista religioso:
Ø Venía de una familia devota y
respetuosa de la ley,
Ø como indica circuncidado al octavo
día,
Ø que también era una forma de afirmar
que no era un gentil convertido.
Por decisión propia se había hecho miembro
del partido más celoso de la tradición hebrea, fariseo.
Había dado muestras de rigor y celosa
devoción a la causa judía, perseguidor de la iglesia, lit. "cazador" de herejes,
término que usan Lucas y Pablo mismo para describir su grado de devoción a la
causa (Hechos 9:4-5; 22:4; 22:7-8; 1 Cor.15:9; Gál.1:13 ss., 23). En lo
relativo a la moral y obediencia a la ley, era irreprensible.
Es importante recordar que aunque los
cristianos tenemos a veces una impresión muy negativa de los fariseos, ya que
ellos aparecen en los Evangelios como rivales y críticos intransigentes de
Jesús, desde el punto de vista del cuidado y preservación de la Biblia habían
cumplido un papel muy especial. Pablo no utiliza el término en forma negativa.
3. La Visión Del
Misionero. Filipenses 3:3-16:
El misionero sabe que ha sido redimido
en base a los méritos
de Cristo en la cruz y que ningún logro humano puede proporcionarle las bendiciones espirituales que
Dios en su gracia tiene reservadas.
El
misionero depende de la gracia y el poder de Dios para la tarea que tiene por delante:
· ...nos gloriamos en Cristo Jesús... no confiamos en la carne...
(v. 3),
· ni en los recursos humanos en forma absoluta.
El Pasaje Recalca:
1. Las credenciales del misionero (vv.
4-6).
2. El testimonio del misionero (vv. 7-11).
3. La meta del
misionero (vv. 12-14).
4. El desafío del misionero (vv. 15, 16).
La
obra misionera es igual a una carrera de larga distancia. Requiere
perseverancia, paciencia, y sobre todo, constancia. Pero el misionero sabe que
sigue a un victorioso Jesús, que ya ganó la victoria y tiene el galardón
preparado para los fieles.
Si bien era importante para Pablo
establecer sus credenciales judías frente a los misioneros judaizantes, la
verdadera intención de esa lista de credenciales era mostrar que para él la fe
en Cristo había obrado un cambio radical de perspectiva.
Por eso hay que notar la fuerza que
tiene en este punto la conjunción adversativa pero. Ella introduce una
apasionada profesión de fe en Cristo que lo ha llevado a considerar como de
poco o ningún valor toda la grandeza humana que caracterizaba su vida anterior.
Esta es una de las descripciones más claras y radicales de Pablo acerca de la
revolución espiritual que le trajo su encuentro con Cristo.
Nada en el libro de Hechos o en los
escritos de Pablo indica que éste haya conocido a Jesús durante su ministerio
terrenal. El encuentro del camino de Damasco fue sin duda una experiencia del
Jesús resucitado, acerca de la cual no se entra en algunos detalles, aunque se
narra tres veces (Hechos 9:1-19; 22:6-16; 26:12-18).
Eso sí, tanto el tono de los relatos de
Hechos como otras referencias de Pablo a esa experiencia (Gál.1:14-16) destacan
su carácter definitorio. Para describir el contraste Pablo utiliza aquí la idea
de ganancia y pérdida, como si al poner en una balanza todo lo que fue en el
mundo judío, su nueva experiencia sobrepasará con creces todo ese peso.
En tiempos recientes, los estudiosos han
redescubierto la importancia de conocer el trasfondo judío del Apóstol y la
herencia judía que incorporó a su comprensión de la fe cristiana. Es importante
recordar que para comprender a la propia persona de Cristo, Pablo usa la luz
del AT.
Además,
cuando escribe acerca de su experiencia, más que como la conversión de una
religión a otra Pablo la presenta como el haber descubierto asombrado que el
Dios en quien siempre había creído se había manifestado en Cristo, y lo llamaba
ahora para una nueva tarea: la evangelización de
los gentiles
(Gál..1:13-17).
Al mismo tiempo los estudiosos están
unánimes en reconocer que el punto de partida y la clave de la teología de
Pablo es nada menos que su encuentro con Cristo y el cambio radical que se
operó en su vida.
Los ojos le fueron abiertos para poder
ver que aquél a quien él perseguía era el Hijo de Dios que había muerto por él.
A partir de ese punto todo el celo que había puesto Pablo en llegar a ser un
verdadero judío irreprochable cambió de dirección, se volvió repuesta gozosa al
amor y la gracia de Dios.
El razonamiento de este párrafo (vv. 7-9) culmina en unas líneas (v. 9) en las cuales Pablo articula con
toda claridad la doctrina de la justificación tal como la entiende en su propia
actitud y en su propia vida:
Ø sin pretender una justicia mía,
derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que
proviene de Dios por la fe.
Ese es precisamente el meollo del
contraste entre Pablo y los falsos misioneros a
los que está criticando.
Con su insistencia en las marcas
exteriores de una religiosidad
legalista los falsos misioneros predicaban un evangelio de justicia
por medio de las obras humanas. Pablo había descartado ese camino de
justificación (comp. Gál.2:16).
El
enunciado teológico de este v. 9 va precedido de una declaración apasionada de
su entrega a Cristo:
Ø Considero como pérdida todas las
cosas, en comparación con lo incomparable que es conocer a Cristo Jesús mi Señor.
Esa entrega y ese entusiasmo por Cristo
no se reducen a una explosión de sentimentalismo, porque como resultado de su
fe Pablo ha tenido que renunciar a toda grandeza humana y adoptar un estilo de
vida peligroso y heroico.
Ha habido un costo, pero en el tono y
estilo de este párrafo no hay nada de queja, sino más bien un sentido de
privilegio.
Esa es la fuerza de la imagen que usa,
aunque las traducciones modernas suavizan la fuerza del contraste paulino,
quizá por cuestión de buen gusto. La expresión lo tengo por basura puede traducirse lit. "lo considero como estiércol[1]".
Conocer a Cristo Jesús mi Señor se ha
vuelto el principio que guía la vida de Pablo. Para él conocer es más que una
actividad intelectual, es decir es más que agregar nuevas ideas acerca de
Cristo al almacén de su memoria. Conocer ha empezado por entregarse a Cristo,
arriesgando todo en ese acto de fe.
En el camino a Damasco, Pablo descubrió
que al perseguir a la iglesia, a quienes creían en Jesús, había estado
persiguiendo al mismo Jesús (Hechos 9:5-6; 9:17). Al pasar a ser él mismo parte
de esa comunidad perseguida pudo conocer a Jesús, y por eso insiste en la
pertenencia mutua que caracteriza a la iglesia, y en la participación común en
las mismas ideas y en las mismas tareas.
El misionero y teólogo Juan A. Mackay
decía que a Jesús no se le puede conocer desde el balcón de la admiración o la
curiosidad intelectual, sino desde el camino, cuando se le sigue:
· "No puede haber
conocimiento verdadero de las cosas últimas, es decir de Dios y del hombre, del
deber y el destino, que no haya nacido de un serio interés y se haya
perfeccionado en una entrega y adhesión; lo cual equivale a decir que la verdad
religiosa se obtiene solamente en el Camino" (J. A. Mackay,
Prefacio a la teología cristiana).
Además, conocer es entregarse a Cristo
como Señor, es decir tomar en serio sus mandamientos y su ejemplo. Ese ha sido
el razonamiento que Pablo dirigió a los filipenses en 2:1-4. Si es que hay una relación con Cristo, debe haber un estilo
de vida correspondiente.
Hemos
visto que ello afecta no sólo el pensar sino también el sentir y la voluntad. Lo que ahora
está argumentando el Apóstol es que la realidad de su propia vida se caracteriza
por esa entrega total:
· Ello significa una renuncia a
cualquier pretensión de agradar a Dios por medio de prácticas religiosas o por el recurso a los propios méritos y privilegios,
· aparte de la fe en la obra de Cristo.
Significa también una gozosa aceptación
del medio provisto por Dios mismo para la salvación, la justicia que proviene
de Dios por la fe.
Concluyó:
Si sientes que tu vida es una acumulación
de derechos, recuerda que Dios se dedica a restaurar. Cuando le entregamos
nuestra vida, nos convierte en algo nuevo y útil para Él y los demás.
CRISTO
HACE TODO NUEVO:
___________
Nota y Bibliografía:
[1] skubalon = (σκύβαλον, G4657) denota desechos, tanto si se trata:
(a) de excrementos, lo que es echado
del cuerpo, o
(b) de las sobras de una fiesta, lo
que se tira de la mesa. Los hay que lo han derivado de kusibalon (con metátesis
de k y s), «arrojado
a los perros»; otros relacionan el vocablo con una raíz que
significa «triza,
jirón».
Los judaizantes contaban a los
cristianos gentiles como perros, en tanto que ellos estaban sentados al
banquete de Dios. El apóstol, invirtiendo la imagen, cuenta las ordenanzas
judías como basura de la que se alimentan los que la defienden (Filp.3:8). (VINE).
- e-Sword-the. LEDD.
- El Pan Diario 2018.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 2//5//2018.
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