viernes, 4 de mayo de 2018

SALUDOS PERSONALES DE PABLO: (Romanos 16:1-16)


SALUDOS PERSONALES DE PABLO:
(Romanos 16:1-16)

Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea;…que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismoSaludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús,que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentilesSaludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo…”.
(Romanos 16:1-16)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Los elogios a un hermano cristiano y los saludos son componentes típicos de las partes finales de las cartas de Pablo. Lo que no es típico en este texto es la cantidad poco común de personas a las que Pablo saluda: menciona a 27.
Esto, en una carta a una iglesia a la que Pablo no ha visitado, ha llevado a muchos eruditos a pensar que este capítulo no era parte de la carta original de Pablo a Roma, sino una carta aparte, escrita para elogiarlos, o un agregado a la carta cuando fue enviada a Efeso.
Pero esto es improbable (ver la Introducción). Precisamente dado que Pablo no ha fundado la iglesia de Roma, puede nombrar a todos los cristianos de la iglesia que conoce, como Priscila y Aquilas (3), a quienes había conocido durante sus viajes por el Mediterráneo oriental.

Al llamar a Febe una diakonos de la iglesia en Cencrea (una ciudad ubicada a casi ocho Kilómetro(s) al este de Corinto), Pablo puede querer decir simplemente que es una cristiana llamada, como todos los cristianos, a ser sierva (1) de Cristo y de la iglesia (ver 1 P. 4:10).
Pero con el agregado de la iglesia de Cencrea (que le da un tinte más oficial a la designación), es más probable que Pablo esté diciendo que Febe tiene el cargo de diaconisa (ver Filp. 1:1; 1 Tim. 3:8, 12; muchos consideran que 1 Tim. 3:11 se refiere a las diaconisas). No tenemos evidencias sólidas provenientes del siglo I sobre la naturaleza de este ministerio, pero, como en fechas posteriores, probablemente se concentrará especialmente en el cuidado de los miembros más pobres y débiles de la iglesia.
Quizá la condición secular de Febe haya tenido algo que ver con su nombramiento para tal ministerio, ya que en el v. 2b Pablo la llama prostatis (Biblia de Jerusalén, VHA, “protectora”) palabra con que generalmente se designaba a personas ricas que se convertían en padrinos o mentores de personas o movimientos (la Reina-Valera Actualizada y otras versiones parafrasean esta expresión diciendo: ella ha ayudado a muchos). Pablo menciona a Febe porque ella va a Roma, probablemente llevando esta carta (2a).

Los saludos de Pablo no siguen una secuencia obvia, pero comienza quizá con aquellos a quienes conoce mejor y con quienes ha trabajado personalmente (3–7) para luego seguir con los que conoce menos (8–15). Priscila y Aquilas naturalmente pertenecen a la primera categoría. Pablo los conoció en Corinto, donde habían ido luego de ser forzados por el edicto del emperador Claudio a dejar su hogar en Roma (Hech. 18:2).
Se convirtieron en colaboradores de Pablo, y pasaron bastante tiempo en la iglesia en Efeso (Hech. 18:18, 26). Fue quizá allí, posiblemente durante el alboroto en esa ciudad (Hech. 19:23–41), que ellos expusieron sus cuellos por la vida de Pablo (4):
·   Viviendo ahora en Roma nuevamente, continúan ministrando, y una de las iglesias romanas hogareñasse reúne en su casa (5a).
·    Epeneto (5b), uno de los primeros frutos en la provincia romana de Asia (occidente de Asia Menor) no se menciona en otra parte del Nuevo Testamento;
·      tampoco sabemos nada sobre María (6).

Junias, en el v. 7, probablemente deba ser traducido Junia (ver Biblia de Jerusalén). El nombre gr. Iounian podría ser una forma abreviada del masculino Junianis, pero existen muy pocas evidencias. Es más probable, por lo tanto, que sea una forma del nombre femenino Junia, que era bastante común.
Presumiblemente se trata de la esposa de Andrónico (compare v. 3). Ambos, que eran judíos (sungeneis probablemen te signifique “hermanos de raza”, como en 9:3, en lugar de “parientes”), conocieron a Cristo antes que Pablo y habían estado en prisión con él, probablemente porque compartían, según traduce la Biblia de las Américas, su ministerio de ser apóstoles.
Dado que no tenemos noticias de ellos en otros lugares, Andrónico y Junias posiblemente no fueranapóstoles en el mismo sentido que, Por ejemplo lo eran Pablo y Pedro (representantes del Cristo resucitado, elegidos por Dios, con una autoridad única; ver Por ejemplo Hech. 1:12–26; Ef. 2:20; 1 Cor. 15:7–9).
Apóstol, aquí, tendría el sentido de misionero o mensajero acreditado (ver 2 Cor. 8:23; Filp. 2:25).

Amplias (8) no se menciona en otra parte del Nuevo Testamento, pero puede ser la persona cuya tumba fue encontrada en la catacumba de Domitila, una mujer de familia imperial y grandes riquezas quien, aparentemente, era cristiana. Urbano, Estaquis (9) y Apeles (10) tampoco se mencionan en otros lugares.
Pero Aristóbulo, que tenía cristianos entre los de su casa (10b) quizá sea el hermano de Agripa I, rey de Judea desde el año 41 hasta el 44. El pariente (sungenes; compare comentario sobre el v. 7) de Pablo, Herodiana, posiblemente fuera un esclavo o liberto de la familia de Herodes, dinastía de gobernadores de Judea.
El Narciso a cuya casa saluda Pablo en el v. 11b puede ser el mismo que ganó fama (y notoriedad) como siervo del emperador Claudio. Trifena, Trifosa y Pérsida son tres mujeres que trabajaron por la causa de Cristo, sobre las que no tenemos más información. Pablo saluda a nueve mujeres en este pasaje, y de seis de ellas dice que han trabajado mucho o arduamente en el Señor (12).
Nada en las palabras de Pablo nos permite señalar la naturaleza de sus ministerios, pero deberíamos dar el reconocimiento debido al importante papel que desempeñaron las mujeres en los diversos ministerios del siglo I, así como en la actualidad.
Dado que el Evangelio de Marcos fue escrito en Roma, y quizá aprox. al mismo tiempo que Rom., es tentador identificar al Rufo del v. 13 con el Rufo cuyo padre llevó la cruz de Jesús hasta el Gólgota (Mr. 15:21). Ninguno de los nombres que se mencionan en los vv. 14, 15 se encuentra en otra parte del Nuevo Testamento o en los documentos de la historia cristiana primitiva.
El beso (16a) como forma de saludo, al llegar o al partir, estaba muy difundido en el mundo antiguo y fue adaptado por la iglesia primitiva (1 Cor. 16:20; 2 Cor. 13:12; 1 Ts. 5:26; 1 P. 5:14). Sin embargo, debía ser un beso santo, completamente diferenciado de cualquier connotación pagana o erótica.

1)      16:17-20: Advertencia Sobre Falsos Maestros:

Tan abrupta es la súbita advertencia de Pablo sobre los falsos maestros que algunos estudiosos creen que el pasaje no tiene nada que hacer aquí.
Pero aunque las advertencias de este tipo no son lo acostumbrado en la parte final de las cartas de Pablo, tampoco son completamente inusuales (ver 1 Cor. 16:22; Gál. 6:12, 13; Filp. 3:2–21).
No es claro quiénes son aquellos acerca de los cuales Pablo está advirtiendo a los cristianos en Roma. Los describe como causantes de divisiones y de poner tropiezos (skandala; compare 9:33; 11:9; 14:13) en el camino de los creyentes (17).
Usan suaves palabras y lisonjas para tratar de engañar a aquellos que pueden ser ingenuos y que no están preparados (18). Están preocupados por sus propios estómagos (Literalmente), pero ni siquiera esta indicación más específica nos ayuda a saber quiénes eran estas personas.
Algunos piensan que se refiere a la insistencia de los judíos en la observancia de las leyes relativas a los alimentos (Pablo, entonces, los reprendería irónicamente por poner demasiado énfasis en lo que entra en sus estómagos); otros creen que se refiere a la preocupación sensual por el placer propio. Debemos conformarnos con dejar a estos falsos maestros en el anonimato.

Sean quienes sean, Pablo insta a los cristianos romanos a que se fijenen ellos y que se aparten de ellos (17). Esto último probablemente no signifique que la iglesia deba excomulgarlos (compare 1 Cor. 5:1–5), sino que deben evitar, en general, tratarse con ellos:
Ø Pablo reafirma su confianza en los cristianos en Roma (19a; compare 15:14, 15; 1:8) pero no desea que sean ingenuos con respecto a los peligros que esto supone para su fe (18b).
Ø Imitando el consejo de Jesús a los doce, Pablo alienta a los creyentes a que sean sabios para el bien e inocentes para el mal (19b; compare Mat. 10:16).
Al hacerlo, pueden estar seguros de que Dios mismo se ocupará de actuar contra aquellos que están queriendo engañarlos:
Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás debajo de vuestros pies (20; este versículo debería estar estrechamente ligado con los vv. 17–19, ver Dios Habla Hoy).
Es posible que Pablo insinúa una rápida destrucción de estos falsos maestros, considerados secuaces de Satanás. Pero es más probable que esté pensando en el gran clímax de los últimos tiempos, cuando en cumplimiento de Gn. 3:15, Dios ganará la última gran victoria sobre Satanás. La paz (20) que Dios creará finalmente, es resultado tanto de la liberación de su pueblo como del juicio de sus enemigos.

2)      16:21-27: Saludos Finales y Doxología:

La carta de Pablo concluye con saludos de tres colaboradores suyos (21–23) y una doxología (25–27).
Timoteo (21) había acompañado frecuentemente a Pablo desde el comienzo del segundo viaje misionero (Hech. 16:3), y ahora está con Pablo en Corinto.
Lucio ha sido ocasionalmente identificado con Lucas, el médico amado”, o con Lucio de Cirene (Hech. 13:1), pero ambas opciones son improbables.

Jasón, sin embargo, bien podría ser el Jasón que hospedó a Pablo en su visita inicial a Tesalónica (Hech. 17:5–9; quizá ha tenido que huir a Corinto debido a la persecución), mientras que Sosípater es probablemente el Sópater de Hech. 20:4.
Parientes es una vez más la traducción de sungeneis, que se refiere a los hermanos de raza de Pablo, los judíos, no a sus familiares de sangre.
Tercio (22), que no se menciona en otro lugar del Nuevo Testamento, es el amanuense de Pablo, o el escriba que ha escrito las palabras que Pablo le dictó.

Gayo (23), en cuya casa se reunía una de las comunidades cristianas corintias, es casi seguramente el Gayo que se menciona en 1 Cor. 1:4, y quizá también pueda ser identificado con Tito Justo (Hech. 18:7).
Pablo identifica a Erasto como tesorero de la ciudad (gr. oikonomos tes poleos), lo cual plantea la pregunta de si será el mismo Erasto que se menciona como edil o comisionado de obras públicas en una inscripción corintia del siglo I.
Pero la palabra que Pablo usa no es un equivalente natural de la latina edil”, por lo que no es segura esta identificación. Tampoco es claro si este es el mismo Erasto que se menciona en Hech. 19:22 y en 2 Tim. 4:20, ya que este nombre era muy común.
La doxología de Pablo, además de concluir la carta con una elevada nota de atribución de gloria a Dios, resume también en forma muy efectiva algunos de los temas clave de la carta. Hemos sugerido que la defensa y explicación que Pablo hace del evangelio que predica es el tema central de la carta.

Pablo nos recuerda ahora que es por medio de ese evangelio que Dios puede hacernos firmes en nuestra fe (25). Este evangelio, que proclama a Jesucristo (la predicación de Jesucristo es probablemente una explicación del contenido del evangelio), es un misterio[1] que sólo ha sido revelado recientemente (25b, 26a).
Se nos recuerda el énfasis de Pablo, respecto de la forma en que la justicia salvadora de Dios ha sido revelada en la cruz y en la predicación del evangelio (1:17; 3:21).

Por medio de las Escrituras proféticasdado a conocer (26) es probablemente paralelo a revelación”, y no subordinado a ella: agrega una segunda descripción del evangelio dada en el v. 25, que también recoge un tema clave de la carta (1:2; 3:21; cap. 4; 10:14–21).

NOTA. VV.25-26: Del Misterio: El misterio en sentido bíblico puede definirse así algo desconocido en los tiempos pasados pero REVELADO en el NT. Efesios 3:3. Aquí el Misterio ES EL EVANGELIO[2] DE CRISTO. Las Profecías del AT., sobre el Mesías ya se podían entender, una vez que el MISTERIO REVELADO (Compare Lc.24:44-45; 1 P. 1:10-12).
Efesios 3:3: El Misterio: Un Misterio no era algo misterioso en el sentido moderno, sino algo desconocido hasta que fuese Revelado a los iniciados (Comp. Rom. 16:25). El Misterio del que se habla aquí no es que los gentiles habían de ser bendecidos (porque esto ya estaba predicho en el AT.), sino que JUDIOS y GENTILES habían de ser por igual herederos en un SOLO CUERPO de Cristo (v.6). Esto era desconocido en la Profecía del AT., pero fue Revelado por medio de los apóstoles y Profetas del NT. (V.5). Otros Misterios Revelados en el NT., se hallan en Mt.13:11; Rom.11:25; 1 Cor.15:51-52; Ef.5:32; 6:19; Col.1:27; 2:2; 4:3; 2 Ts.2:7; 1 Tim.3:16; Ap.1:20; 17:5, 7).

Ayuda Hermenéutica:
V.3:           
R845: En καθς προέγραψα ν λίγ, Pablo pudiera aludir a lo que acaba de escribir o a toda la epístola. [Editor. En este contexto parece que se refiere a lo que acaba de escribir, especialmente porque él ha explicado con cierto detenimiento el misterio que se le dio a conocer].

La revelación del evangelio y el darlo a conocer, ha sido por orden (mandamiento[3]) de Dios mismo, y tiene el propósito de que todas las naciones (gr. ethne; compare Mt. 28:19) lleguen a la obediencia de la fe (compare 1:5 y los comentarios sobre esa expresión allí).

G2003 ἐπιταγή = epitagé: de G2004; mandato o decreto; por implicación autoridad:- mandamiento, mandar, mandato. (Strong).

Por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, declarado a todas las gentes [“naciones”] para que obedezcan.
A fin de que los judíos no pensasen, a causa de lo que acababa de decir, que Dios hubiese obrado en su pueblo un cambio tan vasto en su condición sin darles noticia previa alguna, el apóstol aquí agrega que, al contrario:
Ø los escritos de los profetas contienen todo lo que él y los demás predicadores del evangelio proclaman sobre estos temas, y que, en efecto, el mismo Dios que en las edades eternas había guardado estas cosas encubiertas,
Ø había dado mandamiento que ahora, según el tenor de dichas escrituras proféticas, fuesen impartidas a todas las naciones para la aceptación de ellas por la fe.
Al continuar procurando el logro de este propósito a través de nuestra predicación del evangelio, se nos recuerda que esto es, en última instancia, para la gloria del único sabio Dios.

Nota. 24: La Reina-Valera Actualizada y otras versiones no incluyen el v. 24, ya que su contenido es casi seguramente un agregado posterior al texto de Rom. 25–27.
La mayoría de los comentaristas modernos consideran que la doxología de los vv. 25–27 es un agregado posterior a la carta. Pero no hay nada que no sea paulino en su vocabulario e ideas, tiene sólido apoyo externo en los manuscritos más antiguos, y el hecho de que pudiera estar colocado en diversos lugares (al final del cap. 14 o del cap. 15) podría deberse al traslado de la conclusión original de Pablo cuando la carta fue abreviada.

Concluye:
Corresponde a los cristianos ayudarse unos a otros en sus asuntos, especialmente a los forasteros; no sabemos qué ayuda podremos necesitar nosotros mismos:
·      Pablo pide ayuda para una que ha sido útil para muchos;
·      el que riega también será regado.

Aunque el cuidado de todas las iglesias estaba con él a diario, podía recordar a muchas personas y enviar saludos a cada una, con sus caracteres particulares y expresar interés por ellos.

Para que nadie se sienta herido, como si Pablo se hubiera olvidado de ellos, manda sus recuerdos al resto, como hermanos y santos, aunque no los nombra.
Agrega, al final, un saludo general para todos ellos en el nombre de las iglesias de Cristo.

___________
Nota y Bibliografía:
[1] musterion = (μυστήριον, G3466), primariamente aquello que es conocido de los mustes, los iniciados (de mueo = iniciar en los misterios); comp. Filp.4:12, mueomai: «he aprendido el secreto» (rvr77). En el NT., denota no lo que es misterioso, como sucede con el término castellano, sino aquello que, estando más allá de la posibilidad de ser conocido por medios naturales, solo puede llegarse a saber por revelación divina, y se hace saber de una manera y en un tiempo señalados por Dios, y Solo a aquellos que están iluminados por su Espíritu. En su sentido ordinario, un misterio significa conocimiento retenido; su significado bíblico es verdad revelada.
De ahí que los términos especialmente asociados con este tema sean «dado a conocer», «revelado», «declarado», «dispensación», etc. La definición dada arriba puede tener su mejor ilustración con el siguiente pasaje: «el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos» (Col.1:26).
«Se usa de:
(a) Verdad espiritual en general, como se revela en el evangelio (1 Cor.13:2; 14:2; comp. 1 Tim.3:9). Entre los antiguos griegos «los misterios» eran ritos religiosos y ceremonias que se practicaban en el seno de sociedades secretas en las que podía ser recibido aquel que lo deseaba. Los que eran iniciados en estos «misterios» venían a ser poseedores de un cierto conocimiento que no se impartía a los no iniciados, y por esto recibían el nombre de «los perfeccionados» (comp. 1 Cor.2:6-16 donde el apóstol tiene en mente estos «misterios» y presenta el evangelio en contraste a ellos; aquí, los «perfeccionados», esto es, «los que han alcanzado madurez», son, naturalmente, los creyentes, los únicos que pueden percibir las cosas reveladas);
(b) Cristo, que es el mismo Dios revelado bajo las condiciones de vida humana (Col.2:2; 4:3), y llegando a someterse a la misma muerte (1 Cor.2:1; en algunos mss. aparece musterion en lugar de marturion = testimonio). (VINE).
[2] euangelion = (εὐαγγέλιον G2098) denotaba originalmente una recompensa por buenas nuevas; mßs = tarde desapareció la idea de la recompensa, y la palabra vino a denotar las mismas buenas nuevas. En el NT., denota las buenas nuevas del Reino de Dios y de la salvación a través de Cristo, que debe ser recibida por la fe, sobre la base de su muerte expiatoria, su sepultura, resurrección y ascensión (p.ej., Hech.15:7; Hech.20:24; 1 P.4:17). Aparte de estas referencias y de las que se hallan en los Evangelios de Mateo y Marcos, y Ap.14:6, este término se halla solo en las Epístolas de Pablo. El apóstol lo usa para denotar dos cosas relacionadas, pero distintas:
(a) de los hechos b ßsicos de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo (p.ej., 1 Cor.15:1-3);
(b) de la interpretación de estos hechos (p.ej., Rom.2:16; Gál.1:7; 1:11; 2:2); en (a) el evangelio se contempla históricamente, en
 (c) doctrinalmente, con referencia a la interpretación de los hechos, tal como queda en ocasiones indicado en el contexto. Las siguientes frases describen los sujetos o naturaleza o alcance del mensaje: es el evangelio de Dios (Mr.1:14; Rom.1:1; 15:16; 2 Cor.11:7; 1 Ts.2:2; 2:9; 1 P.4:17); Dios acerca de su Hijo (Rom.1:1-3); su Hijo (Rom.1:9); Jesucristo, el Hijo de Dios (Marcos 1:1); nuestro Señor Jesús (2 Ts.1:8); Cristo (Rom.15:19, etc.); la gloria de Cristo (2 Cor.4:4); la gracia de Dios (Hech.20:24); la gloria del Dios bendito (1 Tim.1:11); vuestra salvación (Ef.1:13); paz (Ef.6:15). Comp. También «el evangelio del Reino» (Mateo 4:23; 9:35; 24:14); «el evangelio eterno» (Ap.14:6). En Gál.2:14: «la verdad del evangelio» denota no el verdadero evangelio, sino su verdadera enseñanza, en contraste con las perversiones que se hacen de él. Las siguientes expresiones se usan en relación con el evangelio:
(a) con respecto a su testimonio;
(1) kerusso = predicarlo como heraldo (p.ej., Mateo 4:23; Gál.2:2; véase PREDICAR);
(2) laleo = hablar (1 Ts.2:2);
(3) diamarturomai = testificar, exhaustivamente (Hech.20:24);
(4) euangelizo = predicar (p.ej., Hech.5:42; 1 Cor.15:1-2; 2 Cor.11:7; Gál.1:9; 1:16, véase B mßs abajo);
(5) katangelo = «anunciar» (p.ej.,Gál. 4:2);
(6) douleuo eis = servir al («ha servido»);
(7) sunathleo en = laborar con en (Filp.4:3);
(8) jierourgeo = ministrar (Rom.15:16);
(9) pleroo = predicar plenamente (Rom.15:19);
(10) sunkakopatheo = sufrir penalidades con (2 Tim.1:8);
(b) con respecto a su recepción u otros aspectos:
(1) decomai = recibir (2 Cor.11:4); jupakouo = dar oído, u obedecer (Rom.10:16; 2 Ts.1:8); pisteuo en = creer en (Marcos 1:15); metastrefo = pervertir (Gal.1:7).
[3] La palabra se usa para traducir un número de palabras heb. y gr. que significan: ley, ordenanza, estatuto, palabra, juicio, precepto, dicho, mandato. La idea de autoridad que comunican estas palabras proviene del hecho que Dios como soberano Señor tiene derecho a ser obedecido. La instrucción de Jesús tiene la misma autoridad que la dicha por Dios en tiempos del AT, aunque Jesús no siempre usa la palabra mandamiento = ἐπιταγή = epitagé. Lo que se dice de Dios y de Cristo también se aplica a las enseñanzas apostólicas (1 Cor.14:37). (Diccionario Bíblico Mundo Hispano).
-    Douglas J. Moo.
-    e-Sword-the. LEDD.
-    Biblia de Estudio RYRIE.
-    Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 27//04//2018.

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