El Sentido De Preocupación
De Jesús:
(Lc. 11:13).
«Si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos...»
(Lc. 11:13).
Pastor: Carlos
Ramírez Jiménez:
Jesús había venido a buscar y a salvar
lo que se había perdido (Lc. 19:10). Este era el propósito supremo de su encarnación
y sacrificio.
El no creía que el ser humano pudiera establecer por sí mismo su relación con Dios o con sus semejantes.
Con sobrio realismo dijo a sus contemporáneos: «Si vosotros,
siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos...» (Lc. 11:13).
Con toda razón, «no tenía necesidad de que nadie le diese
testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre» (Jn.
2:25). Sabía que el mal no era ajeno al ser humano, sino intrínseco a su naturaleza:
Porque de dentro del corazón de los hombres salen los malos pensamientos,
los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias,
las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia,
la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre
(Mr. 7:22ss.).
Con semejante evaluación justa y radical
de la naturaleza humana, no sorprende que Jesús se negara a calificar a alguien
como «bueno»;
más aún, se negó esa atribución a sí mismo (Mr. 10:18). Nadie puede erigirse
como bondadoso delante de Dios. Todos, por igual, están en necesidad de ser
rescatados de la miseria en que el mal obrar los ha envuelto.
Y Jesús Vino a Traer Esta Salvación
a La Humanidad:
Naturalmente, y como consecuencia de
esto, se percibe un claro dualismo en cada paso del registro de la
enseñanza de Jesús en los Evangelios:
1)
La Humanidad Dividida Dios Vs. Razón Humana:
Ø La humanidad está dividida entre aquellos que lo aceptan como el camino a Dios, y
Ø aquellos que lo rechazan
(Jn. 14:6).
2)
Hay Dos Caminos Que El Ser Humano Puede Intentar Recorrer:
· El ancho, que lleva a la destrucción, o
· el angosto, que lleva a la vida;
No hay una tercera opción (Mt. 7:13).
3)
Hay Dos Señores a Quienes Una Persona Puede Servir:
Ø Dios,
o
Ø Mamón (Mt. 6:24).
4)
Hay Dos Posibilidades Abiertas Al Ser Humano:
· puede compartir la vida
con Jesús, o
· permanecer espiritualmente muerto
(Jn. 5:40; 17:3).
5)
En Las Parábolas, Los Seres Humanos Se Dividen En:
· ovejas y cabritos,
· trigo y cizaña,
· vírgenes sabias y vírgenes necias,
· aquellos que aceptan la invitación a
las bodas, y aquellos que eligen permanecer afuera, «donde será el
lloro y el crujir de dientes» (Mt. 25:31ss.; 13:36ss.; 25:1ss.; 22:1-13).
· El destino eterno del
ser humano depende de que se declare a favor de Jesús o en contra de él
(Mt. 6:21ss., 26ss.).
· La entrada al
reino de Dios depende de, la relación con él
(véase Mr. 10:15, 21, 24, 26).
La religión en estos últimos tiempos está
llevando a mucha gente a la perdición [A condenación eterna] todos dicen: “Que Dios te
bendiga” a cual Dios estarán mencionando al Dios Creador del Universo, al dios que imita todo lo que hace, el
verdadero Dios:
“En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento
de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la
gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”. (2 Corintios 4:4)
Aquí se toca un tema muy profundo, y es
el de la diferencia que existe entre los “señores
de esta edad” y el Señor Dios Omnipotente; sin importar el nombre
que se les dé, ya sea Satanás, el diablo u otro de sus varios nombres, hay que
reconocer que las fuerzas de la maldad están trabajando en el mundo.
Hay un poder malévolo y maligno
trabajando en el mundo, cegando a los hombres al evangelio; y los que persisten
en la incredulidad han llegado a ser víctimas de Satanás “el dios de esta edad” (v. 4a).
Cristo, por su victoria sobre el pecado
y la muerte, ha roto con Satanás (ver Col.1:13; 2:15).
Ahora, aunque es un enemigo derrotado, Satanás permanece como un adversario poderoso de Dios en este mundo actual. Los resultados de la victoria de Cristo no son del todo evidentes todavía, solamente los creyentes tienen alguna idea de eso.
Por Cristo hemos sido rescatados de la
presente edad (ver Gál.1:4), Satanás ofusca la mente de los incrédulos y les
impide ver la luz del evangelio; dicha gente no busca la verdad, se arrodillan
ante el príncipe de la oscuridad y escogen una vida sin Dios.
El resultado asombroso de esta rebelión
persistente es que Satanás ciega a los rebeldes a la verdad del evangelio.
El evangelio arroja luz sobre el tema de
quién es Dios, y lo revela como el Padre; en la vida y en la muerte de Cristo
dicha luz resplandece, y nos recuerdan que Cristo es la luz y la gloria de Dios:
Ø En él (Jesucristo) el Dios
invisible llegó a ser visible (ver Juan 1:18).
Ø En él vemos la misma imagen de Dios (Juan 14:9).
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