QUEBRANTAMIENTO, ARREPENTIMIENTO,
EL PACTO RENOVADO:
ÉXODO 32–34:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Mientras
que Moisés tenía su experiencia «en la cumbre del monte» con el Señor, el
pueblo pecaba en el valle al pie. El liderazgo espiritual no siempre es
bendición; hay cargas también.
I.
Moisés El Intercesor (Éxodo 32:1–35):
A. El Pueblo De Dios Peca
(vv. 1–6).
Sin
que importe cómo se mire a este pecado, fue una gran ofensa contra Dios. Los
judíos era el pueblo de Dios, escogido por su gracia y redimido de Egipto con
su poder. Él los guió, alimentó y protegió del enemigo, y los hizo parte de su
pacto. Les dio leyes santas y el pueblo acordó obedecerlas (19:8; 24:3–7).
Aquí
en Sinaí el pueblo vio la asombrosa exhibición de la gloria de Dios y tembló
ante su poder. Sin embargo, a pesar de todas estas maravillosas experiencias,
insolentemente desobedecieron al Señor y cayeron en la idolatría e inmoralidad.
Moisés
estuvo de acuerdo en que Dios le diera a su hermano Aarón como ayudante (4:10–17), pero ahora Aarón se
convertía en un líder ayudando al pueblo a pecar. ¿Cuándo
descendió Aarón del monte?
¿Por qué no reprendió al pueblo y acudió a Dios pidiendo
ayuda?
Ø Decir que Aarón hizo el becerro como un símbolo de Jehová,
cediendo a la debilidad del pueblo, no lo excusa;
Ø porque Aarón sabía lo que
el Señor había dicho acerca de los
ídolos[1] (20:1–6).
“Entonces Dios dijo todas
estas palabras:… Yo soy Yavé, tu Dios, el
que te sacó de Egipto, país de la esclavitud… No
tendrás otros dioses fuera de mí… No te
harás estatua ni imagen[1] alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la
tierra, y en las aguas debajo de la tierra… No
te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un
Dios celoso. Yo pido cuentas a hijos, nietos y biznietos por la maldad de sus
padres que no me quisieron. Pero me muestro favorable hasta mil generaciones
con los que me aman y observan mis mandamientos”. (Éxodo 20:1-6. Biblia Católica Romana. Latinoamericana. Edición
Pastoral)
La causa básica
de este pecado fue la incredulidad: el pueblo se impacientó
mientras esperaba a Moisés, y sin verdadera fe decidieron que tenían que tener
algo que pudieran ver. La impaciencia y la incredulidad
condujeron a la idolatría, y la idolatría llevó a la inmoralidad (véase Rom. 1:18–32).
B. El Siervo De Dios
Intercede (vv. 7–14).
Por
supuesto que el Señor sabía lo que ocurría en el campamento de Israel. Véase Hebreos
4:13.
Nótese: cómo al parecer Dios «culpa»
a Moisés de lo ocurrido, pero Moisés rápidamente le
recordó al Señor que Israel era pueblo suyo. Era la gloria de Jehová lo que
estaba en juego y no la reputación de Moisés, de modo que este les recordó al
Señor sus promesas a los patriarcas.
Cuando
la Escritura dice que el Señor «se arrepiente»,
está usando lenguaje humano para describir una respuesta divina (Núm. 23:19; Jr.
18:7–10; Am. 7:1–6). Dos veces durante la vida de Moisés Dios ofreció destruir
a Israel y usar a Moisés para fundar una nueva nación (v. 10; Núm. 14:12), pero
este rehusó.
Los
judíos nunca supieron el precio que Moisés pagó para ser su líder. Cuánto le
debían, y sin embargo, ¡cuán poco demostraron su aprecio! Dios iba incluso a matar a Aarón, pero Moisés
intercedió por él (Dt. 9:20).
C. La Ira De Dios Juzga
(vv. 15–35).
En
su gracia Dios perdonó el pecado del pueblo, pero en su gobierno tenía que
disciplinarlo. ¡Cuántas
lágrimas se han causado por las dolorosas consecuencias de los pecados
perdonados! Moisés tenía el derecho de estar airado y de humillar a
Aarón y al pueblo.
Al
romper las dos tablas de la ley, escritas por Dios, Moisés dramáticamente le
mostró al pueblo la grandeza de su pecado.
En lugar de
confesar sus pecados, Aarón se excusó. Le echó la
culpa al pueblo por su depravación (v.
22), a Moisés por su demora (v. 23),
¡y al horno por haber entregado un becerro!
Después
de enfrentar al pueblo, Moisés regresó al Señor en la montaña y ofreció
entregar su vida para que el pueblo pueda ser librado:
· Véase Romanos 9:3. Cuando una persona muere, su nombre se borra del libro de la vida (Salmo 69:28; Ez. 13:9).
· El libro de la vida (o «de los
vivientes») no debe confundirse con el libro
de la vida del Cordero, que tiene los nombres de los salvos (Ap. 21:27;
Lc. 10:20).
II.
Moisés El Mediador (Éxodo 33:1–17):
Como
intercesor, Moisés estuvo entre la nación y sus pecados pasados. Como mediador,
estuvo entre la nación y su futura bendición. Moisés no se contentó únicamente
con lograr que se perdonara la nación; quería asegurar de que Dios iría con
ellos al continuar el viaje a la tierra prometida.
Cuando
la gente oyó que Dios no iba a ir con ellos, se humillaron y lamentaron. Una
cosa es lamentar debido a la disciplina de nuestros pecados y otra muy
diferente debido a la disciplina de Dios que resulta de nuestro orgullo. «Un pueblo afligido
es objeto de gracia», escribió C.H. Macintosh, «pero un pueblo de cerviz dura debe ser
doblegado».
La
tienda que se describe en los versículos
7–11 no es el tabernáculo, porque este aún no se había construido. Era la
tienda donde Dios encontraba a Moisés y le decía sus planes (Núm. 12:6–8; Dt.
34:10). Como gesto simbólico para mostrarle a Israel cuán perversos habían
sido, Moisés mudó su tienda fuera del campamento.
Algunos
del pueblo salieron para encontrarse con Dios, mientras que otros simplemente
observaron mientras Moisés salía. Josué fue uno que se quedó con Moisés y
vigilaba la tienda de reunión. «Cada uno de nosotros está tan cerca de Dios como quiere estarlo»,
dijo J.
Oswald Chambers; y es verdad:
· Moisés pidió la gracia de
Dios para bendecir al pueblo y la presencia de Dios para que fuera con el
pueblo, y el Señor le concedió su petición.
· Después de todo, era la
gloriosa presencia de Dios lo que distinguía a Israel de las demás naciones.
· Otras naciones tenían leyes, sacerdotes
y sacrificios.
· Sólo Israel tenía la presencia de Dios entre ellos.
III.
Moisés El Adorador (Éxodo 33:18–34:35):
A. Ve La Gloria[2] (Éxodo 33:18–34:9).
Moisés
sabía lo que muchos en la iglesia de hoy han olvidado: que la
actividad más importante del pueblo de Dios es adorar a Dios. A
Moisés se le dio la garantía de la presencia de Dios con su pueblo, pero eso no
era suficiente; quería una nueva visión de la gloria de Dios.
La «bondad» de Dios (33:19) significa su carácter y
atributos. La
palabra «espaldas»
(33:23) lleva la idea de «lo que permanece»,
o sea, el resplandor de la gloria de Dios; lo que «queda de sobra» después de que Dios
ha pasado:
Ø Puesto que Dios es espíritu, no tiene un cuerpo como los seres
humanos.
Ø Estas son sólo representaciones
humanas de las divinas verdades acerca de Dios.
Moisés
volvió con Dios a la montaña durante otros cuarenta días (34:28; Dt. 9:18, 25)
y Él le dio nuevas tablas de la ley. La proclamación del Señor en 34:6–7 llegó
a ser la «declaración
de fe» estándar para los judíos (Núm. 14:18; 2 Crón. 30:9; Neh. 9:17;
Jon. 4:2).
La
declaración anterior en Éxodo 20:5 afirma que Dios envía juicio «hasta la tercera y
cuarta generación a los que me aborrecen». Los hijos y nietos no son
condenados por los pecados de sus antepasados (véase Ez. 18:1–4), pero pueden
sufrir debido a esos pecados. Una vez más Moisés se inclinó y adoró al estar en comunión
con el Señor.
B. Protege La Gloria (Éxodo 34:10–28).
Dios
le recordó a Moisés que el pueblo de Israel debía ser diferente a los pueblos
que vivían en Canaán, y le advirtió contra el pecado de idolatría. ¿Qué es idolatría?
Es cambiar la gloria del Dios incorruptible por una imagen (Rom. 1:23) y adorar
y servir a la criatura en lugar de al Creador (Rom. 1:25). Dios le dio a Israel
su ley para que pudieran vivir en santidad y manifestar su gloria.
C. Refleja La Gloria (Éxodo 34:29–35).
Usted
querrá leer 2 Corintios 3 para captar las lecciones espirituales para hoy. La
gloria de la ley del AT., era temporal y al final desapareció, pero la gloria
de la gracia del nuevo pacto se hace cada vez más brillante.
Moisés
reflejaba sólo la gloria de Dios y tuvo que usar un velo para que la gente no
viera a la gloria desaparecer, pero el pueblo de Dios de hoy irradia la gloria
de Dios desde adentro al ver a Jesucristo en la Palabra (el espejo) y llegar a ser más
semejante a Él (2 Cor. 3:18).
La
nuestra debe ser una experiencia de constante «transfiguración» al andar con el
Señor. («Transformado»
en Rom. 12:2 y «cambiado»
en 2 Cor. 3:18 son ambas la palabra griega «transfigurado» que se usa en Mt. 17:2).
___________
Nota:
[1] H6459
פֶּסֶל = pésel: de H6458; ídolo:- esculpir, escultura, estatua, ídolo, imagen, talla.
(Strong).
[2] H3519
כָּבוֹד =
kabód: rara vez כָּבֹד = kabód; de
H3513; propiamente peso, pero solo figurativamente en buen sentido,
esplendor o copiosidad:- flor, gloria, glorificar, glorioso, honor, honorable, honra,
honrar, majestad, noble, poder, riqueza, suntuosidad. (Strong).
Clase Para Domingo.
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