ISAAC:
(Risa)
(Génesis 17:19,
21)
“Respondió
Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre
Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes
después de él… Mas yo estableceré mi pacto
con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene”.
(Génesis 17:19,
21)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
El único hijo de Abrahán y de su esposa Sara. Por lo tanto,
un eslabón fundamental en la línea de descendencia que conducía a Cristo. (1 Cron.
1:28, 34; Mt. 1:1, 2; Lc. 3:34.) Isaac fue destetado aproximadamente a los
cinco años, y estuvo a punto de ser ofrecido en sacrificio quizás cuando tenía
veinticinco; se casó a los cuarenta años, llegó a ser padre de hijos gemelos a
los sesenta y murió cuando contaba ciento ochenta años. (Gn. 21:2-8; 22:2;
25:20, 26; 35:28.)
El
nacimiento de Isaac ocurrió en circunstancias excepcionales. Tanto su padre
como su madre eran muy ancianos, y hacía mucho tiempo que le había cesado la
menstruación a su madre. (Gn. 18:11).
Por lo tanto, cuando Dios le dijo a
Abrahán que Sara daría a luz un hijo, él se rió ante esa perspectiva, y dijo: “¿A un hombre de
cien años de edad le nacerá un hijo, y Sara, sí, una mujer de noventa años de
edad, dará a luz?”. (Gn. 17:17).
Etimología:
H3327 יִצְחָק = Yitskjak: de H6711;
risa (i.e. mofa); Yitsjac (o Isaac), un hijo de Abraham:- Isaac. Compárese con H3446.
(Strong).
Cuando Sara supo lo que iba a ocurrir,
también se rió. (Véase RISA.) Al año siguiente, “al tiempo señalado”, nació el niño,
demostrando que ninguna cosa es “demasiado extraordinaria para Jehová”. (Gn.
18:9-15).
Sara
exclamó: “Dios me ha preparado risa”, y añadió: “Todo el que oiga
de ello se reirá de mí”. Por consiguiente, en atención a lo que
Jehová había dicho, se llamó al muchacho Isaac, que significa “Risa”.
(Gn. 21:1-7; 17:19).
Siendo de la casa de Abrahán y heredero
de las promesas, Isaac fue circuncidado al octavo día, como era preceptivo.
(Gn. 17:9-14, 19; 21:4; Hch. 7:8; Gál. 4:28).
1. ¿Qué Edad Tenía Isaac Cuando Fue Destetado?
El día que Isaac fue destetado, Abrahán
preparó una gran fiesta, y parece ser que en esa ocasión Sara se dio cuenta de
que Ismael “se
burlaba” de su medio hermano más joven, Isaac. (Gn. 21:8, 9).
Algunas traducciones (CB; ENN, 1988; LT)
dicen que Ismael solo estaba “jugando” con Isaac, es decir, en el sentido de un
juego de niños.
Sin embargo, la palabra hebrea tsa·jáq también puede tener una
connotación ofensiva. Por ello, en otros textos donde aparece esta misma
palabra (Gn. 19:14; 39:14, 17) esas versiones la traducen:
Ø “bromear”,
Ø “reírse de”,
Ø “burlarse”, y
Ø “abusar”.
En algunos targumes, así como en la
Peshitta siriaca, la referencia al comportamiento de Ismael que aparece en
Génesis 21:9 tiene el sentido de “mofa”.
El Commentary de Cook señala respecto a tsa·jáq: “En este
pasaje probablemente signifique ‘risa burlesca’, como por lo general se ha
venido creyendo. Así como Abrahán rió de alegría y Sara de incredulidad, la
risa de Ismael dio a entender burla, probablemente alentada por un espíritu
perseguidor y tiránico”.
El apóstol inspirado Pablo clarifica el
asunto mostrando que el trato de Ismael a Isaac fue aflicción, persecución, no
un juego de niños. (Gál. 4:29.) En vista de la insistencia de Sara, registrada
en el siguiente versículo (Gn. 21:10) —“El hijo de esta esclava no va a ser heredero con mi hijo, con
Isaac”—, ciertos comentaristas opinan que Ismael (catorce años mayor que Isaac) quizás
disputaba y escarnecía a Isaac con respecto al derecho de heredero.
Jehová le había dicho a Abrahán que,
como residentes forasteros, su descendencia sería afligida por cuatrocientos
años, aflicción que finalizó con la liberación de Israel de Egipto en el año
1513 a. E.C. (Gn. 15:13; Hch. 7:6).
Cuatrocientos años atrás llevarían a
1913 a. E.C., cuando debió empezar esa aflicción. Por consiguiente, esto
también apunta a 1913 como el año en que se destetó a Isaac, puesto que el
relato sitúa en el mismo tiempo los dos acontecimientos, el destete y el
maltrato de Ismael.
Esto significa que Isaac tenía unos
cinco años cuando se le destetó, pues había nacido en el año 1918 a. E.C. Dicho
sea de paso, su nacimiento marcó el principio de los cuatrocientos cincuenta
años mencionados en Hechos 13:17-20, período que finalizó en 1467 a. E.C.,
cuando concluyó la campaña de Josué en Canaán y la tierra se distribuyó entre
las diversas tribus.
Actualmente, cuando tantas mujeres en el
mundo occidental rehúsan amamantar a sus hijos o solo los amamantan entre seis
y nueve meses, un período de cinco años puede parecer inconcebiblemente largo.
Pero el Dr. D. B. Jelliffe informa que
en muchas partes del mundo no se desteta a los niños hasta que tienen un año y
medio o dos años, y en Arabia es costumbre que una madre amamante a sus hijos
entre trece y treinta y dos meses.
Hablando desde un punto de vista médico,
la lactancia puede continuar hasta por algunos meses después del siguiente
embarazo. (Infant Nutrition in the Subtropics and Tropics = La nutrición del infante en las Regiones
Subtropicales y los Trópicos , Ginebra,
1968, pág. 38).
En la Europa medieval, la edad promedio
para el destete era los dos años, y en el tiempo de los macabeos (siglos I y II
a. E.C.) las mujeres amamantaban a sus hijos durante tres años. (2 Macabeos
7:27. Apócrifo).
Hace cuatro mil años, cuando las
personas vivían una vida sin prisas y no existía la presión del día moderno ni
la necesidad de intentar hacer mucho durante una vida reducida, es fácil
entender por qué Sara pudo haber amamantado a Isaac durante cinco años. Además,
era su único
hijo después de muchos años de esterilidad.
2. Dispuesto a Ser Sacrificado:
Después que se destetó a Isaac, no se
dice nada más acerca de su niñez. La próxima vez que llegamos a saber de él es
cuando Dios le dijo a su padre Abraham:
Ø “Toma, por favor, a tu hijo,
a tu hijo único a quien amas tanto, a Isaac, y haz un viaje a la tierra de
Moria, y allí ofrécelo como ofrenda quemada”. (Gn. 22:1, 2).
Después
De Un Viaje De Tres Días, Llegaron Al Lugar Escogido Por Dios:
· Isaac transportó la leña; su padre, el
fuego y el cuchillo de degüello.
· “¿Pero dónde está la oveja
para la ofrenda quemada?”, preguntó Isaac.
· “Dios se proveerá la oveja”, fue la
respuesta. (Gn. 22:3-8, 14).
Cuando
llegaron al lugar, levantaron un altar y colocaron la leña. Luego Isaac fue
atado de pies y manos y puesto sobre la leña. Abraham alzó el cuchillo, pero el
ángel de Jehová le detuvo la mano.
Abraham
no se había equivocado al poner su fe en Jehová: Dios
le proveyó un carnero, que encontraron prendido en un matorral de la montaña y
que podía ofrecer como ofrenda quemada en lugar de Isaac. (Gn. 22:9-14).
Así pues, Abraham estimó “que Dios podía
levantarlo hasta de entre los muertos”, y “a manera de ilustración”, recibió
a Isaac de entre los muertos. (Heb. 11:17-19.)
Este episodio dramático no solo demostró
la fe y obediencia de Abraham, sino también la de su hijo Isaac. Según la
tradición judía que Josefo registró, Isaac tenía veinticinco años de edad para
ese tiempo. Sea como fuere, tenía suficiente edad y fuerza como para
transportar una cantidad considerable de leña subiendo una montaña.
De modo que si hubiese decidido
rebelarse contra los mandatos de Jehová, podía haber resistido a su padre, que
ya contaba ciento veinticinco años de edad, cuando llegó el momento de que le
atara. (Antigüedades Judías, libro I, cap. XIII, sec. 2).
Pero Isaac fue sumiso y permitió que se
le ofreciese como sacrificio en armonía con la voluntad de Dios. Debido a esta
demostración de fe de Abraham, Jehová repitió y amplió el pacto que había hecho
con él, pacto que después de su muerte revalidó con su hijo Isaac. (Gn. 22:15-18; 26:1-5; Rom. 9:7; Stg.
2:21.)
Más importante aún, allí se representó
un gran cuadro profético de cómo Cristo Jesús, el Isaac Mayor, a su debido
tiempo ofrecería voluntariamente su vida humana como Cordero de Dios para la
salvación de la humanidad. (Jn. 1:29, 36; 3:16).
3. Matrimonio y Familia:
Después de la muerte de la madre de
Isaac, su padre llegó a la conclusión de que era el momento de que su hijo se
casara.
Sin embargo, Abraham estaba resuelto a
que no fuese con una cananea pagana.
Por lo tanto, de acuerdo con las
costumbres de la sociedad patriarcal, envió a su fiel sirviente a los parientes
que vivían en Mesopotamia con el fin de escoger una mujer de origen semita que
también adorase a Jehová, el Dios de Abraham. (Gn. 24:1-9).
La misión no pudo menos que tener éxito,
puesto que desde el mismo principio la selección se colocó en las manos de
Jehová. La escogida por Jehová resultó ser Rebeca, la prima de Isaac, quien
dejó voluntariamente a su familia y demás parientes para regresar con la
caravana a la tierra del Néguev, donde vivía Isaac.
El
relato cuenta del primer encuentro de Isaac y Rebeca, y pasa a decir:
· “Después Isaac la
introdujo en la tienda de Sara su madre. Así tomó a Rebeca, y ella llegó a ser
su esposa; y él se enamoró de ella, e Isaac halló consuelo después de la
pérdida de su madre”. (Gn. 24:10-67). Isaac tenía cuarenta años, así
que el matrimonio se celebró en 1878 a. E.C. (Gn. 25:20).
La
historia de Isaac nos revela que Rebeca fue estéril durante veinte años. Esto le
proporcionó a Isaac la oportunidad de demostrar, al igual que su padre, la fe
que tenía en la promesa de Jehová de bendecir a todas las familias de la Tierra
por medio de una descendencia que todavía no había nacido, fe que demostró
rogando continuamente a Jehová que le diera un hijo. (Gn. 25:19-21).
Como sucedió en su propio caso, de nuevo
se vio que la descendencia prometida no vendría por medio del curso natural de
los acontecimientos, sino solo mediante la intervención de Jehová con su poder.
(Jos. 24:3, 4).
Finalmente, en el año 1858 a. E.C.,
cuando Isaac tenía sesenta años, recibió la doble bendición de tener gemelos:
Ø Esaú, y
Ø Jacob.
(Gn. 25:22-26).
Debido a que hubo un hambre, Isaac
trasladó a su familia a Guerar, en territorio filisteo, ya que Dios le había
dicho que no bajase a Egipto. En esta ocasión Jehová confirmó su propósito de
cumplir la promesa abrahámica por medio de Isaac, al decirle también:
Ø “Ciertamente
multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y verdaderamente
daré a tu descendencia todas estas tierras; y por medio de tu descendencia
ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra”. (Gn. 26:1-6; Salmo 105:8, 9).
En este territorio filisteo, no
demasiado amigable, Isaac, al igual que su padre Abraham, se valió de la
estrategia al decir que su esposa era su hermana.
Después de un tiempo, la bendición de
Jehová sobre Isaac llegó a ser fuente de envidia para los filisteos, por lo que
se le hizo necesario trasladarse primero al valle torrencial de Guerar, y luego
a Beer-seba, en el límite de la árida región del Néguev.
Mientras estaba allí, los filisteos,
anteriormente hostiles, fueron buscando “un juramento de obligación” o un tratado de
paz con Isaac, puesto que, como reconocieron, “tú ahora eres el bendito de Jehová”.
Los hombres de Isaac hallaron agua en ese lugar, e Isaac lo llamó Sibá.
“Por eso el nombre de la ciudad es Beer-seba [que
significa “Pozo del Juramento”, o: “Pozo de Siete”], hasta el
día de hoy”.
(Gn. 26:7-33).
Isaac siempre le había tenido cariño a
su hijo Esaú debido a que le gustaba vivir al aire libre, era un hombre de
campo y amante de la caza, y eso para Isaac “significaba caza en su boca”. (Gn. 25:28).
Por lo tanto, cuando ya le fallaba la
vista y se daba cuenta de que no le quedaba mucho tiempo de vida, se preparó
para dar a Esaú la bendición reservada al primogénito. (Gn. 27:1-4).
No se sabe si ignoraba que Esaú había
vendido su primogenitura a su hermano Jacob y si no recordaba el decreto que
Dios había dado al nacer los dos muchachos:
“El mayor servirá al menor”. (Gn. 25:23,
29-34). En cualquier caso, Jehová sí lo recordaba, y Rebeca también, por lo
que ella rápidamente dispuso las cosas para que Jacob recibiese la bendición.
Cuando Isaac se enteró de la treta que
se había llevado a cabo, rehusó cambiar lo que sin duda era la voluntad de
Jehová en este asunto.
También profetizó que Esaú y sus
descendientes residirían lejos de los campos fértiles, vivirían por la espada y
finalmente romperían de sobre sus cuellos el yugo de servidumbre a Jacob. (Gn. 27:5-40; Rom. 9:10-13).
Después Isaac envió a Jacob a Padán-aram
para asegurarse de que no se casase con una cananea, como había hecho su
hermano Esaú lo que había causado mucha vejación a sus padres. Cuando Jacob
regresó muchos años más tarde, Isaac residía en Quiryat-arbá, es decir, Hebrón,
en la región montañosa.
En 1738 a. E.C.,
el año antes de que su nieto José fuese nombrado primer ministro de Egipto,
murió Isaac a la edad de ciento ochenta años, “viejo y satisfecho de días”.
Se le enterró en la misma cueva de Macpela donde habían sido enterrados sus
padres y su esposa, y donde más tarde se enterró a su hijo Jacob. (Gn. 26:34,
35; 27:46; 28:1-5; 35:27-29; 49:29-32).
4. El Significado De Otras Referencias a
Isaac:
Por toda la Biblia se menciona a Isaac
docenas de veces en la expresión ‘Abraham, Isaac y Jacob’. A veces la frase
indica que Jehová era el Dios que estos patriarcas adoraban y servían. (Éx. 3:6, 16; 4:5; Mt.
22:32; Hch. 3:13).
En otras ocasiones se hace referencia al
pacto[1] que Jehová celebró con ellos. (Éx. 2:24; Dt.
29:13; 2 R. 13:23).
Jesús también usó esta expresión de una
forma ilustrativa. (Mt. 8:11). En una ocasión se menciona a Isaac, el
antepasado patriarcal, junto con sus descendientes, la nación de Israel, en un
paralelismo hebraico. (Am. 7:9, 16).
Isaac, en tanta descendencia de Abraham,
prefiguraba a Cristo, por medio de quien vendrían las bendiciones eternas. Tal como está escrito:
Ø “Ahora bien, las
promesas se hablaron a Abraham y a su descendencia. No dice: ‘Y a descendencias’, como
si se tratara de muchos, sino como tratándose de uno solo: ‘Y a tu descendencia’, que
es Cristo”.
Y por extensión, Isaac fue también una
prefiguración de aquellos que “pertenecen a Cristo”, que “realmente son descendencia de Abraham,
herederos respecto a una promesa”. (Gál. 3:16, 29).
Además, Isaac e Ismael, junto con sus
respectivas madres, “quedan como un drama simbólico”. Mientras que
el Israel natural “nació a la manera de la carne”, como Ismael,
los que componen el Israel espiritual “[son] hijos
pertenecientes a la promesa, así como Isaac lo fue”. (Gál. 4:21-31.)
A Isaac también se le menciona entre la “tan grande
nube de testigos que nos cerca”, puesto que también estaba entre
aquellos que “[esperaban] la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo
edificador y hacedor es Dios”. (Heb. 12:1; 11:9, 10, 13-16, 20).
Después del retorno de Jacob, ya
reconciliado con Esaú, pudo ver a su hijo y su descendencia, cuando habitaba en
Arba (Hebrón). Allí murió a los 180 años de edad, siendo sepultado por sus
hijos (Gn. 35:27-29).
El NT., alude a Isaac, el hijo de la
promesa (Gál. 4:22, 23), declarando que él manifestó su fe durante su vida de
nómada, morando en su tienda, y bendiciendo a Jacob y a Esaú «respecto a cosas
venideras» (Heb. 11:9, 20).
Las cartas de Nuzu, descubiertas en un
lugar cercano a la moderna Kirkuk entre 1925 y 1941, no solamente ilustran la
vida y las costumbres de los patriarcas, sino que dan ejemplos semejantes al
nacimiento de Ismael (Gn. 16:1-6).
El código matrimonial de Nuzu estipulaba
que una mujer estéril debía dar a su marido una esclava como concubina. Si esta
esclava tenía un hijo, éste no podía ser despedido. Esto explica la mala
disposición de Abraham a despedir a Ismael cuando Sara se lo pidió.
Esta demanda era
contraria a la costumbre; y Abraham no cedió más que ante la intervención de Dios,
con su promesa formal igualmente dada a Ismael (Gn. 21:9-13).
___________
Nota y
Bibliografía:
[1] berît = (בְּרִית, H1285),
«pacto;
alianza; convenio; acuerdo; confederación». Lo más probable es que
este nombre se derive de la raíz acádica que significa «encadenar, poner grillos»;
tiene paralelos en hitita, egipcio, asirio y arameo. Berît se encuentra más de
280 veces en todas las secciones del Antiguo Testamento. El primer caso del
vocablo está en Gn.6:18: «Pero estableceré mi pacto contigo [Noé]. Entraréis en el arca tú, tus hijos, tu mujer y las
mujeres de tus hijos contigo». «Alianza»
es la traducción preferida de berît por la rv: «Haced, pues, ahora alianza con nosotros»
(Jos.9:6); sobre todo en el caso de acuerdos políticos internos de Israel (2 Sam.3:12-13;
3:21; 5:3) o entre naciones (1 R.15:19). En estos casos las revisiones
subsiguientes (rvr, rva, nrv) usan «alianza» o «pacto». En Juec.2:2 se traduce: «Con tal que
nosotros no hagais «pacto» con los moradores
de esta tierra», («alianza» rva). El mandamiento también le fue dado
a Israel en Ex.23:32; 34:12-16; y en Deut.7:2-6. (VINE).
- e-Sword-the. LEDD.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
06//05//2018.
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