domingo, 22 de octubre de 2017

JOSÉ, JUDÁ, POTIFAR, INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS: GÉNESIS 37–40:

JOSÉ, JUDÁ, POTIFAR, INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS:
GÉNESIS 37–40:

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
  
Empezamos ahora el estudio de una de las más emocionantes biografías de la Biblia, la de José y sus hermanos. La historia entera ilustra la soberanía de Dios y su cuidado providencial sobre los suyos. Aun cuando José tuvo sus faltas, aún se yergue como un gigante espiritual en su familia.

I.       José El Hijo Favorito (Génesis 37):

A.      El Amor De Jacob (vv. 1–4).
Puesto que Raquel era la esposa favorita de Jacob y José su primogénito (30:22–24), es fácil ver por qué Jacob le favoreció en su ancianidad. Esta clase de parcialidad en un hogar está destinada a causar problemas.
José tenía diecisiete años cuando ayudaba con las ovejas, pero pronto Jacob le quitó ese deber y le hizo «supervisor» al darle «una túnica multicolor». ¡Jacob quería hacer a José jefe antes de que hubiera realmente aprendido a ser siervo! El resultado:
Ø los hermanos de José le aborrecían (v. 4), y
Ø le envidiaban (v. 11).

B.      Los Sueños De José[1] (vv. 5–11).
·           No hay duda que estos sueños vinieron de Dios; y
·                es cierto que la seguridad de que un día regiría ayudó a José a mantenerse fiel durante esos muchos años de prueba en Egipto.

Nótese: que el primer sueño tiene un escenario terrenal, mientras que el segundo se desarrolla en el cielo. Esto sugiere los hijos terrenales de Abraham (los judíos) y su descendencia celestial (la Iglesia).
Llegó el día en que los hermanos de José se inclinaron ante él. Véanse también 42:6; 43:26; y 44:14.

C.      El Ardid De Judá (vv. 12–28).
No se nos dice cuál de los hermanos fue el primero en sugerir que se deshicieran de José. Quizás fue Simeón, quien estaba resentido por la intrusión de José en los derechos del primogénito (los cuales al final se le quitarían a Rubén, 49:3–4).
Sabemos por el capítulo 34 que Simeón era astuto y cruel, y en 42:24 José fue más bien riguroso con Simeón. En cualquier caso, los hermanos estaban de nuevo en la región de Siquem (donde antes se metieron en problemas, cap. 34) y tramaron matar a José.
Es un mérito para Rubén que trató de librar la vida de José, aun cuando usó el método errado para lograr una obra noble. Dios anuló el odio de los hombres y José fue vendido como esclavo en vez de ser asesinado a sangre fría.

D.      La Aflicción De Jacob (vv. 29–36).
Años antes Jacob había matado un cabrito para engañar a su padre (27:9ss) y ahora sus hijos lo engañan de la misma manera. Cosechamos lo que sembramos. Jacob pasó los siguientes veinte años en tristeza, creyendo que José estaba muerto.
Pensó que todo estaba en su contra (Gn. 42:36), cuando en realidad todo obraba para su bien (Rom. 8:28). Dios envió a José de antemano para preparar el camino para la preservación de Israel como nación.

II.      José El Mayordomo Fiel (Génesis 38–39):
El capítulo 38 presenta un cuadro sórdido, mostrando a Judá sucumbiendo a los deseos de la carne. Es un contraste completo con la pureza de José (39:7–13). Judá estaba dispuesto a vender a su hermano como esclavo y, sin embargo, él mismo era un «esclavo del pecado» (Jn. 8:34).
Incluso allí, «cuando el pecado abunda, la gracia sobreabunda» (Rom. 5:20), porque vemos que Tamar se incluye en el linaje humano de Cristo (Mt. 1:3).

Nótese: que Judá fue más riguroso con los demás que consigo mismo (v. 24). Como David, ¡quería juzgar al «pecador» hasta que descubrió que él era el pecador!

Jacob trató de escudar a José de las responsabilidades del trabajo, pero Dios sabía que José nunca podría ser un gobernante si antes no era un siervo (Mt. 25:21). Dios usó tres disciplinas en la vida de José para prepararlo para ser el segundo al mando en Egipto:

A.      La Disciplina Del Servicio (Gn.39:1–6).
José cambió su «túnica multicolor» por el delantal del criado, y Dios le obligó a aprender a trabajar. De esta manera, aprendió la humildad (1 P. 5:5–6) y la importancia de obedecer órdenes.
Debido a que José fue fiel en lo poco, Dios le promovió a cosas mayores. Véanse Proverbios 22:29 y 12:24.

B.      La Disciplina Del Dominio Propio (Gn.39:7–18).
La madre de José era una mujer hermosa y sin duda el hijo heredó sus rasgos (29:17). Las mujeres egipcias eran conocidas por su infidelidad, pero José no cedió. Dios estaba probándolo, porque si José no podía auto controlarse como siervo, nunca podría controlar a otros como gobernante.
Pudiera haber aducido: «¡Nadie lo va a saber o «¡Todo el mundo lo hace Pero, en lugar de eso, vivía para agradar a Dios y se cuidó de no proveer para la carne (Rom. 13:14). «¡Huye de las pasiones juveniles!», amonestó Pablo (2 Tim. 2:22), y esto fue exactamente lo que José hizo.

Como Dijera El Predicador Puritano:
Ø José perdió su túnica pero conservó su carácter.
Demasiadas personas han fallado en esta disciplina y Dios ha tenido que echarlas a un lado (1 Cor. 9:24–27; Prov. 16:32; 25:28).

C.      La Disciplina Del Sufrimiento (Gn.39:19–23).
No sólo José controló sus apetitos, sino también logró controlar su lengua; porque no discutió con los oficiales ni expuso la mentira que la esposa de Potifar esparcía acerca de él. El control de la lengua es una señal de madurez espiritual (Stg. 3).
Es probable que Potifar fuera el capitán de la guardia a cargo de los prisioneros; incluso tal vez era el principal verdugo. En cualquier caso, cuidó que a José lo pusieran en la prisión del rey (v. 20), y la fidelidad y devoción de José le ganó el favor de los oficiales.
La clave de su éxito fue que «Jehová estaba con José» (39:2, 5, 21). Al menos dos años tuvo que sufrir José como prisionero o quizás más tiempo. El Salmo 105:17–20 explica que este sufrimiento puso «hierro» en su alma. Contribuyó a hacerle hombre.
La gente que evade el sufrimiento tiene dificultades para desarrollar el carácter. Sin duda José aprendió la paciencia de sus sufrimientos (Stg. 1:1–5) tanto como una fe más profunda en la Palabra de Dios (Heb. 6:12). Este sufrimiento no era nada agradable, pero necesario y un día se convirtió en gloria.

III.    José El Siervo Olvidado (Génesis 40):
José era ahora un criado en la prisión real (41:12), fielmente cumpliendo con su trabajo y esperando el día cuando sus sueños proféticos se hicieran realidad. Un día se añadieron dos nuevos presos:
Ø el copero de Faraón y el jefe de sus panaderos.

No se indica cuáles fueron sus crímenes; a lo mejor fue alguna minucia que enfadó a Faraón. Por amor a José, sin embargo, sabemos que Dios arregló dicho arresto.
José fue tratado injustamente, pero sabía que un día Dios cumpliría su Palabra.

Nótese: la humildad de José al interpretar los dos sueños (v. 8). Le dio toda la gloria al Señor. «Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo» (1 P. 5:6).
Los dos presos estaban encadenados debido a algo que hicieron, en tanto que José era inocente. Su interpretación de los sueños se hizo realidad:
Ø el copero[2] fue restaurado, y
Ø el panadero[3] ahorcado.

¡Y José seguía en la prisión!
·      Nos preguntamos por qué otros experimentan las bendiciones que nosotros necesitamos con desesperación; y
·      sin embargo Dios tiene su plan y su tiempo.

Hay un indicio de desilusión e incredulidad en la petición de José en el versículo 14. ¿Estaba José apoyándose en el brazo de la carneSi es así, el brazo de la carne le falló, porque el copero de olvidó por completo de José por los dos años siguientes.
Esta fue una buena lección para José de manera que nunca confiara en los hombres. Dios al final iba a usar la mala memoria del mayordomo para librar a José, pero el tiempo oportuno aún no había llegado.
El copero se olvidó de José, ¡pero Dios no se olvidó de él!

José tenía diecisiete años cuando llegó a Egipto y treinta cuando salió de la prisión (41:46). Esto quiere decir que pasó trece años como criado y prisionero, años de disciplina y preparación para su ministerio de toda una vida como el segundo al mando en Egipto. Dios nos prepara para lo que Él prepara para nosotros, si tan solo nos rendimos a Él.

De muchas maneras José es un cuadro de nuestro Señor Jesucristo, incluso cuando en ninguna parte del NT., se le llama de manera específica un tipo de Cristo. José era un hijo amado que fue odiado y rechazado por sus hermanos. Le vendieron como esclavo y entonces un día lo encontraron como rey sobre ellos.
José tuvo que sufrir antes de entrar en su gloria. Venció la tentación y sin embargo lo arrestaron y trataron injustamente. José fue un siervo fiel que ministró a otros. Con el tiempo fue exaltado al trono y responsable de salvar a las naciones.

Sus hermanos no lo reconocieron la primera vez, pero él se les reveló la segunda vez que vinieron a Egipto.
Así será con Israel: no conocieron a Cristo cuando vino la primera vez, pero le verán cuando venga otra vez y se postrarán ante Él.


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Nota:
[1] H3130 יוֹסֵף = Yoséf: futuro de H3254; que él añada (o tal vez sencillamente participio activo añadiendo); Josef, nombre de siete israelitas:- José. Compárese con H3084. (Strong).
[2] H4945 מַשְׁקֶה = mashqué: de H8248; propiamente hacer beber, i.e. copero; por impl. (intr.), beber (-se); figurativamente región bien regada:- (vasos de) beber, bebida, copero, engordadas, de riego, su oficio.
[3] H644 אָפָה = afá: raíz primaria; cocinar, específicamente hornear:- amasadora, cocer, hornero, panadero. (Strong).


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