Parte I
Tres Lecciones:
Apologética:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
"¿Qué Es La Apologética Cristiana?":
La palabra inglesa “apology”
viene de una palabra griega que significa fundamentalmente “dar una defensa”. La
Apologética Cristiana, entonces, es la ciencia de dar una defensa de la fe
cristiana. Hay muchos escépticos que dudan de la existencia de Dios y/o atacan
una creencia en el Dios de la Biblia:
· Hay muchos críticos que atacan la
inspiración y la inerrancia de la Biblia.
· Hay muchos falsos maestros que promueven doctrinas falsas y niegan las
verdades claves de la fe cristiana.
La misión de los apologéticos cristianos
es combatir estos movimientos, y en su lugar, promover al Dios cristiano y la
verdad cristiana:
· Probablemente el
versículo clave en la Biblia para la apologética cristiana es 1 Pedro 3:15, “sino
santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados
para presentar defensa,…”. No hay excusa ninguna por qué un
cristiano sea completamente incapaz de defender su fe.
Todo cristiano
debe poder dar una presentación razonable de su fe en Cristo. No, no todo
cristiano necesita ser experto en la apologética.
Todo cristiano, sin embargo, debe saber
lo que cree, por qué lo cree, cómo compartirlo con otros, y cómo defenderlo
contra mentiras y ataques.
· El segundo
aspecto de la apologética cristiana, la cual es evitada muchas veces, es la
segunda mitad de 1 Pedro 3:15, “con mansedumbre y reverencia”. El defender la
fe cristiana con la apologética nunca debe involucrar el ser mal educado,
enojado, o irrespetuoso.
Mientras practicamos la apologética
cristiana, debemos esforzarnos a ser fuertes en nuestra defensa, y al mismo
tiempo, como Cristo en nuestra presentación.
Si ganamos un debate, pero alejamos aún
más a la persona de Cristo por nuestra actitud, hemos perdido el propósito
verdadero de la apologética cristiana.
Hay
Dos Aspectos Primarios / Métodos De La Apologética Cristiana:
· El primero, comúnmente conocido como la apologética
clásica:
Ø Involucra el compartir pruebas y
evidencias que muestran que el mensaje cristiano es verdad.
· El segundo, comúnmente conocido como la apologética
presuposicional:
Ø Involucra el confrontar las
presuposiciones (ideas
preconcebidas, suposiciones) tras de las posiciones
anticristianas.
Proponentes
de los dos métodos de la apologética cristiana a menudo se debaten sobre cuál
método sea el más eficaz. Parece ser más productivo usar
ambos métodos, dependiendo de la persona y la situación.
Lección 1
CONOCIENDO EL
TEMA DE LA APOLOGÉTICA (DEFENSA DE LA FE)
El tema de
apologética, es un tema muy amplio, porque abarca todo lo que es el ser humano,
sus acciones y forma de pensar. Desde que el hombre existe está buscando una
razón o justificación para todo lo que hace, dice o piensa.
Después de surgir la iglesia y
propagarse el evangelio dentro del Imperio Romano fue necesario defender la fe,
es decir, lo que los primeros cristianos creían y que se oponía a la religión
imperial. Durante los siglos II y III d. C., los padres de la iglesia fueron
llamados principalmente “padres apologistas” porque se dedicaron
específicamente a defender el evangelio de Jesucristo.
Entre
ellos se destacan:
Ø San Ireneo de
Lyon,
Ø Clemente
Alejandrino,
Ø Orígenes,
Ø San Gregorio,
Ø Minucio Félix,
Ø San Hipólito,
Ø Tertuliano,
Ø San Cipriano, y
Ø Lactancio.
La
necesidad de la apologética no es algo sólo del pasado, sino de actualidad. Por todas
partes, uno oye las quejas del secularismo y los relatos del gran éxito de
sectas y nuevas creencias. Tales peligros hacen que la apologética siga siendo
necesaria.
Cuando decides creer en Jesucristo,
adquieres la responsabilidad de defender tu postura. Lo que sí ha variado con
el tiempo son los temas de discusión y las metodologías para la defensa de la
fe; pero la esencia se mantiene.
Por ejemplo, en el concilio de Nicea
(año 325) se condenó la herejía de Arrio
que negaba la
divinidad de Jesucristo y que fuera de la misma sustancia con el
Padre.
Más tarde en el siglo XVI, Martín Lutero, levantó la voz para
proclamar Sola
Escritura, Sola Gracia, Sola Fe. Defendió la salvación por gracia, en medio
de una generación que atribuía el medio de salvación a las obras o indulgencias
principalmente. Lo cual hizo que hubiera una separación en la iglesia de
acuerdo a las creencias en cuanto a la justificación.
Esto provocó reacción en la ICR y
convocó al concilio de Trento (año 1545-1563). Se había provocado un cisma en
la iglesia. Surgió la rama de los protestantes, siguiendo la línea de Lutero. Surgió entonces el Decreto
sobre la justificación,
el de los
sacramentos, el de la eucaristía,
el canon de la Sagradas
Escrituras, etc.
Ya en el siglo XX, como reacción al liberalismo
teológico en Europa, se comienza a defender la fe volviendo a los fundamentos teológicos de ella.
Nació así el movimiento llamado
fundamentalismo, del cual somos resultados muchos de nosotros. Por la década de
los ’20 y los ’30 surgieron escuelas
teológicas y misiones de fe para
volver a lo fundamental en el cristianismo. Al llegar a finales del siglo
pasado e inicio este, la tónica ha cambiado bastante.
Los
desafíos a la fe no son tan localizados, sino que se han globalizado. Las creencias
opuestas al evangelio no son precisamente otra religión, sino, más bien,
filosofías de vida que pasan de mente en mente y que transforman los estilos de
vida de las personas.
Al respecto, William Dyrness, opina que “muchos de los
desafíos que enfrenta el cristianismo son claramente de carácter filosófico, y
no hay manera de responderlos adecuadamente sino en estos términos”. 1
Hoy
los retos para el cristiano sobrepasan la cuestión de sí Dios existe. El asunto
ahora, es a cuál Dios prefieres adorar. Ya no se habla de un Dios morando en el
interior del hombre, sino de una energía global divina de la cual todos somos
parte. Este modo de pensar da por resultado que el ser humano también se
considera Dios.
Ahora, el enfoque está más en demostrar
la verdad absoluta de Dios (que está en la Biblia) en medio de un mundo que
tiene una filosofía relativista donde todo puede ser verdad y en que cada cual
puede creer su propia verdad, definida por el ser humano.
Por
lo tanto, un estilo de vida consecuente con la fe es una de las opciones para
la defensa de la fe hoy:
Ø En esta primera clase, estaremos
introduciendo el tema de la apologética destacándose la importancia y las
formas de ejercerla.
Ø En segundo lugar, expondremos
un acercamiento a pasajes bíblicos que nos pueden aportar ideas,
recomendaciones y metodología de cómo ejercer la apologética.
1.1. IMPORTANCIA:
Antes
de plasmar la importancia del tema, sería bueno definirlo. Apología es un
discurso de palabra o por escrito, en defensa o alabanza de alguien o algo. En
esta serie no sólo consideraremos este aspecto de la definición, sino que
añadiremos algo más. Me refiero a la defensa por medio del estilo de vida. Por
lo tanto, estamos asumiendo que apologética es sinónimo de defender la fe.
Pero, ¿cuál fe? Para ser prácticos
entiéndase por “fe”
todo aquello que los cristianos creen y de lo cual están convencidos. Es la
verdad o conjunto de doctrinas contenidas en la Biblia y además el mensaje del
evangelio que ha transformado sus vidas. Esta aplicación no es nueva porque el
apóstol Pablo usaba la palabra fe para expresar el conjunto de doctrina o
creencias.
Por
ejemplo:
Col. 2:7; 1 Timoteo 1:19; 2:7; 4:6. En realidad, la defensa no es algo
exclusivo del cristianismo.
“manteniendo
la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe
algunos”
(1 Tim. 1:19).
Ayuda Hermenéutica:
Manteniendo—Teniendo asida “la fe” y “la buena
conciencia” (v. 5); no “echando de ti ésta”
como
“algunos”. La fe es como un licor muy precioso; la buena conciencia es el vaso
limpio, puro, que lo contiene. [Bengel]. La pérdida de la buena conciencia
ocasiona el naufragio de la fe. La conciencia del pecado (no arrepentido y no
perdonado) mata el germen de la fe en el hombre. [Wiesinger]. La cual—Número
singular en el griego, tiene por antecedente “buena conciencia” y no “la fe” también; sin embargo, el resultado de “echar de sí” la buena
conciencia es que uno pierde la fe también. Echando de sí—como acto voluntario.
La rechazan como monitor molesto. Ella se retira de mala gana, excluida por la
fuerza, cuando su dueño se cansa de su importunidad, y está resuelto a retener
sus pecados al costo de perderla a ella. Uno no puede estar en relaciones
amigables con ella y con el pecado al mismo tiempo. Naufragio—“respecto de la fe”. La
fe es el buque en el cual ellos profesadamente se habían embarcado. Del cual la
“buena
conciencia” es el ancla. Los antiguos cristianos frecuentemente
usaban esta imagen, comparando el curso de la fe con la navegación. El griego
no da a entender que uno que ha tenido la fe, haga naufragio de ella, sino que
los que echan de sí la buena conciencia, “hacen naufragio respecto de la fe”.
Etimología:
G4102 πίστις = pístis: de G3982;
persuasión, i.e. credibilidad; moralmente convicción (de verdad religión, o la
veracidad de Dios o de un maestro religioso), específicamente confianza en
Cristo para salvación; abstractamente constancia en tal profesión; por
extensión, el sistema de verdad religiosa (evangelio) en sí mismo:- fe, fidelidad,
fiel, gracia. (Strong).
A todos los que sostienen una serie de
creencias acerca de la vida y del mundo, se les puede pedir legítimamente que
se defiendan y de hecho lo hacen.
Por ejemplo, el científico que alega la
existencia de vida en algún lugar del universo, el entrenador que plantea una
estrategia distinta para ganar el partido de fútbol, el periodista que
selecciona las noticias y reportajes que él entiende que son más impactantes
para la audiencia. Si todos defienden con buenas intenciones lo que creen, ¿por
qué, entonces, los cristianos tienen tanto miedo de defender su fe?
Hagamos
una pausa para aclarar un asunto. Dios no necesita que lo defendamos a
él, sino la fe en que creemos. Por lo general (obedeciendo a la definición de apología), la defensa de la fe es a
través de discursos o discusiones. La cuestión es a ver quién habla más alto o
quién presenta más argumentos en un asunto determinado.
Pero
en realidad esto no funciona del todo en el día de hoy. Un apologeta
moderno, Cornelius van Til, insiste en que la predicación
es la mejor apologética. Tiene mucha razón y él se apoya en 1 Corintios 1:21.
Lo cierto es que la predicación[1] es efectiva para alcanzar a los que no
creen en Cristo, pero se ha debilitado mucho por el poco respaldo que tiene en
la vida de sus exponentes.
“Pues ya que en
la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó
a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”.
Ayuda Hermenéutica:
En El v. 21 Se Encuentra Una Doble Antítesis:
· La primera, está entre la
sabiduría de Dios y la del mundo.
· La segunda, está entre
la sabiduría y la necedad. Esta doble antítesis se profundiza al declarar el
Apóstol que la sabiduría de Dios (revelada en la cruz) impide que él sea conocido por medio de la sabiduría
humana.
Esto significa que
únicamente por la obediencia a la revelación divina en la cruz pueden los
hombres llegar al conocimiento de Dios, o sea, la salvación. El hombre jamás
puede conocer a Dios por la sabiduría del hombre pecador. Toda la sabiduría humana
está distorsionada por el pecado. Los hombres en su sabiduría sólo crean un
dios propio; jamás llegan a conocer al Dios de la revelación por su propio
conocimiento.
El plan de Dios es muy
diferente al plan de los hombres. Sólo el acatamiento de la revelación divina
en la “locura” de la predicación del evangelio
resulta en la salvación. Una de las palabras clave de este texto es “creyente”.
El creer cristiano nunca
es una creencia cualquiera; se centra en las buenas nuevas del evangelio.
Juntamente con su carta a los romanos, ésta es una declaración de Pablo de la
salvación por la fe solamente. Resulta que los dos contextos son diferentes. En
Romanos la fe se contrapone con la ley. Aquí la fe se contrapone con la
sabiduría humana.
Etimología:
kerugma
= (κήρυγμα, G2782), proclamación hecha por un
heraldo (relacionado con A, Nº 2). Denota
un mensaje, una predicación, la sustancia de lo predicado en contraste al acto
de la predicación (Mateo 12:41; Lucas 11:32; Romanos 16:25; 1
Corintios 1:21; 2:4; 15:14; 2 Timoteo 4:17; Tito 1:3). En la LXX, 2 Cron.30:5;
Prov.9:3; Jonas 3:2. (VINE).
Nota: En Hechos 18:5 se traduce logos = palabra, como «predicación»; esto es, la comunicación del depósito que le habla sido
encomendado para su divulgación, todo aquello que Dios ha dado a conocer para
que sea proclamado.
Bartolomé Gregorio Lavastida 2 decía: “Sí tu vida no es un mensaje, tu mensaje
no tiene vida”. Esta es la dolencia en:
· Muchos predicadores, y
· expositores bíblicos actuales.
No son pocos los escándalos de corrupción y pecado que se
descubren cada año relacionado con personas dedicadas a predicar la palabra de
Dios.
Mi propuesta en este estudio es que la
defensa de la fe puede ser también a través de nuestro testimonio (la forma en que
vivimos). La defensa de la fe por medio de palabras se puede y debe
mantenerse, pero debe tener un mayor peso mi estilo de vida como cristiano.
Sólo así serán escuchadas nuestras palabras y serán de impacto.
Debe existir una relación estrecha entre lo que se cree y cómo se vive. Como dice un proverbio, Algunos hablan de las virtudes del agua pero toman vino. Existe una dicotomía en la vida del cristiano.
Una parte es la que muestra el domingo o
algún otro día en que se reúne con los hermanos o visita la iglesia. La otra
parte cuando está en la vida cotidiana:
Ø en la casa,
Ø los negocios,
Ø el colegio,
Ø el mercado…
Por ejemplo, tengo referencias de un pastor que tiene un negocio. Conversando con uno de los cristianos que asiste a su iglesia y que conoce a sus trabajadores (muchos cristianos y miembros de la iglesia) dice que el trato no es muy bueno, pero que en la iglesia levanta sus manos y exhorta a todos a obedecer la Biblia.
Queridos hermanos si seguimos así, nunca
habrá una verdadera defensa de la fe.
Una
Pregunta Para Reflexionar:
· ¿Quién necesita la apologética,
Ø los cristianos,
Ø los no cristianos, o
Ø ambos?
La respuesta a esta pregunta —ambos—, te demuestra
que los cristianos tienen que demostrar convincentemente lo que creen y los no
cristianos necesitan enfrentarse con la verdad de Dios.
Por lo tanto, dice Dyrness, debemos ser
capaces de defender nuestros compromisos. Los cristianos creen que Dios se ha
revelado a sí mismo en la historia de la humanidad y ha comenzado un programa
al que la gente debe responder. Pero esta creencia no exime a los cristianos de
defenderse a sí mismos igual como todos los demás. 3 Como
cristianos:
· “Si lo que estamos
diciendo es verdad, la mejor apologética no es una mentalidad defensiva que se
sienta cómodamente y espera ataques, sino una expresión positiva de lo que
creemos que es verdad acerca de Dios, la persona y el mundo”. 4
La apologética que necesitamos hoy, no
es la de hacerle frente a cada desafío que llegue, sino una en que el cristiano
tomará tiempo para preparar un criterio apologético (con sus palabras y su
vida) para hacerle frente a todos los retos.
Dadle a un hombre un pescado, dice el proverbio, y tendrá alimento
para un día; enseñadle a pescar, y tendrá alimento para el resto de su vida. De ese modo en
la apologética es mucho más importante construir una estructura en relación con
las objeciones con que podemos hacer frente en vez de tener las respuestas a un
gran número de preguntas. 5
El cristianismo, en comparación con
otras religiones, hace una afirmación fuerte de ser histórico. Es así, porque
no se apoya solamente en una persona histórica, Jesús de Nazaret, sino también
en ciertos acontecimientos históricos que se relacionan con él, especialmente
su nacimiento, su muerte y su resurrección. 6
“Los orígenes históricos del cristianismo constituyen una
gran bendición. Nos proporcionan un fundamento sólido. Nuestra fe no está
edificada sobre leyendas, cuentos de hadas, o aun mitos, sino sobre
acontecimientos reales. Al propio tiempo, no obstante, estos acontecimientos
constituyen un problema, porque ocurrieron hace tanto tiempo. La gran brecha
entre el entonces y el ahora, el pasado y el presente, lo histórico y lo
contemporáneo, resulta desconcertante en alguna medida”. 7
Véase Parte II:
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