lunes, 16 de julio de 2018

EL CONCILIO EN JERUSALÉN: HECHOS 15:


EL CONCILIO EN JERUSALÉN:
HECHOS 15:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

I.       La Disensión En Antioquía (Hechos 15:1,2):
Dondequiera que la obra de Dios progresa, Satanás empieza a oponérsele y usualmente trabaja por medio de mentiras. Muchas iglesias hoy en día son ineficaces debido a que creen «mentiras religiosas» en lugar de creer la Palabra de Dios.
Ciertos fariseos de la iglesia de Jerusalén (vv. 5, 24) habían llegado a Antioquía y les habían dicho a los creyentes gentiles que su salvación no era válida a menos que se circuncidaran y obedecieran la Ley de Moisés. Sin duda, ¡Pablo nunca predicó tal cosa! (véase 13:38–40).
Pablo y Bernabé disputaron con ellos, y se decidió llevar la cuestión a los apóstoles y ancianos de Jerusalén. Esta fue una decisión puramente voluntaria y de ninguna manera indica que se haya querido indicar que una «jerarquía denominacional» gobierne los asuntos de la iglesia local.
En realidad Dios le ordenó a Pablo expresamente que fuera a Jerusalén; véase Gálatas 2:1, 2: «subí según revelación» (Gál. 2:2), lo que en sentido literal significa «subí en obediencia a, o guiado por, una revelación divina». Dios quería que Pablo dejara establecido de una vez por todo el lugar de los gentiles en su programa.
Era fácil para estos creyentes judíos confundirse con el programa de Dios. Conocían la enseñanza del AT., de que los gentiles se salvarían únicamente mediante Israel.
Los únicos gentiles salvos que la iglesia de Jerusalén había visto fueron los que Pedro, y no Pablo, ganó, y esto fue un acto especial de Dios (Hch. 11:18). Las noticias viajaban con lentitud en esos días, y no sabían todo lo que Dios había hecho a través de Pablo y Bernabé en su viaje misionero.
Estos hombres eran sinceros, pero estaban sinceramente equivocados. Como Pablo explica en Gálatas 2:6ss, predicaban el «evangelio», pero era un evangelio incompleto. Creían en la muerte y resurrección de Cristo, pero no había progresado lo suficiente como para ver el programa de Dios para los gentiles por medio del apóstol Pablo.

II.     La Deliberación En Jerusalén (Hechos 15:3–21):
Al parecer hubo por lo menos cuatro reuniones diferentes en esta conferencia estratégica:
(1) Una reunión pública durante la cual la iglesia dio la bienvenida a Pablo y a sus acompañantes (v. 4);
(2) una privada entre Pablo y los líderes clave (Gál. 2:2);
(3) una segunda reunión pública en la cual el poderoso partido judío presentó su caso (Hch. 15:5; Gál. 2:3–5); y
(4) el concilio propiamente en el cual se tomaron las decisiones (Hch. 15:6ss). Léase con cuidado Gálatas 1–2, puesto que anota el informe de Pablo sobre el asunto.

El debate continuó y no hubo ningún progreso a la vista sino hasta cuando Pedro se levantó y pronunció su discurso. Es interesante notar: que lo último que hace en Hechos es secundar a Pablo y su ministerio, tanto como lo hacen sus últimas palabras escritas (2 P. 3:15, 16).
Pedro repasó los tratos de Dios con él en relación a los gentiles (Hch. 10–11), haciendo hincapié en que Dios los había aceptado al darles el mismo Espíritu que a los judíos en Pentecostés:
·      Fueron salvos por fe (v. 9), y
·      gracia (v. 11).

Nótese: lo que dice en el versículo 11: «Por la gracia del Señor Jesús seremos salvos [nosotros, los judíos], de igual modo que ellos». No es: «ellos deberían ser salvos de igual modo que nosotros», sino lo inverso. ¡No sólo que la ley no se aplicaba a los gentiles, sino que ya ni era aplicable a los judíos! «Por gracia, por fe» es el mensaje, y no «obedezcan a Moisés y circuncídense».

Pablo y sus acompañantes fueron los siguientes testigos y sus informes de la obra de Dios entre los gentiles silenciaron por completo a la oposición. Luego Jacobo tomó la palabra y dio la decisión final.
Este Jacobo es el hermano del Señor que había llegado a sustituir a Pedro como líder de la iglesia de Jerusalén. Sus palabras en los versículos 14–21 deben entenderse si la iglesia ha de desarrollar el programa de Dios en esta edad.
¿Qué está haciendo Dios hoy? Está tomando de los gentiles para formar un pueblo para su nombre. Judío y gentil se hallan al mismo nivel como los pecadores delante de Dios, y el programa «al judío primeramente» ya no se aplica.
Pero, ¿qué de las promesas a los judíos tocantes al reino? Jacobo contestó esto en los versículos 15–17, citando de Amós 9:11, 12.

Nótese: que Jacobo no dijo que el llamamiento de los gentiles es un cumplimiento de la profecía de Amós, porque no se profetiza de la Iglesia en ninguna parte del AT. Jacobo dijo que las palabras de Amós concuerdan con este nuevo programa; después de todo, cuando la plenitud de los gentiles sea salva, Cristo volverá y edificará de nuevo la casa de David tabernáculo» significa «casa» o «familia», 2 Sam. 7:25–29) y establecerá el reino.

Léanse Romanos 9:29–33 y 11:1–36 para ver la explicación de Pablo de este nuevo programa. Romanos 11:25 es clave: «Ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles».
Cuando se salve el número completo de gentiles, la Iglesia será arrebatada, siguiendo luego un tiempo de tribulación por siete años, durante los cuales Israel será purgado.
Finalmente, Cristo volverá a la tierra para restaurar el trono de David.

III.    La Delegación a Los Gentiles (Hechos 15:22–35):
El concilio estuvo de acuerdo con esta decisión y escribió cartas al respecto a las iglesias gentiles, enviándolas con Pablo y sus acompañantes. Estas admoniciones no fueron dogmas oficiales impuestos por un cuerpo superior; fueron sugerencias sabias que hombres espirituales habían recibido según les guió el Espíritu Santo.
Compárese los versículos 25 y 28. Estas prohibiciones no eran otra «ley», sino más bien admoniciones que ayudarían a los cristianos gentiles en su relación con los judíos, tanto salvos como no salvos. Compárese el versículo 29 con Génesis 9:1–5.
Era correcto que Pablo y sus acompañantes fueran los portadores de este informe a su iglesia madre. Después de todo, ¿no los había usado Dios para abrir la puerta de la fe a los gentiles? ¿No habían arriesgado sus vidas por causa del evangelio? Cuando regresaron, se reunieron con toda la iglesia y hubo mucho regocijo por la decisión del concilio.
La tragedia es que la decisión del concilio de Jerusalén muy rara vez se le hace caso hoy en día. Demasiadas iglesias todavía están siguiendo el énfasis de la primera parte de Hechos, procurando «traer el reino».
Otros tratan de «mezclar a Pedro y a Pablo» mediante extrañas combinaciones de la ley y la gracia, de Israel y la Iglesia. Es tiempo de que empecemos a escuchar al mensajero escogido para los gentiles, el profeta especial de Dios para la Iglesia, el apóstol Pablo.
Hay una maldición pronunciada sobre cualquiera que no predique el evangelio de la gracia de Dios (Gál. 1:6–9) y esto no se aplica nada más que a los intérpretes «modernistas» del evangelio. Se aplica también a las iglesias donde la Palabra de Dios no se expone correctamente y donde la verdad del reino se mezcla con la verdad de la Iglesia.

IV.    La Disputa Entre Pablo y Bernabé (Hechos 15:36–41):
Es triste cuando los cristianos están de acuerdo en doctrina (v. 12), pero no personalmente. Puesto que era pariente de Marcos, Bernabé tenía la obligación de ayudar al joven; pero Pablo pensaba que Marcos era un fracaso.
Tal vez ambos hombres fueron demasiado severos, porque más tarde Pablo aceptó a Marcos (2 Tim. 4:11) y Dios lo usó para escribir el segundo Evangelio. Mientras que Pablo y Bernabé ministraban en Antioquía, Pedro había venido y debatido con Pablo otra vez respecto a los gentiles. Léase Gálatas 2:11–21 y note que incluso Bernabé fue «arrastrado» por la hipocresía judía.
Esta puede haber sido otra razón por la cual Pablo escogió a Silas al empezar su segundo viaje misionero, porque Silas había sido un servidor fiel (véase 15:22, 32). Las diferencias entre los siervos de Dios no estorban su obra. «Hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo» (1 Cor. 12:5).


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