La Canción De
Dios:
(Efesios 2:1-10)
Salvos Por Gracia:
“Y él os dio
vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,…
en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la
corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,… entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro
tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de
los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás…
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran
amor con que nos amó,… aun estando nosotros
muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois
salvos)…”.
(Efesios
2:1-10)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Un organista de
la Iglesia practicaba una pieza de Mendelsohn y no estaba tocando muy bien.
Frustrado, tomó la partitura y se dispuso a marcharse, pero no había notado que
un extraño se había sentado en un banco.
Cuando se iba, el extraño se acercó y le
preguntó si podía tocar la pieza. El organista respondió enojado: “Nunca dejo
que nadie toque este órgano”. Finalmente, después de otras dos
peticiones amables, el músico gruñón accedió.
El extraño se sentó y llenó el santuario
de una música hermosa e impecable. Cuando terminó, el organista preguntó: “¿Quién es usted?”. El hombre contestó: “Soy Feliz Mendelsohn”. Aquel organista
casi impide que el propio creador de la pieza tocara su música.
Una Comunidad Salvada Por Gracia, Pablo
ahora dirige la atención a los creyentes gentiles que forman las iglesias a las
cuales escribe con la expresión en cuanto a vosotros (v.1a).
Con lo que ha dicho en la primera parte
de esta epístola como base y trasfondo, procede a describir el proceso divino
que los ha traído hasta este punto admirable. En la manera típica de Pablo, los
primeros siete versículos del texto en consideración constituyen una sola
oración larga y compleja en el original.
La RVR (1960) la divide en dos oraciones
y la RVA lo hace con cuatro oraciones para ayudar al lector a comprender el
verdadero significado. Hay dos
pensamientos clave:
· En los vv. 1 al 7: Estabais muertos (v. 1), y
· Dios...
nos dio vida (vv. 4, 5).
1. En
Los vv. 1 al 7: Estabais Muertos (v. 1)
Comienza señalando con una metáfora su
estado antes de creer en Cristo como estabais muertos en vuestros delitos y
pecados (v. 1b). Estas palabras
indican una condición anterior y continua. Describen su condición como muertos,
que aquí significa no la muerte física, sino la muerte espiritual en cuanto a
su capacidad de responder a Dios.
Quiere decir, estar separados o alienados de Dios. La muerte espiritual se refiere a un estado de
rebeldía en el cual el rebelde se ha separado de la única fuente de vida y está
bajo condenación:
· La causa de esta
muerte espiritual se describe como vuestros delitos y pecados. Delitos = (paráptoma G3900) significa
pasos equivocados o faltas cometidas como actos de la voluntad. Barclay dice: “El término
significa literalmente resbalón o caída. Se usa para describir al hombre que
pierde el camino o se extravía, o de aquel que no logra adquirir la verdad o se
aleja de ella”.
· La segunda
palabra que Pablo usa para definir la causa de la muerte espiritual es pecado =(amartía G266) que significa “errar o perder
el blanco” como en el tiro al blanco. Pecar significa no alcanzar la
meta deseada. Incluye los errores intelectuales y los fracasos morales. Las dos palabras son prácticamente
sinónimas y usadas juntamente enfatizan la condición triste y desesperante del
pecador:
Ø Los delitos y
pecados representan las malas obras del viejo hombre en que los lectores antes
se ocupaban. El autor usa dos expresiones para describir cómo se ocupaban de
ellas.
En los cuales anduvisteis en otro tiempo
(v. 2a) es la primera y se refiere a
la conducta moral habitual de ellos, o como diríamos hoy en día, su estilo de
vida. “Es un
hebraísmo originalmente relacionado con la figura de la vida como una senda en
que uno anda” (Vaughan). Incluye las actitudes, relaciones, acciones
y metas de uno.
Ø Este estilo de
vida rebelde era conforme a la corriente de este mundo y al príncipe de la
potestad del aire (v. 2b). Es decir,
la vida desobediente y pecaminosa de los gentiles seguía las normas pecaminosas
de su edad y las costumbres malas de este mundo.
Además, estaba bajo la influencia de
Satanás, el gobernador del reino del error. Según Bonnet y Schroeder, la
expresión “príncipe
de la potestad del aire” se encuentra sólo aquí y se usa para “designar el
imperio del demonio”. Esta expresión refleja el sentir de la época
de Pablo que creía que el aire estaba tan plagado de demonios malignos.
Ø Pablo describe a
éste mismo príncipe como el espíritu que ahora actúa en los hijos de
desobediencia (v. 2c). Es un
espíritu maligno que ejerce su influencia sobre los que viven en el pecado y se
caracterizan por una rebeldía contra Dios. Con esta expresión Pablo señala a
Satanás como el que reina sobre los demonios y otros agentes de la maldad. Aun
Jesús lo describe en Jn.16:11 como el príncipe de este mundo.
Este mismo espíritu es el que está
actuando en la vida de los hijos de desobediencia. De esta manera Pablo da a
entender que la influencia de Satanás se manifiesta en las actividades
pecaminosas y corruptas de la humanidad de hoy en día. Estos son los que no
reconocen a Dios ni lo obedecen.
El que influye en el mundo para que
reine la maldad, el crimen, las guerras, la corrupción moral, las enfermedades
sociales, la destrucción, la desintegración del hogar y todos los demás males
que pudiéramos mencionar es Satanás. Los sujetos de él son los ladrones, los
estafadores, los mentirosos, los homicidas, los inmorales, y así una lista sin
fin.
El cuadro pintado no es nada agradable,
pero no se detiene allí. Lo amplía a continuación (v. 3) para hacerlo
universal. En los vv. 1 y 2 habla de vosotros (los gentiles) pero en el v. 3 habla de nosotros (los judíos).
La expresión en otro tiempo todos nosotros vivimos entre
ellos... incluye a los judíos entre los muertos en... delitos y pecados y, más
específicamente, los hijos de desobediencia. La conducta de éstos antes de
conocer a Cristo no era nada bueno ni recomendable. El autor emplea dos expresiones para describir este estado
pecaminoso y perdido.
Ø La primera de estas es vivimos... en
las pasiones de nuestra carne (v. 3a). Las pasiones (epithumía G1939) son
los deseos malos o los impulsos naturales del hombre carnal. Otra palabra que
expresa la misma idea es concupiscencias.
Ø La segunda expresión caracteriza esta vida
como haciendo la voluntad de la carne y de la mente (v. 3b). Esta vida anterior
estaba sujeta a los impulsos y deseos naturales del cuerpo físico y gobernado
por los malos pensamientos. Fue una vida controlada en cuerpo y mente por los
impulsos bajos de la naturaleza. La vida habitual obedecía a los deseos de la
naturaleza pecaminosa y los pensamientos pecaminosos.
Ø La consecuencia de este estado moral
se describe con la expresión por naturaleza éramos hijos de ira (v. 3c). Según Vaughn “la ira de Dios representa la hostilidad divina a todo lo que es malo”.
Por naturaleza implica que esta sentencia divina se
debe más a lo que uno es y no solamente a lo que uno hace como pecador. Las
obras malas del pecado provienen de una condición natural del ser humano sin
Cristo. Los pecados no hacen al pecador; el pecador hace pecados, malas obras.
Con las palabras como los demás Pablo incluye a los judíos en esta acusación
como sujetos a las influencias malignas de Satanás y por consecuencia los
objetos de la ira de Dios.
2. Dios... Nos
Dio Vida (vv. 4, 5, 4-10):
Después de mencionar la situación triste
y trágica de la humanidad, el autor cambia el tono de la misiva y habla de lo
que Dios ha hecho a pesar del cuadro desolador del hombre.
Parece que Pablo vuelve en el v. 4 al pensamiento que quiso iniciar
al comienzo de este capítulo, una descripción de lo que Dios ha hecho para
nosotros (vv. 4-10). Menciona la
solución divina al dilema humano.
Comienza
con una descripción de la naturaleza de Dios: Pero
Dios, quien es rico en misericordia, a causa de su gran amor con que nos amó...
(v. 4). Así
Pablo introduce a Dios en el v. 4, quien es el sujeto del verbo principal dio
vida en el v. 5. Menciona dos
características de Dios, su misericordia y su amor.
En contraste con lo que ofrece el hombre
pecador, el autor presenta a Dios como rico en misericordia a causa de su gran
amor. Rico en misericordia sugiere la circunstancia o razón por la que Dios nos
dio vida.
El Diccionario General Ilustrado de la
Lengua Española VOX dice que misericordia es la “virtud que inclina el ánimo a compadecer
las miserias ajenas y a tratar de aliviarlas debidamente”.
Un
segundo sentido dado es: “Atributo divino en cuya
virtud Dios perdona y remedia los pecados de sus criaturas”.
Los
dos sentidos caben aquí. Dios se compadece de la situación miserable del
pecador y toma la iniciativa en perdonar los pecados causantes y los pecadores
resultantes.
Esta misericordia es grande, abundante y
generosa.
Esta
misericordia es el resultado de su gran amor con que nos amó. El amor es la
esencia del carácter divino y Pablo lo repite de dos maneras para énfasis: amor como sustantivo y amor en forma verbal:
· Este gran amor es el amor compasivo
que se da de sí mismo en Cristo (ver 1:5) con que él nos ha amado, en contraste con la ira de Dios
mencionada en el v. 3.
· Este amor es para las mismas personas
que éramos los objetos de esa ira divina. El nosotros del v. 3 se convierte en nos
en el v. 4 como el objeto del amor y la
misericordia de Dios.
Este amor no se ciega al pecado, sino
que responde a la altura que demanda la gravedad de la causa de la ira. ¡Qué glorioso
es ser amado con un amor tan compasivo que a pesar del estado anterior que
merecía la indignación de Dios nos dio otra oportunidad!
Este
es el sentido del conjunto de palabras que componen los vv. 4 y 5. El resultado de
esta misericordia y amor se da en el v.
5, donde también se menciona la condición del pecador, estando nosotros
muertos en delitos ante la operación de estas cualidades de Dios.
Esta condición o estado moral se
describe con la palabra muertos dando énfasis a la total incapacidad del hombre
y la separación de éste de Dios por causa de sus delitos.
A la vez, enfatiza el gran poder de Dios
que operó cuando nos dio vida juntamente con Cristo. Es el mismo poder de la
resurrección de Cristo que resulta en nuestra salvación. Pablo une nuestra
salvación con la resurrección de Jesús.
Motivado por la misericordia y el amor,
Dios obró nuestra salvación por medio de y junto con la resurrección de Jesús.
El mismo poder que operó para levantar a Jesús de la muerte ha operado en
nosotros para vivificarnos juntamente con él.
Las palabras nos dio vida juntamente con
Cristo interpretan una expresión griega compuesta por Pablo que significa “nos vivificó
juntamente con Cristo”.
Según Taylor este verbo compuesto fue
acuñado por Pablo para dar “más énfasis a que la salvación es el resultado de la
unión con Cristo. La resurrección de Cristo no es nada más la seguridad de la
regeneración espiritual; también es el medio de la regeneración”.
Esta fue la obra de Dios en el Espíritu Santo, la regeneración espiritual de
los pecadores muertos.
La muerte espiritual responde positivamente
al Espíritu de Dios quien obró en la resurrección de Cristo, dándonos vida
espiritual. Pablo inserta aquí una
exclamación: ¡Por gracia sois salvos!, anticipando
el pensamiento que trata más extensamente más adelante. Recalca que la
salvación viene de una fuente fuera del hombre y no corresponde a ningún mérito
ni valor que tuviese.
Tanto la resurrección de Jesús como la
regeneración de nuestras almas es obra de la gracia de Dios, la que se
manifiesta por medio de su misericordia y amor.
Uno de los temas favoritos del apóstol
Pablo es la gracia y no se cansa de mencionarla (ver 1:2, 7, 8). Todo lo que Dios hace y el creyente recibe es por
gracia.
Complementando
la idea de la vivificación, o sea la regeneración espiritual, Pablo continúa
diciendo: Y juntamente con Cristo Jesús, nos
resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales (v. 6).
Como
en el versículo anterior encontramos aquí dos verbos compuestos que lit. Quieren
decir:
Ø Nos resucitó con él, y
Ø nos sentó con él.
La
regeneración espiritual sigue con dos acciones divinas más: la resurrección espiritual y la unificación espiritual juntamente
con Cristo Jesús. Acto seguido de ser resucitado, Jesús salió de la
tumba. Así, al recibir nueva vida el creyente se levanta de su lecho entre los
muertos, sale de ellos y entra en una nueva relación y una nueva comunión con
Cristo Jesús.
Esta referencia nos recuerda lo que
Pablo escribe en 1:20, donde
menciona la resurrección poderosa y victoriosa de Jesús. Todo esto confirma la
obra completa de la salvación por fe en Jesucristo.
Tenemos
una salvación totalmente terminada y segura. Esto describe el nuevo estado en
el cual se halla el creyente en contraste con el estado pasado descrito en los vv. 1-3.
Clave en esta nueva relación y estado
del creyente es la expresión juntamente con Cristo Jesús. Para dar más énfasis
a esta relación La Biblia de las Américas interpreta estas acciones de la
siguiente manera: “Con él nos resucitó y con él nos sentó”.
Donde está Jesús, allí está el creyente
gozándose de la victoria y los beneficios logrados por él. En los lugares
celestiales sugiere que espiritualmente ya disfrutamos del cielo.
En un sentido podemos decir que el cielo
ha venido a nosotros en Cristo quien mora en nosotros. Y esto a pesar de las
limitaciones temporales y terrenales que aún experimentamos en este cuerpo
físico.
NOTA: V.6: Nos hizo sentar... con Cristo
Jesús: Tres «nos» que encontramos en los vv.
5 y 6 señalan nuestra unión con Cristo:
1) en su resurrección;
2) en su ascensión;
y
3) en su papel actual a la diestra de Dios.
Desde este lugar de compañerismo, él nos
concede que participemos en las obras del poder de su reino (Col.1:13).
Las palabras que siguen (v. 7) son una explicación de la razón
divina y del propósito eterno de Dios en la obra salvadora que hizo en Cristo
Jesús.
Resume lo que Pablo ha descrito tan
elocuentemente en la primera división de esta carta (1:3-14). Para mostrar señala propósito y podría ser interpretado
como “con el
fin de demostrar” o “como evidencia de”. Se refiere a las tres
acciones mencionadas en vv. 5 y 6, las cuales darán evidencia de o
demostrarán en las edades venideras las superabundantes riquezas de su gracia,
por su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús (v. 7).
En las edades venideras, lit. Por los
siglos, habla del futuro y podría entenderse con “por todo el tiempo venidero”.
Lo que Dios ha hecho (vv. 4-6), lo
ha hecho para poder continuar demostrando su gracia abundante a través de las
edades venideras.
Vaughan sugiere que “los creyentes son trofeos de la gracia de
Dios, y su designio es exhibir en ellos la incomparable riqueza de esa gracia”.
Esta frase contiene un mensaje misionero y señala el propósito misionero que
Dios tiene para su iglesia.
No pudiendo contenerse, Pablo prorrumpe
en palabras superlativas para describir las superabundantes riquezas de su
gracia. Superabundante (uperbállo G5235) significa una abundancia
que sobrepasa, y usado con riquezas implica una riqueza que no tiene medida ni
límites.
Pablo ya había mencionado las riquezas
de Dios respecto a su gracia en 1:7,
la gloria de su herencia en 1:18 y
de su misericordia en 2:4. Esta
gracia tan abundante es una manifestación de su bondad hacia nosotros en Cristo
Jesús. Podríamos entender la bondad de Dios como su benevolencia o su buena
voluntad para con nosotros en Cristo Jesús.
La
voluntad de Dios siempre ha sido hacernos el bien. Esto lo ha hecho
en Jesús. Cada nuevo creyente es un trofeo glorioso que exhibe esta bondad
divina que nos vivifica (da vida), nos resucita y nos sienta en
victoria y gloria juntamente con Cristo. El avance misionero del evangelio
aumenta la perspectiva de esta exposición maravillosa.
Uno
de los pasajes bíblicos más queridos y que a la vez sirve como base para la
evangelización es el que sigue: Porque por gracia
sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No
es por obras, para que nadie se gloríe (vv. 8, 9). Con estas
palabras Pablo resume todo lo que ha dicho hasta este punto, señalando que la
salvación es la obra soberana de Dios y sólo depende de la fe del pecador para
hacerla suya. No depende de nada más que el ser humano pueda hacer.
Moule llama a este pasaje “esa gran
formula de bendición”. La gracia es la provisión que Dios ha hecho
para la salvación del pecador, pues la situación de éste es tan grave.
La fe, y nada sino la fe, es lo que corresponde al
pecador como respuesta a la gracia de Dios, pues es la única condición que
Dios acepta. La gracia
es la fuente divina de la Salvación y la fe es el medio por el cual se
efectúa.
Cuatro
Palabras Se Destacan En El v. 8:
· Gracia,
· Salvos[1],
· Fe, y
· Don*[2].
Etimología:
Ø Por gracia (cáris G5485) entendemos
la merced, el favor y bondad amorosa de Dios;
Ø mientras fe (pístis G4102) es
aquella confianza que cree en esta gracia.
Ø G1435 δῶρον = dóron: presente;
específicamente sacrificio:- don, ofrenda, presente, regalo. (Strong).
La Salvación es el resultado de estas
dos, Gracia
y Fe,
y viene como un don gratuito de parte de Dios y no por ningún mérito o esfuerzo
del pecador.
Las palabras traducidas sois salvos
también pueden ser traducidas habéis sido Salvados, porque la estructura verbal
en el griego da a entender un hecho consumado pero en que el beneficiario
continúa y continuará gozando de sus beneficios.
Esto no de vosotros a primera vista
sugiere la fe, como parece lógico y correcto pensar que aun la fe proviene de
Dios. La mayoría de los comentarios concluyen sugiriendo que “esto” se
refiere a toda la obra salvadora, “salvos por gracia por medio de la fe”, como
don de Dios. Pablo añade no es por obras, para que nadie se gloríe.
La obra salvadora de Dios, dada la
condición desesperada del pecador, no deja lugar para la jactancia ni el
orgullo. Enfáticamente el Apóstol ha repetido y esto no de vosotros y no es por
obras para demostrar que la salvación no viene como resultado de los esfuerzos
ni méritos humanos. Sólo hay que:
· creer,
· tener fe,
· confiar en Dios.
Filosofía
Bíblica De La Historia:
En Efesios, Pablo entrega el corazón de la filosofía bíblica de la
historia, enraizada en el AT., y sistematizada en Jesucristo:
· El mundo helenístico de la época de
Pablo pensaba en la historia de modo fatalista. Todo ocurría como moviéndose en
un sentido circular; todo era recurrente; no ocurría nada nuevo debajo del sol.
La calidad moral y el destino al nacer, son como una pieza con candado cuya
llave no está en el mundo del hombre. Ni la persona ni el destino de ella
admite cambios.
· Había sí religiones de "esperanza"
(las llamadas "religiones de misterio"),
pero una esperanza apenas rasguñada por una élite de iniciados. El optimismo de la época paulina lo brindaba el mundo romano con
su éxito político y técnico. Y además con la filosofía estoica.
· Pero tal optimismo incubaba el fatalismo por medio del despotismo de los
señores del poder público, la desigualdad social, la deslealtad creciente al
genio y culto romanos, y por la franca debilidad de la mayoría de los
ciudadanos para "hacer" los ideales morales dictados por la conciencia
natural y enseñados por los grandes maestros de la época (ver Rom.
1:18-2:15).
Cualquier obra, mérito, esfuerzo humano,
o aun cualquier jactancia anula la gracia y niega la fe; deja la obra salvadora
completa y adecuada de Dios en Cristo expuesta a dudas y abusos; da lugar a
muchas doctrinas y prácticas equivocadas que sugieren que el hombre tiene que
hacer su parte.
Tenemos el caso clásico de los gálatas
que cayeron víctimas de los judaizantes que insistían que era necesario
circuncidarse para ser salvo, además de creer. Este peligro se extiende en
nuestro tiempo hasta aquellos que insisten en que hay que tener otra
experiencia posterior a convertirse a Cristo, como “una
segunda obra de gracia” para ser verdaderamente salvo.
Insisten en que hay que tener tal o cual
experiencia (hablar en lenguas, p. ej.) para
dar evidencia de haber recibido al Espíritu Santo. Los que insisten en esto se
escudan detrás de una interpretación equivocada de la obra del Espíritu Santo
en la salvación.
El gloriarse de lo que uno hace o podría
hacer para salvarse disminuye la importancia de la gracia de Dios, rebaja el
sacrificio de Cristo y pone al hombre en un plano similar al de Satanás quien
quiso imponerse en el lugar de Cristo y abolir la obra de Dios.
El autor inspirado concluye explicando
el propósito de todo esto en el v. 10.
Este versículo “es
para corroborar la gran verdad de los vv. 8 y 9, y para dar
razón de ella” (Vaughan). No es por obras que uno se salva, sino
para hacer buenas obras que uno es salvo.
En
primer lugar, señala que somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús. Hechura (póiema G4161) significa “cosa que es hecha”
o sea obra de las manos, en este caso de Dios. Como tal, hemos sido creados en
Cristo Jesús o sea hechos en él. El alma salva es de creación divina.
Pablo
describe esta idea en otra epístola más ampliamente cuando dice: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Cor.5:17). El
propósito divino es hacer del hombre pecador una nueva criatura completamente
de su agrado y que hace las obras que a él le agradan.
Que Dios nos ha hecho lo que somos
depende de una nueva relación en Cristo con un propósito más elevado. Este
propósito se define como las buenas obras que Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas en lugar de las malas obras de Satanás mencionadas en los vv. 1-3:
· El hombre viejo bajo la influencia de Satanás y sujeto al estilo de
vida de esta edad no podría hacer las buenas obras que agradarán a Dios.
· Nada menos que una nueva
creación hecha al estilo de Jesús podría satisfacer
este propósito eterno y lograr la voluntad de Dios.
Dios ha hecho (preparó de antemano) las
provisiones necesarias para un nuevo estilo de vida (para
que anduviésemos en ellas).
La palabra “andar” en el v. 10 es la misma que se usa en el v. 2 al referirse al andar en los delitos y pecados en otro tiempo,
antes de creer en Cristo. Las buenas obras “no son meros accesorios de la vida cristiana, sino parte del
plan eterno de Dios para su pueblo” (Vaughan):
Ø Como las obras malas
formaron parte de la vida anterior del pecador, las buenas obras forman parte
íntegra de la vida nueva del creyente.
Ø Como antes anduvo el pecador conforme a la corriente de este
mundo ahora el creyente anda en una nueva manera de vida.
Así termina Pablo el ciclo de la transformación
de la muerte a la vida, de las obras malas a las obras buenas:
· Vemos el cuadro completo de lo que era
uno antes de Cristo, lo que hizo Dios en él, el resultado de esto en aquel que
cree, y el porqué de todo esto.
· De esta manera Pablo acaba de
describir la obra de Dios al convertir a una humanidad pecadora en una nueva
comunidad Salvada por su Gracia.
NOTA:
V.10:
Creados... para que anduviésemos en ellas: Lo maravilloso
de la obra de nueva creación de Dios en cada creyente es que él renueva la
naturaleza de sus hijos redimidos para realizar buenas obras.
Hechura, poiema Strong
G4161: Del verbo poleo, «hacer».
(Compare «poema» y «poesía»).
La
palabra designa un producto manufacturado, un diseño producido por un artesano.
Poiema hace énfasis en Dios como
Diseñador Maestro, en el universo como su creación (Rom.1:20), y en el creyente
redimido, como su nueva creación (Ef.2:10).
Concluyó:
A veces, nosotros también tratamos de
tocar los acordes de nuestra vida e impedimos que nuestro Creador ejecute una
música hermosa. Como el obstinado organista, nos rehusamos a quitar las manos del teclado.
Como pueblo de Dios, somos “… creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas”. (Ef. 2:10).
No obstante nuestra vida no producirá
una música hermosa a menos que lo dejemos obrar a través de nosotros. Dios
tiene una sinfonía escrita para cada persona. Dejemos que haga su Voluntad en
nosotros.
“LA
CAPACIDAD DE DIOS NO ESTÁ LIMITADA POR NUESTRA INCAPACIDAD”
__________
Nota y Bibliografía:
[1] sozo = (σώζω, G4982),
salvar.
Se utiliza, como con el nombre soteria = salvación:
(a)
de liberación material y temporal de peligros, sufrimientos, etc. (p.ej., Mateo
8:25; Marcos 13:20; Lucas 23:35; Juan 12:27; 1 Tim.2:15; 2 Tim.4:18:
«preservará»; Jud.1:5); de enfermedad (Mateo 9:22; Marcos 5:34; Lucas 8:48;
Stg.5:15);
(b)
de la salvación espiritual y eterna concedida en el acto por Dios a aquellos
que creen en el Señor Jesucristo (p.ej., Hech.2:47, vm: «los salvados»; Besson
añade la siguiente nota en el margen: «No «los que habían de ser salvos»»;
rvr77 traduce fielmente: «los que iban siendo salvos», corrigiendo así las dos revisiones
anteriores, rv y rvr; Hech.16:31; Rom.8:24: «fuimos salvos»; Ef.2:5; 2:8; 1
Tim.2:4; 2 Tim.1:9; Tito 3:5);
(c)
de la agencia humana en ello (Rom.11:14; 1 Cor.7:16; 9:22);
(d) de
las presentes experiencias del poder de Dios para liberar de la servidumbre del
pecado (p.ej., Mateo 1:21; Rom.5:10; 1 Cor.15:2; Heb.7:25; Stg.1:21);
(e) la
liberación de los creyentes a la Segunda Venida de Cristo (p.ej., Rom.11:26);
(f)
inclusivamente denotando todas las bendiciones otorgadas por Dios a los hombres
en Cristo (p.ej., Lucas 19:10; Juan 10:9; 1 Cor.10:33; 1 Tim.1:15);
(g)
de aquellos que persisten hasta el final del tiempo de la gran tribulación
(Mateo 10:22; Mr.13:13);
(h)
del creyente individual que, aunque perdiendo su recompensa ante el tribunal de
Cristo en el siglo venidero, no perderá su salvación (1 Cor.3:15; 5:5);
(i) de
la liberación de las naciones en el milenio (Ap.21:24, en tr). (VINE).
[2] doron = (δω̂ρον, G1435),
relacionado con didomi, dar. Se usa:
(a) de
los dones presentados como expresión de honor (Mateo 2:11: «presentes»);
(b)
de dones o donativos para el sostenimiento del templo y las necesidades de los
pobres (Mateo 15:5; Marcos 7:11: «ofrenda»; Lucas 21:1; 21:4: «ofrendas»);
(c)
de las ofrendas ofrecidas a Dios (Mateo 5:23-24; 8:4; 23:18-19; Heb.5:1; 8:3-4;
9:9; 11:4);
(d)
de la salvación por la gracia, como el don de Dios, y traducida «don»
(Ef.2:8);
(e) de
presentes para la mutua celebración de una ocasión (Ap.11:10). Véanse OFRENDA,
PRESENTE, REGALO. (VINE).
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- El Pan Diario. 2018.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
29//06//2018.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario