LA OBRA EN TESALÓNICA, BEREA Y ATENAS:
HECHOS 17:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Al
continuar viajando con Pablo en su segundo viaje misionero le vemos en tres
diferentes ciudades y vemos tres reacciones diferentes al evangelio.
I.
Tesalónica: Se Oponen a La Palabra (Hechos 17:1–9):
Tesalónica
era una ciudad de mucho movimiento, situada en la carretera principal a Roma.
Había muchos judíos en la ciudad, de modo que Pablo empezó (según su costumbre) en la sinagoga,
discutiendo con ellos tres semanas. Les abrió las Escrituras, lo cual es el
deber de todo el que predica o enseña la Palabra. (Véase Lc. 24:32):
· Algunos judíos creyeron;
· una multitud de griegos (judíos prosélitos) creyeron; y
· muchas de las mujeres líderes.
· Pero, como siempre es el caso, Satanás
se opuso mediante los incrédulos.
Los
judíos usaron «la
chusma» del mercado para oponerse a Pablo. Los apóstoles se habían
alojado con un tal Jasón, de modo que fue en casa de este que la chusma
concentró sus ataques. Si es el mismo Jasón que se menciona en Romanos 16:21,
era pariente de Pablo, lo cual explicaría su hospitalidad y la razón para el
ataque.
Nótese: que la falsa acusación
de la multitud es paralela a la que se hizo contra Cristo en Lucas 23:2.
Si usted lee 1 y 2 Tesalonicenses (Pablo las escribió desde Corinto poco tiempo después)
verá cuánta doctrina le dio Pablo a esa gente en pocas
semanas. Les habló del reino venidero de Cristo, el levantamiento del hombre de
pecado y muchas otras cuestiones importantes.
Nunca
debemos pensar que los nuevos creyentes son muy inmaduros como para recibir
todo el consejo de Dios. El ministerio de Pablo debe haber sido muy eficaz, porque
el enemigo ¡le
acusó de haber trastornado al mundo!
II.
Berea: Reciben
La Palabra (Hechos 17:10–14):
Esa
noche Pablo, Silas y Timoteo (v. 14)
salieron para Berea, a sesenta kilómetros de distancia. Dejaban atrás una
iglesia local que continuó testificando de Cristo.
Es más,
Pablo les felicitó por esparcir tan eficazmente el evangelio (1 Ts. 1:6–10). Este es el
verdadero modelo del NT.: hacer convertidos, enseñarles (1 Ts. 2) y desafiarles a que
ganen a otros.
Berea
estaba junto a un camino secundario, pero fue el lugar a donde Dios quiso que
los misioneros fueran. ¡Qué refrescante debe haber sido encontrar judíos como los
de Berea! Dios sabía que Pablo y sus compañeros necesitaban estímulo
y refrigerio, y ellos lo encontraron en Berea. Hoy debemos seguir el ejemplo de los bereanos:
(1) recibieron
la Palabra;
(2) fueron
solícitos, preparados para la Palabra;
(3) escudriñaron las Escrituras y
sometieron a prueba lo que el predicador decía;
(4) estudiaron diariamente
la Palabra.
Nótese: el «así que» del versículo
12.
Cuando
la gente tiene la actitud de que se habla en el versículo 11, no puede hacer
otra cosa sino creer en la Palabra. Esta es la actitud que siempre debemos
tener.
Mientras
que los cristianos tesalonicenses estaban ocupados esparciendo el evangelio,
Satanás lo estaba provocando problemas; y envió unos cuantos de sus propios «misioneros»
a Berea. ¡Cómo
detesta Satanás la simple predicación de la Palabra! Pablo salió
hacia Atenas, dejando a Silas y a Timoteo para que fortalecieran a los
hermanos.
Los dos
hombres no fueron a Atenas para ministrar con él, según estaba planeado, sino
que se le unieron más tarde en Corinto (18:5).
La
salida de Pablo en esta ocasión no fue por cobardía. Silas y Timoteo podían enseñar
en la iglesia mientras que Pablo llevaba el mensaje a otras partes.
III.
Atenas: Se
Mofan De La Palabra (Hechos 17:15–34):
Pablo
llegó a Atenas como un turista ¡y se convirtió en un ganador de almas!
Ø Esta famosa ciudad era un
centro de la religión y la cultura, pero todo lo que Pablo pudo ver fue pecado
y superstición;
Ø un escritor antiguo dijo que
era más fácil encontrar un dios en Atenas que a un hombre.
Ø Pablo discutía con los
judíos en la sinagoga, pero tuvo muy poco o ningún éxito.
Entonces,
siguió el modelo de los maestros griegos y llevó su mensaje a la plaza pública (ágora)
donde los hombres se reunían para discutir filosofía o transar negocios.
Dos filosofías principales controlaban
la Atenas de ese tiempo. Los estoicos eran materialistas y casi
fatalistas en su pensar. Su sistema se cimentaba en el orgullo y la
independencia personal. La naturaleza era su dios y creían que toda la
naturaleza avanzaba gradualmente hacia un gran clímax.
Pudiéramos decir que eran panteístas. Los
epicúreos deseaban placer y su filosofía se basaba en la experiencia, no en la
razón.
Eran casi ateos. Aquí tenemos
dos extremos en filosofía y Pablo los enfrentó a ambos con el evangelio de
Cristo. Los atenienses se burlaron de él, dijeron que era un «palabrero».
Pensaron que estaba predicando dos nuevos dioses cuando habló de «Jesús y de la
resurrección». («Resurrección» en griego es anastasia, y tal vez ellos tomaron esto como
si fuera un nombre propio).
Los
griegos le llevaron al Areópago, su corte oficial, también llamada la Colina de
Marte. Allí Pablo predicó un gran sermón.
Empezó Diplomáticamente Diciendo:
· «En todo
observo que sois muy religiosos».
· Llamó su atención a un
altar dedicado «AL DIOS NO CONOCIDO», y usó este objeto para predicarle al Dios
verdadero, acerca del cual ignoraban.
“porque
pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba
esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO.
Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a
quien yo os anuncio”. (Hechos 17:23)
Ayuda Hermenéutica:
G2316 θεός = dseós: de afinidad incierta; deidad, específicamente (con G3588)
la Divinidad suprema; figurativamente magistrado; de hebreo muy:- Señor, Dios.
G57 ἄγνωστος = ágnostos:
de G1 (como partícula negativa) y G1110;
desconocido:- no
conocido. (Strong).
NOTA: El discurso se abrió con un elogio a los atenienses.
Pablo comenzó su presentación observando que la gente era muy religiosa; por
tanto, era comprensible que estuvieran interesados en sus enseñanzas extrañas.
Mientras paseaba por la ciudad y visitaba los monumentos de Atenas se encontró
con un altar cuya inscripción lo dejó profundamente impresionado y le pareció
muy rica en simbolismo para mostrar lo que eran las ideas religiosas de la
ciudad: AL DIOS NO CONOCIDO (v. 23). Esa misma inscripción le sirve también para entrar
suavemente en la materia. El Dios desconocido que ya tenía un lugar en el
panteón de Atenas, se haría conocer a través de las enseñanzas de Pablo:
A aquel, pues, que vosotros honráis sin conocerle, a
éste yo os anuncio (v. 23).
Presentó En Su Sermón Cuatro Grandes Verdades Respecto a Dios:
A. Él Es El
Creador (vv. 24–25).
Los
griegos creían diferentes teorías acerca de la creación e incluso se inclinaban
a cierta forma de evolución. Pablo afirmó sin rodeos que Dios creó todo y no
vivía en templos hechos por hombres. Dios da la vida a todo; en realidad el
hombre no puede darle nada a Él.
B. Él Es El
Gobernante (vv. 26–29).
Fija los límites de las naciones. Por
medio de su gobierno sobre las naciones procura que los hombres le busquen y le
hallen. Pablo incluso citó a un escritor griego (v. 28) para mostrar que Dios es el que sustenta la vida.
Esto no
quiere decir que el poeta griego haya sido inspirado, sino más bien que su
afirmación concuerda con la verdad divina. De nuevo Pablo con diplomacia
destaca que sus templos e imágenes eran insensatez e ignorancia. ¡Necesitamos
este recordatorio hoy!
C. Él Es El
Salvador (v. 30).
Pablo
barre con la cultura griega llamándola «los tiempos de esta ignorancia». Los griegos
no pudieron hallar a Dios a pesar de toda su sabiduría y cultura (véase 1 Cor.
1:18ss).
· Dios ha ordenado a los hombres
en todas partes que se arrepientan;
y
· si se arrepienten y creen, Él los perdonará.
D. Él Es El Juez (v. 31).
Dios ha determinado un día de juicio y
el Juez será su Hijo, Jesucristo. Dios lo demostró al levantarle
de entre los muertos. Si confiamos en Cristo hoy, Él nos salvará; si le
rechazamos, mañana Él nos juzgará.
Las reacciones de los oyentes fueron
mixtas:
Ø Algunos se burlaron (esta es con frecuencia la actitud de
la cultura y filosofía paganas);
Ø otros dejaron el asunto
para más tarde;
Ø ¡pero algunos creyeron!
Este
capítulo presenta tres actitudes diferentes hacia el evangelio, y encontramos estas
actitudes en el mundo hoy:
· Algunas personas se oponen
abiertamente a la Palabra;
· otros se mofan, burlan o
posponen la toma de alguna decisión;
y
· algunos reciben la Palabra
y creen.
Pablo persiste
en seguir como siervo fiel y también debemos hacerlo nosotros «porque a su tiempo
segaremos, si no desmayamos» (Gál. 6:9).
Clases Para Los Días Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia:
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