lunes, 23 de julio de 2018

LAS IGLESIAS VISITADAS POR SEGUNDA VEZ: HECHOS 16:


LAS IGLESIAS VISITADAS POR SEGUNDA VEZ:
HECHOS 16:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

I.       Nuevos Ayudantes (Hechos 16:1–5):
Usted debe leer 15:36–41 para ver cómo Bernabé y Pablo dieron por terminada su sociedad misionera y seleccionaron nuevos acompañantes. Según Pablo, Juan Marcos había fallado; pero Bernabé, siendo pariente de Marcos, estaba dispuesto a darle al joven otra oportunidad.
Lamentamos las diferencias entre creyentes, pero estamos agradecidos de que Dios puede anular aun los errores de los hombres para la gloria de Él. Silas había sido un hombre clave en la asamblea de Jerusalén (15:22) y era un profeta (15:32). Había participado con Pablo en el ministerio en Antioquía, de modo que no era extraño el uno para el otro.
Timoteo, que tomó el lugar de Juan Marcos, era un joven que recibió la salvación cuando Pablo visitó a Listra en su primer viaje misionero (14:6–22). Timoteo presenció los sufrimientos de Pablo en Listra (2 Tim. 3:10, 11) y demostró ser digno del servicio cristiano. Pablo quería mucho a Timoteo; Pablo le llamó «mi hijo en la fe» (1 Tim.1:2). Si los cristianos de más edad y maduros no «adoptan» a los jóvenes creyentes, ¿quién ocupará las filas cuando Dios llame al cielo a los «veteranos»? Véase en 2 Timoteo 2:1–2 las instrucciones de Pablo sobre este asunto. A Timoteo lo criaron una madre y abuela piadosas (2 Tim. 1:5; 3:15). Los profetas de la Iglesia, con visión espiritual, predecían grandes cosas para este joven (1 Tim. 1:18; 4:14).
Filipenses 2:19–23 indica con cuánta fidelidad sirvió Timoteo a Pablo en Filipos. La circuncisión de Timoteo no tenía nada que ver con su salvación (Gál. 2:1–4). Este no fue un acto de desobediencia al concilio (Hch. 15:1ss).
Se hizo, más bien, para eliminar un tropezadero entre los judíos a los que Pablo y Timoteo ministrarían (1 Cor. 9:20):
·      Siendo hijo de padre gentil y madre judía, Timoteo no tenía que circuncidarse;
·      pero como hijo de Dios no quería hacer nada que sirviera de tropiezo a los judíos.

II.      Nuevas Oportunidades (Hechos 16:6–12):
Vea en su mapa los lugares mencionados en los versículos 6–8. Pablo y su grupo ministraron la Palabra en esas ciudades, pero el Espíritu no les permitió que fueran hacia el este, a Bitinia:
Ø «Asia», en el versículo 6, no significa el continente que nosotros conocemos hoy;
Ø más bien era el área que hoy llamamos Asia Menor.
Sin embargo, si Pablo hubiera ido hacia el oriente, a Bitinia, y continuado en esa dirección, esa zona hubiera recibido el evangelio antes que Europa. Nótese: que Pablo ministró en esas áreas (1 P. 1:1).
Pablo era sensible a la dirección del Espíritu. Hechos es verdaderamente los «Hechos del Espíritu Santo», puesto que Él estaba obrando en la vida de los apóstoles. Dios le dio a Pablo una visión en la cual le instruyó a cruzar el mar Egeo e ir a Macedonia.
Algunos piensan que Lucas (el autor de Hechos) fue el hombre que vio en la visión, debido a que en el versículo 10 dice «procuramos» en lugar de referirse a «ellos». En cualquier caso, el doctor Lucas se les unió en Troas. Véase también 20:6, 7.

III.    Nuevos Cristianos (Hechos 16:13–40):
Filipos era una colonia romana, nombrada así en honor a Felipe de Macedonia, quien conquistó esa área en el siglo cuatro a.C. Las colonias romanas eran en realidad «Romas en pequeño», ciudades que seguían las leyes y costumbres romanas; y la indicación es que no había muchos judíos en el área, porque no tenían sinagoga.
En su ministerio aquí en Filipos Pablo encontró tres clases diferentes de pecadores y los vio ganados para Cristo:

A.     Una Mujer Religiosa Con Corazón Abierto (vv. 13–15).
Pablo inició su ministerio en Europa ¡asistiendo a una reunión de oración de mujeres! Lidia era una comerciante acomodada que se había convertido de la idolatría pagana y adoraba al Dios de Israel. Dios no sólo abrió las puertas para que Pablo viniera a Europa, sino que también abrió el corazón de Lidia y ella fue salvada. Lidia contó el mensaje a los demás de su familia y ellos también fueron salvados.
El hecho de que Pablo hizo bautizar a estos nuevos convertidos gentiles es evidencia de que estaba cumpliendo la comisión de Mateo 28:19, 20. El término «familia» (v. 15) implica que los familiares (y los esclavos), quienes comprendieron la Palabra, creyeron, se salvaron y después se bautizaron. No hay evidencia de que se bautizaran niños, ni aquí ni en ningún otro lugar de Hechos.

B.     Una Muchacha Esclava Con Corazón Poseído (vv. 16–18).
Pablo y sus compañeros se quedaron en la casa de Lidia y fueron a las reuniones de oración con ella. Satanás siempre está disponible para oponerse a la obra del Señor y en este casó usó una muchacha esclava.

Nótese: que sus palabras parecían amigables para los apóstoles, como si promoviera la obra del Señor. Satanás vino como ángel de luz, usando elogios (2 Cor. 11:13–15); pero Cristo nunca necesita su ayuda para promover el evangelio. Este testimonio era un obstáculo, no una ayuda; y Pablo lo detuvo. En la próxima sección vemos cómo Satanás la serpiente se convierte en Satanás el león, echando a los apóstoles en la cárcel.

C.     Un Hombre De Duro Corazón (vv. 19–40).
No hace falta mucha imaginación para ver que este carcelero romano era un oficial típico encallecido, que no tenía ninguna simpatía por el hombre ni interés en Cristo. Aun cuando a Pablo y Silas los humillaron y azotaron, el carcelero aumentó sus sufrimientos al echarlos en el calabozo de más adentro y al ponerles sus pies en el cepo. Luego se fue a atender sus asuntos y finalmente se retiró a dormir por la noche.
Pero «de noche su cántico estará conmigo» (Salm. 42:8; comp. 77:6) y Pablo y Silas ¡alababan a Dios en lugar de quejarse! ¡Qué testimonio fue esa reunión! A medianoche Dios obró y sacudió la cárcel de modo que todos los prisioneros quedaron libres:
·      Si un carcelero romano perdía un prisionero significaba que le quitaban su vida;
·      de modo que no sorprende que el carcelero, al despertarse, trató de suicidarse.
·      Este es Satanás el homicida obrando de nuevo;
·    porque si Pablo no hubiera clamado y detenido al carcelero, este hubiera muerto y se hubiera ido al infierno.
·      Pero según ocurrió, el amor de Pablo y la gracia de Dios tocaron el corazón del hombre y él se convirtió.

Es en este pasaje que se refuta la llamada «salvación de familia». Los hijos no pueden salvarse simplemente porque sus padres lo son, ni tampoco se debe bautizar niños que no han creído en Cristo:
Ø La promesa de salvación fue para toda la casa (familia) del carcelero (v. 31);
Ø toda la familia oyó la predicación (v. 32); y
Ø toda la familia se bautizó (v. 33);
Ø pero ¡debido a que toda la familia creyó! (v. 34).
Por más que echemos a volar la imaginación no se puede concebir que los infantes comprendieran la Palabra y creyeron.
El carcelero demostró que se había convertido verdaderamente al lavarles las heridas a los discípulos y darles de comer en su casa. Cuando un hombre le abre el corazón a Cristo, se abre también su hogar.

Algunos cristianos se quedan perplejos por las acciones de Pablo en los versículos 35–40. ¿Por qué humilló a los funcionarios romanos al exigir que arreglaran abiertamente el caso? Pablo simplemente estaba haciendo uso de su ciudadanía romana y de sus derechos legales para dar el respeto apropiado al evangelio y a la nueva iglesia que se acababa de establecer:
·  Si Pablo hubiera dejado en silencio la ciudad, sus habitantes hubieran pensado que había sido culpable; y
·      esto hubiera estorbado el trabajo de la iglesia.
No; no es incorrecto que los cristianos usen sus derechos legales, en tanto y en cuanto promueve la causa de Cristo. Esta disculpa oficial y solución abierta del caso (porque a Pablo se le había despojado de sus derechos legales) le dio dignidad al evangelio y a la iglesia. La iglesia de Filipos siempre fue una favorita de Pablo, como se puede ver al leer su carta a los Filipenses.
El núcleo de esa iglesia estaba constituido por una mujer acomodada, una muchacha esclava y un carcelero romano. Pero tal es la gracia de Dios: Cristo toma lo débil del mundo y confunde a lo fuerte.

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