1 Tesalonicenses:
Bosquejo sugerido de 1 Tesalonicenses:
I. Personal:
«Damos gracias [...] haciendo
memoria» (1–3)
A. Cómo nació la iglesia (1)
1. Un
grupo elegido (1:1–5)
2. Un
grupo ejemplar (1:6–7)
3. Un grupo
entusiasta (1:8)
4. Un
grupo expectante (1:9, 10)
B. Cómo se nutrió la iglesia (2)
1. Un
mayordomo fiel (2:1–6)
2. Una
madre gentil (2:7, 8)
3. Un
padre preocupado (2:9–16)
4. Un
hermano cariñoso (2:14–20)
C. Cómo se estableció la iglesia
(3)
1. Mediante
la Palabra (3:1–5)
2. Mediante la oración (3.6–13)
II. Práctica: «Os
rogamos» (4–5)
A.
Andar en santidad (4:1–8)
B.
Andar en amor (4:9, 10)
C.
Andar en honradez (4:11, 12)
D.
Andar en esperanza (4:13–18)
E.
Andar en luz (5:1–11)
F.
Andar en gratitud (5:12, 13)
G. Andar en obediencia (5:14–28)
Cada capítulo de esta epístola termina con una referencia a la Segunda Venida de Cristo. Pablo la relaciona a: la salvación (1:9, 10); al servicio (2:19, 20); a la estabilidad (3:13); a la tristeza (4:18); y a la santificación (5:23).
Notas: preliminares a las epístolas a los Tesalonicenses.
I. La Ciudad:
Usted puede ubicar en su mapa la moderna ciudad de Salónica y, al hacerlo, habrá hallado el sitio de la antigua ciudad de Tesalónica. Originalmente se la llamaba Terma, debido a las fuentes termales del área, pero alrededor de trescientos años antes de Cristo, Casandro, rey de Macedonia, le cambió el nombre en honor a la hermana de Alejandro el Grande. Era una ciudad libre, con su propio gobierno y también la capital de Macedonia. Tesalónica se erguía en la importante Vía Ignacia, la más importante carretera romana.
II. La Iglesia:
El
registro se halla en Hechos 17:1–15. Pablo, Silas y Timoteo salieron de Filipos
y viajaron cincuenta kilómetros hacia Anfípolis, luego cuarenta kilómetros más hasta
Apolonia. Es interesante notar que no se realizó ningún ministerio en ninguna
de esas ciudades. Su siguiente etapa los llevó alrededor de sesenta y cinco
kilómetros más allá, hasta Tesalónica, donde Pablo ministró en la sinagoga
alrededor de tres semanas y vio muchas personas convertidas.
En
la ciudad había un grupo grande de prosélitos gentiles («griegos piadosos», Hch. 17:4) en
la sinagoga y respondieron entusiastamente junto con algunos de los judíos.
Esta clase de éxito enardeció a los judíos ortodoxos y fraguaron un motín para
abochornar a los cristianos y obstaculizar el ministerio de Pablo. Los
creyentes estimaron que era mejor que Pablo y su grupo se fueran, lo cual
hicieron, yendo primero a Berea. Pablo dejó a sus compañeros en Berea y siguió solo
hasta Atenas.
Cuando Timoteo se le unió allí, el apóstol le envió de regreso a Tesalónica para animar a la nueva iglesia (1 Ts. 3:1–3). Finalmente, todos se reunieron en Corinto (Hch. 18:5). Timoteo informó respecto al estado de la pequeña iglesia de Tesalónica. Fue desde Corinto, alrededor del año 50 d.C., que Pablo escribió 1 Tesalonicenses. Segunda de Tesalonicenses la escribió pocos meses más tarde.
III. La Correspondencia:
La
primera carta tenía varios propósitos:
(1) Animar y confirmar en las cosas de Cristo a
los nuevos creyentes;
(2) Responder a las falsas acusaciones hechas contra
Pablo y su ministerio, 2:1–12;
(3) Explicar que el cristiano muerto participará
de la Segunda Venida de Cristo;
(4) Advertir a los cristianos en contra de la
inmoralidad pagana, 4:4ss;
(5) Recordar a los miembros de la iglesia que
honren y sigan a sus líderes espirituales, 5:12, 13; y
(6) Advertir a los creyentes que habían dejado sus trabajos y estaban ociosos debido a que pensaban que Cristo volvería pronto, 2:9.
Segunda
de Tesalonicenses se escribió pocos meses más tarde. Las persecuciones en
contra de la iglesia empeoraban (2 Ts. 1:4–5) y la gente necesitaba estímulo.
Los «ociosos»
en la iglesia no habían vuelto al trabajo (2 Ts. 3:6–12). Para empeorar más las
cosas, la gente estaba confundido respecto al Día del Señor (la tribulación), ¡pensando que
ya estaban atravesándola!
Es
posible que la iglesia hubiera recibido una epístola falsa, que decía ser de
Pablo (2:1–3) y que enseñaba que el Día del Señor ya había empezado. (Note: la frase «el día del Señor»
en 2 Ts. 2:2 se
refiere al período de la tribulación sobre la tierra que sigue al Rapto de la
Iglesia). Pablo escribió 2 Tesalonicenses para:
(1)
Animar
a la iglesia a perseverar a pesar de las pruebas;
(2)
Explicar
los sucesos que conducirían al Día del Señor;
(3)
Advertir a los entremetidos que
volvieran a sus trabajos.
Nótese: que en 2 Tesalonicenses 3:17, 18 Pablo da su «marca característica» de modo que la gente pudiera detectar fácilmente en el futuro cualquier carta falsificada.
Tenga
presente que 1 Tesalonicenses analiza el Rapto, o sea, la venida de Cristo en
el aire por la Iglesia, en tanto que 2 Tesalonicenses se refiere a la
revelación, o sea, a la venida de Cristo con la Iglesia a la tierra, para
derrotar a sus enemigos y establecer su reino. «El día del Señor» mencionado en 2
Tesalonicenses es el período de tribulación que viene a la tierra después del
Arrebatamiento de la Iglesia. Primera de Tesalonicenses 1:10 y 5:9 enseñan
claramente que la Iglesia no atravesará la tribulación.
IV. 1 TESALONICENSES (el
libro de la segunda venida): 5 capítulos, 89 versículos:
• El versículo clave: 1
Tesalonicenses 1:10.
• Las palabras
claves: esperar
a su Hijo.
•
El tema de este libro es aclarar la certeza del regreso de Cristo para que su pueblo
le espere en santidad (5:23). Los cristianos son amonestados a andar en una
manera que es digna del reino de Dios (2:13).
• El bosquejo: El regreso de Cristo (1–3); nuestro andar diario (4–5).
Clase Para El Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea
Su Biblia.
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