Parte I
EL DIVORCIO Y LAS
SEGUNDAS NUPCIAS:
“También fue
dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele
carta de divorcio…Pero yo os digo que el que
repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere;
y el que se casa con la repudiada, comete adulterio. Jesús y los juramentos”
(Mateo 5:31-32)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
En Mateo 5:31-32,
Jesús habla del hecho que los maestros y las personas de su día habían rebajado
las normas de Dios con respecto al matrimonio. De igual modo, la iglesia ha
cambiado su sistema de valores. Este
cambio ha tenido un efecto dominó, produciendo una proporción alarmante de
divorcios entre los miembros y líderes de las iglesias. La relajada actitud de la iglesia hacia el
divorcio, y la subsecuente desvalorización del matrimonio, claramente no
proporciona la estabilidad matrimonial ni el cumplimiento de las intenciones de
Dios.
Pero, aún hay esperanza para nuestra
generación del divorcio. Esta esperanza descansa en conformarse a las normas de
Dios como las ha revelado a nosotros en Su Palabra. El matrimonio es la idea de Dios, y Él no ha
perdido el interés en el hogar, y nosotros tampoco. La Biblia tiene mucho que
decir en el asunto del matrimonio y del divorcio, aunque lo que él dice lo
dirige a aquellos que están dentro de la familia de Dios, no a los que están
fuera de ella.
Nota: Mt. 5:32: A no ser por causa
de fornicación. Comp. Mt.19:3-9; Mr.10:2-12; Lc.16:18, para la
enseñanza de Jesús sobre el divorcio (compare 1 Cor. 7:10-11). No se permite,
excepto por fornicación, que puede significar:
1) Adulterio;
2) Infidelidad
durante el periodo de esposario (compare Mt.1:19),
o
3) Matrimonio
entre parientes cercanos (Lv.18).
Veamos
entonces desde la perspectiva de la Biblia, el divorcio y las segundas nupcias.
1. La Enseñanza De La Escritura:
A.
Textos que
involucran el matrimonio: Gn. 2:24; Mt. 19:6; Marcos, 10:11, 12; Lucas 16:18,
Ef. 5:25, 28-32.
B. Escrituras que crean dificultades: Dt. 24:1-4; Mt.
5:31, 32; 19:3-9; 1 Cor. 7:10-16.
2. La Enseñanza Sobre El Matrimonio:
A. La Enseñanza del Antiguo Testamento:
1.
El plan
original de Dios (Gn.
1:26, 27; 2:18-25).
El plan original de Dios para el hombre
fue una esposa y sin separación (Gn. 2:24; Mt. 19:6). El matrimonio fue creado
con propósito, pureza, y permanencia.
2. Divorcio en el Antiguo Testamento (Dt. 24:1-4; Dt.
22:13-29).
En ninguna parte de la Ley Mosaica se permitió el divorcio, aunque las personas que vivieron durante ese periodo lo practicaron (trayéndola de la influencia egipcia). Aunque la ley Mosaica toleró el divorcio, este pasaje no aprueba el divorcio.
Dt. 24:1-4 establece que cuando ciertas
cosas pasan (mencionadas en los vs. 1-3), le siguen ciertas prohibiciones (v.
4). Lo que este pasaje particularmente enseña es la prohibición de retomar una
esposa que se ha divorciado de su primer esposo, ya que estuvo casada con otro
hombre y entonces ha sido librada de él sea por muerte o por un segundo
divorcio. En tales casos, el primer esposo está prohibido de regresar con su
esposa anterior. En lo que establece la Ley, Moisés reconoce que debe darse una
carta de divorcio, pero la ley ni lo instituyó ni sancionó el divorcio.
Otro pasaje, Dt. 22:13-29, describe dos
circunstancias dónde el divorcio es condenado. Uno es el caso dónde el esposo “se vuelve
contra” su esposa y busca justificar un divorcio acusándola de
infidelidad pre marital. Asumiendo que el cargo fuera falso, el veredicto era
claro:
v “y la tendrá por mujer, y no
podrá despedirla en todos sus días”. (v.
19).
NOTA: Una lección para la sociedad de hoy: aun cuando la pareja declare la "muerte del amor", o "ya no nos amamos más el uno al otro", Dios le dice NO al divorcio.
La otra circunstancia involucra una
relación sexual con una virgen no comprometida. En este caso, al hombre se le exige
casarse con la muchacha y nunca divorciarse de ella (22:29).
3. La actitud de Dios hacia el
divorcio.
La historia de Oseas y pasajes como Jr.
3:1-8 son usados por algunos para concluir que Dios mismo es una persona
divorciada (habiéndose
divorciado de Israel como Oseas lo hizo con Gomer) y, por
consiguiente, el divorcio está justificado. Sin embargo, está lejos de la
claridad exegética que Oseas se halla divorciado de Gomer. El punto simplemente
es que la historia de Oseas y su ilustración de la relación de Dios con Israel
no establece ninguna base segura para concluir que hay veces cuando el divorcio
es legítimo.
Al cierre del periodo del Antiguo
Testamento, el profeta Malaquías condenó la creciente proporción de divorcios
entre las personas (Malq. 2:13-16). La actitud de Dios hacia el divorcio no se declara en
términos inciertos: “Porque Jehová Dios de
Israel ha dicho que él aborrece el repudio” (v. 16; vea en Dt.
22:19, 29 que la misma palabra “repudio” significa “divorcio”).
· Una de las razones dadas es que el divorcio es contrario al
propósito original de Dios para el matrimonio;
· Es decir, un hombre y una mujer se
juntan para volverse una sola carne (Malq. 2:15).
Así, desde este pasaje, también, somos
forzados a concluir que el Antiguo Testamento no sancionó el divorcio.
B. Las enseñanzas de las escuelas Rabínicas
(cuestionado en Mt. 5:31).
La razón por la que un hombre podría divorciarse de su esposa es declarada como hallársele "alguna cosa indecente en ella" (Fornicación) (Dt. 24:1; Mt. 5:31), y esta frase ha sido materia de mucha discusión. No puede significar adulterio, porque la pena era la muerte (Lv. 20:10; Dt. 22:22). Ni puede significar adulterio sospechado, pero no probado, porque existía una prueba para esto (Núm. 5:11-31). Las palabras sugieren alguna exposición repulsiva o inmodesta (ref. Dt. 23:14), pero la frase era tan indefinida que dio lugar a controversias en las escuelas Rabínicas en el tiempo de Cristo (vea Mt. 5:31 y 19:3, 7).
Había dos escuelas de interpretación en los días de Cristo:
1. La escuela de Shammai (la perspectiva más
estricta) – la entiende como sin castidad.
2. La escuela de Hillel (la perspectiva indulgente) - separa las palabras de Dt. 24:1 y las lee como “impureza, o cualquier otra cosa”, y entendió que significaba cualquier mancha física o incluso una causa trivial de aversión. Naturalmente, esta perspectiva más indulgente de Hillel gozó de mayor popularidad que la perspectiva más estricta promovida por Shammai y normalmente fue la más seguida (tanto como hoy día).
Así, en los días de Jesús, la durabilidad
del matrimonio no era el estándar que se enseñaba a las personas (Mt. 5:31).
C. La Enseñanza de
Jesús (Mt. 5:31, 32; 19:3-11; Marcos 10:11-12; Lucas 16:18).
1. Mt. 19:3-11 (ref. 5:31,32).
El debate entre Hillel-Shammai
ciertamente estaba en las mentes de los Fariseos cuando le preguntaron al Señor
si es que un judío podría divorciarse de su esposa por cualquier causa (19:3). Pidiendo
al Señor que tomara partido en este asunto, los Fariseos esperaban disminuir Su
popularidad para con las personas, sea que optase por cualquiera de las dos
escuelas. Estaban intentando obligar al
Señor a que apoye un estándar moral más bajo que el que ellos tenían o que
apoyara la interpretación más estricta que lo haría impopular con las personas. En sus mentes asumían que un hombre tendría el
derecho de divorciarse de su esposa; la única pregunta era, ¿con qué razón?
Sin embargo, la respuesta del Señor no
trató con los detalles de Dt. 24 en absoluto, sino mejor aún con la intención
original de Dios para el matrimonio (19:4-6) y con una acción que apoyaría a
uno u otro partido siendo, además, envuelto en la participación del adulterio
(v. 9). ¡Los
Fariseos estaban preocupados con establecer razones para el divorcio (¡y están haciendo hoy similar a como hacía el Fariseísmo!
¡Tenga cuidado en esta área!); nuestro
Señor estaba preocupado por la indisolubilidad del matrimonio.
La reacción de los discípulos en 19:10 muestra que evidentemente pensaban que Él estaba enseñando la indisolubilidad del matrimonio tan claramente que sugirieron que podría ser más sabio no casarse en absoluto. En respuesta, el Señor no recomendó el celibato como el mejor curso de acción, en esencia Él dijo: "No, ése no es el caso" (v. 11). El solo hecho de que los discípulos levantaran la pregunta muestra que entendieron que Su enseñanza era diferente a lo que sabían (de la enseñanza) del Judaísmo.
De las narraciones de las enseñanzas de
nuestro Señor en Marcos y Lucas; tenemos la perspectiva de nuestro Señor sobre
la santidad y la durabilidad del matrimonio.
D. La Enseñanza de Pablo:
1. Romanos 7:1-3.
En este pasaje Pablo desarrolla el
concepto que la muerte libera al creyente de su obligación a la ley. Luego
ilustra este principio con el matrimonio, estableciendo que una mujer está
ligada a su esposo mientras éste vive (y no ofrece ninguna excepción). Cuando y sólo
cuando él muere ella está libre de la relación matrimonial. Si una mujer se une
(es decir, realmente
casada, no en sexo ilícito) a otro hombre mientras su esposo está
vivo, será llamada adúltera. Parece que,
según Pablo, un segundo matrimonio mientras el primer compañero está vivo es
adulterio.
2. 1 corintios 7:10-16.
El punto del consejo de Pablo es claro: mantenga el matrimonio. Si ocurre la
separación (lo que Pablo no recomienda
ni aprueba), entonces, sólo le quedan dos opciones:
v Permanecer solo, o
v Reconciliarse con su compañero original.
En esta advertencia Pablo dijo que seguía
las enseñanzas de Cristo (7:10-11), y no mencionó ninguna excepción que
aprobara el divorcio.
3. Efesios 5:25-33.
En la Enseñanza sobre la santidad y la
permanencia del matrimonio, Pablo extrae la analogía de la relación de Cristo
con la iglesia, Su novia. Él habla de la
permanencia del matrimonio asemejándolo a la seguridad eterna del creyente que,
en la salvación, llega a ser uno con Cristo (5:30).
Luego declara el plan original de Dios para el matrimonio (5:31; citando a Génesis 2:24). Su consejo de nuevo es claramente establecido: ame a su esposo/a en la manera en que Cristo le ama a usted (5:32, 33).
3. El Problema Del Divorcio:
Según Mt. 19:6; Marcos 10:11-12; y Lucas
16:18, parece que Jesús enseñó que no existe ninguna razón legítima para el
divorcio. Sin embargo, el debate se descontrola
sobre la frase de Mt. 5:32 y 19:9, comúnmente referida como la “cláusula de la
excepción” (“a no ser por causa de
fornicación”) que parece permitir el divorcio bajo ciertas
circunstancias (algún
tipo de inmoralidad).
Por consiguiente, la mayoría de estudiosos
están de acuerdo que el Nuevo Testamento permite el divorcio sólo en dos casos: “porneia*” (Mt. 5:32; 19:9, traducido como “fornicación”)
y deserción del compañero incrédulo en un matrimonio espiritualmente mixto,
habiendo existido la unión después del matrimonio (1 Cor. 7:15). Estos pasajes contienen problemas difíciles, primeramente,
el significado de la palabra “porneia*” y la pregunta de si es permitido o
no las segundas nupcias, en cualquier caso.
*Porneia =
(πορνεία
G4202) se usa:
(a) De una relación
sexual ilícita (Jn.8:41; Hech.15:20, 29; 21:25; 1 Cor.5:1; 6:13, 18;
2 Cor.12:21; Gál. 5:19; Ef.5:3; Col.3:5; 1 Ts.4:3; Ap.2:21; 9:21; en plural en
1 Cor.7:2); en Mt.5:32 y 19:9 se usa denotando, o incluyendo, adulterio; se
distingue de ello en 15:19 y Mr. 7:21;
(b) Metafóricamente,
de la asociación de la idolatría pagana con doctrinas de la fe cristiana, y con
la profesada adhesión a ella (Ap.14:8; 17:2,4; 18:3; 19:2); algunos
sugieren que este es el sentido en Ap.2:21.
A. La "Cláusula de la Excepción" (Mt. 5:32; 19:9):
1. Perspectiva Patrística (teológica).
a. Explicación.
Esta Perspectiva entiende el matrimonio como la unión de ambas partes
hasta la muerte de uno. Esta perspectiva
también sostiene que cuando una parte es culpable de porneia, normalmente
entendido como adulterio, se espera que la otra parte se separe, pero no tiene
el derecho para volver a casarse, porque el matrimonio es hasta la muerte (NOTA: hoy en día la
creencia católica permite las segundas nupcias de la parte abandonada, a veces
llamado como la "parte
inocente").
Muy importante en esta perspectiva es que
la cláusula de la excepción modifica el divorcio, no solo el matrimonio. Así, aunque el divorcio es permitido por causa
de un pecado sexual, las segundas nupcias no lo están.
Esta perspectiva era la creencia de todos los padres de las iglesias griegas y latinas de los primeros cinco siglos, la creencia de los estudiosos católicos, y popular entre muchos protestantes de hoy en día.
b. Evaluación.
1) ¿significa porneia
solamente adulterio? ¿Debería limitársele, o significa impureza en un sentido
más amplio?
2) ¿Si el divorcio es permitido (legítimo por cualquier razón), no habría allí el permiso para una legítima segundas nupcias?
2. La Perspectiva de los
Esponsales.
a. Explicación.
Esta perspectiva establece que cuando la
infidelidad ocurre durante el periodo de los esponsales (el compromiso), el divorcio es
permitido. Dado que los judíos
consideraban a las parejas comprometidas como "esposo" y "esposa", y estaban legalmente unidos; si una
de las partes demostraba infidelidad durante los esponsales, usted podría
cancelar el matrimonio por medio de una carta de divorcio.
Este concepto de divorcio que significa la
ruptura del compromiso es visto en el dilema de José, cuando descubrió que
María estaba embarazada. Él “quiso dejarla secretamente”. (Mt. 1:19). Él iba a
divorciarse de ella secretamente; es decir, en la presencia de solamente dos
testigos.
b. Evaluación.
1). Si éste es el significado de la cláusula de
excepción, entonces la enseñanza de Jesús no permite el divorcio después del
matrimonio.
2). ¿Debería tomarse porneia solamente con el
significado de relaciones sexuales pre maritales? En ninguna otra
parte está limitada a este uso en el Nuevo Testamento.
3. La Perspectiva Protestante Evangélica.
a.
Explicación.
Esta Perspectiva es popular hoy en
día. Esta Perspectiva tiene dos variaciones
dentro de ella:
1) Porneia significa solamente adulterio (relaciones sexuales habituales fuera del matrimonio).
2) Porneia
(fornicación)
se refiere a cualquier tipo de actividad sexual ilegal, vergonzosa (adulterio, incesto,
homosexualidad, sexo pre marital, etc.).
Todas las
variaciones de esta perspectiva establecen que cuando esto es habitual en una
de las partes, la otra persona está facultada, pero no obligada, a divorciarse,
y en tales casos, libre para casarse (puesto que el concepto
matrimonial de “una-carne” ha sido roto, así
que puede casarse).
b. Evaluación.
1). Esta creencia no tiene el apoyo de Mt.
5:32 y 19:9 en su sentido literal (NOTA: Limitado solamente a la defensa de estos dos versos).
2) ¿Dónde pondría la definición de porneia? Por medio de la interpretación de
porneia, casi cualquiera podría justificar
el divorcio, sobre todo si el adulterio es definido como el Señor lo hizo en
Mt. 5:28, "lujuria6)".
LUJURIA: G2845 κοίτη = koíte:
de G2759; diván; por extensión cohabitación; por implicación esperma
del hombre: - concebir,
lecho, lujuria.
3) Si usted toma a Mt. 5:32 en su sentido
literal, el divorcio es permitido, pero las segundas nupcias no.
FORNICACIÓN: G4202 πορνεία = porneía:
de G4203; prostitución (incluido adulterio e incesto);
figurativamente idolatría: - fornicación. (Strong).
AMPLIANDO EL ESTUDIO: “Jesús y el divorcio, Éx. 5:31-32” Cualquiera que
despide a su mujer, dele carta de divorcio (v. 31; cita de Deut.24:1)
representa una concesión dada por Moisés al pueblo, por causa de la dureza del
corazón de ellos (Comp. 19:8).
Dios ordenó la monogamia [una sola pareja] en el principio, pues la santidad y la
permanencia del matrimonio es la base fundamental para la sociedad. No hay otro
tema más escabroso en la aplicación del evangelio que éste. Reservamos para el
cap. 19 una discusión más amplia sobre el divorcio.
Este texto destaca dos cosas:
(1) La única causa por
la cual Jesús permite el divorcio, y
(2) El efecto del
divorcio en la mujer divorciada y en la persona con la cual luego se casa.
A no ser por causa de adulterio (v. 32) es
la interpretación de Jesús del término cosa vergonzosa (Deut.24:1), por medio de
la cual se identifica con la escuela rabínica de Shamai, más estricta en cuanto a
su interpretación de los textos bíblicos.
La escuela más liberal de Hillel interpretaba el término “cosa vergonzosa” como cualquiera cosa que desagradara al esposo. Hay dos términos griegos en el v. 32 que se traducen en nuestro texto como “adulterio”.
El que se emplea primero es porneía
G4202, del cual viene el término "pornografía". A veces
este término se traduce “fornicación”, entendiendo un acto sexual entre
solteros. El término griego no se limita a este acto, es un término de
aplicación general y se refiere a cualquiera acto sexual ilícito.
El otro término griego es moixeía G3430, tiene una aplicación más
específica y se traduce “adulterio”. Se encuentra dos veces en el v. 32. G3430 μοιχεία = moijeía:
de G3431 adulterio: - adulterio.
Jesús advierte que el divorcio por otro motivo que no sea
adulterio, crea una situación pecaminosa para la mujer si ella vuelve a casarse: comete adulterio. Aun la persona
que se casa con la divorciada comete adulterio (v. 32c). El pasaje no indica
explícitamente, por lo menos, la situación resultante del esposo que se
divorcia.
Véase parte II.
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