sábado, 1 de agosto de 2020

EL CRISTIANISMO EVANGÉLICO EXALTADO: COLOSENSES 2:


EL CRISTIANISMO EVANGÉLICO EXALTADO:
COLOSENSES 2:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
En este capítulo Pablo llega al corazón del problema y denuncia a los falsos maestros. Asevera claramente la suficiencia de Cristo para toda necesidad. Da tres advertencias y estas son tan necesarias hoy como lo fueron en su día.

I.       Cuídense De Las Filosofías Huecas (Col.2:1–10):
La preocupación de Pablo era tan grande que sostenía gran conflicto espiritual, luchando en oración contra Satanás, el cual trataba de descarriar a estos creyentes. Pablo sabía cómo vencer a Satanás:
Ø La oración, y
Ø La Palabra de Dios (Ef. 6:17, 18).
Anhelaba ver a estos santos unidos en Cristo, disfrutando de las riquezas de bendiciones en Él.
Los falsos maestros tenían sus filosofías fascinantes, pero en Cristo tenemos «todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento» (v. 3). Cualquier filosofía de cosecha humana que no tiene lugar para Cristo, no es digna de nuestra consideración. Somos ricos en Él; ¿por qué rebajarnos a seguir doctrinas inventadas por los hombres? Que vengan esos maestros religiosos con sus «doctrinas escondidas»; nosotros tenemos toda la sabiduría escondida en Cristo y estamos escondidos «con Cristo en Dios» (3:3).
Las filosofías humanas son atractivas. Alardean de sabiduría e inteligencia y demasiado a menudo los cristianos jóvenes se dejan «seducir» por estas «palabras persuasivas» (v. 4). Qué trágico es cuando los jóvenes acuden a escuelas seculares y caen presa de las filosofías de cosecha humana que niegan a Jesucristo y la Biblia. «Miren que nadie los atrape» («os engañe», v. 8), advierte el apóstol. ¿Cómo ha de vencer el creyente estas filosofías?

A.      Anden en Cristo (v. 6).
Así como son salvos por la fe, deben andar por la fe. Así como son salvos por la Palabra, deben andar de acuerdo a la Palabra. Así como son salvos por medio de la obra del Espíritu, deben andar en el Espíritu. La vida cristiana continúa como empezó, por la fe en Dios.

B.      Crezcan en Cristo (v. 7).
Tengan raíces que se adentren bien en las riquezas de la Palabra. Tengan cimientos que sean fuertes, colocados sobre Jesucristo. ¡Cuán importante es que la Palabra de Dios nos enseñe! Los creyentes caen presa de las filosofías religiosas a menos que estén arraigados en Cristo, cimentados en la Palabra y edificados en la verdad bíblica.

C.      Hagan la prueba con Cristo (v. 8).
Prueben todo sistema que suene altamente religioso preguntando: «¿Le da a Cristo el lugar de preeminencia?». Casi todo sistema religioso actual le da a Cristo un lugar de eminencia, pero sólo el verdadero cristianismo bíblico le da el lugar de preeminencia.

D.     Acójanse a su plenitud (vv. 9–10).
Dense cuenta de que no hay sustituto para Cristo y que en Él tenemos todo lo que necesitamos. Cuando los creyentes se alejan para vivir mundanamente, o caen presa de sistemas inventados por los hombres, por lo general se debe a que sienten que les falta algo que Jesucristo no puede suplir:
Ø «Vosotros estáis completos en Él».
Ø ¡Qué maravillosa posición tenemos en Cristo!

II.     Cuídense Del Legalismo Religioso (Col.2:11–17):
Estos falsos maestros habían mezclado el misticismo oriental con la filosofía griega y el legalismo judío... ¡vaya mezcla! Pero a la carne le encanta ser religiosa, siempre y cuando esa religión no tenga una cruz para crucificar a la carne. Los creyentes colosenses estaban involucrados en el legalismo judío:
·      Rituales,
·      Dietas,
·      Días de guardar y otras cosas por el estilo.
«¡Ustedes están saliendo de la luz del sol y entrando en las sombras!», exclama Pablo (v. 17). «¡Se están olvidando de la realidad (el cuerpo de Cristo) por el símbolo!».
Como el niño que admira la fotografía de su padre mientras que ignora su presencia, así estos cristianos se habían vuelto de la plenitud de Cristo al ABC rudimentos», 2:8, 20) del mundo.
Todo lo que necesitamos lo ha logrado Cristo en la cruz. La circuncisión mencionada en el versículo 11 no es la física del niño (Lc. 2:21), sino más bien la muerte de Jesús en la cruz. Así como el agua del bautismo de Cristo fue un símbolo de su bautismo de sufrimiento en la cruz (Lc. 12:50), su circuncisión como niño prefiguraba su acción de «echar fuera el cuerpo» cuando llevó nuestros pecados en el
Calvario.
«Su circuncisión espiritual en Cristo es mucho más maravillosa que los ritos físicos», afirma Pablo. «¿Por qué reemplazar a Cristo con Moisés? ¿Por qué tener un corte físico en lugar de una operación espiritual en el corazón? La circuncisión quita un fragmento de carne del cuerpo, pero nuestra identificación con Cristo echa fuera toda la naturaleza carnal».
Todo esto es posible mediante nuestra unión con Cristo, cuando el Espíritu nos bautizó en su cuerpo. Morimos con Él y resucitamos con Él. Las leyes del antiguo pacto ahora son puestas a un lado; Satanás ha sido derrotado completamente (v. 15); por consiguiente, disfruten de la libertad que tienen en Cristo. «Que nadie les juzgue», urge Pablo (v. 16).

III.    Cuídense De Las Disciplinas Inventadas Por Los Hombres (Col.2:18–23):
Cuánto le encanta a la carne el legalismo:
·      Ayunos,
·      Regulaciones en cuanto a alimentos,
·      Disciplinas corporales.
Las celebraciones religiosas especiales con sus regulaciones hacen que la gente «se sienta espiritual». «Que nadie asuma el papel de árbitro en su vida» («privar», v. 18). Cuidado con la humildad afectada, una falsificación que trata de imitar humildad espiritual genuina. No es malo ejercer disciplina en el Espíritu de Dios, para la gloria de Dios; pero cuando se la hace en la carne y para nuestra alabanza, se convierte en pecado.
Mientras que de todo corazón creemos que los creyentes no deben abusar de su libertad y convertirse en piedras de tropiezo (1 Cor. 8:9, 10), ni por un minuto creemos que el simple hecho de abandonar ciertos hábitos o placeres automáticamente hace espiritual al creyente.
Nuestra relación con Cristo es una unión viva:
§  Él es la Cabeza,
§  Nosotros somos miembros del cuerpo.
Un cuerpo funciona mediante la nutrición, no por la legislación.

¿Quién puede decirle al estómago:
Ø «¡empieza a digerir!,
Ø ¡deja de doler!»?
¡Qué necedad!
Sin embargo, la gente piensa que la vida del cristiano, tanto en lo personal como colectivamente en la iglesia, puede ser espiritual mediante regulaciones y disciplinas carnales. Creemos en normas no améis el mundo»), pero rechazamos la idea de que la obediencia externa a las normas necesariamente produce espiritualidad interna.
Estamos muertos a los elementos del mundo; estamos vivos en Cristo y Él es todo lo que necesitamos. Obedecer regulaciones hechas por los hombres (vv. 21–23) puede dar a algunas personas la impresión de espiritualidad, pero Pablo afirma sin rodeos que estas prácticas no pueden controlar o vencer a la carne. Sí, estas regulaciones nos resultan atractivas y pueden parecer que nos ayudan a desarrollar piedad y espiritualidad superior, pero son inútiles en lo que respecta a Dios.
Este, entonces, es el tema principal de Colosenses: todo lo que el creyente necesita es Cristo. Los sistemas y regulaciones que los hombres hacen parecen muy espirituales, pero son sólo principios elementales mundanos rudimentos», v. 20). Esto es vivir en el «jardín de infantes»; debemos graduarnos a un nivel más alto de cristianismo. Las disciplinas que los hombres imponen (ascetismo) son atractivas, pero a la carne le es imposible:
Ø  Autocontrolarse,
Ø  Auto mejorarse, ni
Ø  Autoperfeccionarse.

«¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?», pregunta Gálatas 3:3.

Nuestra unión con Cristo es viva. Esta vida no la puede controlar las leyes humanas, sino únicamente los principios que Dios ha puesto en el cuerpo. Sólo otra vida puede controlar la vida y tenemos su vida en nosotros.

Clase Para El Miércoles:

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.


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