lunes, 25 de diciembre de 2017

CRUCIFIXIÓN DEL HIJO DE DIOS: JUAN 18:

CRUCIFIXIÓN DEL HIJO DE DIOS:
JUAN 18:

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Jesús dejó el lugar de oración para encontrarse con sus enemigos. «El torrente de Cedrón» nos recuerda al rey David, quien estuvo en el exilio por la rebelión de sus amigos y familia, y atravesó el mismo caudal de agua (véase 2 Sam. 15).

I.       El Arresto (Juan 18:1–14):
Jesús deliberadamente salió al encuentro de Judas y los que le acompañaban, porque sabía lo que iba a ocurrir. (Véase 13:1–3; 6:6. Jesús siempre sabía lo que debía hacer, porque siempre sabía la voluntad del Padre). Es interesante notar que el arresto tuvo lugar en un jardín.
Cristo, el postrer Adán (1 Cor. 15:45), salió al encuentro del enemigo en un jardín y triunfó, en tanto que el primer Adán se encontró con el enemigo en un jardín y fracasó:
·   Adán se escondió, pero Cristo se reveló abiertamente. Al meditar en estas dos escenas de los dos jardines, vea qué otros contrastes puede hallar.
·    Judas estaba con el enemigo. «Y puestos en libertad, vinieron a los suyos» (Hch. 4:23). La gente siempre se va a donde están sus corazones; Judas tenía a Satanás en su corazón y así estaba con la muchedumbre de Satanás.
·    Triste es decirlo, ¡Pedro también se mezcló con la misma multitud!

Nótese: cómo Jesús los sorprendió cuando usó el nombre divino: «YO[1] SOY». El mismo nombre que salva a los creyentes (17:6) condena a los perdidos.

En el versículo 8 Jesús les advirtió a sus discípulos que se fueran, para que no cayeran en problemas. Ya les había dicho que serían esparcidos (16:32), pero Pedro prefirió quedarse y luchar... y se metió en peligro debido a eso.
El pecado de Pedro no fue «seguirle de lejos», sino seguirle de todas maneras. Él debería haber obedecido a la Palabra y haberse ido.

El versículo 9 es una retrospectiva a 17:12, donde Cristo habló de la salvación de los discípulos. Aquí está hablando respecto a su protección física. De este modo Cristo nos guarda de dos maneras:
·      preserva nuestras almas en salvación y guarda nuestros cuerpos,
·      sellándolos con su Espíritu, hasta el día de la redención (Ef. 1:13, 14).

Al usar la espada Pedro estaba definitivamente desobedeciendo a Cristo:
Ø Él no necesita nuestra protección;
Ø las armas que debemos usar para luchar contra Satanás son las espirituales (2 Cor. 10:4–6; Ef. 6).
Pedro se equivocó al escoger el arma, se equivocó en el motivo, actuó bajo órdenes equivocadas ¡y consiguió los resultados equivocados! ¡Cuánta gracia mostró Jesús al curar a Malco! (Lc. 22:51) y proteger de esa manera a Pedro de cualquier daño. De otra manera, tal vez hubiera habido otra cruz en el Calvario y a Pedro lo hubieran crucificado antes de llegar el tiempo de Dios (Jn. 21:18, 19).

II.      La Negación (Juan 18:15–27):
La narración se enfoca ahora en Pedro, y vemos su triste declinación. En el aposento alto Pedro se jactó tres veces de que sería leal a Cristo (Mt. 26:33, 35; Jn. 13:37). En el jardín se quedó dormido tres veces (Mr. 14:32–41) cuando debería haber estado orando.
Luego negó tres veces al Señor y en Juan 21 tuvo que confesar tres veces su amor por Cristo. En el aposento alto Pedro cayó en las artimañas del diablo (Lc. 22:31–34); en el jardín cedió a la debilidad de la carne; y ahora, en el patio de la casa del sumo sacerdote, se rendía ante las presiones del mundo. ¡Qué importante es velar y orar!
No sabemos el nombre del discípulo anónimo que se menciona en el versículo 15. Tal vez fue Nicodemo o José de Arimatea; no es muy probable que Juan (a menudo llamado «el otro discípulo», 20:3) hubiera estado en términos amistosos con el sumo sacerdote. Véase Hechos 4:1–3. Quienquiera que fuera, este discípulo condujo a Pedro al pecado al abrirle la puerta.
El versículo 18 dice que «hacía frío», de modo que Pedro se sentó cerca del fuego, pero Lucas 22:44 indica ¡que Cristo había estado sudando cuando oraba aquella noche! Pedro sentía frío tanto física como espiritualmente y tuvo que calentarse junto al fuego del enemigo.
«Anduvo en consejo de malos» y ahora estaba «en camino de pecadores». Pronto se sentaría «en silla de escarnecedores» (véase el Salm. 1). Mientras Cristo sufría, Pedro se calentaba y de ninguna manera participaba de sus sufrimientos.

III.    El Rechazo (Juan 18:28–40):
Debido a que había dos hombres identificados como sumos sacerdotes muestra cuán corrupta estaba la nación en ese tiempo. Anás y Caifás eran socios en el comercio del templo y detestaban a Jesús porque había limpiado dos veces el templo.

Mucho se ha escrito respecto a los aspectos ilegales del juicio de Cristo:
Ø Se realizó de noche;
Ø al prisionero se le consideró culpable y como a tal lo trataron;
Ø la corte contrató testigos falsos;
Ø el juez permitió que se maltratara al prisionero mientras estaba atado;
Ø la corte no le permitió defensa al acusado.
Después del juicio secreto de noche, los taimados líderes religiosos llegaron a Jesús ante Pilato para la sentencia final de muerte. No entraron en el recinto gentil «para no contaminarse», ¡pero no vacilaron en condenar a un inocente a la muerte!
Desde 18:33 hasta 19:15 leemos el triste relato de la cobarde indecisión de Pilato. Por lo menos siete veces salió Pilato de su pretorio a los judíos, tratando de lograr un compromiso. Pilato crucificó a Cristo porque fue un cobarde, «queriendo satisfacer a la gente» (Mr. 15:15).
¡Cuántos pecadores estarán en el infierno porque temieron a la gente y trataron de complacerla! Cristo le explicó a Pilato la naturaleza espiritual de su reino, pero no su declaración:
·      «Mi reino no es de este mundo».
Si los judíos le hubieran recibido, Él podía haber establecido su reino en la tierra. Pero le rechazaron, porque su reino es de naturaleza espiritual, en los corazones de las personas.

Un día, cuando Él regrese, establecerá su reino en la tierra. ¡Cuánto anhelamos ese bendito día! La pregunta de Pilato:
Ø «¿Qué es la verdad?», la han formulado por siglos los filósofos.
Ø En 14:6 Jesús dice: «Yo soy la verdad».
Ø Juan 17:17 dice: «Tu Palabra es verdad».
Ø Primera de Juan 5:6 afirma que «el Espíritu es verdad». El Espíritu y la Palabra apuntan a Cristo, la Verdad.

El mundo toma las decisiones erradas cuando se trata de asuntos espirituales. La chusma prefiere a un asesino antes que al Príncipe de la vida. Prefieren al que quebranta la ley antes que al dador de la ley.
Los judíos rechazaron a su verdadero Mesías, pero un día aceptarán al falso mesías de Satanás, el anticristo (5:43).

Los hombres rechazan a Jesús por diferentes razones.
·      Judas rechazó a Cristo porque atendió al diablo;
·      Pilato escuchó al mundo;
·      Herodes obedeció a la carne. «Ustedes tienen una costumbre», dijo Pilato (18:39). ¡Qué triste que Pilato conociera las costumbres religiosas, pero no conociera a Cristo!
Las personas son así, incluso hoy, se cuidan de observar las festividades y costumbres religiosas, pero ignoran al Salvador del mundo.
El rechazo significa juicio eterno, pero la fe significa vida eterna. Todo el mundo tiene que tomar una decisión.

Clases Para Los Días Miércoles:

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia:

__________
Notas:
[1] ego = (ἐγώ, G1473), caso nominativo del pronombre personal de la primera persona. Sin embargo, generalmente no se emplea en griego como tampoco en castellano, estando implicado en la desinencia verbal; así, luo significa «desato». Cuando el pronombre ego se añade al verbo, es casi invariablemente, por no decir que siempre, enfático. El énfasis puede no ser demasiado evidente en algunos casos, como p. ej., Mateo 10:16, pero incluso ahí puede ser tomado en el sentido de que hay algo más de énfasis que si se omitiera el pronombre. Con mucho, el mayor número de los casos se encuentra en el Evangelio de Juan, y ello en declaraciones del Señor acerca de sí mismo (por ejem. 4:14,26, 32,38; 5:34, 36, 43, 45; 6:35, 40, 41, 48, 51, dos veces, 63, 70). Ejemplos en las Epístolas son Rom.7:9; 7:14; 7:17; 7:20, dos veces, 24, 25. Hay más en este capítulo que en cualquier otro fuera del Evangelio de Juan.
En otros casos del pronombre aparte del nominativo, es por lo general más necesario para expresar el sentido, aparte de cualquier énfasis.
Notas: (1) Kago = (esto es, kai = ego) significa «aun yo» o «también yo» (por  ejem., Mateo 2:8; 10:32-33); se traduce «y yo» en pasajes como Mateo 11:28; Lucas 2:48, etc. (2) Para jemautou, traducido «como yo» en 1 Cor.7:7, véase, Nº 2, y también ME, MISMO, PROPIO. (VINE).



No hay comentarios.:

Publicar un comentario