Parte II:
A M O R:
(Juan 3:16-21)
De Tal Manera Amó Dios Al Mundo:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna… Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él… El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios… Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas… Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas… Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios”.
(Juan 3:16-21)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
B. Nombres:
1. agape = (ἀγάπη, G26),
cuyo significado ya ha quedado señalado en relación con A, Nº 1, se traduce
siempre como «amor»
en la rvr, excepto en Judas 1:12, donde se halla en plural, y se vierte como «agapes».
En cambio, en la rv se traduce en varios
pasajes como «caridad»
(por ejem., Rom.13:10; 1 Cor.8:1; 13:1; 14:1; Film.1:5; Ap.2:19). En Judas 1:19,
la rv traduce «convites».
Véase agape,
y Nota (2) abajo.
Notas: (1) En las dos
afirmaciones en 1 Juan 4:8 y 16, «Dios es amor», se usan ambas para dar
mandamiento a que los creyentes ejerciten el amor. En tanto que el primer
pasaje introduce una declaración del modo en que el amor de Dios se ha
manifestado (vv. 9, 16).
AMADOR, AMANTE:
1. filautos =
(φίλαυτος,
G5367), amador de sí mismo (véase 2 Tim.3:2).
2. filedonos = (φιλήδονος, G5369),
amadores de
los deleites (hedone = placer), (2 Tim.3:4).
3. filotheos =
(γιλόθεος,
G5377), un amador de Dios (2 Tim.3:4).
4. filagathos = (φιλάγαθος, G5358),
amador de lo bueno (agathos), «amante de lo
bueno» (Tito 1:8).
5. alethes = (ἀλεθής, G227),
verdadero. Se traduce en la rvr como «amante de la verdad». (VINE).
AMADO:
agapetos = (ἀγαπητός, G27)
, de agapao , amar. Se usa de Cristo como amado por Dios (por ejem., Mateo
3:17); de los creyentes (por ejem., Rom.1:7); de los creyentes, del uno al otro
(1 Cor.4:14); a menudo, como forma de apelación (véase 1 Cor.10:14).
Nota: El verbo
agapao en su forma en participio pasivo se traduce «amado/a» en Rom.9:25; Ef.1:6;
Col.3:12; 1 Ts.1:4; 2 Ts.2:13. En Judas 1:1
los mejores textos tienen este verbo. Véanse la vm y la vha. La rvr
sigue al tr con «santificados», traduciendo el término jagiazo. Véase AMAR.
AMABLE:
1. epieikes = (ἐπιεικής, G1933), (deepi =
hacia, y eikos = placentero).
Denota
apropiado, ajustado; de ahí equitativo, justo, moderado, paciente, no
insistente en la letra de la ley. Expresa aquella consideración que examina «humana y
razonablemente los hechos de un asunto».
Se traduce «amable»
en 1 Tim.3:3, (rvr; rv: «moderado»), en contraste a ser pendenciero; en
1 Tito 3:2, «amable»
(rv: «modestos»), en asociación con la
mansedumbre; en Stg.3:17, «amable» (rv: «modesta»), como una cualidad de la
sabiduría que es de arriba; en 1 P.2:18, en asociación con lo que es bueno. Se
traduce en la rvr como «gentileza» en Filp.4:5, y como «afable» en 1 P.2:18. En
la lxx, Ester 8:13; Salmo 86:5.
2. epios = (ἤπιος, G2261), manso, gentil.
Era una palabra
frecuentemente usada por los escritores griegos para caracterizar a una nodriza
con niños difíciles, o a un maestro con alumnos poco aplicados, o a padres
hacia sus hijos. En 1 Ts.2:7, el apóstol la usa de su propia conducta y de la
de sus compañeros de misión hacia los conversos en Tesalónica (comp. 2
Cor.11:13; 11:20); en 2 Tim.2:24, de la conducta requerida de un siervo del
Señor.
3. prosfiles = (προσφιλής, G4375),
placentero, agradable, amable (pros =
hacia; fileo = amar). Aparece en Filp.4:8. En la LXX, Ester 5:1 (3ª
oración).
AMISTAD:
filia
= (φιλία, G5373), similar a
filos (véase el apartado anterior). Se traduce en Stg.4:4 como «amistad (del
mundo)». Involucra «la idea de amar, además de ser amado» (Mayor);
com. el verbo en Juan 15:19. (VINE).
FUNDADO
SOBRE EL AMOR:
Napoleón
trató de establecer un reino por medio de la fuerza de sus ejércitos. Lo mismo hicieron Alejandro el Grande, Julio
César y otros guerreros. Jesús fundó su
reino sobre el amor,
y su reino va a permanecer. Cuando llegamos a este plano, el del amor,
todas las cosas egoístas e indignas desparecen, y entonces nuestra obra puede
soportar el fuego de la prueba. Por D.L. Moody
III. La Supremacía
Del Amor: 1 Corintios 13:1-13:
Este capítulo merece una introducción especial. Esto obedece a
que indiscutiblemente este escrito sobre el amor representa el apogeo del
pensamiento del Apóstol respecto a la vida cristiana.
Es más, el escrito es tan perfecto, tan
pulido, que varios eruditos opinan que el capítulo 13 difícilmente pudiera
haberse escrito simultáneamente con el resto de la carta.
El consenso entre los estudiosos parece
ser que probablemente Pablo lo escribiera antes o después de la carta misma. Al
darse cuenta de que el contenido del capítulo respecto al amor sería de ayuda
para tratar el problema de los corintios, lo ha de haber insertado para darle a
la carta su toque final.
A
menudo se le ha llamado a este capítulo un “himno
de amor”.
Incluso, se han hecho intentos para meter el capítulo en métrica poética, pero
la estructura del capítulo es claramente prosaica. Aunque sí tiene elementos
líricos, no por eso deja de ser prosa. Es prosa que alcanza su cenit en la
exhortación. No hace falta cambiar su formato para apreciar la belleza de su
contenido.
El
capítulo se divide naturalmente en tres secciones:
(1) los vv.
1-3
muestran un contraste sobrio entre el amor y otras expresiones y actitudes
religiosas;
(2) los vv. 4-7 describen
el amor mayormente en términos negativos. Por medio de estas palabras el
Apóstol deja la idea que sólo el amor triunfa (ver Col.3:12ss.);
(3) los vv. 8-13 vuelven al tema
de los contrastes. Esta vez los contrastes indican que cuando todo lo demás
fenece, el amor perdura.
Es curioso que Pablo emplee un vocablo
especial que hemos traducido como “amor”. Es la palabra griega agape G26. En el idioma común de los días de Pablo
había varios vocablos que hoy traducimos como “amor”. Surge la pregunta: ¿por qué el Apóstol
emplea esta palabra y no otra? Esto se hace aún más intrigante
cuando reconocemos que los otros términos tenían mucho más uso diario que el
vocablo empleado por Pablo.
Veamos
Algunos De Los Otros Vocablos:
(1) Eros connota
un deseo profundo, una pasión, un anhelo sensual. A menudo tenía
un sentido sexual. Llama la atención que este vocablo nunca figura en el NT.,
en ningún lugar.
(2) Storgue
expresa la clase de amor que se halla entre familia. Este sustantivo
aparece también en el griego clásico. Platón, por ejemplo, hablaba del amor que
un hijo tenía para con sus padres y viceversa. Tampoco este sustantivo figura
en el NT., en su forma sencilla. En Rom.12:10 hay una palabra compuesta que lo
emplea. Es la palabra filostorgos G5387, o sea, amor
fraternal.
(3) También otra
palabra traducida normalmente como “amor” es
el vocablo griego filia G5373. Este era el
término de más uso entre los griegos durante el día de Pablo. Esta palabra se
usa muchas veces también en el NT. Su significado preciso varía según el caso;
es decir, son distintas clases de amor las que son descritas por este término.
Algunos ejemplos neotestamentarios y sus usos variados son: Mt.10:37; Jn.11:3; 11:36; 21:15-17.
(4) El cuarto
vocablo griego que se traduce como “amor” es el
que emplea Pablo en este texto: agape G26. Llama la
atención que este vocablo tiene muy poco uso en la literatura profana de los
griegos. Lo que sí se nota es que este término es el de más uso en el NT.,
tanto como en la LXX. En el caso de todos los sustantivos griegos que hemos
visto hasta ahora hay un verbo correspondiente: “amar”.
Ø El verbo que corresponde
a agape G26 figura 130 veces en el
NT;
Ø el sustantivo aparece unas 120 veces.
Es obvio que los
conceptos comunicados por el sustantivo tanto como el verbo son de suma
importancia para los escritores del NT. Ya se ha visto que tanto el verbo como
el sustantivo figuran en la LXX.
Sin embargo, esto no obligó a los
autores de los distintos escritos en el NT., a que usaran los términos con el
mismo significado anterior. Es importante reconocer que agape G26 en el NT.,
cobra un significado nuevo a la luz del ministerio de Jesús y especialmente su
muerte en la cruz (Juan 3:35; 15:9-10; Rom.5:6-10; 1 Jn.4:10).
Es el término que más se usa para
expresar la naturaleza amorosa de Dios y la forma en que esta se extiende hacia
los hombres que no merecen este amor. Sobre todo, este amor divino se revela en
la acción salvadora de Cristo.
Por la obra del Espíritu de Dios en los
hombres, a éstos se les llama a que demuestren la misma clase de amor,
destacándose este por su carencia de egoísmo. Es importante reconocer que el
que el hombre pueda demostrar esta clase de amor hacia otros es una dádiva de
Dios; no se origina en el hombre mismo.
La
meta del cristiano genuino es amar a otros como Dios ama. Pablo indica que
el amor es el mejor camino, porque el amor cristiano siempre se identifica por
el altruismo, o sea, por el deseo de buscar siempre el bien ajeno.
Al intercalar este “himno de amor” en su carta a
los corintios, Pablo quiere indicar que la iglesia puede existir sin los dones
espirituales, especialmente el de las lenguas, pero cualquier iglesia morirá
sin el amor.
LA
SUPREMACÍA DEL AMOR SOBRE LOS DONES:
V.1.
Amor: La palabra griega es agape. El término griego para expresar amor de
un objeto adorable, especialmente el amor entre un hombre y una mujer, es eros.
Otra palabra griega, phileo,
y el sustantivo Philia
se refieren al amor
de amistad. Agape
caracteriza a Dios (1 Juan 4:8, 16) y lo que ÉL manifestó en el don de Su Hijo
(Juan 3:16).
Es algo más que un afecto mutuo; expreso
una estima desinteresada del objeto amado. El amor de Cristo hacia nosotros es
inmerecido y sin pensamiento de que se le devuelva algo a cambio. El amor de
Sus seguidores, viene a decir Pablo ahora, debería ser el mismo. Metal que
resuena y címbalo que retiñe. Es algo conectado con el culto pagano.
La
cláusula condicional con la que comienza el v. 1 presupone que había ciertos
valores en la iglesia de Corinto, especialmente el don de lenguas y el de
profecía.
Al hablar de las lenguas de hombres y
ángeles, Pablo no alude a una elocuencia natural que los hombres pudieran
poseer, más bien se refiere al don de la glosolalia, una dádiva de la gracia de
Dios. El habla de los ángeles se menciona en la literatura rabínica como un
medio para alabar a Dios en la adoración.
No es necesario creer, no obstante, que
en la iglesia de Corinto se pretendiera tener acceso a esta capacidad. Pablo
sólo contrasta esta habilidad con la carencia del amor; sin éste la adoración
de Pablo sería como el más bullicioso culto pagano. La mención del bronce que
resuena y el címbalo que retiñe son alusiones directas a los instrumentos
empleados en los templos paganos.
Se supone que el ruido ocasionado por
estos artefactos tenía el propósito de llamar la atención del dios o, en su
defecto, ahuyentar a los demonios. Es muy posible también que los instrumentos
se usaran para intensificar las emociones de los adoradores idólatras.
Además, la expresión de Pablo puede ser
una metáfora para el filosofar hueco. Sin duda alguna, al usar esta expresión
el Apóstol les dice a los corintios que el hablar en lenguas sin el amor es
cosa vacía, una práctica del paganismo.
Como trasfondo de la censura de la
adoración sin amor de los corintios, está la condenación de la adoración hueca
de los israelitas de parte de los profetas del AT. Ciertamente la adoración del
pueblo antiguo no era sin instrumentos musicales (Salmo 150:5). La censura de
parte de los profetas venía no por los instrumentos sino por los ritos
realizados sin la preocupación por acatar la voluntad de Dios.
Así
también era el contexto de los corintios. Recordando que la profecía era
considerada por Pablo como superior a las lenguas, nos llama la atención que
para él aun la profecía sin amor pierde su valor.
Además, el Apóstol agrega que si entendiera
todos los misterios (1 Cor.2:6-16) y todo conocimiento (1 Cor.8:1-13) como para
discernir la mente y el propósito de Dios, nada valdría sin el amor, ya que “la sabiduría
de Dios en misterio” (1 Cor.2:7) es superior a todo conocimiento.
Esto es así porque tal sabiduría desemboca en el amor de Dios.
La fe mencionada por Pablo en este texto
alude a la fe que obra milagros, no la fe de todo creyente por la que es
justificado. Es la clase de fe de la que Jesús habla en Marcos 11:23 y Mateo 17:20,
aunque Pablo no indica que esté citando al Señor.
Barrett indica que “trasladar montes” era una
expresión proverbial que significaba “hacer posible lo que se ve como imposible”. Es
probable que use dicho proverbio para comprobar que aun la fe, obradora de
milagros, no vale sin la presencia del amor. Es más, sin el amor en la profecía,
los misterios y el conocimiento y la fe, uno se vuelve inútil como si no fuera
nada.
Con
la primera frase del v. 3 el Apóstol puede estar diciendo: “Si me deshiciera de todos mis bienes”.
Es interesante que en las versiones
antiguas (Ver RV1909) dice: “Y si repartiera toda mi hacienda para dar de comer a los
pobres…”. El texto griego, sin embargo, no menciona para nada a los
pobres. Esto fue agregado por los traductores antiguos para “rellenar” lo que ellos
concebían como un “vacío” en la frase:
· Otra posibilidad también es que Pablo esté
condenando una actitud asceta dentro de la congregación de Corinto. Esta actitud
ensalzaría la pobreza como si fuera una virtud especialmente loable.
· Otra posible interpretación se basa en el
significado del verbo “reparto”. Aunque el verbo
en sí es bastante oscuro en su significado, da la idea de alimentar con
pequeños trocitos a un niño o a un discapacitado. Es muy posible que el Apóstol
diga con esta frase: “Si divido toda mi propiedad en fragmentos con el fin de
dar limosnas…”. Justamente expresiones verbales como esta hacen que
haya varias posibilidades de interpretación.
Son pruebas contundentes de que la
ciencia de la interpretación bíblica no es una ciencia perfecta. Siempre quedan
algunas dudas con respecto al significado preciso de algunas frases. Esto debe
animarnos a tener un poco de humildad hermenéutica.
Aunque hay ejemplos en la literatura
profana griega que versan sobre la autoinmolación, lo más probable es que Pablo
tenga por trasfondo de esta alusión un pasaje bíblico: Daniel 3:28. En este texto se
lee que los tres héroes hebreos, Sadrac, Mesac y Abednego, “…prefirieron entregar sus cuerpos antes
que rendir culto o dar homenaje a cualquier dios, aparte de su Dios”.
El Apóstol, pues, implica con este texto que uno puede dar todos sus bienes a
otros y hasta auto inmolarse con un motivo indigno. Cualquier motivo que no sea
el amor invalida todo acto, por heroico y religioso que parezca.
Bornkamm
señala correctamente que los vv. 4 y 5 son producto de una mentalidad
genialmente poética.
Pero, por hermoso que sea el elemento
poético con toda su simetría, lo más importante de los textos es que confirman
que el amor es todo lo que no es el hombre natural. Es decir, el amor
personificado niega todos los elementos negativos del hombre sin Dios.
Es
interesante notar que los vv. 4-7 comienzan y terminan con frases positivas
respecto al amor. Entre
éstas hay ocho cosas negativas; es como si lo positivo pusiera marco a lo
negativo.
Conzelmann
asevera que comenzando con el v. 4 hay un cambio de estilo de expresión. Agrega que esta
sección constituye una unidad aparte cuyo tema ahora es el amor personificado.
El estilo no es de himno sino didáctico. Los versículos demuestran una
influencia judía en su estilo exhortativo.
Llama la atención que la traducción
española emplea una serie de adjetivos para describir el amor. El griego, en
cambio, emplea ocho verbos para expresar activamente lo que el amor hace o no
hace. El hombre amoroso es el que no pierde los estribos, dando rienda suelta
al mal genio (paciencia).
También
el hombre activado por el amor es “bondadoso”. Esto quiere
decir que no tan sólo aguanta el mal que se le haga sino que hace bien a los
que quieren dañarlo. Las cualidades de paciencia y bondad expresadas por los
verbos aquí empleados se ven unidas en otros escritos paulinos: Rom.2:4; 2 Cor.6:6; Gal.5:22; Col.3:12.
El hombre ha recibido la paciencia y la
bondad de Dios por su carácter amoroso; es menester también que el hombre
creyente procure emular esas mismas características dentro de sus
posibilidades.
El verbo empleado por Pablo para
expresar la característica de “celoso” puede usarse positiva como
negativamente. En este contexto, desde luego, el sentido es negativo. El hombre
regido por el amor no es envidioso de las posesiones de otros. Pablo usa el
verbo positivamente en 12:31 al recomendar a los corintios que anhelen los
mejores dones.
También el hombre bajo el dominio del
amor no hace alarde de su persona o sus posesiones (ostentoso). El verbo empleado aquí no es usado por Pablo en otra
parte de sus escritos. Eso sí, es un término usado a menudo por los filósofos
estoicos en sus escritos sobre la moral.
La arrogancia es expresada por Pablo,
con estilo característicamente suyo, con la idea de estar “inflados” (ver 4:6, 18, 19; 5:2; 8:1). El verbo que pone en acción la idea de “indecoroso”
es el que se traduce en 7:36 como “inadecuado”.
Connota la idea de un modo justo de tratar a la gente.
El
hombre guiado por el amor, por ejemplo, no quedaría mal con una señorita
después de comprometerse en el noviazgo:
· Tal vez un sinónimo de este término es “grosero”. “No busca lo suyo propio…” (v. 5b): Con esta frase el Apóstol da la idea de la persona que
intencionalmente no se ocupa de sus propios intereses.
· Su acción positiva es la de sacrificar aun lo que le pertenece por el bien
de otros. “No se irrita…” (v. 5c): Este, como los demás verbos
empleados en este pasaje, apunta hacia situaciones palpables dentro de la
congregación en Corinto. Es muy posible que Pablo estuviera
pensando en la fracción asceta que mantenía muy elevado su concepto de la moral
y el orden dentro del culto.
· También ha de
haberse sentido disgustada esta fracción con el desorden y la confusión
ocasionados por algunos de los miembros que se ufanaba de su don de lenguas.
Pablo les recuerda que el amor no permite que ellos asuman esta actitud. De
nuevo, el verbo empleado aquí no figura en otros escritos de Pablo. “Ni lleva
cuentas del mal” (v. 5d):
El verbo griego usado se halla en Zacarías
8:17a en la LXX. Pareciera, sin embargo, que el sentido en los dos pasajes
es distinto. Acá Pablo parece decir que el amor personificado en el hombre
creyente acaba con el mal en otro al olvidarse de sus posibles ofensas. El uso
más común de este verbo se ve en cálculos matemáticos. El hombre amoroso no
guarda rencores, no guarda un historial de las cosas malas que se le han hecho.
Véase Parte III:
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