miércoles, 20 de diciembre de 2017

EL MAR ROJO, EL CANTO DE LIBERACIÓN: ÉXODO 14–15:

EL MAR ROJO, EL CANTO DE LIBERACIÓN:
ÉXODO 14–15:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

La Pascua ilustra la salvación del cristiano mediante la sangre del Cordero, pero hay más en la vida cristiana que ser salvo del juicio. Las experiencias de Israel en su viaje desde Egipto a Canaán son cuadros de las batallas y bendiciones de la vida cristiana.
Dios quería a Israel en Canaán y esta es un cuadro de la vida cristiana victoriosa, la vida de pedir nuestra herencia en Cristo (Ef. 1:3). Es triste, pero demasiados cristianos (como los judíos de antaño) son librados de Egipto, ¡pero se pierden en el desierto de la incredulidad! Sí, son salvos por la sangre, pero no demandan su rica herencia espiritual por fe (Heb. 3–5). Vemos en estos dos capítulos cuatro experiencias diferentes del pueblo de Dios en su peregrinaje.

I.       Israel Clama En Temor (Éxodo 14:1–12):
Dios específicamente dirigió a Israel al lugar donde acamparon cerca del Mar Rojo y le dijo a Moisés que los egipcios los perseguirán. Asimismo, Dios nos explicó la vida cristiana en su Palabra, de modo que sepamos qué esperar. A Satanás no le agrada que los pecadores sean libres de sus garras y persigue al cristiano tratando de traerlo de nuevo a su esclavitud. ¡Los nuevos cristianos deben ser advertidos en particular que su adversario vendrá!
Triste como suena, los judíos andaban por vista, no por fe; porque cuando vieron al ejército egipcio que se acercaba, desmayaron en desesperación y clamaron en temor. El temor y la fe no pueden morar en el mismo corazón; si confiamos en Dios no tenemos por qué temer.
Como ocurre a menudo, los hijos de Israel critican a su líder espiritual en vez de orar y procurar animarse mutuamente. En realidad se quejaban de Dios, porque Moisés los había guiado al lugar que Dios había designado. En lugar de mirar a Dios por fe, miraron de vuelta a Egipto y dijeron: «¡Nos iba mejor siendo esclavos de Faraón!» ¡Que memoria tan pobre tenían!
Dios azotó a Egipto con juicios y libró a Israel con gran poder, sin embargo, no creyeron que podía librarlos ahora. Sin duda la «grande multitud» que subió con ellos (12:38) dirigió este coro de quejas, así como lo harían años más tarde (Núm. 11:4). Esta «grande multitud» representa a las personas sin convertirse y mundanas entre los hijos de Dios.

II.      Israel Anda En Fe (Éxodo 14:13–31):
Moisés sabía que el camino a la victoria era la confianza en el Señor (Heb. 11:29).
Nótese: sus tres órdenes:
Ø «No temáis», porque Dios está de vuestro lado;
Ø «estad firmes», porque no podéis ganar esta batalla por vuestra fuerza;
Ø «ved la salvación de Jehová», porque Él luchará por vosotros.
Es importante que estemos firmes antes de «marchar» (v. 15), porque a menos que estemos firmes por fe, nunca podremos andar por fe. Moisés levantó su vara y Dios empezó a obrar.

Dios protegió a su pueblo al colocarse entre Israel y el ejército egipcio (vv. 19–20). Las obras del Señor son tinieblas para el mundo, pero luz para su pueblo. Dios mantuvo a los ejércitos separados toda esa noche.
Entonces Dios abrió el camino hacia adelante al enviar un fuerte viento. Sin duda que los judíos temieron al oír el viento soplar, pero el mismo viento que los atemorizó era el medio de su salvación.
¡La nación entera atravesó el Mar Rojo por tierra seca! Sin embargo, el mismo mar que fue la salvación para Israel fue condenación para Egipto, porque Dios usó las aguas para ahogar a los egipcios y para separar a Israel de Egipto de manera permanente. Faraón cosechó lo que sembró, porque ahogó a los niños judíos y ahora su propio ejército se ahogó.

Debemos captar el significado espiritual de este suceso (1 Cor. 10:1–2). El cruce del Mar Rojo es un tipo de la unión del creyente con Cristo en la muerte a la vieja vida y la resurrección a una vida nueva por completo. Israel fue «bautizado con Moisés» (identificado con Moisés) al marchar por entre las aguas, y nosotros nos identificamos con Cristo y por consiguiente somos apartados del mundo (Egipto).
Los egipcios no pudieron pasar el mar porque nunca tuvieron la protección de la sangre. La Pascua ilustra la muerte de Cristo por nosotros, en tanto que el cruce del Mar Rojo es un cuadro de su resurrección. La sangre nos ha librado de la pena del pecado y la resurrección del poder del pecado:
· La primera experiencia, es sustitución, porque el cordero murió en lugar del primogénito. Esto es Romanos 4–5.
·  La segunda experiencia, es identificación, porque nos identificamos con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección; y esto se explica en Romanos 6–8.
·   En Josué 3–4, el cruce de Israel por el Jordán a Canaán es un tipo de la entrada del creyente en su herencia espiritual por fe y pedirla como suya.
En cada caso, es por fe que el cristiano pide la victoria.

III.    Israel Alaba En Triunfo (Éxodo 15:1–21):
Este es el primer canto que aparece en la Biblia, es significativo que venga después de la redención de la esclavitud. Sólo el cristiano tiene el derecho de cantar cantos de redención (Salmo 40:1–3). Éxodo empieza con suspiros (2:23), pero debido a la redención vemos ahora a la nación cantando.

Nótese:
Ø que este canto exalta a Dios, porque al menos se hace referencia al Señor cuarenta y cinco veces en estos dieciocho versículos.
Ø Demasiados cantos exaltan a los hombres en lugar de la persona y el carácter santo de Dios, y sus maravillosas obras poderosas.

Nótese: el estribillo clave en el versículo 2. Se repite en el Salmo 118:14, cuando los judíos regresaron de la cautividad y reconstruyeron el templo bajo Esdras, tanto como en Isaías 12:2, refiriéndose al día futuro cuando Dios restaurará a la nación a su tierra.
Véase Isaías 11:15–16. Israel cantó esta canción cuando fue librado de Egipto, guiado por Moisés el profeta y cuando fue librado de Babilonia, guiado por Esdras, un sacerdote. Lo cantarán cuando sean librados de las naciones gentiles, cuando se vuelvan a Cristo, su Rey.

No nos detendremos en los detalles de este canto.

Nótese:
·      que alaban a Dios por su redención (vv. 1–10),
·      dirección (vv. 11–13), y
·      victoria (vv. 14–17).
Y el canto termina con una nota de gloria, mirando hacia su reinado eterno (v. 18). María dirigió a las mujeres (véanse 1 Cor. 14:34; 1 Tim. 2:11–12) en un coro aislado, porque sin duda las mujeres tienen razón para alabar al Señor por la redención que les ha dado en Cristo.

IV.    Israel Se Queja En Incredulidad (Éxodo 15:22–27):
Sería maravilloso detenerse a la orilla del mar y alabar al Señor, pero el creyente es un peregrino y debe seguir la dirección de Dios. Qué extraño que Dios les llevara a un lugar sin agua. Sin embargo, Él debe disciplinar a sus hijos para que puedan descubrir sus corazones.
Cuando los judíos vieron el agua, notaron que era amarga y de inmediato se quejaron a Moisés y a Dios. ¡Qué perverso es el corazón humano! Alabamos a Dios un día por su gloriosa salvación y nos quejamos de Él tan pronto como hayamos aguas amargas. Esta experiencia le enseñó al pueblo de Israel algunas lecciones valiosas:

A.      Acerca De La Vida.
La vida es una combinación de amargura y dulzor, triunfos y pruebas. Si seguimos a Dios, sin embargo, nunca debemos temer lo que nos salga al paso. A veces, después de la prueba, hay un «Elim» espiritual (v. 27) donde Dios nos refresca. Debemos aceptar las aguas amargas con las dulces, sabiendo que Dios sabe lo que es mejor para nosotros.

B.      Acerca De Sí Mismos.
La vida es un gran laboratorio y cada experiencia es una radiografía de nuestro corazón para revelar lo que en realidad somos. Las aguas de Mara revelaron que los judíos eran mundanos, pensando sólo en la satisfacción corporal; andaban por vista, en espera de recibir satisfacción del mundo; eran malagradecidos, se quejaban a Dios cuando las pruebas les salían al paso.

C.      Acerca del Señor.
Dios sabe la necesidad debido a que Él planea el camino. Usó el árbol (sugiriendo la cruz, 1 P. 2:24) para endulzar las aguas amargas. Él es Jehová-rafa: «El Señor que sana».

Clase Para Domingo.


Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.


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