PROFECÍA DEL
NACIMIENTO DE JESÚS:
(Lucas 1:26-38)
“Al sexto
mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret,… a una virgen desposada con un
varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era
María… Y entrando el ángel en donde ella
estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres…”.
(Lucas 1:26-38)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Introducción:
El anuncio del
nacimiento de Jesús es contado de una manera muy similar a la historia
precedente, como para llevar a los lectores a ver los paralelos. Sin embargo,
en este caso el interés está centrado en la madre más que en el padre del niño.
María estaba desposada con José, pero su matrimonio aún no se había consumado.
En el sexto mes del embarazo de
Elisabet (comp. v. 36) tuvo una
visión angelical.
Como Zacarías, ella se llenó
naturalmente de temor y perplejidad al ser saludada como muy favorecida. Esta
expresión significaba que había sido elegida por la gracia de Dios para tener
un hijo (comp. Isaías 7:14) cuyo nombre sería Jesús, que era equivalente al
heb. “Josué”
y significa “Salvador”. Sería un rey en la línea de David y sería
llamado Hijo de Dios, como Salomón, y gobernaría sobre los dominios de David,
pero para siempre.
1.
El
Anuncio Dado Por El Ángel:
V.26. Gabriel[1] no
solo le apareció a Zacarías y a María, sino también al profeta Daniel más de
quinientos años antes (Daniel 8:15-17; 9:21).
Cada vez que aparecía, traía mensajes
importantes de Dios.
Nazaret, pueblo de José y María, estaba
lejos de Jerusalén, centro de vida y adoración judías. Localizada en la ruta
más transitada, visitada a menudo por mercaderes gentiles y soldados romanos.
De ahí que su reputación estaba empañada
entre los judíos (Juan 1:46). Jesús nació en Belén, pero creció en Nazaret. ¡Quién iba a pensar que la gente de Nazaret
lo rechazaría como el Mesías! (Juan 4:22-30).
V.26. al sexto
mes[2]
[véase Calendario Judío al Final]—del tiempo de Elisabet.
Etimología:
G1623 ἕκτος = jéctos: ordinal de G1803;
sexto:- sexto.
(Strong).
El sexto mes judío del Antiguo Testamento no indica que Jesús nació el 25 de diciembre, como lo acreditó la tradición católica romana, vea en la parte baja y dea sus conclusiones ¿...? la Biblia no da la fecha de diciembre pero el sexto mes sería entre agosto-septiembre.
G32 ἄγγελος = ángelos: de ἀνγέλλω = angélo [probablemente derivado de G71;
Compare G34] (traer nuevas); mensajero;
especialmente «ángel»; por implicación pastor:- mensajero, ángel.
G1043 Γαβριήλ = Gabriél: de origen hebreo
[H1403]; Gabriel, un arcángel:- Gabriel. (Strong).
V.27. José, de
la casa de David—véase la nota acerca de Mateo 1:16.
“y Jacob engendró a
José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo[3]”. (Mateo 1:16).
V.28. muy favorecida—palabra usada una vez más en las
Escrituras (Ef.1:6, pero traducida “hizo aceptos”);
comp. v. 30: “Has hallado gracia cerca de Dios”.
El error de la traducción en la Vulgata,
“llena de
gracia”, ha sido aprovechado ampliamente por la Iglesia Romana. Como
la madre de nuestro Señor, ella fue la más “bienaventurada entre las mujeres” en
distinción externa; pero que escuchen ellos las mismas palabras del Señor: “Antes
bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”. Véase la
nota acerca del cap. 11:27, 28.
NOTA Lucas 11:27-28: Diciendo
estas cosas, una mujer de la compañía—“de la
multitud”, “del
gentío”. Un incidente encantador, y
profundamente instructivo. Con sentimientos muy propios de mujer, ella envidia
la madre de Maestro tan maravilloso. Bien lo ha dicho una más elevada y mejor
que ella mucho antes, cap. 1:28, 42; y
nuestro Señor está lejos de condenarlo. Al contrario, él apoya, como más
bienaventurados, “antes bienaventurados”. A los oidores y guardadores de la palabra de Dios; o
en otras palabras, los más humildes de los verdaderos santos de Dios. Véase la
nota acerca de Mateo 12:49-50. ¡Cuán completamente
ajeno es este sentimiento a la enseñanza de la Iglesia de Roma, la cual
excomulgaría a cualquiera de sus miembros que se atreviera a hablar en el
espíritu de este glorioso dicho!
2. Cumplimiento Profético, Dada Por Dios “Dios Con Nosotros”:
V.31. El ángel expresamente ajusta su lenguaje a
la famosa profecía de Isaías, cap. 7:14.
“Por tanto, el Señor
mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y
llamará su nombre Emanuel”. [Isaías
7:14]
NOTA:
Isaías 7:14: Entonces Isaías concluyó su
intervención indicando que de todos modos, aun cuando el rey no se atreviera a
pedir una señal de parte de Jehová, Dios mismo daría una señal, una
demostración de que en verdad él estaba detrás de la historia (vv. 14 y
16).
Aunque el v. 14 es
usado en Mateo 1:23 mediante un maravilloso
midrash profético, aludiendo a la significación del nacimiento del Señor Jesús,
su cumplimiento primario tuvo que ver con el nacimiento de un niño durante el
reinado del rey Acaz. La evidencia más fuerte indica que ese niño fue un hijo
de Isaías, y su madre, la joven esposa del profeta. Su nombre, Emanuel 6005, significa “Dios está
con nosotros”. Aquel niño, por su existencia
y por su nombre, representaría la confirmación histórica para el pueblo de Judá
y su rey, de que a pesar de tanta incredulidad, Dios realmente intervendría a
favor de Judá: ... antes que el niño sepa
desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes a quienes
tienes miedo será abandonada (v. 16).
Etimología:
H6005 עִמָּנוּאֵל = Immanuél: de H5973 y H410
con pron. suf. ins.; con nosotros (está) Dios; Emmanuel, nombre típico del hijo de Isaías:- Emanuel. (Strong).
H6005 עִמָּנוּ אֵל = Emanuel (Isaías 7:14; Ver nota RVA). Este nombre
significa: "Con nosotros está Dios".
(Diccionario
del hebreo Bíblico).
VV.31-33. Jesús[4], una forma griega de la palabra hebrea
Josué, era un nombre común que significa "el
Señor salva".
Así como Josué guió a Israel hacia la
tierra prometida (véase Josué 1:2), también Jesús guía a su pueblo hacia la
vida eterna.
El simbolismo de su nombre no se perdió
en el pueblo de su tiempo, que tomó los nombres con seriedad y vio en ellos una
fuente de poder. En el nombre de Jesús se sanó, se echaron fuera demonios y se
perdonaron pecados.
VV.32, 33. Siglos antes, Dios prometió a David que su
reino sería para siempre (2 Samuel 7:16).
Esta promesa se cumplió en la venida de
Jesús, un descendiente directo de David, cuyo reinado continuará por la
eternidad. Este no es sino un eco de la sublime predicción, Isaías 9:6-7.
“Porque un
niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de
Paz… Lo dilatado de su imperio y la paz no
tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y
confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de
Jehová de los ejércitos hará esto”.
NOTA:
Is.9:6-7. Se ofrece el cuádruple nombre y los atributos del Niño (Mesías),
quien nacería para reinar por siempre sobre el trono de David.
· Admirable,
Consejero (véase 28:29) parece un nombre
que expresa sus cualidades de guía y líder político. él es la Palabra viva, el
guía infalible, la inextinguible sabiduría, la Verdad y el Camino. Sobre él
descansará el imperio (la autoridad de gobernar).
· Dios Fuerte:
El niño es Dios encarnado, el Omnipotente. La palabra traducida como «fuerte» tiene el significado adicional de «héroe». El Señor es el héroe infinito de su pueblo,
el guerrero divino que ha triunfado sobre el pecado y la muerte.
· Padre Eterno:
Expresa el cuidado paternal que viene de Cristo. Este título no entra en
conflicto con el de la primera persona de la Trinidad. Jesús dijo a Felipe: «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre» (Juan 14:9).
«Eterno» también significa «presente en todas partes»; el Señor posee los
atributos de eternidad y omnipresencia mientras reina sobre el trono de David y
dentro de los corazones de los redimidos.
· Príncipe de Paz:
Su reino estará caracterizado por Shalom, sanidad, bienestar, prosperidad,
felicidad y cese de la enemistad. El NT., afirma que el establecimiento del
reino estará antecedido por su triunfo sobre Satanás. Reino: Véase el reino de
Dios: El mensaje del reino y el conflicto y el reino.
V.6. La encarnación del Mesías, LA VENIDA DEL MESÍAS. En este versículo tenemos
una de las más hermosas promesas poéticas del reino venidero del Mesías.
Anualmente lo recitamos y lo escuchamos cantar cuando celebramos la Navidad.
Sin embargo, también se refiere a una de
las verdades más grandes y misteriosas de la Biblia: la encarnación, «un niño nos es nacido, hijo nos es dado». Dios se
haría parte de la raza humana.
Un niño recién nacido sería llamado «Dios fuerte, Padre eterno». Podemos aceptar esta
verdad por fe, pero no podemos comprender plenamente lo que significó, para la
segunda persona de la Trinidad, abandonar su estado divino y revestirse de la
naturaleza humana.
Pero Pablo nos dice que tomó la forma de
siervo y vino a la tierra como un ser humano. «Por
lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre» (Filipenses 2:7; 2:9).
3. La Venida De Dios, En La Persona De Jesús:
V.34. ¿Cómo,
etc.—Esta no es la incredulidad de Zacarías: “¿En qué conoceré esto?”, sino, aceptando como verdadero el hecho,
ella pregunta: “¿Cómo va a ser esto, tan contrario
a la ley nunca violada del nacimiento humano?”.
En lugar de reprensión, se responde,
pues, a su pregunta en detalle misterioso.
V.34. El
nacimiento de Jesús de una virgen* es un milagro que a muchos les resulta
difícil aceptar.
Estos tres hechos pueden ayudar nuestra fe:
(1) Lucas era médico y sabía muy bien cómo se forman los
bebés. Sería muy difícil creer en un nacimiento virginal como lo es para
nosotros, pero sin embargo lo escribe como un hecho.
(2) Lucas era un afanoso investigador que basó su Evangelio
en informes de testigos presenciales. La tradición dice que habló con María relacionado
con los hechos de los dos primeros capítulos. Esta es su historia, no una ficción.
(3) Cristianos y
judíos, que adoran a Dios como Creador del universo, debieran creer que Él
tiene poder para crear un niño en el vientre materno.
*La historia no pone tanto énfasis en la virginidad de María sino más bien en el hecho positivo de
que el niño sería concebido por el poder de Dios y no por una relación sexual
humana.
No obstante, sería un descendiente de David al ser aceptado como hijo legal del
esposo de María.
Nota. La historicidad del nacimiento
virginal.
El
nacimiento de Jesús es presentado como un suceso milagroso o sobrenatural.
Quienes rechazan desde el principio la posibilidad de hechos sobrenaturales
obviamente no podrán aceptarlo; su duda surge de una cosmovisión que no podemos
discutir aquí.
Pero
hay otras razones por las cuales aquellos que aceptan la posibilidad de hechos
sobrenaturales puedan dudar de la historicidad de este relato en particular y
buscar otra explicación de cómo fue el nacimiento de Jesús:
a) El silencio
de la mayoría de los autores del NT. El hecho de que haya poca alusión a la
historia en otras partes del NT (fuera
de Mateo) no es necesariamente una objeción a su historicidad. De ser
cierta, la historia debe haber sido conocida originalmente sólo en la familia
de Jesús y no es de pensar que la hayan contado públicamente. A Jesús le hicieron
comentarios sarcásticos sobre su origen paterno, lo que sugiere que la gente
sabía o sospechaba que no había sido normal.
b) Paralelos
paganos.
Existen historias antiguas sobre grandes héroes que fueron engendrados por
dioses, o de mujeres mortales que eran visitadas por seres divinos que tenían
relaciones con ellas. Podría argumentarse que esta historia se debe a la
influencia de aquéllas. Pero hay un mundo de diferencia entre la atmósfera de
las historias paganas y la de Lucas 1—2.
Un paralelo adecuado de la historia cristiana sólo puede lograrse con
reconstrucciones muy especulativas y complejas de las fuentes antiguas. ¡Los paralelos no son necesariamente
fuentes!
c) Detalles del
relato.
Algunas partes de la historia, especialmente la fecha del censo de Cirenio,
provocan dificultades históricas (ver
más adelante), pero difícilmente afectan la cuestión de la historicidad del
tema principal.
d) Dificultades
doctrinales.
Se argumenta que si Jesús no fue concebido naturalmente, no era humano en todos
los aspectos. Pero, visto desde cualquier punto de vista ortodoxo, Jesús era “humano más”
y esa concepción diferente no lo hace “humano menos”. La cuestión crucial es si Jesús
era simplemente un ser humano con algunos dones espirituales (que le hacían diferir de nosotros en grado
más que en esencia) o si era el Hijo de Dios que se hizo humano.
V.35. El Espíritu Santo—véase la nota acerca de Mateo 1:18.
Virtud del Altísimo—la energía inmediata de Dios mismo
transmitida por el Espíritu Santo, te hará sombra—palabra que sugiere cuán suave, mas con todo eficaz, sería este Poder;
y su secreto misterioso, retirado, como por una nube, del examen humano. Lo
Santo que nacerá—“aquel santo Descendiente tuyo”.
Por
lo cual… Hijo de Dios—Que Cristo es el Hijo de Dios en su naturaleza
divina y eterna, es evidente en todo el Nuevo Testamento; pero aquí vemos
aquella filiación efloreciéndose en manifestación humana y palpable por nacer,
mediante “el
poder del Altísimo”, un Infante de días.
No debemos ni pensar en una doble
filiación, como hacen algunos, con violencia y sin fundamento, ni negar lo que
aquí se expresa claramente:
· La conexión entre su nacimiento humano, y
· Su propia filiación personal.
“…; por lo
cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
(Lucas 1:35)
El
hijo de María sería santo. Como el
significado básico de esa palabra es “separado para Dios” más bien que “moralmente
correcto”, simplemente puede significar
“divino”, “compartiendo
la naturaleza de Dios” (comp. Salmo 89:5, 7).
Para confirmar su mensaje, el ángel habló
del milagro que ya había sido experimentado por Elisabet y María aceptó
quedamente la promesa sin indicación alguna de dudas como las que habían
atemorizado a Zacarías.
Ayuda Hermenéutica:
“… por lo
cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”.
V.35:
M107 En este versículo, τὸ γεννώμενον ἅγιον κληθήσεται υἱὸς θεοῦ puede significar: el
(niño) que ha de nacer será llamado santo, el Hijo
de Dios; caso en el cual no surge ningún problema en cuanto al
artículo. Pero si el significado es: el santo (niño) que ha
de nacer será llamado el Hijo de Dios, entonces claramente es un uso
irregular: τὸ ἅγιον τὸ γεννώμενον…
tal vez sería la única manera clara de decirlo. [Editor. En vista de la
ausencia de artículo aquí, la primera sugerencia parece más probable].
TGr19 Puesto que πνεῦμα no tiene artículo, se implica que no fue la tercera Persona
de la Trinidad quien cubrió con su sombra a María y la capacitó para concebir
al Mesías, sino aquel poder indefinible y santo de Dios que fortaleció a los
seres humanos de una manera sobrenatural, como lo había hecho con los héroes de
Israel en los tiempos del AT. (el uso de πνεῦμα
sin artículo puede referirse al Espíritu Santo -M113). [Editor. Aunque πνεῦμα no tiene artículo, se usa el
adjetivo ἅγιον, el cual parece que
tiene mayor significado que el hecho de que aparezca el artículo o no; comp.,
el v. 15].
T87 El participio de presente γεννώμενον se usa para describir un
evento futuro (para indicar certeza).
NOTA:
Mateo 1:18: Y el nacimiento de Jesucristo fue así: Que siendo María su madre desposada
[más bien “comprometida”] con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido
del Espíritu Santo—Por supuesto fue solamente la realidad del hecho lo que fue
descubierto; la explicación de éste dada aquí es del evangelista mismo. Que el
Espíritu Santo es una persona consciente y viviente, se da a entender
claramente aquí, como también es claramente enseñado en otras partes (Hechos
5:3-4, etc.); y que, en la unidad de la Deidad, Él es distinto del Padre y del Hijo, se enseña con
igual claridad (Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14). En cuanto a la concepción milagrosa de nuestro Señor,
véase Lucas 1:35.
V.36. Elisabet
tu parienta—algunos traducen “prima”; pero
el grado de parentesco la palabra no dice, ha concebido, etc.—esto para María
fue una señal no pedida, en recompensa de su fe.
V.37. Porque ninguna cosa es imposible para Dios—refiriéndose
a lo que fue dicho por el ángel a Abrahán en caso parecido. Génesis 18:14, para
fortalecer la fe de ella,
V.38. ¡Una fe maravillosa en semejantes circunstancias!
V. 38:
M96 y sig. Δούλη se
declina como un adjetivo y se usa como un sustantivo: la sierva.
V.38: Una joven soltera encinta se arriesgaba al
desastre.
A menos que el padre de la criatura aceptara casarse con ella, había la
posibilidad de que quedara sola para toda la vida. Si su padre la rechazaba,
podría verse forzada a mendigar o prostituirse a fin de sobrevivir. Y María,
con su historia de estar encinta por obra del Espíritu Santo, se arriesgaba
también a que la consideraran demente.
Con todo y a pesar de los posibles riesgos, María
dice: "Hágase conmigo conforme a tu palabra". Cuando María lo
afirmó, no se imaginaba la tremenda bendición que recibiría. Solo sabía que
Dios le pedía que le sirviera y estaba deseosa de hacerlo. No espere ver qué
bendición tendrá antes de ofrecerle su vida a Dios. Ofrézcase de buena gana,
aun cuando los resultados de hacerlo parezcan desastrosos.
Concluyó:
A
través de las Escrituras vemos que el anuncio del nacimiento de una criatura
provocaba diferentes reacciones. Sara, la esposa de Abraham, se rió (Génesis
18:9-15). Zacarías dudó (Lucas 1:18). Por contraste, María se sometió.
Creyó
las palabras del ángel y estuvo de acuerdo en tener al bebé, aunque fuera en
circunstancias humanamente imposibles. Dios está dispuesto a hacer lo
imposible. Nuestra respuesta a sus demandas no debiera motivar risa, temor ni
duda, sino aceptación de buena voluntad.
___________
Nota y Bibliografía:
[1] angelos = (ἄγγελος, G32), mensajero (de
angelo = entregar un mensaje), ya sea enviado por Dios, por el hombre, o por
Satanás; se usa también de un guardián o representante en Ap.1:20 (comp. Mateo
18:10; Hech.12:15, donde se entiende mejor como «fantasma»), pero más
frecuentemente se refiere a un orden de seres creados, superiores a los hombres
(Heb.2:7; Salm.8:5), que pertenecen al cielo (Mateo 24:36; Marcos 12:25), y a
Dios (Lucas 12:8), y dedicados a su servicio (Salmo 103:20). Los ángeles son
espíritus (Heb.1:14), esto es, no tienen cuerpos materiales como los humanos,
pero su forma es humana o pueden asumir la forma humana cuando es necesario.
Comp. Lucas 24:4, con el v. 23, Hech.10:3 con el v. 30).
«Son llamados
«santos» en Marcos 8:38, y «elegidos» en 1 Tim.5:21, en contraste con algunos
de su número (Mateo 25:41), que «pecaron» (2 Pedro 2:4), «abandonaron su propia
morada» (Judas 1:6, oiketerion), palabra esta que solo vuelve a aparecer, en el
NT, en 2 Corintios 5:2. Los ángeles siempre son mencionados en género
masculino; la forma femenina de la palabra no aparece» (de Notes on
Thessalonians, por Hogg y Vine, p. 229). Véase MENSAJERO. (VINE).
[2] jektos = (ἕκτος,
G1623), se utiliza:
(a) de un mes (Lucas
1:26; 1:36);
(b) de una hora
(Mateo 20:5; 27:45 y pasajes paralelos; Juan 4:6);
(c) de un ángel
(Ap.9:13-14; 16:12);
(d) del sello de un
rollo, en visión (Ap.6:12);
(e) de la sexta
piedra preciosa, el sardio (rvr: «cornalina»), en los cimientos del muro de la
Jerusalén celestial (Ap.21:20).
[3] cristos = (χριστός, G5547),
ungido. Traduce, en la lxx, la palabra Mesías, término que se aplica a los
sacerdotes que eran ungidos con el aceite sagrado, especialmente al sumo
sacerdote (p.ej., Lv.4:3; 4:5; 4:16). Los profetas reciben el nombre de joi
cristoi Teou = «los ungidos de Dios» (Salmo 105:15). El rey de Israel era en
ocasiones mencionado como cristos tou Kuriou = «el ungido del Señor» (1
Sam.2:10; 2:35; 2 Sam.1:14; Salmo 2:2; 18:50; Hab.3:13); el término es
utilizado incluso de Ciro (Is.45:1).
El título jo
Cristos = «el Cristo», no se usa de Cristo en la versión lxx de los libros
inspirados del AT. En el NT., la palabra se usa frecuentemente con el artículo,
del Señor Jesús, como un apelativo más que como un título (p.ej., Mateo 2:4;
Hech.2:31); sin el artículo (Lucas 2:11; 23:2; Juan 1:41). En tres ocasiones el
mismo Señor aceptó expresamente este título (Mateo 16:17; Marcos 14:61-62; Juan
4:26).
Se añade como
apelativo al nombre propio «Jesús» (p.ej., Juan 17:3, única vez en que el Señor
se denomina así a sí mismo; Hech. 9:34; 1 Cor. 3:11; 1 Jn.5:6). Es
decididamente nombre propio en muchos pasajes, tanto si aparece con el artículo
(p.ej., Mateo 1:17; 11:2; Rom.7:4; 9:5; 15:19; 1 Cor.1:6), como si aparece sin
él (Marcos 9:41; Rom.6:4; 8:9; 8:17; 1 Cor.1:12; Gal.2:16). El solo título
Cristos se usa en ocasiones sin el artículo para significar a aquel que por su
Santo Espíritu y poder mora en los creyentes, moldeando el carácter de ellos en
conformidad a su semejanza (Rom.8:10; Gal.2:20; 4:19; Ef.3:17). En cuanto al
uso o a la ausencia del artículo, el título con el artículo especifica al Señor
Jesús como «el Cristo»; el título sin el artículo destaca su carácter y su
relación con los creyentes. También, hablando en general, cuando el título es
el sujeto de la oración, tiene el artículo; cuando forma parte del predicado,
el artículo no aparece. Véase también JESÚS. (VINE).
[4] iesous =
(ιησους,
G2424) es una transliteración del nombre heb. «Josué», significando
«Jehová es salvación»; esto es, «es el Salvador»; era «un nombre común entre
los judíos (p.ej., Ex.17:9; Lc.3:29; Col.4:11). Fue dado al Hijo de Dios en la
encarnación como su nombre personal, en obediencia a la orden dada por un ángel
a José, el marido de su madre, María, poco antes de que él naciera (Mt.1:21).
Es con este nombre que se le designa generalmente en las narraciones
evangélicas, pero no sin excepciones, como en Mr.16:19; Lc.7:13, y una docena
más de pasajes en este Evangelio, y en unos pocos lugares en el de Juan. ««Jesucristo»
aparece solo en Mt.1:1; 1:18; 16:21, margen; Mr.1:1; Jn.1:17; 17:3. En Hechos
se halla frecuentemente el nombre «Jesús». «Señor Jesús» se usa normalmente, como
en Hech.8:16; 19:5; 19:17; véase también los relatos de las palabras
pronunciadas por Esteban (Hech.7:59), por Ananías (Hech.9:17), y por Pablo
(Hech.16:31); aunque tanto Pedro (Hech.10:36), como Pablo (Hech.16:18), usaron
también «Jesucristo». (VINE).
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
06//12//2017.
CALENDARIO
HEBREO:
El año judío se
divide en 12 meses de 29 o 30 días, y se basa en las fases de la luna. Cada dos
o tres años se intercala un mes suplementario –conocido como “segundo Adar”,
antes del mes de Nisán-, para compensar el retrato del ciclo lunar sobre el
año solar.
El
inicio del año cultual se celebra en primavera (el 1° de Nisán); sin embargo se celebra
el año nuevo civil en otoño, en el mes de Tishri. La numeración de los meses comienza
en primavera con el mes de Nisán o Abib, al igual que en Babilonia.
1) Fiesta De La Pascua: Celebrada el 14
de Nisán
(Comp. Éxodo 12:27; véase índice temático. Fiesta De Los Panes Sin Levadura: Celebrada del 15 al 21 de Nisán
(Compare Éxodo 12:14-20).
2) Fiesta De Pentecostés
(Números 26:26),
De Las Semanas, o De Las Cosechas (éxodo 23:16): Celebrada durante el mes de Siván
(Compare Levíticos 23:9-14; Véase Concordancia temática.
3) Año Nuevo Judío o
“Rosh Hashaná”: Celebrada
durante el mes de Tishri (Compare Levíticos 23:23-25; Números
29:1-6).
4) Día Del Perdón, De
La Expiación o “Yom Kipur”: Celebrado el 10
de Tishri
(Compare Levíticos 16; 23:26-32; Números 29:7-11).
5) Fiesta De Las
Enramadas o de las (Tabernáculos): Celebrada del
15 al 23 de Tishri
(Compare Levíticos 23:33-43; Números 29:12-39; Deuteronomio 16:13-17).
6) Fiesta De La Dedicación o “Hanuká”: Celebrada el 25 de Kislev (Compare Juan 10:22 ss.).
7) Fiesta De Purim: Celebrada los días
14 y 15 de Adar
(Compare Ester 9:21-32; compare 2 Macabeos 15.36). (Concordancia
Biblia de Estudio RV1995).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario