Parte I:
LA GLORIA DE
DIOS REVELADA: POR CRISTO EN LA IGLESIA:
(Efesios 1:3-14)
“Bendito sea
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo,… según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,… en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos
suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,… para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos
hizo aceptos en el Amado,… en quien tenemos
redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,…
que hizo sobreabundar para con nosotros en toda
sabiduría e inteligencia…”.
(Efesios
1:3-14)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Habiendo
expresado este breve saludo en los vv.1-2, el apóstol se eleva a las alturas
celestiales con un cántico de alabanza que no tiene igual en las Escrituras.
Prorrumpe en una declaración elocuente sobre el maravilloso y eterno propósito
de Dios.
V.1.
R582 Διά se
usa con sentido de agencia: por la voluntad de Dios
(διά también se usa de esta manera en el v. 5).
M108 Τοῖς …
πιστοῖς ἐν Χριστῷ significa: los que creen en
Cristo y no sencillamente: los que creen a
Cristo.
Esta declaración consiste en un himno de alabanza (vv. 3-14). El
tema de esta meditación devocional podría ser: La
gloria de Dios en la iglesia.
I. Himno De Alabanza Por La Obra Redentora De
Cristo. Efesios 1:3-14:
Parado en la
cima de sumo gozo y admiración, Pablo con una sola mirada vislumbra hacia atrás
hasta la eternidad infinita y hacia adelante hasta la eternidad venidera.
Señala en una sola alocución el panorama
admirable del propósito divino de proveer en Cristo Jesús una salvación
completa, gratuita y eterna para toda la humanidad.
Expresa sus sentimientos profundos en
una oración larga, que en el griego se extiende desde el v. 3 hasta el 14. En la RVA., esta oración larga ha sido dividida
en siete oraciones más breves.
Comienza
con una doxología que celebra las múltiples bendiciones de Dios en Cristo Jesús
para con nosotros: Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido en Cristo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales (v. 3).
Esta
declaración es como un resumen de todo lo que sigue. Emplea tres
formas de la misma palabra (eulogéo G2127) para dar énfasis sobre la
grandeza de estas bendiciones.
Con esta declaración Pablo indica que
Dios debe ser alabado, o merece ser alabado por lo que ha hecho a través de la
historia, culminando en la persona y la obra de Jesucristo. Establece la
relación íntima que existe entre Dios y Jesús. Indica que Dios es a la vez “el Padre de
Jesucristo (quien es nuestro Señor) y su
Dios” (Bratcher y Nida, p. 9).
Señala que Dios mismo es el autor de
todas las bendiciones espirituales que son nuestras en Cristo. Estas
bendiciones son de carácter espiritual y no deben ser confundidas con
bendiciones materiales.
Bonnet dice que “bendecir a Dios es alabarle, glorificarle
en un sentimiento de adoración, de reconocimiento, de amor”.
En lugares celestiales
(v. 3) puede
referirse a la esfera de las operaciones divinas, donde mora Dios por la
eternidad en contraste con lo terrenal. Dios en consejo celestial decidió hacer
todo lo que la Biblia nos revela que hizo. A la vez, puede entenderse por esta
expresión que el creyente en Cristo ya es ciudadano del cielo y que las bendiciones
espirituales en lugares celestiales pueden referirse a la cualidad de las bendiciones
que disfrutamos aun en esta vida por medio de Jesucristo. La expresión
bendición espiritual indica que las bendiciones provienen del Espíritu.
Es interesante notar que la expresión en
lugares
celestiales se halla solamente en esta epístola (Efesios 1:3; 1:20;
2:6; 3:10 y 6:12). ¿Será que la bendición espiritual en los lugares celestiales
describe la experiencia presente del creyente en compañerismo con los demás
cristianos que forman la iglesia? ¿Podrá esto sugerir que la Iglesia como la conocemos
en la tierra es un anticipo ideal de cómo ha de ser en la eternidad?
El autor procede a enumerar estas
bendiciones por medio de un himno de alabanza. Señala claramente la obra del
Padre, del Hijo y del Espíritu por medio de una estrofa cada uno, seguido con
el refrán para la alabanza de su gloria
(vv. 6, 12, 14). Señala el pasado, el presente y el futuro de la salvación
que tiene el creyente en Cristo.
1.1. La Primera Estrofa De Este Himno De Alabanza Se Halla En
Los vv. 4-6, Donde Señala Lo Que Ha Hecho Dios:
Nos escogió en él desde antes de la
fundación del mundo (v. 4). Esto
habla de un acto soberano del Dios eterno quien no conoce límites ni de tiempo
ni de espacio. Efectuando el propósito eterno y divino en la elección, Dios
inició una cascada de bendiciones espirituales en lugares celestiales.
Esta
primera bendición consiste en la elección divina:
Dios nos escogió para sí en Cristo. La
elección es un hecho. Fue objetivo y con un propósito
definido. Este acto corresponde a la amorosa voluntad de Dios manifestada en
Cristo Jesús y es para la salvación del escogido.
No depende de la capacidad para escoger
de los escogidos, ni de los méritos que estos tuviesen. En cambio fue una
expresión independiente de la libre voluntad divina. La elección constituye la
base de todas las demás bendiciones espirituales.
Las
formas culturales de la iglesia.
Uno de los desafíos ineludibles para la iglesia en misión ha sido y es
el hecho de las formas culturales (y los
contenidos) de los pueblos. Casi todas las iglesias cristianas
contemporáneas han tomado conciencia de esto. Las formas culturales son los
modos en que las diversas naciones expresan o grafican sus ideas religiosas,
morales y artísticas.
La misión de la iglesia, hoy y siempre,
nos exige una investigación respetuosa de las variadas formas y contenidos
culturales de los pueblos a evangelizar (o
re evangelizar, como lo dicen los misionólogos católicos y protestantes de la
actualidad). No se trata del respeto por el respeto mismo; más que eso, se
trata de una estrategia respetuosa, con el fin de comunicar el evangelio,
organizar y fortalecer nuevas iglesias locales y rendir culto a Dios.
Esta riqueza de formas de expresión
cultural se da, y de modo notable, en las culturas autóctonas de las tres
Américas, o en las subculturas de las sociedades criollas, rurales y urbanas
del continente.
Con la palabra escogió = (eklégomai G1586)
Pablo comienza a definir quiénes son los que componen la verdadera iglesia de
Cristo, el pueblo escogido de Dios. Aunque la palabra iglesia[1] = (ekklesía G1577)
no aparece hasta el v. 22, el autor
va gradualmente descubriendo palabra por palabra el propósito divino al formar
en la iglesia a un pueblo particular para rendirle a Dios la gloria. Es
importante recordar esta palabra y otras en forma acumulativa para comprender
lo significativo de la iglesia en el propósito de Dios.
¿Quiénes Son Los Bendecidos?
· Son los elegidos en Cristo;
· nosotros los creyentes:
Ø tanto los judíos,
Ø como los gentiles.
Nos escogió en él aclara los objetos de
la elección divina y el medio por el cual se realizó. Nos se refiere a todo el
pueblo de Dios, los cristianos.
Hemos
sido escogidos en Cristo, el Mesías, el ungido de Dios. En él es una
expresión favorita de Pablo y aparece más de veinte veces en esta epístola y
expresa la relación especial que existe entre el creyente y Cristo.
Es
una unión íntima y mutua. Las bendiciones espirituales se fundamentan en él y
dependen de una relación vital. Dios es el gestor de las bendiciones
espirituales, Cristo el mediador y nosotros los beneficiarios.
En la expresión desde antes de la
fundación del mundo, Pablo manifiesta el carácter eterno de Dios, y su
soberanía y poder para tomar decisiones. Dios es eterno y no conoce límite de
tiempo. Por esto, esta frase señala que la decisión fue tomada por el Dios
soberano antes de la creación, sabiendo bien todas las implicaciones y
consecuencias, los resultados y también el veredicto final de tal decisión.
Nuestra salvación en Cristo Jesús es el
resultado de una decisión que data desde la prehistoria humana. Es tan segura como Dios es eterno: En quien no hay ni cambio ni sombra de variación
(Santiago 1:17).
La razón de esta elección se expresa con
la frase para que fuésemos santos y sin mancha delante de él. Esta expresión
nos recuerda las palabras de Dios al pueblo de Israel: Porque tú eres un pueblo santo para
Jehovah tu Dios; Jehovah tu Dios te ha escogido para que le seas un pueblo
especial, más que todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra
(Deuteronomio 7:6).
Nuestra elección ha sido con el
propósito de poner a los elegidos aparte del resto del mundo y dotarlos de
cualidades espirituales que los distinguen de éste e identificarlos como
pertenecientes a Dios.
Sin mancha nos hace recordar la
condición perfecta que debía tener un animal traído para el sacrificio. Estas
palabras también aparecen en 5:27
con referencia a la iglesia. Así, podemos concluir que los elegidos han sido
escogidos para formar la iglesia de Cristo.
Los que forman parte de este cuerpo
selecto tienen que ser santos y sin mancha delante de él. Dios nos ha elegido
en Cristo con un propósito muy especial y la única forma de ser santo y sin
mancha es estar “en Cristo”.
Revolución
Cultural Versus Cultura Celestial:
China
es la nación más grande de la tierra [1,382’710.000 Millones de habitantes 2016]. En 1966 el
comunismo implantó la llamada "revolución cultural".
El manual literario de dicha revolución fue el "Libro Rojo", de Mao Tsetung. Con inteligencia política, el régimen marxista se lanzó
contra los líderes y misioneros cristianos. De modo especial realizó una
cruzada de destrucción de literatura cristiana, a la cabeza de la cual estaba
la Biblia.
Jonathan
Chao, en la revista Misión, dice: "En Amor,
los Guardias Rojos juntaron todas las Biblias que encontraron e hicieron con
ellas un montón en la plaza central. Luego obligaron a los cristianos a
arrodillarse frente al montón y prenderle fuego. La hoguera quemó severamente
los rostros y los cuerpos de los creyentes... algunos
de los cuales huyeron a los edificios contiguos. En Pekín a una asidua lectora
de la Biblia se la mató a golpes en una de las iglesias... La China se transformó en una ’sociedad no
religiosa’ ".
Ahora, más de veinte años después,
sabemos que los cristianos nunca dejaron de reunirse para adorar a Dios,
incluso durante el clímax de la "revolución cultural".
La Biblia, aunque mutilada y escasa, y la oración, no dejaron de palpitar en el
corazón de la fe en reuniones secretas.
Mao murió, la
política ha sufrido fuertes cambios, y desde 1979 unas 300 iglesias locales
adoran a Dios con permiso estatal. La misión de la iglesia continúa siendo
difícil, pero un hermano chino afirma que "la iglesia evangélica ha crecido allí casi cincuenta veces.
En 1950 había casi un millón de evangélicos... Hoy
el Centro de Investigación de la Iglesia China calcula que hay cerca de
cincuenta millones de creyentes".
Casi al terminar la década de 1980 los
cristianos de Occidente están empeñados en reunir una gran cantidad de ayuda
financiera para poner en China millones de ejemplares de las Sagradas
Escrituras. ¿Cuál
será el impacto del mensaje reconciliador de Efesios hacia el siglo XXI?
Sólo Dios lo sabe.
China
registra un incremento de su población. China cerró 2016 con una población de
1,382’710.000 personas, lo que supone un incremento de 8,090’000 habitantes,
3,534’771 mujeres y 3,910’229 hombres, respecto a 2015, en el que la población
fue de 1,374’620.000 personas.
Para empezar, el Catolicismo y el
Protestantismo son clasificados por el Estado como dos religiones separadas. Estimaciones
conservadoras calculan que hay 60 millones de cristianos en China. A través del
siglo XX, el Cristianismo fue asociado con el imperialismo occidental.12 sep.
2011.
[Fuente Internet. 9//12//2017].
Habiendo
señalado la bendición de la elección divina, el Apóstol procede a explicar cómo
Dios la hizo: En amor nos predestinó por medio de
Jesucristo para adopción como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad
(v. 5).
· Utiliza dos términos descriptivos del proceso:
Ø Predestinó,
y
Ø adopción; y
· Otros dos para describir la motivación divina:
Ø Amor,
y
Ø beneplácito de su voluntad.
Tanto la RVA., como la RVR., incluyen
las palabras en amor como parte del v.
5, mientras otras versiones las toman como parte del v. 4.
Según Bratcher y Nida el sentido puede
ser interpretado igualmente junto con lo que precede o junto con lo que sigue.
Si se interpreta con lo que precede podrá significar amor humano, o el amor
mutuo de los cristianos. Si se toma con lo que sigue, el significado tiene que
ver con el amor
de Dios.
Bonnet
y Schroeder lo toman junto con lo que sigue: Habiéndonos predestinado en amor
para la adopción. Puesto
que no había divisiones de versículos en el texto original, nos quedamos con
este problema, aunque de ningún modo se quita valor del mensaje que Pablo
quiere transmitir.
Es más razonable que en amor se refiere al amor divino que se
revelaba en todo el hecho descrito. Dios estaba mostrando su amor al ejercer su
soberanía al predestinarnos para la adopción como hijos.
Nos
Predestinó Explica El Proceso De La Elección:
· La palabra “predestinar”[2]
es proorízo G4309, y
· significa “definir o
decidir de antemano”.
· Literalmente: quiere decir “determinar
los horizontes de antemano”.
Dios en su sabiduría perfecta ha
predeterminado los horizontes de nuestra salvación en Cristo. Los límites y las
condiciones han sido demarcados en Cristo Jesús.
Bratcher y Nida dicen que esta palabra
se usa solamente con referencia a Dios y sirve para enfatizar la iniciativa y
la autoridad que le compete ejercer única y completamente a Dios en relación
con la experiencia de la salvación. La independencia de acción de Dios se basa
en una decisión ya hecha en el pasado.
La
Herencia. Efesios 1:5:
La
valoración de bienes y beneficios es algo tan antiguo como la humanidad. El libro de
Génesis nos relata la lucha por la subsistencia y la dignidad sociales de los
patriarcas de Israel. Jacob y Labán lucharon por tales valores.
Raquel, la primera esposa en los afectos
de Jacob, hurtó los ídolos (los terafim)
que desde la milenaria cultura sumeria se usaban también como documentos
notariales que garantizaban el derecho a posesiones adquiridas por contrato (Génesis
31:17-42).
Para tener derecho a heredar el gobierno
del clan y de sus posesiones materiales, los patriarcas adoptaban a una persona
estimada digna por el jefe de familia, si es que no tenía un hijo de sangre. El
adoptado pasaba a ser considerado un hijo (Génesis 15:1-4).
La ley de Moisés legisló el derecho de
las familias hebreas a la herencia de la propiedad inmueble (la najaláh: Números 27:1-11). Si dicha
heredad se hipotecaba, había varias maneras de recuperarla. Una de éstas era "La Redención".
Cuando se realizaba el proceso redentor
de la propiedad, el redentor, o el nuevo poseedor, recibía una sandalia de
manos del tenedor de la tierra, como sello de garantía de la posesión adquirida
de hecho más tarde. Un caso muy gráfico es el de Booz, redentor de Rut (ver Rut
4:1-10).
La
Adopción:
El derecho romano elaboró de modo muy
acabado la adopción de personas notables o muy estimadas del Pater Familias,
como hijos. La ley romana daba reglas bien precisas para que el padre escribiera
o hiciera escribir su testamento. Como regla era post mortem y, como excepción,
antes de morir el testador.
Hubo emperadores que fueron hijos adoptivos
de un padre-emperador. Un famoso hijo adoptivo fue Josefo, hijo de
Matatías. Se hizo adoptar como hijo de la familia imperial de los Flavios, los
que destruyeron el templo de Jerusalén en el año 70 d. de J.C. Las tablillas
del testamento que entregaba herencia y gloria o prestigio político o social,
eran selladas como garantía del derecho al beneficio.
El propósito de Dios fue destinarnos
como hijos suyos, adoptándonos por medio de Jesucristo en el nuevo nacimiento.
La expresión para adopción como hijos suyos traduce el verbo uiothesía G5206, que representa un proceso
legal característico del derecho romano. En este proceso el hijo de un padre
podría ser adoptado por la familia de otro como hijo con todos los derechos y
privilegios de un hijo natural.
Hasta las deudas de la antigua familia
se cancelaban y el hijo adoptivo se convertía en heredero legítimo del padre
adoptivo. Hijos suyos traduce la forma reflexiva que significa para sí mismo,
como hijos propios.
Esta adopción ha sido completamente
intencional y voluntaria de parte de Dios, no dependiendo de los méritos del
adoptado. Según el beneplácito de su voluntad demuestra la magnanimidad y
bondad de Dios al elegirnos, predestinándonos y adoptándonos como hijos de
Cristo.
Como
dice Vaughan: “La elección de Dios es un acto de
parte de su bondad pura, de su soberanía benevolente”.
Véase Parte II:
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