ENSEÑANZA AL RESPECTO AL DÍA DEL
SEÑOR:
1 TESALONICENSES 5:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
El capítulo final
da una serie de amonestaciones para instruir a los cristianos a vivir a la luz
de la venida de Cristo. Al leer esas muchas exhortaciones vemos que había algunos
problemas definidos en la joven iglesia:
· Había cristianos viviendo descuidadamente;
· Algunos no respetaban a los
líderes de su iglesia;
· Otros abusaban de los
servicios públicos; y
· Había una necesidad general
de unión y amor entre los santos.
Estas amonestaciones recalcan cómo la iglesia local puede vivir en armonía y pureza.
I. Sean Vigilantes (1 Ts. 5:1–11):
Aquí
Pablo presenta una serie de contrastes entre los cristianos y los perdidos:
A.
Luz/Tinieblas.
La
venida de Cristo, en lo que respecta al mundo, será súbita e inesperada, como
un ladrón en la noche; pero no así para el creyente. Nosotros esperamos que Él venga:
§ Los incrédulos están en
tinieblas;
§ Su entendimiento está
entenebrecido
(Ef. 4:18; 5:8);
§ Aman la oscuridad (Jn. 3:19–21;
Ef. 5:11);
§ Están bajo el control del poder de las tinieblas (Ef. 6:12);
y
§ Se encaminan hacia las
tinieblas eternas (Mt. 8:12).
Pero
el cristiano se asocia con la luz, porque Dios es luz y Cristo es la luz del
mundo (Jn. 8:12). El cristiano es un hijo de la luz (Ef. 5:8–14), aunque en un
tiempo fue también tinieblas. El cambio que se produjo está descrito en 2
Corintios 4:1–6; Colosenses 1:13 y 1 Pedro 2:9.
Puesto
que los cristianos pertenecen al día, deben vivir en la luz y estar preparados
para la venida de Cristo.
B.
Conocimiento/Ignorancia.
A
Satanás le agrada tener a las personas en oscuridad (Hch. 26:18). Judas estaba
en tinieblas (Jn. 13:27–30) y también Ananías y Safira (Hch. 5). El mundo
ignora los planes de Dios porque ha rechazado a Cristo y a la Biblia. Léase en
Isaías 8:20 por qué incluso los líderes inteligentes del mundo andan en
tinieblas cuando se trata de comprender lo que están pasando en el mundo.
Se
dejan llevar por las apariencias y dicen:
«¿Dónde está la promesa de su venida?» (Véase 2
P. 3). Pero el cristiano que lee la Biblia y mantiene sus ojos abiertos sabe la
manera en que Dios obra en este mundo y no anda en ignorancia.
C.
Expectación/Sorpresa.
El
mundo no salvo vive en falsa seguridad, como la gente antes del diluvio (Gn. 6)
o como los habitantes de Sodoma y Gomorra (Gn. 18–19). Pablo hace dos
comparaciones respecto a la venida de Cristo:
(1) El ladrón, que
habla de la sorpresa y de cómo están desapercibidos los afectados;
(2) La mujer
dando a luz, que habla de lo repentino y el sufrimiento que está involucrado.
Cuando Cristo saque a la Iglesia del mundo, empezará el Día del Señor, un
período de siete años de tribulación y sufrimiento para el mundo. Así, el Día
del Señor vendrá al mundo como ladrón en la noche, pero no así para el creyente.
D.
Sobriedad/Embriaguez.
Los cristianos que esperan la venida de Cristo están despiertos y alertas; no se embriagan como los del mundo. «Velemos» y «durmamos» aquí no significa «estar vivos» o «estar muertos» como en 4:13–18; sino que significan respectivamente «estar alerta» y «estar descuidados». Cuando Cristo venga los cristianos deben estar viviendo en limpieza y consagración.
II. Respeten a Sus Líderes (1 Ts. 5:12, 13):
La
familia de la iglesia debe tener liderazgo espiritual, y este liderazgo recae
en el pastor o pastores y en los diáconos. La iglesia puede establecer cuantas
organizaciones le plazca (siempre que estos grupos se organicen de acuerdo a las
pautas bíblicas).
El
pastor, sin embargo, debe guiar y dirigir al rebaño conforme Dios dirige. Es
cierto que necesita y quiere las oraciones y el consejo del pueblo, en especial
de los líderes elegidos; pero todos en la iglesia deben respetar el liderazgo
que Dios provee. Los cristianos deben:
(1) Aceptar a sus
líderes (Ef. 4:7– 11; 1 P. 5:1–5);
(2) Honrarlos,
reconociendo el trabajo que hacen;
(3) Amándolos;
y
(4) Siguiéndolos (Heb. 13:7–9, 17, 24).
Dondequiera
que hay una iglesia desunida con frecuencia es porque el pastor no asume la
responsabilidad de liderazgo, o porque los miembros le impiden que dirija.
Téngase presente que el liderazgo no es dictadura. El líder da ejemplo, paga el
precio y procura ayudar a otros en amor cristiano.
El dictador usa la ley, no el amor; no guía, arrea; y sus motivos son egoístas, incluso aunque piensen que lo hace por el bien de la iglesia.
III. Sean Considerados Los Unos Con Los Otros (1
Ts.5:14, 15):
No
es suficiente tener liderazgo en la iglesia; también debe haber compañerismo,
donde cada miembro haga su parte del trabajo. Primera de Pedro 4:7–11 nos
recuerda que cada cristiano es un administrador de un don espiritual y que
debemos usarlo para el bien de otros y la gloria del Señor. Pablo especifica
ciertas clases de cristianos que necesitan ayuda especial:
(1) A los ociosos: a los descuidados que no se dejan gobernar,
los que se salen de los límites, se les debe amonestar.
(2) A los de poco ánimo: a los desalentados
se les debe animar.
(3) A los débiles: los que no han madurado en el Señor
(Rom. 14:1–5), se
les debe apoyar hasta que puedan caminar en el Señor.
Nuestra actitud hacia todas las personas debe ser de paciencia y amor, nunca devolviendo mal por mal (Rom. 12:17–21). Véase el dibujo abajo.
IV. Sean Agradecidos (1 Ts. 5:16–18):
«Alégrense, oren, den gracias» suenan como
amonestaciones ordinarias; pero cuando se les añade los adverbios se tiene un
desafío real: «Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad
gracias en todo». El cristiano que anda con el Señor y mantiene
comunión constante con Él verá muchas razones para regocijarse y dar gracias
todo el día.
«Orad sin cesar» no quiere decir un constante repetir de oraciones (véase Mt. 6:7). La verdadera oración es la actitud del corazón, el deseo del corazón (Salm. 10:17; 21:2; 37:4; 145:19). Cuando nuestros corazones desean lo que Dios desea, estamos orando siempre conforme el Espíritu intercede por nosotros y en nosotros (Rom. 8:26, 27).
V. Tengan Cuidado En La Adoración (1 Ts. 5:19–21):
En
la iglesia primitiva «profetizar» era la obra inmediata del Espíritu; el
profeta daba el mensaje de Dios. Pero Satanás es el falsificador, de modo que
es necesario probar los mensajes (véanse 1 Cor. 12:10; 14:29–33).
El peligro era que los creyentes «podían excederse» en abusos emocionales o ir al otro extremo, apagar el Espíritu al rechazar sus revelaciones. «Examinadlo todo, retened lo bueno» (v. 21) es la admonición que debemos seguir siempre que oigamos o leamos un mensaje de la Palabra.
VI. Sean Fieles En Su Conducta Diaria (1 Ts. 5:22–28):
«Especie de mal» quiere decir «toda forma de mal». Por supuesto, ningún santo debería permitir en su vida ninguna cosa que otros podrían entender mal o criticar. Si nos rendimos a Dios, Él es fiel para edificarnos en santidad. La oración, el amor fraternal y la atención a la Palabra de Dios nos santificarán y nos mantendrá preparados para el regreso de Cristo.
Clase Para El Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea
Su Biblia.
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