martes, 13 de octubre de 2020

 Parte III

Lección 3

EL HIJO DEL HOMBRE SOBERANO SOBRE TODA LA TIERRA:

Salmos 8 y 16

Salmo 8

 

1.       ASOCIACION HISTORICA:

El título que tiene y en especial las palabras «sobre Gitit», si es que pertenecen al Salino 8, probablemente indican un instrumento musical importado de Gar, una ciudad Palestina (compare 1 Sam. 27:1-7. Los habitantes, de este pueblo se llamaban gititas).

No es difícil imaginar al pastorcito David cuidando de noche su rebaño, tocando su instrumento, observando la inmensidad del espacio y reflexionando sobre la grandeza de la creación. Esto produce adoración y temor a Dios. La reflexión sobre la grandeza y gloria de Dios contrastada con nuestra impotencia e insignificancia es de gran ayuda espiritual para cualquiera de nosotros.

2.      ANTICIPACION PROFETICA:

Es evidente que el sentimiento de adoración que inspiran las grandezas de Jehová, al principio y al fin del Salmo, está relacionado con el futuro. Se ve claramente que no se aplica al día de hoy, ya que la tierra está profanada por el constante blasfemar de aquel sagrado nombre.

Pero cuando haya regresado el Mesías a reinar sobre la tierra, ésta «será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar» (Is. 11:9). Sin embargo, Dios ya estableció su gloria en el cielo al sentar a Cristo a su mano derecha. En el esplendor del milenio, el cielo y la tierra estarán en completa armonía (vea Jn. 1:51).

Todas las profecías bíblicas contemplan un remanente judío fiel que dará testimonio de Jehová durante el período de la gran tribulación, no obstante la gran persecución. Los que sobrevivan serán librados por el retorno del Rey con poder. Sus enemigos y los del Rey serán destruidos.

Es su voz triunfante la que se oye en el versículo 2. Aunque sean considerados por el Anticristo como niños lactantes, lo harán callar haciendo notar que sus flaquezas se han tomado en fortaleza por medio de Cristo, y es por ellos que Dios enmudecerá para siempre a aquel soberbio enemigo.

Una leve anticipación de esto se ve en la entrada triunfal cuando el Mesías cita este texto como censura a los religiosos (Mt. 21:15-17). Los versículos 3-8 son la parte central del Salmo. Hablan del gran contraste que existe entre el universo material y el hombre que es, en comparación, algo insignificante. Al ver que el Todopoderoso se interesa en nosotros no podemos menos que adorarle.

Pero no sólo lo visita Dios, sino que ha hecho que el hombre sea el apoderado de su creación, demostrando así que los valores morales son mucho mayores que los materiales. Note los versículos 5, 6. Los ángeles son sólo espíritus (Heb. 1:7, 14) y los animales tienen cuerpo y alma (Gn. 1:30); peto el hombre tiene relación tanto con lo celestial por su espíritu como con lo material por su alma y cuerpo. El hombre es menor que los ángeles y mayor que el animal. Las palabras «le has hecho» rechazan la teoría de la evolución orgánica.

Así pues, originalmente Adán fue puesto sobre la creación animal. Note: la palabra «señoree» en Génesis 1:26. Pero el apoderado cayó en la desgracia (Rom. 5:12, 19). El rey se convirtió en esclavo, pero no únicamente él, sino todo su reino. Completamente descontrolada, la creación cayó bajo el dominio del pecado, situación que prevalece hasta el día de hoy (Romanos 8:20-22).

Entonces, ¿no hay remedio? Sí lo hay. En Hebreos 2:6-9, el Espíritu Santo nos hace ver que hay uno al que están sujetas todas las cosas: «el segundo hombre, que es el Señor es del cielo» (1 Cor. 15:47), llamado también «el postrer Adán» (1 Cor. 15:45), ya que no puede haber otro. Cristo se hizo hombre para glorificar a Dios, rescatando a la creación perdida y reconciliando al hombre pecador y sus dominios con Dios.

Cristo Jesús tuvo que hacerse poco menos que los ángeles -sin dejar de ser lo que siempre fue- para que gustase la muerte por todos. J. N. Darby nos dice que la última palabra de Hebreos 2:9, «todos», abarca todo lo que estaba bajo el dominio del pecado.

Este conocimiento amplía más el concepto que tenemos de la cruz, que abarca a los nuevos cielos y la tierra nueva, en donde estará la justicia.

Ese futuro se apoya sobre la base sólida de la justicia que ha sido completamente satisfecha. Esto también es verdad con respecto al milenio cuando ya no habrá pecado y toda la vida - humana, animal y vegetal – será libre de su condenación: «porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios» (Rom. 8:21; Is. 11:6-9; Am. 9:13-15).

En su primera venida el Señor, Jesús tuvo completa autoridad sobre la creación:

v Los peces (Lc. 5:1-9),

v Los animales (Mr. 1:13; 11:2-7),

v Las aves (Lc. 22:34, 60), y

v Los elementos (Mr. 4:39).

Todos le obedecían. La única excepción fue el hombre, que lo mató. Pero Dios resucitó a su Hijo de entre los muertos, y con los ojos de la fe nosotros le vernos coronado de honra y de gloria. El «todavía no» de Hebreos 2: 8, es sólo hasta su segunda venida,

3.       APLICACION PERSONAL:

Los creyentes reconocen la autoridad del Señor Jesucristo ahora, en el día de su gracia y, solamente esta actitud puede producir las alabanzas con las que empieza y termina este Salmo.

 

LA SENDA DEL PEREGRINO:

Salmo 16

1.      ASOCIACION HISTORICA:

David, al ver que se le privaba de su herencia y al ser expuesto a la tentación de servir a otros dioses, le pide a Dios su ayuda y después termina con un canto de triunfo. Se ha sugerido que 1 Samuel 26:19 tal vez sea el fondo histórico de este.

2.      ANTICIPACION PROFETICA

El carácter mesiánico de este Salmo es evidente por las citas que de los versículos 8-11 hacen Pedro (en Hechos 2:25-31) y Pablo (en Hechos 13:35-37). Pablo nos hace ver claramente que David no habla de sí mismo, ya que su cuerpo vio corrupción y el cuerpo de la persona de la que habla no vio corrupción.

El tema principal del Salmo es el Peregrino Perfecto y su camino. Al sostener la deidad de Cristo no debemos pasar por alto o menospreciar su humanidad. Como el Autor y Consumador de la fe nos dejó un ejemplo perfecto.

Este Salmo es pues, en gran parte, el lenguaje de Cristo. Empieza con una oración de completa sujeción (v. l). Este segundo hombre confiesa que su complacencia es para los santos que están en la tierra. Las traducciones de los versículos 2 y 3 son muy variadas, y es preferible la de Reina-Valera. Su bondad fue tal, que si Dios la, hubiera - reconocido y recompensado, Cristo hubiera sido glorificado aparte de la cruz. Pero por amor a los suyos fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Los «íntegros» son aquella minoría de Israel que reconoció al Mesías aquí en la tierra.

Fue también un hombre santo (v. 4), separado de toda forma de idolatría. No era ni monástico ni ascético sino por el contrario, fue un hombre feliz, habiendo encontrado plena satisfacción en Dios. Jehová era tanto su herencia como su copa (v. 5). F. W. Grant indica que la herencia es lo que te pertenece a uno y la copa es el gozo que encuentra uno en ello. Para muchos de nosotros nuestra porción es mucho mayor que nuestra copa.

Pero el Señor tenía las dos cosas en la misma medida. No tenía nada fuera de esto, ni quería nada adicional. Las «cuerdas» (v. 6) se refieren al territorio que era de Israel (Jos. 13:31) y hablan de la obra o la herencia que el Padre le dio al Hijo (Jn. 17:4). En esto hallaba contentamiento, porque era la voluntad del Padre. Pero no sólo estaba satisfecho sino que bendecía a Jehová. Encontramos en Mateo 11:25, 26 una ilustración, de esto. El Señor, durante sus vigilias nocturnas, consideraba el camino que tenía por delante, y porque siempre había puesto a Jehová por delante, tenía la seguridad de que estaba a su diestra.

El evangelio de Juan nos da muchos ejemplos de esta reciprocidad divina. Pero ahora, Jesús glorificado está a la diestra de Dios (vs. 8, 10).

En el versículo 9, el corazón y el «alma» nos indican la vida interior de Jesúa y la carne su cuerpo, (note que «alma» se traduce como «lengua» en Heb. 2:26). Porque era el «santo» de Dios a muerte no se podía enseñorear de É1. Sin embargo, murió voluntariamente.

Pero podía enfrentarse a la muerte sabiendo que el Seol no tomaría su alma, ni su cuerpo vería corrupción en el sepulcro. El Seol (el equivalente del Hades griego) es la condición que guardan las almas en, el período entre la muerte y la resurrección. El sepulcro no guardaría su alma ni corrompería su cuerpo.

El camino que tenía trazado no era sólo la resurrección sino que también la gloriosa ascensión a la diestra del trono de Dios. Los sufrimientos de la cruz precedieron a la dicha eterna de estar en la presencia del Padre. Este era «el gozo puesto delante de Él» (Heb. 12:2).

3.       APLICACION PERSONAL:

Todas las glorias que fueron suyas en su ascensión están ahora al alcance del creyente. Sus riquezas son nuestras, su posición la nuestra y su aceptación. Esta es nuestra «herencia».

¿Y qué de nuestra copa? Como hemos visto, es símbolo del gozo que proporciona nuestra herencia. Y es sólo en la medida que sintamos gozo, en nuestra vida diaria que podremos llegar a comprender las dimensiones de nuestra herencia. Además, nuestra adoración brotará en la misma proporción.

Meditemos pues en la grandeza de esta herencia que es nuestra por nuestro Señor Jesucristo, pidiendo que el Espíritu nos haga más aptos para andar humildemente y adorar con más fervor.

Véase Parte IV.





 

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