VII Lección 7 CRISTO EL SEÑOR EN MARCHA TRIUNFAL:

 VII

Lección 7

CRISTO EL SEÑOR EN MARCHA TRIUNFAL:

 Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Salmo 68

1.      ASOCIACIÓN HISTORICA:

Encontramos, el fondo histórico de este Salmo en 2 Samuel 5 y 1 Crónicas 15 y 16. El arca del pacto  viaja de la casa de Obed-Edom a Jerusalén. El rey David, los sacerdotes y los padres de familia condujeron el arca de Jehová con júbilo y son de trompeta, de la casa Obed-Edom, lugar que había bendecido durante tres meses (2 Sam. 6:11), a la capital de David, el monte de Sion. Esta capital había sido en otro tiempo el infranqueable fuerte, llamado entonces Jebús, de aquel remanente jebuseo que luchó hasta la muerte.

El fuerte fue tomado por Joab, jefe del ejército de Israel (1 Cron. 11:4-9). Después de esto se llamó Sion; la ciudad de David, la capital de su reino. Llegó a ser también el centro de Jehová y por eso se trajo allí el arca. En la celebración de la victoria, el Rey destruyó presentes.

2.      ANTICIPACIÓN PROFETICA:

El primer párrafo del Salmo consta de 6 versículos, que son casi las mismas palabras que pronunció Moisés cuando el arca comenzó a acompañar a los israelitas en su peregrinación por el desierto (Nm.10:35). Como la presencia del arca significaba la presencia de Jehová (Salm.80:1), el efecto que producía en sus enemigos era el terror y también a veces la huida. En cambio, infundía a su pueblo y lo llenaba de gozo. Pero en este Salmo su pueblo está desconsolado, y tenemos que aplicar el Salmo a otras circunstancias.

Sugerimos que es una mirada al Israel redimido y restaurado que un día “allanará el camino al que viene cabalgando sobre las nubes” (v.4, NC). Su pueblo, rebelde en el día de su debilidad, se ofrecerá voluntariamente en el día de su poder (Salm.110:3), probando así que las misericordias de Dios están al alcance de su pueblo. El huérfano y la viuda encontraron en Dios un refugio seguro e inmutable. Dios quitará en soledad y desamparo al proveerles una morada eternal con ÉL. El cautivo no sólo recibirá libertad sino también prosperidad; pero el rebelde, destierro eterno.

La siguiente sección (vs.7-12), hace eco al cántico de Débora (Jue. 5:4, 5) y celebra las victorias de su pueblo sobre sus enemigos, que son tanto suyos como de Dios. Dios es todo. Ha guiado a su grey por el desierto a su herencia, Canaán, donde se repartieron la tierra. El Señor con su sola palabra derrotó al enemigo y una gran multitud de mujeres (v.11) proclamó su victoria. Estas celebraciones son comunes en la Biblia (Ex.15:20; Jue.5; 1 Sam.18:6, 7).   

Llegamos ahora a la parte central del Salmo. En el versículo 13 “entre los tiestos” debe ser “entre los rebaños”. Este versículo y el que sigue son muy difíciles. En resumen enseñan que Israel, que había sido culpado de pereza. (Gn.49:14), al volver al refugio de las alas de la Paloma divino recibirá bendiciones y avivamiento. La paloma no representa aquí a la nación sino que es una figura doble:

§  De Cristo, la paloma de la ofrenda (Lv.1:14), y

§  Del Espíritu Santo (Jn.1:32).

Las palabras “seréis como” (v.13) no se encuentran en el original. Y el Omnipotente que esparció a los reyes enemigos, intervendrá otra vez para ayudar a su pueblo. (v.14).

Se piensa que el Monte de Basán es el Monte Hermón, que es el Monte más alto de Palestina y se encuentra en la frontera norte de Basán. Aquí se sugiere que este monte observa con envidia al insignificante Monte de Sion que está destinado por Jehová para tener el honor de ser la morada eterna de Dios (vs.15, 16; Comp. Salm.2:6; 48:1-3; 132:13-18). Aquí estará el arsenal celestial, con el Señor mismo en control (v.17).

Pero ¿Quién es este conquistador? ¿Cuándo subió? ¿Cuándo cautivó la cautividad? ¿Cuándo recibió dones y para quiénes? Como ya vimos, el Salmo se basa en la conquista de esta cuidad Jebusea. Pero la interpretación espiritual del versículo 18 se encuentra en Efesios 4:9, en donde Cristo es el vencedor. Pero antes de ascender tuvo que descender primero “a las partes más bajas de la tierra” (Ef.4:9), que es una alusión a la degradación moral de la cruz.

(No pensemos que es una alusión física). Al cumplir con la expiación del pecado a la satisfacción completa del cielo, Cristo ascendió- “por encima de todos los cielos para llenarlo todo” (Ef.4:10).  Llevó cautivo la cautividad al resurgir de los muertos y ascendió triunfante al trono de su Padre. Satanás, que representa la cautividad, fue hecho cautivo.

El David celestial mató así con su espada a Goliat (1 Sam.17:51; Heb.2:14, 15). Recibió también el botín, pero sólo para compartirlo. Recibió dones para los hombres, para poder dar dones a los hombres. Toma en consideración también a los rebeldes de Israel. Con razón su gracia produce adoración (v.19).

Ahora, el conquistador entra en acción hiriendo a los perseguidores de su pueblo (vv. 20-23). El versículo 22 se refiere a los enemigos de Jehová (Am.9:2, 3). No escaparán. (Lea 2 Ts.1:7-9).

El párrafo siguiente (vs.24-27) es muy pintoresco. Israel reconciliado con Dios, marcha al santuario bajo la bandera de Dios. Ya no hay distanciamiento.  Note: que la voz humana precede a los instrumentos. Siguen las vírgenes (NC.) alabando con panderos al Hijo de la virgen.

Así entrará el Reino Milenial el Israel redimido haciendo contraste con sus andanzas llenas de murmuraciones por el desierto. Entonces se le podrá aplica, el llamado de Isaías: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti” (Is.60:1). 

En los versículos 28-31 se nos presenta la conquista de la tierra y su sumisión. El Dios de Israel, en la persona de nuestro Señor Jesucristo, está sobre su trono en el templo de Jerusalén. Toda oposición se aplasta. Los dignatarios gentiles van a la capital de la tierra y se postran ante el Rey de la tierra.

El que coronaron con espinas y crucificaron fuera de los muros de Jerusalén se encuentran reinando en casi el mismo lugar, En aquel tiempo los reyes de la tierra lo rechazaron de común acuerdo, pero ahora, lo reconocen humildemente como Supremo Señor. No nos sorprende, pues, el himno de alabanza de los versículos 32-35. Es el punto culminante de toda la escena.

Los gentiles serán bendecidos bajo un Israel redimido y Cristo será la Suprema Autoridad sobre todos. El último versículo es la respuesta de toda la tierra.                                    

3.      APLICACION PERSONAL:

Dios es un Dios de acción (v. 24). Así que nosotros debemos actuar también, pero sólo en obediencia a su voluntad. El criado resucitado recibió dones para, al mismo tiempo, darlos. Y el propósito de estos dones (apóstoles, profetas, evangelistas, etc.), es el de «perfeccionar a los santos para la obra del ministerio»  (Ef. 4:11, 12).

En otras palabras el que predica lo hace para que otros también prediquen. Obedece para que otros obedezcan. Canta para que también otros canten y puedan caminar con Dios (v. 25). ¿Estoy caminando yo con Dios?

 

Lección 8

LA VERDADERA OFRENDA POR EL PECADO:

Salmo 69

1.      ASOCIACION HISTORICA:

La vida de David, que el autor de este Salmo (Rom. 11:9), estuvo llena de aflicciones. Sin embargo, las descripciones de dolor en este Salmo no se pueden aplicar a David. Este Salmo se cita frecuentemente en el Nuevo Testamento con referencia al Mesías, así que deducimos que este Salmo habla de Cristo.

Entre los 5 tipos de ofrendas qué se mencionan en Levítico (caps. 1-7), tres de ellas son de olor suave y dos no lo son. Estas son la ofrenda por el pecado y la ofrenda de expiación. Asociamos con ellas el juicio y la distancia.

El juicio tiene que ver con la naturaleza divina y la distancia con el gobierno divino. La ofrenda por el pecado era a causa de lo que era el hombre y la ofrenda expiatoria por lo que había hecho. La ofrenda expiatoria exigía la restitución total del mal y además el 20% como compensación. (Lv. 5:14-6:7). Así que, el que había sido agraviado resultaba más rico de lo que había sido antes de que se le perjudicara.

Aunque no conocemos las causas por las que Dios permite el pecado y sus consecuencias, sabemos que debido a ello será más rico eternamente ya que sólo por el pecado se podría observar la infinita misericordia de Dios. La culpabilidad humana proveyó el fondo negro sobre el cual puede brillar el amor y la gracia que, El demostró en la cruz.

Además, los redimidos también serán más ricos. Por otra parte los incrédulos sufrirán consecuencias horribles.

2.      ANTICIPACION PROFETICA:

Fue en la noche antes de la cruz que Cristo previno a sus discípulos diciéndoles: «Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: «Sin causa me aborrecieron» (Jn. 15:25). Estas palabras son del versículo 4 e indican que esta primera sección del Salmo (vs.1-6) es un anticipo de los sufrimientos de Cristo en la Cruz. Las palabras «cieno profundo», «abismo de aguas», «no puedo hacer pie» y «la corriente me ha anegado» muestran la aflicción profunda que sufrió nuestro Señor por causa nuestra. La razón por la que había sido “hundido en cieno profundo” está en el versículo 5.

Este lenguaje, que tal vez nos sorprenda, debe recocerse como el lenguaje del Señor cuando se identificó voluntariamente con los pecados del hombre, confesando nuestro pecado como el suyo. En realidad, fue hecho pecado por nosotros (2 Cor.5:21). Por medio de este sufrimiento Vicario, Él hizo una expiación total, pagando lo que no debía (v.4).

Pero hubo aun otra cosa en su copa ya amarga, el aparente desamparo de Dios, y el odio de lo que le observaban. Esto le causó inquietud por la preocupación de que alguno interpretara mal la Misericordia [el Hesed de Dios. Oseas 2:19 Biblia Ryrie] de Dios como lento o inaccesible para el necesitado (v.6), pero su caso fue muy excepcional.

Los versículos 7-12 presentan al verdadero José, extraño para sus hermanos y un desconocido para los hijos de su madre. Esto se cumplió perfectamente en la vida de nuestro Señor (Jn. 7:5), Y no sólo fue rechazado por sus hermanos sino por toda la sociedad; desde la más alta, (los que se sentaban a la puerta), hasta la más baja (los borrachos) (v. 12). Todos le reprochaban su devoción y su piedad. Le consumía su celo por la casa y la gloria de su Padre. Esto provocó su intervención en el templo (Jn. 2:13-17).

Su ayuno y su llanto fueron mal interpretados por sus seguidores. La mayor parte de los reproches que nosotros sufrimos son por culpa nuestra; pero Él podía decir: «Por amor a ti he sufrido afrenta». Los versículos 13-18 se aplican al refugio que encontró el Señor al volverse hacia Dios mismo. Aunque no fue comprendido aquí en la tierra, en el cielo sí. Quería ser librado de sus enemigos y de la corriente de las aguas (vs. 14, 15).

El abismo y el lodo que rehuía no se refieren a la angustia física; más bien se refieren a la obscuridad espiritual que le envolvería, escondiendo la cara de Dios e interrumpiendo la comunión tan especial que habla entre Él y su Padre. Y parece que el pozo se refiere a su tumba. ¡Cómo aborrecía el Príncipe de la Vida, el perfecto Hijo de Dios, cualquiera cosa que se asociara con el pecado o el juicio! Su clamor y su llanto iban dirigidos hacia el único que podría librarlo de la muerte. Y fue oído por su Padre a causa de su temor reverente y su oración fue contestada por medio de la resurrección (Heb. 5:7).

Los versículos siguientes, 19-21, se aplican al sufrimiento de nuestro Señor en su naturaleza humana. Experimentó «afrenta»,  «confusión» y «oprobio». Nuestros sentimientos están apagados y amortiguados por el pecado, pero los suyos no fueron disminuidos por esta causa. El sintió como ningún otro pudiera sentir, las calumnias y los insultos de que fue objeto.

Su corazón fue quebrantado al ver la respuesta que recibió su ministerio de gracia. A sus bendiciones, respondieron con maldición. En esos momentos de angustia buscó compasión y nadie se la ofreció. Mil años después de la composición de este salmo el evangelista escribió: «Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron» (Mr. 14:50). ¡Lo dejaron solo! Indudablemente, las palabras del versículo 20 se refieren a las últimas tres horas de la crucifixión, porque fue en las tres primeras horas que se acercó a Él un grupito. Parece que lo dejaron antes de que descendieran las tinieblas (Jn. 19:25-27). Y ya no hubo quien lo consolara.

La primera parte del versículo 21 se cumplió unos pocos minutos antes de que lo clavasen a la cruz. Entonces le ofrecieron una bebida drogada, vinagre mezclado con hiel, pero no la tomó (Mt. 27:34). La última parte del versículo se cumple casi al fin de sus sufrimientos y se relata en Juan 19:28-30.

Ahora el tono del Salmo cambia mucho, pero sigue hablando Cristo. Los versículos 22-28 hablan de la justicia retributiva y el Espíritu Santo los aplica en Romanos 11:9 y 10 a la nación de Israel que rechazó a Cristo. Pero si éstas son las palabras de Cristo, ¿¿Cómo podemos explicar sus palabras: «Padre perdónalos»?

Primeramente hay que acordamos de que estas palabras son tan perfectas como las anteriores porque estos versículos no expresan carácter personal vengativo. Aquí tenemos verdad y justicia perfectas en equilibrio con la gracia. La gracia se ofreció a Israel en el período de los Hechos pero fue menospreciada y forjaron su propia condenación al rechazar al Espíritu Santo y a los apóstoles. Esta amnistía fue el fruto de la última oración de nuestro Salvador.

Pero la actitud de Israel fue de enemistad para con Dios. Así que, en juicio, ceguera cayó sobre la nación. Este principio se enfatiza en tocas las Escrituras. Cuando deliberadamente se rechaza la luz, el juicio, en forma de oscuridad mandada por Dios, nos envuelve. Tenemos un ejemplo de esto en Hechos 13:6-12. Así fue como el convite de Israel se convirtió en lazo, lo que era para su bien en tropiezo, y sus bendiciones se volvieron maldiciones. La justa ira de Dios cayó sobre la nación: su ciudad y su templo fueron destruidos y han sido regados entre los gentiles hasta la fecha. (Compare el v.25 con Mt.23:37-39). El versículo 26 menciona la causa de este juicio.

La sección que sigue (vs. 29-33) contiene el canto de resurrección de nuestro Señor. La salvación de Dios lo ha puesto en alto al resucitarlo de los muertos y ahora oímos un cántico de victoria. Expresa el gozo de Cristo, y agrada a Jehová más que sacrificio de buey, que se identifica con mutismo y compulsión.

Se regocija en Dios que oyó su clamor y libró al prisionero del Calvario (v. 33). Los últimos versículos (34-36) hablan, como es común en los Salmos que hablan de los sufrimientos de Cristo, de sus glorias futuras. Los cielos y la tierra, reconciliados mediante la cruz, alabarán a Dios. Sion será la capital de toda la tierra porque el Rey allí tendrá su trono (Is. 2:1-5; Zc. 14:9, 16, etc.) y el remanente restaurado de Israel, que ahora ama su nombre, poseerá las ciudades de Judá. Y luego «la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar» (Is. 11:9).

3.      APLICACION PERSONAL:

Cuando nuestros seres amados no nos creen y nos ridiculizar, es de lo más penoso. Esto duele más cuando son del círculo familiar (v.8). Cuando están presentes nuestros enemigos, nuestros amigos suelen estar ausentes (v.20). Las faltas de nuestros amigos nos hieren más que la furia de nuestros enemigos.

A pesar de la presión del mundo y de Satanás debemos aprender a esperar en Dios que se glorifica aún a través de circunstancias difíciles, y hace que todas las cosas ayuden a bien a los que le aman:

·      A la cruz de hoy seguirá la corona de mañana, y

·      El clamor de hoy se convertirá en la canción eterna.

Véase Parte VIII: